sábado, 25 de abril de 2009

Lección 5: La revelación. Para el 2 de mayo de 2009

Sábado 25 de abril.

Lee Para el Estudio de esta Semana: Éxodo 7:1-6; Salmo 19:1-4; Romanos 1:18-20; 2 Timoteo 3:14-16; Hebreos 1:1-3.

Para Memorizar: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Heb. 1:1, 2).

PARA ALGUNAS PERSONAS, Dios es un poder distante que, en un momento remoto del pasado, puso el mundo en movimiento pero ya no interfiere con lo que sucede aquí. Eso, por supuesto, no es la descripción de Dios que da la Biblia, a quien se muestra, en forma constante, como un Padre amante, el Creador que sigue tomando un interés específico en sus criaturas. Él es el Dios del pacto, y procura establecer un vínculo entre sí mismo y la gente, hecha a su imagen.

Este Dios es un gran comunicador. Las palabras humanas no pueden explicar adecuadamente quién es Dios y cómo es él, pero el hecho de que constantemente se lo menciona como hablando a la gente es sumamente importante.

Tan pronto como Adán fue creado, Dios le habló. Inmediatamente después de que el primer habitante de este mundo pecara, Dios lo llamó: “¿Dónde estás tú?” (Gén. 3:9). Y, desde entonces, Dios ha hablado a la humanidad de diversas maneras (Heb. 1:1). Hasta en la página final de la Biblia encontramos una confirmación de esto en la invitación divina: “El Espíritu y la Esposa dicen: Ven” (Apoc. 22:17). Esta semana consideraremos diversas maneras en que Dios nos habla hoy.

Un Vistazo a la Semana: El Dios que habló, y los mundos llegaron a existir, habla a todos los que están dispuestos a escuchar.

Dios se Revela Mediante la Naturaleza.
Domingo 26 de abril

Lee Salmo 19:1 al 4 y Romanos 1:18 al 20. Estos son los dos textos más citados cuando se habla acerca del concepto de la revelación de Dios mediante la naturaleza. Resume, en tus propias palabras, qué nos enseñan estos dos pasajes.

“Dios nos ha rodeado del hermoso escenario de la naturaleza para atraer e interesar la mente. Es su propósito que asociemos las glorias de la naturaleza con su carácter. Si estudiamos fielmente el libro de la naturaleza, hallaremos que es una fuente fructífera para la contemplación del amor infinito y el poder de Dios” (HAd 128). Los que creen en la Biblia serán confirmados en sus convicciones de que cuando miran el cielo estrellado o ven los majestuosos árboles en las selvas, y la belleza del sol poniente detrás de las cumbres nevadas de las montañas, están viendo las obras de un Creador amante y poderoso. Cuando ven volar un águila, admiran un tulipán, o se maravillan por lo intrincado que es el cuerpo humano, ven evidencias de las cualidades invisibles de Dios y concuerdan en que la naturaleza realmente declara la gloria de Dios.

Pero los pasajes bíblicos nos llevan un paso más adelante. También sugieren que el no creyente, al mirar a la naturaleza, de alguna manera captará una vislumbre del Poder divino que diseñó e hizo todo lo que existe. En el mundo actual, muchos cierran sus ojos a este aspecto. Han absorbido el pensamiento evolucionista, y desean explicar todo lo que existe en términos del azar y la necesidad. Pero, en forma creciente, los eruditos están admitiendo que hay tanta evidencia de un diseño inteligente que solo los que cierran obstinadamente sus ojos para no verlo pueden ignorarlo.

Pregúntate: ¿Cuál es la explicación más lógica y razonable para la belleza y la complejidad de la vida: el azar solo o una creación planificada y que tiene un propósito? Defiende tu respuesta.

Lee otra vez Salmo 19:1 al 4 y Romanos 1:18 al 20. ¿Hasta qué punto se revela Dios en la naturaleza? Al mismo tiempo, ¿qué cosas acerca de Dios no nos dice la naturaleza? Por reveladora que sea la naturaleza, ¿qué más sabemos acerca de Dios que no podemos descubrir contemplando las glorias de la creación?

Dios Habla por Medio de Nuestra Conciencia.
Lunes 27 de abril

“Conciencia” se define a veces como la facultad, o el principio interno, que nos ayuda a decidir entre el bien y el mal. Aun los que no creen en Dios poseen generalmente algunas vislumbres de lo que es moralmente aceptable y lo que debe ser rechazado (Rom. 2:14, 15). El cristiano cree que Dios es el supremo Legislador y que él ha puesto en la humanidad una conciencia, aun cuando el pecado ha dañado esta herramienta dada por Dios para hacer decisiones morales. En la mayoría de las traducciones bíblicas no encontramos la palabra conciencia en el Antiguo Testamento, aunque aparece muchas veces en el Nuevo Testamento. Pero, se use el término o no, el concepto está presente en todas las Escrituras.

Enumera algunos relatos en los cuales vemos el impacto de la conciencia en la vida de las personas. (Ver, p. ej., Gén. 42:18-23; Juan 8:1-9; Mat. 27:3-5; Daniel 5).

Por importante que sea nuestra conciencia, no siempre es totalmente digna de confianza. Notamos que la gente, aun en buena conciencia, a menudo llega a conclusiones diferentes acerca de lo que debe hacer en circunstancias específicas. El apóstol Pablo era consciente de esto, como lo muestra su notable afirmación en 1 Corintios 4:4: “Porque aunque la conciencia no me remuerde, no por eso quedo absuelto; el que me juzga es el Señor” (NVI). El mismo apóstol también nos advierte que podemos resistir a la atracción de nuestra conciencia. De hecho, algunas personas parecen tener cauterizadas sus conciencias (1 Tim. 4:2) o la han corrompido (Tito 1:15). Por otro lado, hay maneras de afilar nuestra conciencia. Estar en armonía con Dios por la lectura regular de su Palabra y por una comunión frecuente con él en oración nos hará más sensibles a la voz del Espíritu, quien puede hablarnos por medio de nuestra conciencia.

¿De qué modo llegamos a hacer las decisiones morales importantes? ¿Escuchas a tu conciencia? ¿Cómo puedes estar seguro de que la suave voz interior no esté tapada por otras voces dentro y alrededor de ti? ¿Cómo puedes saber si puedes confiar en tu conciencia o no? ¿Cuándo fue la última vez que permitiste que tu conciencia fuera tu guía y terminaste haciendo una decisión moral equivocada? ¿Qué aprendiste de esa experiencia que puede impedirte repetir ese error?

Dios Habla por Medio de Profetas.
Martes 28 de abril

Muchas personas tienen una visión muy limitada del don de profecía. Consideran la profecía mayormente en términos de predicciones, y los profetas que conocen son los que dan su nombre a varios libros de la Biblia. Los hechos son diferentes. Dios usó a los profetas en una escala mucho más amplia de lo que se pensaría. Y la profecía no solo tiene que ver con predicciones. Representa mucho más.

¿De qué modo la relación entre Moisés y su hermano Aarón ilustra el significado clave de la palabra profeta? Éxodo 7:1-6.

El pasaje de Éxodo 7:1 al 6 subraya la verdadera obra de un profeta. Moisés, a quien se señala como un gran profeta (Deut. 34:10-12), fue ayudado por su hermano, que le servía como vocero. “Moisés es como Dios para Aarón, quien es como un profeta para el faraón. La idea clara es que el profeta no fabrica sus propios discursos, sino que solo entrega lo que ha escuchado decir a Dios”.–Jon Dybdahl, Éxodo, p. 80.

Un profeta es un hombre o una mujer que habla en lugar de Dios. Esas palabras tienen autoridad porque el mensaje viene de Dios, aun cuando el profeta pueda elegir sus propias palabras para comunicar ese mensaje. Dios usó ampliamente esta manera de comunicarse con su pueblo, como lo destacó Amós cuando afirmó: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).

¿Qué enseñan las Escrituras acerca de la continuidad del don de profecía más allá de los tiempos del Antiguo Testamento? Considera las siguientes muestras de la evidencia en el Nuevo Testamento. ¿A qué conclusión llegas?

1. Se mencionan profetas por nombre (Luc. 1:67; 2:36; Hech. 13:1).
2. El don permanente (1 Cor. 12:28; 14:1-5).
3. Profetas falsos (2 Ped. 2:1; Apoc. 2:20).
4. Una característica de la iglesia remanente (Apoc. 12:17; 19:10).

¿Cuál ha sido el impacto de los escritos de Elena de White (que tuvo el don de profecía) sobre tu propia vida? ¿Cómo te ha hablado Dios por medio de su ministerio? ¿De qué maneras podrías aprovechar mejor las bendiciones de este don?

Dios se Revela en su Palabra.
Miércoles 29 de abril

Muchas de las cosas que Dios ha revelado por medio de sus profetas en lo pasado no nos han llegado, ni tampoco llegaron a ser parte de la Biblia. Pero, algunas de esas revelaciones dadas por Dios, que fueron recibidas por una pocas docenas de personas durante un período de más de mil quinientos años, fueron escritas. La compilación de esos escritos es nuestra Biblia. Jesús y sus contemporáneos atesoraron los escritos bíblicos a los que ahora nos referimos como el Antiguo Testamento. Hoy, nuestras Escrituras incluyen también los evangelios y otros escritos apostólicos del primer período de la iglesia.

Pablo felicitó a Timoteo por su lectura diligente de la Palabra de Dios, la cual, dijo él, tienen la capacidad de hacerte sabio para la salvación. ¿De qué modo, en este contexto, se describe algo más acerca de la influencia de la Palabra escrita de Dios? 2 Tim. 3:14-16.

“Al contemplar las grandes cosas de la Palabra de Dios, miramos dentro de una fuente que se ensancha y ahonda bajo nuestra vista. Su anchura y profundidad sobrepujan nuestro conocimiento. Al mirar, la visión se amplía; se extiende ante nosotros un mar ilimitado. Un estudio tal tiene poder vivificador. La mente y el corazón adquieren nueva fuerza y vida.

“Este resultado es la suprema evidencia de que Dios es el autor de la Biblia. Recibimos la Palabra de Dios como alimento para el alma y se presentan las mismas evidencias que cuando nuestro cuerpo se nutre de pan” (MeM 26).

Se venden hoy más Biblias que nunca antes. Siguen apareciendo versiones nuevas para audiencias específicas. Tenemos versiones bíblicas que son más accesibles a los principiantes, mientras también hay versiones que facilitan su uso litúrgico. Y esto es bueno. Pero eso no significa necesariamente que la Biblia sea más leída. De hecho, hay indicaciones de que la lectura de la Biblia entre los cristianos, incluyendo a los adventistas del séptimo día, está disminuyendo. Muchos no conocen su Biblia como generaciones anteriores la conocían. Solo a riesgo de nuestro peligro eterno podemos ignorar la Palabra de Dios, pues ella tiene el poder de hablarnos de nuevo cada vez que la abrimos.

