sábado, 29 de mayo de 2010

Lección 10: Integridad: totalidad y santidad / Para el 5 de junio de 2010


Sábado 29 de mayo

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis 39:6-12; 1 Samuel 24:1-10; Daniel 6:1-10; Mateo 4:1-11; Romanos 1:26, 27; Efesios 3:14-21.

Para Memorizar: “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de vosotros” (Tito 2:7, 8).

UNOS NIÑOS BULLICIOSOS DISTRAÍAN al predicador y, para peor, eran sus propios hijos. Finalmente, detuvo su prédica y dijo a los niños que serían castigados cuando terminara el culto. El silencio cayó sobre todos los presentes. El culto terminó, y el almuerzo del sábado fue delicioso.

Esa noche fue placentera en el hogar. La hijita, sintiéndose libre, vino a su padre predicador:

- ¿Papi?– le dijo.
- Sí, querida– le respondió.

Ella continuó:

- Hoy tú prometiste que me castigarías y no lo hiciste. Dijiste una mentira.

No hay dudas, es mucho más fácil hablar de integridad que demostrarla. Aun el “mejor” de nosotros falla a menos que sea muy cuidadoso. Realmente, “en las cosas más pequeñas” es fácil errar.

Esta semana consideraremos este tema y cómo impacta en nuestras vidas en diversos niveles.

Un vistazo a la semana: La integridad moral impacta en nuestra salud: espiritual, mental y física.


Jesús en el desierto
Domingo 30 de mayo

Transigir es muy fácil, ¿verdad? Especialmente cuando uno es mayor, las cosas no parecen blancas o negras, como una vez nos pareció. Cedemos un poco aquí, otro poco allá, y nos afirmamos en una nueva posición. Entonces, con el tiempo, cedemos un poco aquí, otro poco allá, y nos afirmamos en la posición más nueva. Luego, con el tiempo, desde esta última posición, cedemos un poco aquí, un poco allá, y luego nos afirmamos. Antes de mucho, nos encontramos en un lugar en el que una vez ni hubiéramos soñado que estaríamos. Así, transigimos.

Y, aunque a veces necesitamos aflojar un poco y estar dispuestos a ceder aquí y allá, a menudo lo hacemos en las cosas en las que no deberíamos ceder nada.

Lee Mateo 4:1 al 11. Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto, ¿cuáles fueron las tres avenidas de tentación con las que se acercó a Jesús? ¿Cómo venció Jesús esas tentaciones, y qué nos enseña este informe?

Satanás encontró que Jesús era como una pared impenetrable. No importa cómo lo intentó, fracasó en conseguir que Jesús transigiera en algo. Jesús era inexpugnable, como lo fue la Gran Muralla China durante siglos. Solo que él fue mejor. Porque la Gran Muralla una vez fue penetrada. ¿Qué sucedió? ¡Alguien sobornó al portero! Todo ese trabajo, todas esas piedras llegaron a ser casi inútiles cuando un solo guardia dejó de cumplir con su misión.

Sí, transigir es fácil. Demasiado fácil. Satanás trabajará por medio de nuestro apetito, nuestra presunción y nuestro orgullo, y nuestro deseo de cosas mundanas; por cualquier avenida, a fin de hacernos pecar, de que violemos nuestra integridad y nos apartemos de Jesús. No solo necesitamos conocer sus ardides, sino también saber cómo reclamar las promesas de Dios y no ser seducidos a hacer lo que sabemos que está mal. Solo por medio de una confianza firme y constante en el poder de Dios, y una disposición a morir al yo, podemos vencer.

¿En qué áreas de tu vida has transigido y dejado de hacer lo que es correcto? ¿Cómo te sentiste la primera vez que lo hiciste? ¿Te molesta menos ahora que la primera vez? ¿O ya ni te molesta más?


Mantener la integridad
Lunes 31 de mayo

Hay muchas tentaciones que a menudo llevan a transigir en lo moral. ¿Cuán fácil es para una persona empleada, que viaja, informar más gastos que los reales? ¿Cuán fácil es para un hombre dar unas cortas miradas a la pornografía en Internet? ¿Cuán fácil es para los niños decir una mentira a sus padres? ¿Cuán fácil es hacer trampa con los impuestos? ¿Cuán fácil es comer o beber demasiado? ¿Cuán fácil es hacer trampa en la escuela? ¿Cuán fácil es...? Y la lista sigue, y sigue y sigue.

Lee los pasajes indicados abajo. ¿De qué modo podrían estos hombres haber violado muy fácilmente su integridad? ¿Qué podemos aprender de estas historias? Al leer cada informe, piensa en el trasfondo de esas tentaciones, piensa en todas las presiones que sufrieron estos hombres para transigir, piensa en cuán fácilmente podrían haber racionalizado su elección. Gén. 39:6-12; 1 Sam. 24:1-10; Dan. 6:1-10.

Si somos honestos con nosotros mismos, muchos admitiremos que engañamos, que no somos transparentes en muchos de nuestros tratos. Algunas veces no decimos una mentira, pero no transmitimos exactamente la verdad. Podemos creer que ser francos no ayuda en alguna situación. Tal conducta puede encontrarse en muchas áreas de la vida. ¿Cuáles son algunas maneras en las que elegiste la conveniencia en vez de la honestidad? ¿Por qué es tan fácil hacerlo?

Piensa acerca de un personaje no bíblico, de la historia, o de las noticias o de tus conocidos personales, a quien consideras una persona íntegra. ¿Cuáles son los rasgos que esa persona tiene que tú desearías tener? ¿Cómo puedes imitar esos rasgos en tu propia vida?


