sábado, 26 de febrero de 2011

Los celos / Lección 10: para el 5 de marzo de 2011 + recursos y descargas

Sábado 26 de febrero

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 14:12-14; Santiago 3:16, 17; Éxodo 20:17; Gén. 37; 1 Samuel 18; Mateo 12:14.

Para memorizar: “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?” (Prov. 27:4).

UNA DE LAS EMOCIONES MÁS DEVASTADORAS son los celos. Son el tipo más antiguo de pecado (Isa. 14:14) y pueden herir no solo las relaciones interpersonales (2 Cor. 12:20), sino también nuestra salud física (Prov. 14:30).

Los celos tienden a ser personales; apuntan a una persona que se percibe como un rival o una amenaza. Como resultado, los celos a menudo causan violencia, ya sea psicológica (abuso verbal, calumnias, críticas) o físicas. ¿Quién no ha sentido, en algún momento, la miseria que esta emoción trae consigo?

Esta lección proporciona ejemplos de personas que permitieron que los celos impactaran en su conducta: Satanás, los hermanos de José, el rey Saúl y los sumos sacerdotes de los tiempos del Nuevo Testamento. El resultado siempre fue desastroso. Cuán fascinante es que, para comenzar, todas estas personas gozaron de una condición y privilegios elevados. Pero, todos cayeron en la trampa de odiar a alguien por lo que era o por lo que tenía.

Dios nos advierte que nos alejemos de ese sendero erróneo y anima a sus hijos a amar a su prójimo hasta gozarse con él por sus dones, sus logros y sus posesiones como si fueran los propios.


EN LA RAÍZ DEL MAL
Domingo 27 de febrero

► ¿Cuál fue la causa de la expulsión de Satanás del cielo? Isa. 14:12-14. ¿Qué indica esto acerca de la libertad, que permitió que, aun en un ambiente perfecto como el cielo, pudiera suscitarse este rasgo terrible?

Lucifer, la criatura más magnífica creada por Dios, recibió el lugar más elevado en el cielo fuera de la Deidad. Su honor, su belleza y su inteligencia fueron supremos, pero el pecado creció dentro de él (Eze. 28:12-15). La perfecta paz y la perfecta felicidad de todas las criaturas fueron perturbadas por este acto de exaltación propia y celos hacia Cristo.

“Seré semejante al Altísimo” (Isa. 14:14) fue el comienzo de la disensión, la rebelión y la violencia, y esto trajo mucho dolor a los habitantes del cielo y a la familia humana. “Satanás sintió celos de Jesús. Deseó que se le consultase acerca de la formación del hombre y, porque esto no se hizo, se llenó de envidia, celos y odio. Deseó recibir los más altos honores después de Dios, en el cielo” (PE 145).

En contraste, miremos a Jesús. El inicio del pecado por medio de los celos y el egoísmo fue rechazado por su disposición a humillarse al nivel más bajo de la humanidad y ser muerto, como un criminal, para que cada persona pudiera ser salva de la devastación causada por el pecado (2 Tes. 1:9).

► Lee Santiago 3:16 y 17. ¿Qué contraste se presenta aquí? ¿Qué nos indica acerca de cuán perjudiciales y demoníacos son los celos?

Nuestra naturaleza pecaminosa es tal que la primera mala acción hace que la siguiente sea más fácil. Cuando hay celos y ambición egoísta, el resultado parece ser “perturbación y toda obra perversa” (vers. 16), como dice Santiago. Pero hay otra opción mejor, una que es “pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (vers. 17). Esta opción es el amor.

► Lucifer no miró lo que tenía; eligió contemplar lo que Cristo tenía. ¿Cuán a menudo tendemos a hacer algo similar? ¿Cuántos celos y envidia abrigas por quienes tienen “más” que tú? ¿Cómo puedes vencer esta peligrosa emoción?


LOS HERMANOS DE JOSÉ
Lunes 28 de febrero

Muy a menudo, los celos y la envidia surgen entre quienes están muy cerca, lo que hace que la posibilidad de consecuencias serias sea aún más devastadora. En realidad, dentro del círculo familiar se encuentra mucha agresión (física o psicológica) y, con frecuencia, los celos y la rivalidad entre miembros de la familia son la raíz del problema.

► Lee Génesis 37. ¿Cuál es el trasfondo de la historia? ¿Qué llevó a este acto criminal? ¿Qué función tuvieron los celos?