¿Cuánto tiempo pasaste con tu Biblia durante la semana pasada? ¿Durante el mes pasado? ¿Es la lectura de la Biblia una característica destacada en tu programa diario? Si no lo es, ¿por qué no? Compara el tiempo que pasas frente al televisor con el tiempo que ocupas en leer la Palabra. ¿Qué cambios podría ser necesario que hicieron?

Dios Viene Hacia Nosotros en Persona.
Jueves 30 de abril. Cristo

Recibir cartas de alguien en forma regular puede ayudar mucho para llegar a conocer a esa persona más íntimamente. Recibir una foto revelará otra dimensión de esa persona. Pero no conocerás realmente a esa persona hasta que realmente hayas pasado tiempo con ella cara a cara.

Por causa del pecado, Dios ya no puede estar en comunión con nosotros como lo había hecho con Adán y Eva en el Jardín del Edén. Aunque se ha comunicado con nosotros en forma muy efectiva de diversas maneras, él quería darnos un cuadro más completo de sí mismo. Y esto lo hizo por medio de Jesús.

¿De qué modo Dios nos proporcionó un cuadro completo de sí mismo? Juan 1:1, 2; 14:9; Heb. 1:1-3.

Las palabras exactas de Juan 1:1 son importantes. Juan no dice que Dios se mostró a sí mismo en carne, o apareció en la carne. Más bien, Juan dice que Jesús llegó a ser carne en un momento específico del tiempo. Jesús vino de arriba y llegó a ser carne; es decir, tomó sobre sí mismo nuestra humanidad. Que nuestro Señor Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, llegara a ser carne para nuestra salvación es probablemente la doctrina fundamental de la fe cristiana para todas las denominaciones cristianas.

¿Qué relación hay entre la revelación de Dios en las Escrituras y su revelación en Jesucristo? Juan 5:36-40.

Para algunos, el estudio de la Biblia es un fin en sí mismo. De hecho, hay eruditos bíblicos talentosos que no creen siquiera en Dios. No obstante, leer la Biblia sin procurar conocer al Dios a quien revelan no puede llevarnos a la salvación más que el leer una receta culinaria puede satisfacer un estómago vacío.
Jesucristo es el centro de las Escrituras. La Biblia trata acerca de él, acerca de lo que nos ha revelado con respecto a la naturaleza y el carácter de Dios. La Biblia no nos salva, pero es la fuente de la verdad dotada de autoridad acerca del Único que puede hacerlo, Jesús de Nazaret.

Una cosa es leer la Biblia; otra es conocer la Biblia; y todavía otra es recitar textos de memoria. Pero, ¿conoces al Dios revelado en la Biblia? ¿Cuáles son algunas de las formas en que puedes leer la Biblia con el fin de llegar a conocer mejor a Dios?

Para Estudiar y Meditar
Viernes 1 de mayo

“Son muchas las formas en que Dios está procurando dársenos a conocer y ponernos en comunión con él. La naturaleza habla sin cesar a nuestros sentidos. El corazón que está preparado quedará impresionado por el amor y la gloria de Dios tal como se revelan en las obras de sus manos. El oído atento puede escuchar y entender las comunicaciones de Dios por las cosas de la naturaleza. Los verdes campos, los elevados árboles, los capullos y las flores, la nubecilla que pasa, la lluvia que cae, el arroyo que murmura, las glorias de los cielos, hablan a nuestro corazón y nos invitan a conocer a aquel que lo hizo todo” (CC 84). Lee este capítulo entero en El camino a Cristo, titulado “Los dos lenguajes de la Providencia” (pp. 84-91).

Preguntas Para Dialogar:

1. ¿Hasta qué punto nos ayuda la naturaleza a encontrar a Dios? ¿Nos enseña la naturaleza algo acerca del Dios de la Biblia o meramente nos impresiona con la idea de que debe haber Algo o Alguien allá arriba?
2. En la clase, conversen acerca de la importancia de seguir los dictados de nuestra conciencia. Luego hablen acerca de los peligros que están implícitos. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos ayudar a otros a saber si pueden confiar en los impulsos de sus conciencias, y cuándo hacerlo?
3. ¿Qué lugar ocupan la cultura y la crianza en darle forma a tu conciencia? ¿De qué maneras ha influido tu cultura sobre tus conceptos del bien y del mal? ¿Cómo puedes aprender a trascender la cultura cuando tengas que hacerlo, es decir, cuando tu cultura enseña algo que va contra la clara enseñanza de la Palabra de Dios?
4. Si el don de profecía es un don espiritual para la iglesia de Dios, ¿debemos esperar que tenga un lugar prominente en nuestros días? ¿Podemos esperar que Dios haga surgir otro profeta similar a la manera en que llamó a Elena de White hace más de un siglo? Analiza tu respuesta.
5. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos estudiar la Biblia con el fin de conocer mejor a Dios?

Resumen: Dios quiere comunicarse con nosotros. Él lo hace por medio de la naturaleza y hablándonos a través de nuestra conciencia. A lo largo de los siglos él usó profetas, y ha hecho que el don profético sea disponible aun para su iglesia actual. La Biblia, la Palabra escrita de Dios, sigue siendo el libro Guía divino para nuestro peregrinaje. Su enfoque está en lo que Dios ha hecho por nosotros, y lo más sublime fue su entrada en este mundo en la persona de su Hijo, de lo cual testifican todas las Escrituras.

Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

+ Leer más...

sábado, 18 de abril de 2009

Lección 4: La vida. Para el 25 de abril de 2009

Sábado 18 de abril.

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis 2:7; Salmo 139:13, 14; Juan 1:1-3; Juan 3; Juan 10:10; 2 Corintios 5:17; Filipenses 2:1-5.

Para Memorizar: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

LA GENTE ACTUALMENTE vive mucho más que en generaciones anteriores, especialmente las personas del así llamado mundo desarrollado. Y, por supuesto, eso es bueno. No obstante, una cosa es vivir mucho tiempo, pero ¿qué diremos de la calidad de la vida misma? Algunas veces los médicos realizan toda clase de actos heroicos para mantener artificialmente viva a una persona aun cuando a ella le queda muy poca calidad de vida.

Pero, la calidad de vida no se restringe a un nivel aceptable de bienestar físico; tiene una aplicación más amplia. ¿Qué hacemos con los años que se nos han dado? ¿Vivimos con un propósito y en armonía con otros? ¿Vivimos con relaciones satisfactorias con los demás seres humanos y, más que todo, con nuestro Creador? Estas son preguntas importantes para todos los que hemos recibido el don de la vida.

Un Vistazo a la Semana: La vida es un don que proviene solo de Dios. Ahora que tenemos esta vida, ¿qué significa ella para nosotros? ¿Cómo hemos de vivir? Por cuanto es un regalo, estamos bajo una obligación divina de cuidar de nuestras vidas, tanto física como espiritualmente. Al mismo tiempo, nuestra creencia en Jesús nos pone en una comunidad con otros creyentes, y llegamos a ser parte de una familia nueva, tanto en el cielo como en la tierra, todo lo cual debe producir un impacto sobre la calidad de vida que tenemos ahora.

El Don de la Vida Física.
Domingo 19 de abril

¿Cómo se originó la vida? Algunas personas señalan un desarrollo evolutivo sin Dios para la existencia humana. Otros alegan que hubo una participación divina en el lento proceso de millones de años, durante los cuales las formas “sencillas” de la vida aparecieron de alguna manera y, posteriormente, se desarrollaron para producir organismos más complejos, incluyendo a los humanos. Sin embargo, esta teoría crea más preguntas que las que responde (y, además, nada en la Biblia siquiera sugiere que Dios usó la evolución para creara la humanidad). Entretanto, varios eruditos renombrados han alegado, en los últimos años, en forma convincente, que esta teoría está en una profunda crisis. Aun los defensores más firmes del pensamiento evolucionista deben admitir que la vida sigue siendo un misterio tan grande como siempre.

Al mismo tiempo, los que creemos en Dios como el Creador de este mundo y de todo el universo no tenemos tampoco todas las respuestas. Pero, el enfoque creacionista es mucho más lógico y coherente que la improbable teoría de que la vida humana ocurrió por azar.

¿Qué nos enseña la revelación divina acerca del origen de la vida? Gén. 2:7; Juan 1:1-3.

Lo que es cierto para el misterio de la vida en general, también es cierto para cada vida humana. Aunque poseamos mucho conocimiento científico acerca de los procesos involucrados en la concepción y el crecimiento de la vida humana, cada nuevo padre que sostiene a un niño recién nacido en sus brazos sabe, intuitivamente, que esta vida nueva no es nada menos que un milagro. Es una convicción cristiana fundamental que la vida –y la vida humana en un sentido muy especial– es sagrada.

¿Con qué palabras describe David el milagro de la vida humana y el magnífico diseño del cuerpo humano? Sal. 139:13, 14.

¿Quién no conoce las palabras de un canto bien conocido que dice que Dios “tiene al mundo entero en sus manos”? Esto se aplica al universo y a nuestro planeta mismo. Pero, también a cada uno de nosotros individualmente; quienesquiera que seamos y dondequiera que estemos, Dios nos tiene en sus manos. Le debemos nuestra vida física; toda ella: desde el principio hasta el fin.

¿Qué diferencia produce que Dios sea el Creador de toda vida, incluyendo la nuestra? ¿Cómo debería nuestra actitud hacia el origen de la vida impactar nuestros conceptos acerca de cosas tales como la pena de muerte, el aborto y la eutanasia?

Cuidar la Vida Física.
Lunes 20 de abril

Si debemos nuestra existencia a nuestro Creador, es razonable que también debamos ser cuidadosos con lo que él nos ha confiado. Hay abundantes evidencias en la Biblia de que Dios está interesado en nuestro bienestar físico. Él manifestó su cuidado por el pueblo de Israel una y otra vez. Le dio numerosas instrucciones acerca de una comida saludable e higiene pública. Le dio maná en el desierto. Cuidó a Elías cuando había hambre en la tierra. Estos son solo unos pocos de los muchos ejemplos del cuidado de Dios hacia nuestro bienestar físico.

Esta verdad llega a ser aún más clara en el ministerio de nuestro Señor. Aun una lectura superficial de los evangelios no deja ninguna duda de que Jesús comprendía la religión en una forma muy práctica.

¿De qué maneras mostró Jesús interés en su propio bienestar físico y en el de la gente que estaba a su alrededor? Considera los siguientes pasajes y analiza las implicaciones que tienen para nosotros actualmente.

- sanó (Mar. 5)
- descansó (Mar. 6:30-32)
- alimentó (Mar. 6:33-43, especialmente el vers. 34)
- el sábado (Luc. 4:16)

¿En qué otras áreas mostró Jesús su preocupación por el bienestar físico de la gente?

La forma en que tratamos nuestro cuerpo tiene mucho que ver con la mayordomía. Sean nuestras posesiones materiales, nuestro tiempo, nuestros talentos o nuestro cuerpo: todo es propiedad de Dios y, por lo tanto, se nos demanda que seamos fieles mayordomos en el cuidado de estos dones. Pero, el cuidar nuestro cuerpo también está íntimamente relacionado con el concepto bíblico de la persona humana. Muchos cristianos creen que consistimos en un alma inmortal que habita una cáscara mortal de carne y sangre. Sin embargo, la Biblia describe la humanidad como una unidad de cuerpo, alma y espíritu, que no pueden separarse. Nuestra religión, por lo tanto, no se preocupa solo por un “algo” inmortal sino por nuestro ser entero. Impacta todos los aspectos de nuestra existencia.

Mientras la Biblia indica que ciertos alimentos no son apropiados para el consumo humano (ver, p. ej., Lev. 11), el Reino de Dios no ha de reducirse a un asunto de lo que comemos o bebemos (ver Rom. 14:17). ¿De qué modo alcanzamos un equilibrio correcto, no solo en este aspecto sino también en todas las áreas de la vida?

La Vida Espiritual.
Martes 21 de abril

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Cor. 5:17).

¿Qué significado tiene para ti el texto de arriba? ¿De qué modo somos “nuevas criaturas” en Jesús?

Todos los habitantes de esta tierra, sea que se den cuenta o no, son de Dios por nacimiento. No obstante, la vida que todos compartimos en este mundo es, como bien sabemos, muy temporaria. El pecado ha traído consigo la decadencia y la muerte no solo a cada ser humano sino también a todo lo viviente en el planeta. Nada es inmune a la aplastante devastación causada por el pecado.

Sin embargo, las buenas nuevas son que tenemos la posibilidad de elegir si esta vida es todo lo que tendremos o si aceptaremos el maravilloso don de la vida eterna.

No obstante, esta vida eterna demanda un cambio total, una conversión. La Biblia utiliza varias metáforas para describir esta experiencia vital. La más gráfica es la del nuevo nacimiento, la imagen usada para describir el momento crucial en el que una persona acepta el don de la vida eterna en Cristo. Cuando eso sucede, la “persona antigua” muere, y nace una “persona nueva”.

En ningún lugar de la Biblia se describe con más claridad este nuevo nacimiento que en Juan 3. Lee esta sección (vers. 1-21) que relata el encuentro de Jesús con Nicodemo. ¿Qué nos indica acerca de la naturaleza de este nuevo nacimiento? ¿Cómo entiendes tú mismo el nuevo nacimiento?

La vida nueva del seguidor de Jesús, que se ha vuelto de una vida de servicio propio a una vida de compromiso con el Reino, estará caracterizada por el crecimiento. La persona que recién ha nacido espiritualmente necesita alimentarse con la clase correcta de alimento espiritual y debe madurar gradualmente. El apóstol Pedro nos anima a crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Ped. 3:18).

Si alguien te preguntara: “¿Has nacido de nuevo?”, ¿qué le responderías? ¿Qué indica tu respuesta acerca de tu caminar con Jesús?

La Vida Social.
Miércoles 22 de abril

Los seres humanos somos, por naturaleza, seres sociales. Por supuesto, hay momentos en que nos gusta estar solos. Necesitamos momentos privados para la oración y la contemplación. Algunos necesitan más espacio y tiempo privado que otros. Pero tendemos a sentir lástima por las personas que siempre están solas, y especialmente por aquellos que no tienen suficientes capacidades sociales para establecer vínculos de amistad y que constantemente dejan de iniciar relaciones significativas.

La Biblia describe a las personas como partes de diversas redes sociales. La familia, los amigos, los grupos étnicos, la comunidad y la iglesia son temas dominantes. La Biblia señala al Padre de Jesús como el Padre de toda la humanidad, lo que significa que todos somos hermanos y hermanas en un sentido muy real (Hech. 17:26). Las relaciones activas son la esencia de la vida humana. Cuando Dios creó a Adán, de inmediato le creó una compañera. La vida de familia fue un modelo diseñado por Dios para la felicidad humana. La Biblia repetidamente subraya el enorme valor de la amistad genuina y las bendiciones de pertenecer a una comunidad más amplia.

¿Cuál es la clave del manejo exitoso de nuestras relaciones sociales? ¿Cuán bien manifiestas tú mismo estos principios? Fil. 2:1-5.

Los diversos aspectos de nuestra vida cristiana se reúnen en nuestra pertenencia al cuerpo de Cristo: la iglesia. La iglesia es más que un lugar donde se reúnen y gozan de compañerismo personas con una mentalidad similar. Sin embargo, para muchos la iglesia es realmente el punto central de su vida social. Esto tiene aspectos tanto positivos como negativos. Sin amigos cristianos, tenemos muy pocos modelos de desempeño. Asociarnos con otros que también sirven a Dios y que también han adoptado un estilo de vida bíblico nos ayudará a permanecer fieles y a crecer en nuestras relaciones cristianas. Pero, si no tenemos amigos fuera del círculo de los creyentes, tendremos pocas oportunidades para testificar. En muchas partes del mundo la evangelización por la amistad es el método que tiene mayor éxito en el crecimiento de la iglesia.


Las investigaciones han mostrado que la mayoría de los adventistas nuevos virtualmente pierden a todos sus amigos no adventistas antes de que pasen siete años. Considérate a ti mismo. ¿Es esto lo que ves? ¿Cuáles son las razones? ¿Por qué vale la pena invertir tiempo y energía en edificar amistades con no adventistas, o aun con no cristianos?

Plenitud de Vida.
Jueves 23 de abril

En Juan 10:10 se registra la famosa afirmación de que Jesús había venido para dar vida en forma abundante. Otras traducciones hablan de que las personas “vivan plenamente”.

Aquí hay una lista parcial de componentes importantes de esta vida “abundante”. Trata de añadir otros componentes a esta lista, y encuentra apoyo bíblico para estos diversos aspectos:

1. Es una vida llena de posibilidades.
2. Es una vida con propósito.
3. Es una vida de paz interior.
4. Es una vida con una misión.

A medida que crecemos en nuestra vida cristiana, llegamos a convencernos más y más de que Dios realmente nos ofrece vida “abundante”. Sin embargo, a menudo tenemos dificultades para explicar esto a los que no se han comprometido con Cristo. Para ellos, la vida cristiana aparece más bien como aburrida. No les gusta el hecho de que parece traer toda clase de restricciones. Pero, los cristianos han aprendido que no todas las experiencias que uno tiene hacen que la vida sea más rica. Muchas cosas que hacemos pueden llevar un signo menos en vez de un signo más, y contribuir a un vacío interior más bien que a una vida abundante.

¿Cuáles son algunos tipos de experiencias que sería mejor no tener, y por qué?

La “vida abundante” no es una combinación de buena salud, buena presencia, educación satisfactoria y buenos ingresos. Y, aunque las relaciones sólidas y amantes son una parte de ella, hay muchas cosas más que estas. La vida “abundante” es la clase de vida que tiene sentido. Es una vida llena de paz interior. Su felicidad no depende principalmente de las circunstancias externas o materiales. Es una vida que está conectada con la Fuente de la vida y que, por lo tanto, es eterna.

¿Por qué suena tan agradable todo este tema de la “vida abundante”? ¿Qué sucede con los que parecen tener una “vida abundante” pero no conocen a Jesús, y no parecen tener el menor interés en conocerlo? ¿Cómo entendemos este fenómeno, especialmente cuando todos conocemos a cristianos que ahora sufren terriblemente? Ver 2 Cor. 4:16.

Para Estudiar y Meditar.
Viernes 24 de abril

El famoso libro de Elena de White, El camino a Cristo se concentra en nuestra vida en Cristo. Si, en el contexto de esta lección, uno tuviera que elegir un capítulo específico, podría ser el capítulo 8: “El secreto del crecimiento” (pp. 66-75). “La vida en Cristo es una vida de reposo. Puede no haber éxtasis de la sensibilidad, pero debe haber una confianza continua y apacible. Tu esperanza no está en ti; está en Cristo. Tu debilidad esta unida a su fuerza. Tu ignorancia, a su sabiduría; tu fragilidad, a su eterno poder. Así que, no debes mirarte a ti mismo, ni dejar que la mente se espacie en el yo. Mira a Cristo. Piensa en su amor, en su belleza y en la perfección de su carácter” (CC 70).

Preguntas Para Dialogar:

1. Cuando las personas están severamente discapacitadas o con enfermedades terminales, con frecuencia se hacen la pregunta de si su vida todavía es de “calidad”. ¿Debería la calidad de la vida definirse principalmente en términos físicos o hay otros aspectos también importantes, o tal vez aun más esenciales? Además, ¿cómo influye sobre nuestra respuesta la forma en que comprendemos el origen de la vida?
2. Para muchas personas, la aparición del espectro de la muerte quita a la vida todo significado y propósito. Después de todo, si más temprano o más tarde todos moriremos y se olvidará todo recuerdo de nosotros, ¿qué sentido puede tener esta vida? ¿De qué modo respondió Jesús a esta pregunta y eliminó toda nuestra preocupación?
3. ¿Qué aspecto de tu cultura contemporánea le roba todo sentido a tu vida? Es decir, ¿qué clase de ideales y valores morales se promueven que reducen la vida a algo menos de lo que debería ser? ¿Cómo podemos nosotros, como cristianos adventistas, responder a estos desafíos?
4. ¿De qué manera pueden nuestro mensaje de salud y nuestros principios de una vida mejor participar en la promesa de una “vida abundante”? ¿Podríamos, sin quererlo, estar limitando el alcance de esta promesa?

Resumen: Esta semana nos concentramos en la vida “abundante”, o “plena”, que se encuentra en Jesucristo. Es una vida vivida en forma responsable, que atiende nuestra vida física de la mejor manera posible. También es una vida de relaciones, pues Dios diseñó a los seres humanos para vivir en comunidad con otros. Pero, sobre todo, es una vida totalmente renovada en Jesús, una vida que será transformada por la gracia de Dios y que crecerá en ella.


Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

+ Leer más...

Lección 4: La vida / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto Clave: Juan 10:10.

Enseña a tu clase a:

Saber que la vida procede de Dios y solo de él.
Sentir la transformación que ocurre cuando Cristo entra en tu vida.
Hacer que su presencia modele tus elecciones cada día.