Es difícil de creer que estos hermanos pudieran ser tan crueles. ¿Tampoco pensaron en la forma en que sus acciones afectarían a su padre? Sus celos fueron tan fuertes que sobrepasaron no solo el sentido común, sino también la decencia y la moralidad. ¡Qué lección poderosa deberíamos aprender acerca de cuán peligrosa es esta emoción! No sorprende que haya un mandamiento completo dedicado a advertirnos contra esto (Éxo. 20:17).

Además de todo el dolor que sus acciones trajeron sobre sí mismos y sobre su padre, ellos también temieron por lo que haría José después de la muerte de su padre, Jacob (Gén. 50:15).

Pero, la actitud de José fue muy noble, porque dijo: “No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?” (vers. 19). José comprendió que su deber era perdonar a los ofensores, y confiar en la misericordia y la justicia de Dios.

La vida de José ha sido comparada con la de Jesús. Los celos impulsaron a sus hermanos a venderlo como esclavo; algunos sacerdotes y algunos ancianos estaban celosos de Jesús, y esos celos motivaron sus acciones contra él. José fue vendido a los paganos; Jesús fue vendido a sus enemigos. José fue acusado falsamente y enviado a la prisión por causa de su virtud; Jesús fue falsamente acusado y rechazado por causa de su justicia. José demostró benevolencia hacia sus hermanos; Jesús perdonó a sus enemigos. Las malas acciones contra José, al fin, condujeron al bien; lo mismo sucedió con Jesús, porque el mal contra él también resultó en bien.

► ¿Qué clase de dolor y sufrimiento han producido los celos y la envidia en tu vida? ¿Qué has aprendido de estas experiencias? ¿Cuán a menudo has sentido celos sobre cosas que hoy parecen muy triviales y sin sentido? ¿Qué lección deberías aprender de esto?


SAÚL TUVO CELOS DE DAVID - Parte 1
Martes 1º de marzo

Un caso clásico de cómo actúan los celos puede verse en la historia de Saúl y David. Saúl era el rey que gobernaba la nación. Todo estaba a su favor; no obstante, aparecieron los celos, y todo cambió acerca de él.

¿O es que los celos hicieron aflorar lo que estaba dentro de Saúl?

► ¿Cuál fue la actitud inicial de Saúl hacia David? 1 Sam. 18:1-5.

Las acciones de Saúl muestran que él, originalmente, tenía una actitud muy positiva hacia David, a quien le dio un alto puesto en su ejército. También, considerando la actitud de su propio hijo hacia David, era claro que David tenía el favor del Rey.

► ¿Qué cambió el pensamiento de Saúl? 1 Sam. 18:6-9. ¿Por qué esa actitud de Saúl es una reacción humana tan común?

El resto de 1 Samuel 18 muestra cuán destructivos llegaron a ser los celos de Saúl contra David. Lo llevaron a hacer toda clase de trampas y engaños, pero nada de ello sirvió. ¡Las mismas cosas que él temía en David llegaron a ser más y más pronunciadas en él mismo!

Los celos generan una serie de emociones negativas: baja estima propia, odio, sospechas, temor, culpa y enojo. Saúl temía a David, como se menciona varias veces en el capítulo. Podría haber estado temeroso de perder su posición real, o de que David llegara a ser el héroe absoluto de Israel. Pero su principal fuente de temor era que “Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl” (1 Sam. 18:12).

Que Dios lo abandonara era razón suficiente para estar temeroso. Pero el temor de Saúl se agravaba por el hecho de que “Jehová estaba con él [David]” (vers. 12). Saúl era incapaz de aplicar, a su situación, la lógica de Gamaliel: “Si [...] es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir” (Hech. 5:38, 39). Cuando Dios bendice a la gente, no tiene sentido desarrollar celos o buscar su condenación. Dios seguirá bendiciéndola.

Por equivocada que fuera la actitud de Saúl, ¿por qué es relativamente fácil entenderla? ¿Cuál es tu actitud hacia alguien que consideras que es una amenaza a tu cargo? ¿Entregas todo a Dios o comienzas a tramar una estrategia contraria?


SAÚL TUVO CELOS DE DAVID - Parte 2
Miércoles 2 de marzo

► Lee 1 Samuel 19. ¿En qué camino andaba Saúl? ¿Qué lecciones hay aquí para nosotros?