Bosquejo de la Lección.

I. El don de la vida (Juan 1:1-3)
A. Dios es la fuente de la vida para todo lo que vive sobre la tierra. Este asombroso don ¿nos obliga a responder de alguna forma específica? ¿Por qué sí o por qué no?
B. Dios nos ha dado muchas recomendaciones para cuidar de nuestros cuerpos, en relación con la alimentación, así como instrucciones sobre el estilo de vida más amplio. ¿Qué nos indican estas pautas acerca del valor que Dios atribuye a la vida humana?

II. Una vida abundante (2 Cor. 5:17)
A. Así como Dios nos dio vida al principio, nacemos de nuevo a una vida nueva en Cristo. ¿Qué ha cambiado en tu vida como resultado de tu relación con Jesús? Explícalo.
B. En el versículo para memorizar de esta semana, Jesús dice que él vino para que podamos tener vida más abundante. ¿Qué ha hecho él para que tu vida sea más satisfactoria?

III. Una nueva vida en Cristo (2 Ped. 3:18)

Con Cristo en nuestras vidas, podemos vivir con propósito y sentido. En 2 Pedro se nos estimula a crecer en la gracia y el conocimiento de Jesús. ¿En qué formas tangibles puedes esforzarte para hacer esto cada día?

Resumen

Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer de nuevo (Juan 3:1-21). Haz todo lo que puedas para iniciar cada día nacido de nuevo en Cristo.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave: Dios nos da no solo la vida sino también una manera de vivir. Él nos creó y nos redimió. De esta manera, nuestras vidas no nos pertenecen. Somos responsables ante Dios por el uso que le damos a la vida que él nos da.

Solo para los maestros: En la lección de esta semana, analizamos y exploramos el significado de la vida misma como un don de Dios.

La antiquísima discusión acerca de cuál es el significado de la vida ha iniciado un sinfín de debates y conjeturas desde el comienzo del tiempo. Algunos científicos afirman que la respuesta es la supervivencia de la especie. El ateo Richard Dawkins, que escribió The Selfish Gene [El gen egoísta, 1976], propone que la vida es sencillamente la forma en que los genes eligen duplicarse. Otras respuestas al significado de la vida varían desde lo sublime hasta lo absurdo: iluminación, éxito individual, poder, placer, y aun el número 42 (como lo propuso en son de broma Douglas Adams en The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy [La guía de quien viaja a dedo por la galaxia]. Otros todavía se preocupan por la pregunta de si el concepto mismo de “sentido de la vida” tiene sentido.

Cuando preguntamos cómo llegó a existir la vida, las ideas tienden a ser más claras y diferentes, pero siguen siendo mutuamente contradictorias y, a menudo, llenas de brechas. Los evolucionistas, tales como Dawkins, afirman que la evolución es tan indiscutible como la gravedad, pero los críticos del evolucionismo persisten en arrojar dudas sobre ella. Los teóricos más cercanos a la frontera de una creencia aceptable sugieren que la vida sobre la tierra fue sembrada por extraterrestres, pero generalmente no explican de dónde vinieron tales extraterrestres. Los defensores del diseño inteligente dicen que debió haber habido un Diseñador Inteligente, pero en el ambiente legal actual (por lo menos en los Estados Unidos) sus abogados no les permiten decir quién es ese diseñador.

Como cristianos, nos volvemos a la Biblia, donde encontramos respuestas claras, específicas y coherentes a ambos temas. Dios nos creó para amarlo y servirlo, y para ser amados y servidos por él. No tenemos todas las respuestas a los misterios de la vida, pero su amor por nosotros es un punto de partida muy bueno.

Analiza con tu clase: La Biblia dice que Cristo es el Alfa y la Omega –el principio y el fin– de la vida y del tiempo (Apoc. 1:11). ¿Qué significa esta creencia en nuestras vidas, y para la vida misma?

Considera: ¿Cómo demuestras que el centro de tu vida es amar y servir a Dios?

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Los siguientes pasajes transmiten el hecho de que Dios está preocupado e involucrado en todos los aspectos de nuestras vidas y que nosotros, a nuestra vez, deberíamos recordar siempre su presencia en todo lo que hacemos.

Comentario de la Biblia

Panorama: La Biblia considera como evidente por sí mismo el hecho de que Dios creó todo. La grandeza y la bondad de Dios se demuestran por las cosas que hizo y la forma en que las hizo. Esta evidencia incluye nuestros propios cuerpos. Por lo tanto, la Biblia sugiere que nuestra existencia debería servirnos para recordar a Dios, su amor por nosotros y sus planes para nuestro destino.

I. Vida abundante

(Repasa con tu clase Juan 10:10).

¿Te preguntaste alguna vez por qué Dios creó primero la luz antes de crear una fuente de luz? El sol no aparece hasta el cuarto día de la semana de la Creación, cerca de un centenar de horas después de que la luz estuviera brillando sin él. Tal vez Dios quería que recordáramos que antes de que hubiera cualquier otra cosa él –“la luz del mundo”– ya existía. Su poder, su amor, su bondad, y la plenitud de su vida no son derivado; todos surgen de él.

Dios nos ha dado la plenitud de su vida mediante su Hijo. Cuando Jesús declara que vino para que los seres humanos “tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10), se está refiriendo no solo a esta vida física en sus diversos aspectos, sino también a la vida espiritual y eterna. El Evangelio de Juan es bastante enfático desde el comienzo al decir que Cristo es la Fuente de esa vida (Juan 1:3, 4). Juan sigue diciendo que esta Vida es la “luz de los hombres” (vers. 4). Aquí Juan iguala la vida con la luz, lo primero que Dios creó, sugiriendo que la vida comparte las cualidades de la luz. Aun ahora la usamos para simbolizar la sabiduría y el entendimiento, la revelación y la inspiración.

Considera: ¿Cómo se te ha revelado el Señor de la luz en los eventos y en el curso de tu vida?

II. Entretejido en lo más profundo de la tierra

(Repasa con tu clase Sal. 139:13, 14).

De acuerdo con The Interpreter’s Bible, algunos eruditos sugieren que Salmo 139:15 sea posiblemente un “reflejo de la idea de que el feto humano fue hecho por Dios en alguna otra parte antes de ser introducido en el vientre” (t. 4, p. 716). Es fácil enredarse en tales especulaciones estériles y pasar por alto el propósito del Salmo: servir como un testimonio de la omnisciencia de Dios. Dios sabía de nosotros y tenía planes para nosotros aun antes de que los elementos físicos de nuestra existencia se hubieran reunido en la combinación singular que nos hace lo que somos.

También podemos considerar que la percepción que Dios tiene de nosotros es un reconocimiento poético del hecho de que nuestra “corporalidad” y nuestra “espiritualidad” están entretejidas. De este modo, no somos espíritus que descendieron de algún ámbito misterioso y se plantaron en cuerpos físicos. Somos nuestros cuerpos físicos, y necesitamos respetarlos como la casa de Dios.

Considera: Por cuanto Dios nos creó como seres físicos con cuerpos, ¿cuál debería ser nuestra actitud hacia nuestros cuerpos, y cómo deberíamos exhibir esta actitud en todo lo que hacemos?

III. La vida está con la gente

(Repasa con tu clase Fil. 2:1-5).

La armonía y el orden que todavía pueden verse en la vida, la existencia y el mundo natural señalan a Dios como su Originador. De la misma manera, el cuerpo de creyentes conocido como la iglesia –la nueva creación de Dios– también debería demostrar la armonía que Dios quería que existiera entre los seres que él creó. ¿De qué manera mostramos esta armonía? La respuesta es sencilla. Poniendo a un lado el interés y la promoción propios que el mundo nos dice que son necesarios para la supervivencia. Amar a otros más que a uno mismo y procurar hacerles el bien. Abrazar la vida abnegada de Cristo como la nuestra.

Considera: Las iglesias son muy parecidas a muchas familias, en las que los miembros pueden tener relativamente poco en común con otros miembros. Enumera formas en las que podemos aliviar las tensiones que inevitablemente surgen. ¿Cómo podemos promover relaciones armoniosas los unos con los otros?

PASO 3: ¡Practica!

Solo para los maestros: Anima a tus alumnos a usar las siguientes preguntas para pensar acerca de Dios en Cristo como la Fuente de la vida, y de la vida como algo que dirige nuestra atención hacia Dios.

Preguntas para reflexionar:

1. La mayor parte de la gente tiene, por lo menos, una creencia pasiva en la existencia de un Dios creador. ¿Por qué es importante creer en el informe creacionista de una tierra joven, en vez de creer, digamos, en el evolucionismo teísta?
2. Muchos milagros de Jesús, o la mayoría de ellos, se ocupan de la sanidad, lo que indica que tanto él como sus oyentes consideraban la sanidad como un acto santo. ¿Qué nos sugiere esta idea acerca de la importancia que nuestro bienestar físico tiene para Dios?

Preguntas de aplicación:

Como Adventistas del Séptimo Día, sabemos que Dios quiere que estemos sanos. La salud vibrante es uno de los aspectos de la vida abundante que él ofrece. Lamentablemente, el mensaje de salud frecuentemente se percibe como un conjunto rígido de restricciones o, peor, como justificación para quienes lo siguen para considerarse superiores a los que no lo siguen. ¿De qué modo podemos presentar el mensaje de salud de tal modo que la gente comprenda que Dios tenía la intención de que fuera para nuestra felicidad y bienestar?

PASO 4: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Esta semana hemos aprendido que Dios nos da no solo la vida sino también un estilo de vida. Usa la siguiente actividad para animar a tus alumnos a explorar y descubrir qué significa para ellos esta manera de vivir.

- En Salmo 139:13 y 14 se afirma que las obras de Dios, en nuestra formación, son “formidables, maravillosas”. Y es cierto; virtualmente, cualquiera de nuestros órganos es una maravilla de diseño e ingeniería. Las probabilidades de que cualquiera de ellos surgiera por el azar son extremadamente remotas. Examina uno de estos órganos, o sistemas, en tu clase. El ojo es un ejemplo popular (hay un sitio con material reproducible sobre este tema: http://www.bibleprobe.com/humaneye.htm).
- Uno de los propósitos de nuestras vidas es el de ser una bendición en la vida de otros, específicamente, en nuestra propia comunidad. ¿Conoces a alguien, en tu iglesia o tu comunidad, que está experimentando dificultades para realizar las funciones básicas de su vida? ¿Cuáles son, específicamente las necesidades de esa persona, y cómo puedes ayudarla? Ejemplo: Hacer algo por la casa o el patio de una persona anciana o enferma; hacer almuerzos y ponerlos en bolsitas para dar a los que no tienen hogar. ¿En qué otros ejemplos puedes pensar? Señala un tiempo para ayudar a esta persona (o esas personas), como clase.


Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición para Maestros.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

+ Leer más...

sábado, 11 de abril de 2009

Lección 3: La esperanza. Para el 18 de abril de 2009

Sábado 11 de abril.

Lee Para el Estudio de esta Semana: Lucas 21:25, 26; 1 Corintios 15:20-26, 50-55; Juan 5:24; Apocalipsis 21.

Para Memorizar: “Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Ped. 3:15).

EL SIGLO XX COMENZÓ con una atmósfera de gran optimismo. Desde el principio del siglo de las luces, el optimismo dominó la manera de pensar en el mundo occidental se creía que, como seres humanos; no solo podíamos descubrir toda la verdad usando la razón; también éramos capaces de la perfección moral. Creíamos que los inventos nuevos, las maneras nuevas de viajar, el aumento dramático del conocimiento médico, la introducción de máquinas nuevas y el progreso continuo de la moral humana mejorarían la vida. Pero, después de dos guerras mundiales, del Holocausto, de la amenaza nuclear, de la Guerra Fría y del terrorismo mundial como un peligro siempre presente, junto con la percepción de que la humanidad está en el proceso de destruir el ambiente que necesita para la supervivencia humana, queda muy poca razón para tener optimismo.
Sin embargo, hay esperanza, no en lo que vemos o en lo que podemos hacer sino en lo que Dios nos ha prometido por medio de Jesús, su Hijo.

Un Vistazo a la Semana: Como seguidores de Cristo, podemos tener esperanza aun en medio de un mundo que en sí mismo y por sí mismo no ofrece ninguna esperanza. Y eso es porque esta esperanza no está basada en nosotros mismos o en alguna cosa que nosotros o el mundo pueda ofrecer. Esta esperanza está basada exclusivamente en Jesús y las promesas que nos hizo.

Esperanza en Medio de Nuestro Mundo.
Domingo 12 de abril

La vida después del 11 de septiembre de 2001 ha cambiado grandemente. La gente siempre recordará las imágenes de los aviones de pasajeros que chocaron contra las torres gemelas del Centro de Comercio Mundial. Todos nos damos cuenta de que puede volver a ocurrir. No hay manera de estar totalmente protegidos de personas que están preparadas para morir usando un avión lleno de hombres, mujeres y niños como una bomba voladora, o están dispuestas a volarse cargadas de explosivos en una parada de ómnibus o en un supermercado. Hay temor por todas partes y, considerando el mundo en que vivimos, ese temor es comprensible.

¿Qué destacó Jesús como una de las características del tiempo del fin? Luc. 21:25, 26.

“La transgresión casi ha llegado a su límite. La confusión llena el mundo y pronto ha de sobrecoger a los seres humanos un gran terror. El fin está muy cerca. El pueblo de Dios debiera estarse preparando para lo que ha de sobrevenir al mundo como una sorpresa abrumadora” (CN 525). ¡Imagínate lo que diría la manera del Señor psi viviera en nuestro ambiente posterior al 11 de setiembre de 2001!

Nuestro mundo es un mundo de guerra, corrupción, codicia y terror. Y sabemos que todavía ocurrirán muchas cosas desagradables en el futuro: en el mundo, y aun en la iglesia. Pero, sea lo que fuere lo que ocurra, tenemos esperanza por medio de Jesús. Puede haber angustia entre las naciones. La gente puede aun desmayar de terror, “temerosos por lo que va a sucederle al mundo” (Luc. 21:26, NVI), pero este no será el caso de aquellos que han estado esperando a su Señor. Ninguna de estas cosas horribles nos deberían tomar por sorpresa. Después de todo, la Biblia nos ha advertido, en todas sus páginas, que deberíamos esperar fatigas, sufrimientos y dificultades hasta que Jesús regrese. El hecho de que veamos estas cosas solo debería ayudar a confirmar en nosotros la verdad de la Palabra de Dios.

Lee Lucas 21:28. ¿Qué esperanza nos ofrece Jesús en medio de todo el temor y los disturbios del mundo?

¿Por qué es inútil poner nuestra esperanza en este mundo o en lo que este mundo ofrece? ¿Por qué tendemos a hacer eso, aun cuando debería ser algo obvio, en este tiempo, que si hemos de tener alguna esperanza debe ser una esperanza que trascienda cualquier cosa que este mundo pueda dar?

Esperanza - Aquí y Ahora.
Lunes 13 de abril

La esperanza cristiana tiene que ver con el futuro: el regreso de Cristo; la resurrección del pueblo de Dios; un cielo nuevo y una tierra nueva; la eternidad con Dios. Pero la salvación es también una realidad presente. Esa clase de esperanza nos distingue de aquellos que no tienen la certeza de que la vida tiene significado y que en Cristo la humanidad tiene un futuro eterno. El apóstol Pablo nos recuerda el cambio radical que ocurre cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor. Mientras estemos separados de Cristo, estamos “sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efe. 2:12). Pero, todo eso cambia cuando ya no estamos “alejados” de Dios, sino que hemos sido “hechos cercanos por la sangre de Cristo” (ves. 13).

¿En qué términos describió Jesús el cambio radical que ocurre cuando “escuchamos” su palabra y creemos en él? Juan 5:24.
¿Qué clase de vida puede ser la nuestra? Juan 10:10. ¿Qué significa esto, y cómo deberíamos experimentar esta promesa?

“Vida” es una de las palabras claves en el Evangelio de Juan. En Mateo, Marcos y Lucas el concepto de vida es principalmente la vida eterna. “Pero, en el Evangelio de Juan, la vida se centra especialmente en la realidad presente de lo que hace Jesús por los que creen en él [...]

“Hay dos claves para alcanzar la vida en plenitud. La primera es saber que la fuente de esa vida se encuentra solamente en Cristo (14:6; 6:33-58; 1 Juan 4:11, 12). Donde está Jesús, está la vida (Juan 11:25, 26). La segunda clave para alcanzar la vida es creer (1:4, 12). Es por medio de la relación continua con Jesús como los individuos se apropian de la vida que está siempre presente en Jesús (3:16, 36)”.–Jon Paulien, Juan, pp. 219, 220.

¿De qué modo Jesús cambió tu vida para mejor aquí y ahora? ¿Qué tienes ahora que no tenías antes de llegar a conocer a Jesús y la esperanza que nos da?

Esperanza Más Allá de la Tumba.
Martes 14 de abril

La muerte nos llega a todos (a menos que estemos vivos en el momento del regreso de Cristo). Todos nosotros hemos perdido seres amados. Diariamente estamos confrontados con la triste realidad de la muerte. La vemos al pasar por los cementerios, al ver carrozas, o mirar las noticias en la televisión. Pero, aun peor, la enfrentamos muy de cerca cuando decimos el adiós final a un amigo o un pariente. La muerte es nuestro archienemigo, pero es un enemigo que será derrotado.

¿Cuál es la verdad gloriosa acerca de la realidad de la muerte? 1 Cor. 15:20-26, 50-55; 1 Ped. 1:3.
¿De qué modo la certeza de la resurrección divide a la humanidad? 1 Tes. 4:14.

El apóstol Pablo, en su famoso capítulo acerca de la resurrección (1 Cor. 15), enfatiza que la esperanza de la resurrección es un componente esencial de nuestra experiencia total de fe (vers. 12-19). Si no hay resurrección, nuestra fe está vacía.

Por supuesto, hay muchos aspectos de la resurrección física que no comprendemos. Pero, de una cosa podemos estar seguros: Nuestra “resurrección” no depende de la forma de conservar las sustancias materiales actuales de nuestros cuerpos. Depende del poder de nuestro Creador para guardar nuestra identidad y re-crearnos en un momento dado con un cuerpo nuevo (perfecto), que nunca necesitará cirugía plástica o píldoras antiedad.

No tenemos idea de cómo hará Dios para realizar este milagro. Pero, el Dios que puede crear la vida ciertamente tiene el poder suficiente para re-crear la tierra y llenarla con personas cuyas identidades han sido salvaguardadas en la memoria divina. Nuestra esperanza no está basada en nada que podamos verificar con nuestros intelectos o nuestros sentidos. La resurrección involucra una esfera de existencia que está mucho más allá de donde pueda llevarnos la ciencia. Está basada en el hecho de que Cristo ha conquistado la muerte. Como resultado, la muerte del creyente es solo un “sueño” temporario del cual será despertado y para recibir vida eterna.

Aun con esta gran esperanza, la mayor que cualquiera de nosotros pudiera tener, todavía odiamos la muerte, todavía la tememos y todavía huimos de ella todo lo que podemos. Esto es solo natural (porque la muerte no es natural). Al mismo tiempo, ¿qué podemos hacer para alimentar y fortalecer nuestra confianza en la gran promesa que tenemos con respecto a la vida eterna, una promesa que ahora puede hacer disminuir nuestro temor a la muerte?

Esperanza Eterna.
Miércoles 15 de abril

¿Cómo pueden los seres finitos comprender alguna vez lo que es ser infinito? ¿Cómo podemos nosotros, como mortales –la mayoría de los cuales no viviremos más allá de los 80 ó 90 años–, comprender alguna vez lo que es ser inmortal y vivir para siempre? La vida eterna no es sencillamente una continuación de nuestra vida presente. Eso, de muchas maneras, sería más parecido a un “infierno” que a un “cielo”. La vida eterna tiene una cualidad totalmente diferente. Mientras todavía estemos en nuestra presente condición mortal, tendremos que contentarnos con vislumbres de lo que ese futuro nos presenta: Vemos oscuramente, por espejo, y conocemos solo en parte (1 Cor. 13:12).

¿De qué maneras la vida eterna será diferente de nuestra existencia presente? 1 Cor. 15:42, 43, 52; Apoc. 21. ¿Qué cosas serán similares?

Nos quedan muchas preguntas al contemplar la vida que nos espera, preguntas para las que nunca tendremos respuestas aquí y ahora. Pero, podemos aprender de la resurrección misma de Jesús. Es importante notar que el Cristo que se levantó de los muertos era la misma persona que aquel que unos pocos días antes murió en la cruz. Se levantó con un cuerpo “glorificado”, que ya no estaba sujeto a las leyes de la naturaleza en la forma en que nuestros presentes cuerpos mortales lo están. No obstante, al mismo tiempo, él poseía una continuidad con la “forma humana” que había tenido antes de su muerte y su resurrección. Él era la misma persona, reconocible por su apariencia exterior, su voz y sus gestos. Eso nos da una buena razón para concluir que, en nuestros nuevos “cuerpos gloriosos”, seremos reconocidos por los que nos conocieron en esta vida y que gozarán la vida más allá con nosotros.