Saúl, al principio, actuó con sutileza para eliminar la amenaza que significaba David para él. Cuando eso no sirvió, se mostró directo con sus planes asesinos. Tal vez al comienzo no soñó que iría tan lejos; pero, cuando las compuertas del pecado se abren, nadie sabe cuán lejos éste nos llevará.

Matar a David llegó a ser una obsesión. Los sentimientos negativos de Saúl comenzaron cuando las mujeres cantaron en honor de David, y pronto intentó asesinarlo. En los capítulos 18 y 19, encontramos ocho intentos específicos de matar a David ordenados por Saúl o realizados por él.

El resto de la historia es triste, porque Saúl aumentó su odio y sus celos, y estaba obsesionado con matar a David. Se atemorizó porque los filisteos lo rodeaban. Con la excusa de que los habitantes de Nob estaban con David, mató a los sacerdotes de Dios y a mucha gente y animales en esa ciudad sacerdotal (1 Sam. 22:17-19). ¡Consideren a dónde fue conducido!

Lleno de terror por la incursión filistea, le preguntó a Dios qué debía hacer. Pero Saúl había ido rechazando los consejos divinos muchas veces, y no obtuvo respuesta. Eligió, entonces, consultar a una hechicera, una práctica que él mismo había abolido. Hasta se inclinó y se postró ante el espíritu malo, que personificaba al fallecido Samuel (1 Sam. 28:14). Este fue el principio de su fin porque, al día siguiente, él y sus hijos perdieron la vida ante los filisteos (1 Sam. 31), como se lo había advertido el espíritu malo, obviamente una manifestación demoníaca.

Saúl, por sus celos, siguió un sendero de completa apostasía y ruina. Peor aún, su pecado trajo sufrimientos no solo sobre sí mismo sino también sobre su familia. El pecado no solamente nos causa dolor, sino también nuestros actos equivocados impactan negativamente sobre otros.

Considera cómo, en cada ejemplo, los celos y sus resultados tuvieron consecuencias de largo alcance, probablemente no esperadas por quien primero abrigó esa emoción. Cuán importante es que, por la gracia de Dios, busquemos morir al yo cuando esta emoción repulsiva surja en nuestros corazones.


CELOS DE JESÚS
Jueves 3 de marzo

“Porque sabía que por envidia lo habían entregado” (Mat. 27:18).

Repasa los primeros 11 capítulos de Mateo, concentrándote específicamente en lo que Jesús hizo. Luego lee Mateo 12:14. ¿Qué hizo él que provocó que los líderes respondieran de esta manera? ¿Qué revelaron sus acciones acerca de sus corazones? Medita en cómo podrías haber respondido si tú hubieras estado en esa situación.

Los sacerdotes y los ancianos conocían las minucias de la observancia de la ley. Pero su visión de la vida religiosa era tan microscópica que perdieron de vista el núcleo de la religión. Jesús introdujo un nuevo concepto de la piedad, y el pueblo de Israel (incluyendo a los líderes religiosos) escuchó las buenas nuevas de salvación. En lugar de agradecer a Jesús por alertarlos de su autodestrucción, procuraron destruirlo.

Cuán a menudo los celos ciegan a las personas acerca de cosas obvias. Después de todo lo que Jesús hacía: milagros, curaciones, expulsión de demonios, era difícil no ver que venía de Dios. La evidencia debería haber sido convincente (ver Mat. 11:4, 5).

La gente común se daba cuenta más de su propia necesidad, y estaba más abierta a Jesús, que muchos líderes religiosos, que temían que Jesús cambiara la situación general y eso pusiera en peligro su posición. Las enseñanzas de Jesús eran tan diferentes de las de ellos y su mensaje tan atrayente que tenían razones para temer su influencia. Estaban más preocupados por preservar su propio poder e influencia que por conocer y seguir la Verdad.

No era un secreto que los celos era el motivo de ellos. Según Mateo 27:18, aun Pilato sabía cuáles eran sus motivos. Tristemente, ellos estaban tan enceguecidos por sus celos que pensaban que estaban defendiendo la fe contra un impostor que estaba desviando a la gente. Si se hubieran entregado con humildad y fe al Señor en lugar de permitir que sus celos superaran su pensamiento racional, habrían evitado el trágico camino que los condujo a la ruina eterna. Haríamos bien, en nuestro contexto, en aprender de los errores de ellos.


PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Viernes 4 de marzo

“Satanás fue una vez un ángel a quien se honraba en el cielo, el que seguía en orden a Cristo. Su semblante, como el de otros ángeles, era benigno y denotaba felicidad. Su frente, alta y espaciosa, indicaba poderosa inteligencia. Su figura era perfecta; y su porte, noble y majestuoso. Pero, cuando Dios dijo a su Hijo: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen’, Satanás sintió celos de Jesús. Deseó que se le consultase acerca de la formación del hombre y, porque esto no se hizo, se llenó de envidia, celos y odio. Deseó recibir los más altos honores después de Dios, en el cielo” (PE 145).

“Uno de los mayores defectos del carácter de Saúl era su amor al favor popular y al ensalzamiento. Este rasgo había ejercido una influencia dominante sobre sus acciones y sus pensamientos; todo llevaba la marca indeleble de su deseo de alabanza y ensalzamiento propio. [...] Saúl ambicionaba ser el primero en la estima de los hombres y, cuando oyó esta canción de alabanza, se asentó en la mente del Rey la convicción de que David conquistaría el corazón del pueblo y reinaría en su lugar. Saúl abrió su corazón al espíritu de los celos, que envenenó su alma” (PP 704).

► PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Por cuántas cosas debes estar agradecido? ¿Por qué es tan importante meditar en esas cosas, en vez de hacerlo en tus problemas?

2. ¿Pueden los celos alguna vez ser buenos, o ser un motivo para mejorarte a ti mismo? Defiende tu respuesta.

3. Piensa en algunos personajes de la Biblia que mostraron celos. Tal vez tenían posiciones exaltadas; no obstante, permitieron que los celos entraran y realizaran estragos. ¿Qué nos señala esto acerca de por qué los celos son un problema interno, del corazón, en vez de ser uno que proviene solo de condiciones externas? ¿Por qué pudo alguien tener tanto de lo que este mundo ofrece y todavía ser afligido por el detestable mordisco de los celos?

4. Elena de White escribió, en Patriarcas y profetas (ver la cita más arriba), que “uno de los mayores defectos” del carácter de Saúl fue su amor a ser alabado. Solo un “pequeño” defecto, y vean lo que sucedió. ¿Qué nos enseña esto acerca del peligro de no procurar vencer todas nuestras fallas de carácter antes de que ellas nos venzan a nosotros? ¿Qué promesas bíblicas deberían darte esperanza y ánimo de que la victoria sobre esos defectos puede ser tuya?



► RECURSOS COMPLEMENTARIOS / DESCARGAS:

Lección de Adultos (pdf), haciendo clic aquí.
Notas de Elena G. de White (pdf), haciendo clic aquí.
Edición auxiliar para Maestros (pdf), haciendo clic aquí.
Libro Complementario (pdf), haciendo clic aquí.

Resumen de Estudio Alternativo / Walla Walla University (pdf), haciendo clic aquí.
Comentario del Dr. Jonathan Gallagher, para Pine-Knoll Publications & Sabbath School Ministries, haciendo clic aquí.

Lección de Cuna (pdf), haciendo clic aquí.
Lección de Infantes (pdf), haciendo clic aquí.
Lección de Primarios (pdf), haciendo clic aquí.
Lección de Intermediarios (pdf), haciendo clic aquí.
Lección Juvenil / El Universitario (pdf), haciendo clic aquí.

Misionero para Adulto (pdf), haciendo clic aquí.
Misionero para Niños (pdf), haciendo clic aquí.


Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escribir sus comentarios y consideraciones sobre dicho estudio al pie de esta entrada.



Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "Jesús Lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Periodo: Trimestre 1 / enero-marzo de 2011
Autor: Dr. Julián Melgosa, es decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Estado de Washington, Estados Unidos. Autor de los libros "Para Adolescentes y Padres", "¡Sin Estrés!" y "Para la Pareja"

Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial: Rolando A. Itin


2 comentarios:

  1. No se olviden que José era el preferido de su padre y sus hermanos lo sabían muy bien. Tampoco tuvo el tacto de contar sus sueños en privado a su padre solamente, pues José, al no ser tonto, sabía que los sueños se referían a él, y esto enfureció más a sus hermanos

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  2. cierto que todos hemos sentido celos alguna vez, y que bueno es saber que ahora tenemos una manera de evitarlos, en cristo JESUS.

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