Y, sin embargo, también podemos experimentar algo de esa vida eterna ahora. Pablo nos explica (Rom. 8:10) que el Espíritu entrará en la persona que se ha vuelto a Cristo. Por lo tanto, el creyente ya es tocado por la vida eterna, que llegará a ser una realidad plena en el mundo por venir. La presencia del Espíritu es la garantía de nuestra salvación (Efe. 1:13, 14).

Trata de imaginarte cómo será la vida en un cielo nuevo y una tierra nueva, con cuerpos nuevos. Permite que tu imaginación vuele alto; escribe un párrafo, basado en lo que encuentras en la Biblia, acerca de cómo será esa vida nueva. Cuán necio sería abandonar todo eso por cualquier cosa que esta vida actual nos ofrezca.

Cristo, Nuestra Esperanza.
Jueves 16 de abril

Mucho antes de que Cristo llegara a este mundo, se había predicho su venida. Fiel a sus promesas, él realmente vino. Muchas son las promesas de que él vendrá por segunda vez. Él mismo dijo: “Ciertamente vengo en breve” (Apoc. 22:20). Esta es la esperanza corporativa de los creyentes cristianos. Es la “esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

¿En qué sentido culmina la esperanza del cristiano en la segunda venida de Jesús? (Apoc. 22:7, 10-12, 20). ¿Por qué estas promesas son tan vitales para nosotros?
¿De qué modo el aspecto del tiempo mencionado en 2 Pedro 3:8 y 9 impacta nuestra comprensión de la expresión en breve, en relación con la Segunda Venida?

La solución definitiva para el problema del pecado y toda la miseria causada por el pecado no se encuentra en nada que la humanidad pueda inventar o disponer, sino en la intervención del Cielo por medio de nuestro Señor Jesucristo. Nuestra esperanza no está en la tecnología humana, los políticos hábiles o el progreso social y moral. Estas cosas nunca pueden resolver el problema de la muerte. Y, aunque es importante conocer lo que precederá y acompañará la venida del Señor, es aún más importante que estemos seguros de aquel que esperamos.

Nuestro Señor vendrá pronto. “Es solo asunto de tiempo, eso es todo. Y nadie puede cambiar este hecho. Ningún tirano puede extender sus brazos y arrebatar el mundo de su control. Permanece firmemente y para siempre en las manos del Crucificado. Ninguno puede anular el Calvario como tampoco puede anular su propio nacimiento. [...] Desde la Cruz, vivimos en un tiempo saturado por la victoria del Calvario, un tiempo determinado por esa meta. Por eso, si lo sabe o no, la humanidad no avanza meramente hacia una meta esperada en algún día distante con la posibilidad de que nunca pueda llegar. ¡No! La humanidad se mueve triunfalmente desde una meta que ya alcanzó Jesucristo”.–Norman Gulley, ¡Cristo viene!, p. 583.

El filósofo Martin Heidegger declaró en cierta ocasión que “solo un dios puede salvarnos”. Sea lo que fuere lo que él quiso decir con esa idea, ¿por qué es tan cierta? ¿Dónde estás depositando tu esperanza? Si es en algo diferente del verdadero Dios, ¿por qué esta esperanza es falsa?

Para Estudiar y Meditar
Viernes 17 de abril

El libro de Norman Gulley Cristo viene es, probablemente, el libro adventista más completo, de tiempos recientes, acerca de los eventos de los últimos días y la segunda venida de Cristo. Si está a tu disposición, puedes repasarlo y leer algunos capítulos, particularmente el capítulo titulado “La mayor operación de todos los tiempos” (pp. 581-597). Para la descripción clásica del momento cuando se cumplirá nuestra esperanza, lee El conflicto de los siglos, de Elena G. de White (específicamente, las páginas 720-736).

Trata de memorizar las siguientes palabras majestuosas: “El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas declaran, en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor” (CS 737).

Preguntas Para Dialogar:

1. En la clase, lee tu descripción de lo que visualizas que será la vida eterna en la Tierra Nueva. Compara y analiza las demás que se presenten.
2. ¿De qué modo respondes a quienes dicen que esta esperanza que tienen los cristianos, de otra existencia, los hace no interesarse en forma suficientemente profunda en los males de esta vida?
3. ¿Cómo puedes seguir esperanzado, cuando todo parecer ir contra ti?
4. ¿De qué manera experimentamos, aquí y ahora, algo de la esperanza que tenemos en Cristo? ¿De qué modo deberían diferenciarse las vidas ahora por causa de esta esperanza? ¿Qué podemos hacer, de manera real y visible, para mostrar a otros el fruto inmediato y los beneficios de ser un seguidor del Dios viviente?

Resumen: La esperanza es un componente vital de la vida cristiana. Está firmemente basada en lo que Cristo realizó en la cruz. La esperanza del cristiano tiene que ver con el aquí y ahora, pues el Reino que viene está, en principio, ya presente ahora en el creyente. No obstante, la plena realización de la bendita esperanza es futura. Sabemos que el mundo todavía está afectado por los resultados de la rebelión de Satanás, pero el resultado final es seguro: nuestro Señor reina, y su Reino eterno pronto se hará una realidad en toda su gloria. Nuestra esperanza es ser ciudadanos de ese reino para siempre.


Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

+ Leer más...

sábado, 4 de abril de 2009

Lección 2: La fe. Para el 11 de abril de 2009

Sábado 4 de abril.

Lee Para el Estudio de esta Semana: Efesios 6:10-18; Hebreos 11; Santiago 2:18, 19; 1 Pedro 1:3-8.

Para Memorizar: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efe. 2:8, 9).

LA FE NO DEBE CONFUNDIRSE con una convicción racional. La fe en el sentido bíblico no está basada primariamente sobre nuestra razón (aun cuando no es irracional ni irrazonable), ni se basa en nuestras emociones (aunque las emociones desempeñan su parte). La fe es una seguridad profundamente arraigada, que afecta a la persona entera. La fe es un principio que gobierna la vida. La fe es el medio por el cual nos extendemos y nos aferramos a las promesas de un Dios a quien no podemos ver y, sin embargo, sabemos que existe.

Hebreos 11:1 habla acerca de la “sustancia” de nuestra fe. William G. Johnsson, un experto en la Epístola a los Hebreos, sugiere que una mejor traducción sería: “La fe es la escritura de propiedad de lo que esperamos, la certeza de lo que no vemos”.–Hebrews, p. 204.

Un Vistazo a la Semana: La fe es el principio guiador en la vida de un cristiano. Es la manera en que hemos de vivir y relacionarnos con Dios y los demás. Por importante que sea un asentimiento intelectual a las doctrinas, la fe es mucho más que solo eso. Esta semana consideraremos cuánto más es.

La Fe: Un Don de Dios.
Domingo 5 de abril

¿Qué es la fe?

Una definición sencilla podría decir algo así: “La fe es una confianza certera y obediente en la realidad, el poder y el amor de Dios, como lo reveló en sus actos y en sus promesas para nosotros”.

¡Qué don maravilloso para tener en un mundo terriblemente caído y quebrado como el nuestro! No sorprende que muchos crean que la fe es el don más maravilloso de todos los dones que los humanos podríamos tener. Ahora bien, la pregunta es: ¿Has procurado alguna vez descubrir dónde se originó tu fe? ¿Por qué es que tienes fe en Dios y otros que conoces no la tienen? ¿Fue tu crianza? ¿Tuviste padres creyentes? ¿Asististe siempre a la iglesia? Tu estudio de la Biblia y la lectura de libros acerca de la Biblia, ¿te convencieron de que hay un Dios que te ama? ¿Encontraste argumentos filosóficamente satisfactorios que te prepararon para dar el “salto” de fe? En último análisis, diremos: la fe es un milagro, un don de Dios.

¿De qué modo subraya el apóstol Pablo el carácter de don que tiene la fe? Efe. 2:8.

Una cosa es segura: Así como no podemos ser plenamente humanos sin amor, no podemos ser lo que debemos ser sin fe. “‘Sin fe es imposible agradar a Dios’. [...] Nota que Hebreos no enseña que sin fe es difícil agradar a Dios, o que sin fe tomará mucho tiempo satisfacerlo. Por lo contrario, afirma que es imposible. Es decir, la fe no tiene sustitutos. Por fe vivieron los héroes de Dios en lo pasado, y por fe su pueblo debe vivir hoy”.–George R. Knight, Exploring Hebrews, p. 198.

¿De qué modo podemos ubicarnos a fin de estar preparados para tener el don de la fe? Es decir, ¿qué cambios podemos hacer en nuestras vidas para que seamos más receptivos a ese don? Rom. 10:17; ver también, Heb. 11:6.
A veces escuchas que la gente dice que desearía tener fe. ¿Qué le aconsejarías? ¿Qué clase de cambios podría necesitar hacer para ser más receptiva y poder recibir ese don? Ver Mar. 9:24.

La Base de Nuestra Fe.
Lunes 6 de abril

Un famoso himno británico, que ha sido traducido a numerosos idiomas, nos recuerda que “solo él rescata, sé; segura base es de mi fe” (Himnario Adventista, Nº 256). Es importante que nunca olvidemos esta verdad. Jesucristo es el fundamento último y la fuente definitiva de nuestra fe. Pero, aun cuando el don de la fe es un misterio que permanece más allá de nuestra comprensión, se nos han dado algunas vislumbres sobre cómo se despierta y fortalece la fe. Algunos hombres y algunas mujeres de los tiempos bíblicos tuvieron una experiencia repentina que los inició en el camino de la fe. Pablo es, probablemente, el ejemplo más destacado. Otros cuentan de una percepción más gradual de la forma en que Dios dirigió sus vidas, lo que les dio un centro y una dirección en su peregrinación de fe. Sin duda, la experiencia es un componente esencial y poderoso de nuestra vida espiritual. Pero la fe también debe tener contenido, y la revelación provista en las Escrituras desempeña un papel importante para establecer nuestra fe.

¿Qué lugar tienen las Escrituras en la experiencia de fe del creyente? Juan 5:39; 2 Tim. 3:15.

Claramente, las Escrituras son de extrema importancia, y si las descuidamos será para nuestro propio peligro. Pero, de qué manera las Escrituras ayudan a despertar y edificar nuestra fe no se puede expresar con ninguna fórmula humana. Ni siquiera la famosa definición de Hebreos 11 la proporciona. “Hebreos 11:1 no nos da una definición de pístis [la palabra griega para fe] sino una descripción de cómo opera la fe. Ciertamente el apóstol no está ofreciendo una explicación psicológica de la fe. Más bien, se propone exponer las dos capacidades cardinales que la fe hace posibles: hacer que la esperanza sea una realidad y que lo invisible se vea”.–Johnsson, Hebrews, p. 205.

¿Qué nos indica Santiago 2:18 y 19 acerca del carácter de la fe? ¿Por qué la fe es más que un asentimiento intelectual a creer en la existencia de Dios y otras doctrinas?

¿Por qué la lectura de la Biblia es una experiencia que cambia la vida de algunas personas, mientras que otras afirman que “no hace nada” por ellas? ¿Qué le aconsejarías a una persona que lee la Biblia y la goza como literatura pero afirma no escuchar la voz de Dios hablándole a través de ella?

Ejercer Fe.
Martes 7 de abril

Al contar las historias de los milagros sanadores de Jesús, los escritores de los evangelios destacaron que el factor subyacente no era la magia sino la fe. La gente que fue sanada recibió el desafío de ejercer su fe. “Conforme a vuestra fe os sea hecho” (Mat. 9:29), dijo Jesús. Sin embargo, experiencias extraordinarias que llevan un innegable sello de intervención milagrosa divina no siempre resultan en fe. La verdad es que muchas personas encuentran maneras para disculpar, con explicaciones, tales intervenciones divinas.

Lee Lucas 16:30 y 31. ¿Qué punto importante podemos encontrar aquí?

Nuestra fe será fortalecida por la experiencia de ver a Dios en acción en nuestras propias vidas y en las vidas de otros, pero nuestra fe a menudo precederá a las intervenciones divinas en nuestra vida. La fe esperará que Dios muestre su mano. Dios ha prometido que actuará a través de nosotros y en nuestro favor si tenemos fe en él. Debemos tomarle la palabra con esa fe que confía.

Lee Romanos 1:17; Gálatas 5:6; Santiago 2:17 y 18; y 1 Juan 5:4 y 5. ¿De qué modo reflejan estos versículos diversos aspectos de este “vivir por fe”?

Por otro lado, ¿cuál es el resultado trágico que sucede cuando la fe está ausente? Rom. 11:20; Heb. 3:19.

El contexto de Romanos 11:20 aclara muy bien que Pablo estaba hablando acerca de los antiguos hebreos, que habían recibido la promesa de la salvación en una relación de pacto con Dios. Podrían haber experimentado la vida abundante en Cristo que trae la fe a todos los que la ejercitan, pero su experiencia, y su fracaso son un claro recordativo para nosotros de que “sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb. 11:6).

Aunque tu fe es un don, ¿qué buenas razones tienes para poseerla? También, y esto es aun más importante, ¿cuáles son maneras prácticas mediante las cuales puedes fortalecer tu fe? Al mismo tiempo, ¿cuáles son las maneras seguras de perderla?

Crecer en La Fe.
Miércoles 8 de abril

La fe aumentará si, cuando es puesta en contacto con dudas y obstáculos, seguimos avanzando, reclamando las promesas de Dios, no importa cómo podamos sentirnos en algún momento dado, o sin tomar en cuenta cuán hostiles sean las circunstancias. La fe es más que un sentimiento; es un principio que trasciende la inconstancia de las emociones humanas. La fe es hacer lo que sabemos que Dios pide de nosotros aun cuando no nos sintamos con ánimo de hacerlo.

Si estás creciendo en la gracia y el conocimiento de Jesucristo, aprovecharás cada privilegio y cada oportunidad para obtener más conocimiento de la vida y el carácter de Cristo; es decir, harás todo lo que puedas para crecer en la gracia y aumentar tu fe.
La fe en Jesús crecerá cuando lo conozcas mejor. Esto puede suceder al meditar en su vida y en su amor. No puedes deshonrar más a Dios que profesando ser su discípulo mientras que te mantienes alejado de él.

¿Qué desafíos planteó Pedro a los creyentes? 2 Ped. 3:18.

¿De qué manera la iglesia en Tesalónica vivió a la altura de ese desafío? 2 Tes. 1:3.

Y ¿cómo te ayuda “el escudo de la fe” a crecer espiritualmente? ¿De qué manera se relaciona la fe con el resto de la “armadura de Dios” descrita en Efesios 6:10 al 18?

La meta del cristiano es llegar a ser “maduro” en la fe. Este es un proceso que dura toda la vida. Mientras experimentamos la bendición del crecimiento y el estar “firmes en la fe” (1 Cor. 16:13), podemos a veces preguntarnos por qué otros todavía son “débiles” (Rom. 14:1). A menudo hay una tendencia a olvidar que también a la mayoría de nosotros nos ha llevado un tiempo considerable antes de haber llegado a donde estamos espiritualmente hoy. Pero, cualquiera que sea nuestra reacción, nunca debería ser una actitud de orgullo y juicio a los demás (1 Cor. 10:12). Dios es aquel que hace que cada semilla de fe germine, y él también es el que produce el crecimiento que sucede en nuestra vida espiritual. No obstante, mientras eso es una verdad que nunca debe ser olvidada, también debemos recordar que por nuestras elecciones personales podemos ayudar a crear la clase correcta de ambiente en el que puede ocurrir el crecimiento espiritual.

¿Existen asociados que tienes, lugares que visitas o ciertas clases de medios a los que te expones, que impactan negativamente sobre tu fe? Si es así, ¿cuán dispuesto estás a abandonarlos? La respuesta depende de cuán importante es realmente tu fe para ti.

La Fe en una Persona.
Jueves 9 de abril

Las doctrinas son importantes. Cuando decimos que creemos en Dios, desearemos conocer más acerca de Dios y estaremos ansiosos de absorber lo que nos ha revelado. Es natural que deseemos tener un informe estructurado de lo que creemos acerca de nuestro Creador y su trato con nosotros, y desearemos estar seguros de que conocemos su voluntad. Pero, aunque creemos que las doctrinas de nuestra iglesia son verdaderas, nuestra fe no está anclada en un sistema doctrinal solo, sino en Jesús. Las doctrinas no son un fin en sí mismas ni por sí mismas. Las doctrinas nos ayudan a entender mejor a Jesús y lo que ha hecho por nosotros.

En un sentido, el papel de las doctrinas en la fe cristiana puede ser comparado con el papel de la gramática. Podemos comunicarnos por medio del lenguaje solo porque hay una estructura gramatical en las palabras que decimos y escribimos. En forma similar, damos una estructura al contenido de nuestra fe por medio de las doctrinas. Anselmo, un teólogo medieval, dijo las famosas palabras de que la teología es la fe que procura comprenderse a sí misma.

¿Qué nos enseña el Nuevo Testamento acerca de la importancia de una doctrina sana? 1 Tim. 4:16; Tito 2:1.

Una doctrina sana es esencial, pero la doctrina y la teología que permanecen como teoría sin vida no salvan a nadie. Hasta se puede ser un teólogo sin ser un creyente. La fe, en última instancia, no es solo sostener una cantidad de creencias bíblicamente correctas, sino confiar en la Persona de quien hablan estas doctrinas.

¿De qué modo están conectadas la salvación en esta vida, y en la vida venidera, con la fe en Jesús, la Fuente de la vida? Juan 3:36; 6:35.

¿Cuál es la convicción fundamental sobre la cual está edificada la iglesia? Mat. 16:13-19.

El pasaje de Mateo 16 a menudo ha sido usado como prueba de que el apóstol Pedro debe ser considerado el fundador de la iglesia cristiana. Esta idea no encuentra apoyo en la Biblia. Al contrario: Cristo es la Roca sobre la que está edificada la iglesia. (Ver 1 Ped. 2:4-8.) Y es la fe en esta Roca –la convicción inconmovible de que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro Salvador– lo que hace que la iglesia sea lo que es: no una institución humana, sino la iglesia de Dios.

Alguien dice: “Yo creo en Jesús, creo en las enseñanzas, pero a veces no puedo evitar tener que luchar con la duda”. ¿Qué le dirías a esa persona? ¿Qué ayuda y consejo le darías?

Para Estudiar y Meditar.
Viernes 10 de abril.

“San Pedro exhorta a sus hermanos a crecer ‘en la gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo’ (2 Ped. 3:18). Cuando el pueblo de Dios crece en la gracia, obtiene constantemente un conocimiento más claro de su Palabra. Contempla nueva luz y belleza en sus sagradas verdades. Esto es lo que ha sucedido en la historia de la iglesia en todas las edades, y continuará sucediendo hasta el fin. [...]

“Por medio de la fe podemos mirar el futuro y aferrarnos del compromiso de Dios con respecto al desarrollo de la inteligencia, a la unión de las facultades humanas con las divinas y al contacto directo de todas las potencias del alma con la Fuente de la luz. Podemos regocijarnos en que todas las cosas que nos han confundido en las providencias de Dios serán entonces aclaradas” (CC 114, 115).

Preguntas Para Dialogar:

1. Hebreos 11 proporciona una galería de héroes de la fe. Nota, sin embargo, cuántas fallas de carácter y de acciones tuvieron casi cada uno de ellos. ¿Qué ánimo puedes obtener al notar sus errores y sus pecados cuando tú mismo eres tentado a abandonar la fe por causa de tus propios pecados y fallas?
2. Muchos de nosotros, una u otra vez, hemos pasado por una crisis de fe y hemos salido renovados de esta experiencia. Si esto te ha sucedido, ¿cómo sobreviviste a la crisis? ¿Qué puedes hacer cuando parezca que los miembros de tu familia o los de la iglesia local están en medio de una lucha similar? ¿Qué aprendiste de tu propia experiencia que podría ayudarlos a ellos?
3. ¿Cuáles son los desafíos a tu fe? ¿Son de naturaleza intelectual; por ejemplo, en el área de la ciencia versus la religión? ¿O están relacionados con el ambiente en el que vives y trabajas, o donde encuentras tu recreación? ¿O posiblemente en el área de las relaciones? ¿Por qué es importante afrontar estos desafíos de frente?
4. No necesitas fe para creer lo que puedes comprobar; necesitas fe para creer lo que no puedes verificar. ¿Por qué es importante darse cuenta de que no importan todas las evidencias que tengamos para nuestras creencias, ya que habrá cosas que sencillamente no comprenderemos?

Resumen: La fe es una experiencia. Tiene que ver con la certeza y con la confianza. Las Escrituras desempeñan un lugar importante en despertar, fortalecer y mantener la fe. Pero, la fe no es solo creencia; es un principio que guía
cómo vivir nuestras vidas ante Dios y los otros.


Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

+ Leer más...

Lección 2: La fe / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto Clave: Efesios 2:8.

Enseña a tu clase a:

Saber que la fe es más que sólo una creencia, pues es una experiencia de confianza y certeza.
Sentir que tu fe se refuerza por medio del estudio de la Biblia y por medio de tu relación con Jesús.
Hacer que tu fe sea el principio guiador en tu vida.

Bosquejo de la Lección

1. Encontrar la fe (Hab. 2:4)
1. La fe es más que solamente creer en una verdad; es vivir por medio de esa verdad. ¿De qué modo tu fe guía tus acciones cada día?
2. La fe madura por medio del estudio de las Escrituras y con tu experiencia personal. ¿Cuál es la base de tu fe? ¿Por qué crees en lo que crees?

2. Vivir la fe (Heb. 11)
1. Hebreos 11 a menudo se llama el capítulo de la fe. Es como un “Salón de la Fama” de los fieles: desde Abel hasta Gedeón, aparecen allí los que tuvieron gran fe. ¿Qué rasgos específicos caracterizaron a estas personas? ¿De qué modo podemos aspirar a ser como ellos?
2. Hebreos 11:6 dice que sin fe es imposible agradar a Dios. ¿Por qué es tan difícil de aceptar el don de la fe? ¿Qué nos hace vacilar a veces?

3. Evidenciar la fe (Sant. 2:14-17)
1. Santiago nos dice que la fe sin obras es muerta. ¿Cuáles son algunas maneras en que puedes permitir que tu fe sea demostrada por tus acciones?

Resumen

Nuestra experiencia de fe debería servir como una guía a lo largo de la vida. Al estudiar la Biblia y desarrollar una relación con Cristo, podemos permitir que nuestra fe se manifieste en todos los aspectos de nuestra vida.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave: La fe es la confianza en Dios que hace posible la vida cristiana. Así como es con el amor, no podemos fabricarla por nosotros mismos; Dios tiene que dárnosla.

Solo para los maestros: En esta lección, nos concentramos en la necesidad de la fe para la vida cristiana, y en cómo podemos edificar la fe en nosotros y en otros. Desearás que tus alumnos tengan una comprensión práctica de lo que es la fe, por qué es importante y cómo se relaciona con sus propias vidas.

El filósofo griego Zenón alegaba, en su “paradoja de la flecha”, que una flecha nunca llegaría a su blanco. Su argumento se basaba en la suposición de que todo objeto ocupa un espacio que es solo de su tamaño. Así, en cada punto de su vuelo, el objeto está “en reposo”. Como el objeto está en reposo, no se mueve, aun cuando parezca que lo haga. En este sentido, no se puede distinguir de una flecha que no se mueve y está en la misma posición. Zenón concluía que el movimiento es una ilusión.

De acuerdo con la lógica de Zenón, entonces, podríamos arrojar una flecha al pecho de alguien y predecir con exactitud que nunca atravesará su corazón. ¿Correcto? Desgraciadamente, estaríamos mortalmente equivocados, lo mismo que el blanco de la flecha. No importa cuán lógicos sean los argumentos de Zenón, hay pocas dudas de que alguien se ofrecería como voluntario para la práctica del tiro al blanco a fin de demostrar que Zenón estaba en lo correcto.

La paradoja de Zenón tenía por objeto contradecir, por medio de la lógica y del razonamiento, algunas ideas falsas acerca de la forma en que la gente pensaba que funcionaba el universo. Desde entonces, ha habido numerosos intentos matemáticos y filosóficos para resolver esta paradoja acerca de por qué una flecha alcanza su blanco, aun cuando, lógicamente, no debería hacerlo. (Ver el artículo de Josh Paete, “Zeno’s Paradoxes”).

De la misma manera, la fe también plantea una paradoja para el cristiano. No sabemos cómo o por qué la “razón para creer” llega a ser una fe salvadora, pero sabemos que lo hace. Pero, primero, debemos apuntar al blanco, que es conocer a Jesús como nuestro Salvador personal.

Analiza con la clase: ¿Qué circunstancias, situaciones, discusiones, libros, sermones, etc., te ayudaron a tener fe? ¿En qué momento el conocimiento acerca de Cristo llegó a ser fe en Cristo, y cómo sentiste eso? ¿Qué influencias en tu vida ahora te guían hacia Cristo?

Considera: En la última lección, aprendimos de qué modo el amor es central para la fe y la vida cristiana. ¿Por qué y cómo es necesaria la fe para poner ese amor en acción?

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: En nuestro mundo, la palabra fe puede referirse a cualquier conjunto de creencias (como en “la fe budista”), o confianza en una persona o una cosa dada (como fe en el servicio público de transporte). ¿Cuál es la definición bíblica de fe? Analicen la respuesta.

Comentario de la Biblia

Panorama: Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Esta afirmación sería desalentadora si no fuera que, por definición, la fe es algo que no puede ser logrado de ninguna otra manera que no sea porque Dios nos la da. Todo lo que tenemos que hacer es extender la mano y tomarla (Efe. 2:8).

I. De invisible a visible

(Repasa con tu clase Heb. 11:1-3).

La fe, para que sea tal, es la capacidad de creer cosas que no son evidentes inmediatamente para los sentidos. Cuando el cristiano cree y confía en Dios, los resultados de esa fe se dan a conocer en el mundo “real”, y vienen de lo que en apariencia es “nada”.

Estas cosas pueden incluir un cambio marcado en el carácter y la orientación de la persona, o respuestas a la oración, o resultados positivos de decisiones que parecen desventajosas o improbables por las normas mundanas, decisiones hechas solamente sobre la base de la fe o por el sentido de que era lo que Dios quería que la persona hiciera.

El autor de la lección de esta semana compara este cambio de vida con la creación divina del mundo mismo. Después de todo, Dios trajo a la existencia al universo de la nada.

Considera: Pide a los miembros de la clase que compartan experiencias pasadas de haber tenido que mantener la fe en Dios cuando aparentemente no había evidencias para sostenerla.

II. El don de la fe

(Repasa con tu clase Efe. 2:8).

Cuando nos referimos a la fe como un don, vamos en contra del concepto popular de la fe como la creencia en una cantidad de proposiciones de diversos grados de plausibilidad. La gente cree en toda suerte de cosas, y prácticamente todos creen en algo que no está sujeto a pruebas racionales o empíricas.

Pero esto no es la fe a la que nos referimos aquí. La fe bíblica es el resultado de un encuentro con un Dios infinitamente bueno y confiable, es decir, un Dios fiel. El don de la fe es realmente el don de Dios, porque conocer realmente a Dios es confiar en él. Pero, a fin de recibir el don de la fe, debemos ponernos a disposición de Dios.

Considera: ¿Qué podemos hacer mejor para recibir el don de la fe o aumentar la que nos ha sido dada?

III. Falta de convicción

(Repasa con tu clase Heb. 11:6; Rom. 1:17).

A veces, los actores presentan una pieza en forma técnicamente correcta pero les faltan los sentimientos o la convicción. Así es la vida cristiana sin fe. Sin fe, no podemos agradar a Dios, porque no estamos seguros de que exista y, por lo tanto, no podemos amarlo o confiar en él.

Los cristianos pueden hacer los ademanes, pero les puede faltar la convicción y el gozo que provienen de saber por qué los están haciendo. Por cuanto la vida cristiana es una relación de largo alcance, no un aviso radial de un minuto, finalmente la persona que no está anclada en Cristo mediante la fe se apartará para hacer algo que la gratifique más prontamente. E irnos al mundo, seguir a la carne y al diablo es lo que realmente hiere a Dios.

Considera: La mayoría de nosotros hemos tenido momentos en los que sentimos como si estuviéramos haciendo solo los ademanes de una vida cristiana, sin fe. ¿Qué o quién te ayudó a encontrar el camino de regreso? ¿De qué modo se hizo posible ese retorno a Dios?

PASO 3: ¡Practica!

Solo para los maestros: Anima a tus alumnos a usar estas preguntas para pensar acerca de la fe como un concepto y como algo que se manifiesta en sus propias vidas.

Pensamientos para reflexionar:

1. Un proverbio dice que “ver es creer”. El teólogo del siglo XI Anselmo de Canterbury escribió: “Porque no procuro comprender para poder creer, sino que creo para poder comprender. Porque también creo que ‘a menos que crea, no comprenderé’ (Isa. 7:9)”.–Anselmo de Canterbury. Analiza las formas en las que la fe profundiza nuestro conocimiento de Cristo.
2. ¿Cuál es el lugar de la doctrina en la vida de fe?

Preguntas de aplicación:

1. ¿De qué modo obra Dios por medio de las personas para edificar la fe de otros? ¿Qué podemos hacer para permitir que Dios edifique la fe por medio de nosotros?
2. Siendo imperfectos e inconsistentes como somos, la fe a menudo coexiste en nosotros junto con la duda. ¿Cómo podemos reconocer la duda mientras nos aseguramos que la fe sea la que domina?

PASO 4: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Esta semana hemos aprendido que la fe es algo diferente de la aceptación intelectual y de nuestros propios esfuerzos. No obstante, tenemos una parte que hacer en el cultivo y el fortalecimiento de la fe que Dios nos da. La siguiente actividad tiene el propósito de enfatizar cómo nuestras acciones y nuestros pensamientos pueden aumentar o disminuir la fe.

Entrega a cada miembro de la clase una hoja de papel. Pídeles que dibujen una línea hacia abajo en el medio, creando dos columnas. En la parte superior de una, pídeles que escriban “Edificación de la fe”. En la parte superior de la otra, pídeles que escriban “Disminución de la fe”. Pídeles que consulten entre sí, en grupos de tres personas, para hacer listas en las dos columnas. Invita a cada grupo a presentar y analizar sus conclusiones.

Solo para los maestros: Asegúrate de enfatizar que este ejercicio no es necesariamente entre trazar una línea entre las cosas “buenas” que hacen, dicen o piensan las personas “buenas”, y las cosas “malas” que hicieron, dijeron o pensaron las personas “malas”. Primera Corintios 10:23 es educativo en este contexto.

O, como una alternativa, considera en cambio el siguiente tema de análisis y ejercicio: Los medios han llegado a ser importantes en las vidas de muchas personas de hoy en día, y la vida de fe no queda fuera de su influencia. Tendemos a concentrarnos en lo negativo aquí, y ciertamente hay muchas cosas de esa clase. Pero ¿de qué modo la música, las películas, etc., pueden ayudarnos y guíarnos en nuestra peregrinación de fe, así como pueden estorbarnos o hacernos equivocar el camino?

La semana anterior al sábado en que enseñarás esta lección, invita a los miembros de tu clase a traer CDs, DVDs, etc., que los han animado o fortalecido en su fe. Sería muy conveniente (aunque no estrictamente necesario) si tienes un aparato para reproducir selecciones de estos materiales que trajeron. Lo mejor sería si alguno de tu clase estuviera dispuesto a cantar o hacer escuchar de otro modo estos cantos, como una manera de concluir tu clase.


Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición para Maestros.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

+ Leer más...




Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escribir sus comentarios y consideraciones sobre dicho estudio al pie de cada entrada.