La integridad en nuestra vida espiritual
Martes 1 de junio

Un joven compró de segunda mano una lancha de placer con un buen motor y el remolque para llevarla. La unidad parecía en buen estado, y no fue demasiado costosa. Ansioso de probar su nueva adquisición, invitó a unos amigos a dar una vuelta en la lancha. Navegaba bien, y el grupo se dirigió a una islita a poca distancia de la costa.

Bajaron, exploraron la isla y se embarcaron para volver a casa. A poco de salir, un sonido los alertó y vieron que estaba entrando agua. Poco después, la lancha se dio vuelta, y los tres amigos se encontraron en el agua helada. Alguien los rescató e impidió otras repercusiones. ¿Qué había ocurrido? Una sola madera en mal estado en el fondo del casco que, con la acción de las olas en la orilla, se había partido, y eso fue suficiente para volcar la lancha.

¡Cuán parecido es esto a lo que pasa en nuestras vidas! Podemos ser fieles, firmes y estables, y no obstante, si no entregamos un área de la vida al Señor, una sola área pecaminosa a la que nos aferramos, podemos tener dificultades morales, espirituales y aun físicas.

Lee Efesios 3:14 al 21. ¿Qué enseña Pablo aquí? ¿De qué modo esto tiene influencia sobre nuestra integridad personal? ¿Cómo experimentamos estas promesas en nuestras vidas?

Se nos promete mucho en estos textos. El Espíritu Santo puede fortalecernos y puede cambiarnos, no como una cirugía estética, sino como una cirugía del corazón, que actúa dentro de nosotros. Y ese cambio se realiza por la fe, al conocer el amor de Dios por nosotros. Dios procura una transformación completa en nuestras vidas, que seamos “llenos de toda la plenitud de Dios”. Nota que, a diferencia de la autoayuda y las filosofías de la Nueva Era, Pablo no dice que aprovechemos algún poder innato que hay dentro de nosotros. No, es el poder de Dios quien puede hacer más de lo que pedimos o pensamos.
La pregunta es: ¿Le estamos permitiendo actuar o permitimos que nos gobierne nuestra naturaleza carnal?

¿Qué significa “llenos de toda la plenitud de Dios”? Prepárate para dar tu respuesta en la clase.


Integridad sexual
Miércoles 2 de junio

Lee Romanos 1:26 y 27; 1 Corintios 6:15 al 18; 1 Tesalonicenses 4:3; y Judas 7. ¿Cuál es el mensaje básico para nosotros hoy?

La joven María fue a la universidad. Salía por primera vez de su casa por un período largo. Aunque sabía lo que la Biblia y su iglesia decían acerca de la inmoralidad sexual, se encontró en situaciones en las que la presión fue muy fuerte. Sabía que eso era malo, y que Dios tenía algo mejor para ella. Al principio se mantuvo firme y resistió. Luego, lentamente, comenzó a transigir. Al comienzo, la culpabilidad era terrible; pero con el tiempo dejó de molestarla, hasta que encontró que tenía una enfermedad de transmisión sexual. Solo entonces comenzó a meditar en la realidad de sus errores.

La inmoralidad sexual es pecado, y el pecado daña nuestra relación con Dios y con los demás. Pero hoy puede ser un riesgo físico muy real. Hay numerosas enfermedades de transmisión sexual, desde el herpes hasta el HIV-Sida, que son físicamente devastadoras. La manera más segura de protegerse de estas dolencias es seguir los principios bíblicos acerca de la moralidad sexual. El placer sexual está creado para el hombre y para la mujer solamente dentro del ámbito del matrimonio. Cualquier otra cosa está fuera del plan de Dios y está mal; aún peor, puede conducir a consecuencias físicas muy serias.

Y no solo afecta lo físico. La carga emocional puede ser terrible, en especial para las damas, sobre las cuales cae el estigma de la inmoralidad sexual más pesadamente, aunque esto sea injusto. Aun algunas organizaciones seculares afirman que la abstinencia sexual fuera del matrimonio es la mejor elección que una persona puede hacer.

Otra preocupación, hoy, es el tema de la pornografía, que con Internet es más frecuente ahora que antes. Millones de vidas han sido arruinadas por esta terrible plaga. Hay ayuda para los que caen en ella, pero para muchos la vergüenza es grande y no piden la ayuda que necesitan.

¿Cuáles son tus tentaciones, luchas, frustraciones y temores en esta área específica de la vida humana? Cualquiera que sea tu situación, ¿cómo puedes aprovechar las promesas de Dios para que te ayuden a vencer?


Practiquemos lo que creemos
Jueves 3 de junio

En Romanos 12:1 y 2, Pablo suplica a los creyentes que se presenten en forma total al Señor para el servicio. Se requiere integridad en cada parte del todo: cuerpo, mente y espíritu.

Algunos comprenden la importancia de mentes puras pero se descuidan en lo físico. Ya vimos que nuestros cuerpos son dones de Dios, y por eso Dios nos ordena que los cuidemos.

La integridad requiere que nuestros actos reflejen nuestras creencias. La ciencia médica enseña que el ejercicio es importante para el cuerpo; y mostramos falta de integridad si descuidamos darle al cuerpo el ejercicio necesario. El agua pura y cantidades moderadas de luz solar son muy beneficiosas. Si conocemos estas cosas, debemos hacerlas.

Hoy que la obesidad azota a muchas naciones, pocos negarían el daño de la glotonería. Debemos hacer buenas elecciones de cuánta comida comemos y qué comemos, especialmente si tenemos problemas con el peso. Casi todos reconocen el tabaco como un asesino muy agresivo. El uso del alcohol, la marihuana, la cocaína y otras drogas han arruinado las vidas productivas de millones. La señora de White ya no es la única que aboga en favor de las frutas y las verduras, de los granos enteros y las nueces. Aun los gobiernos recomiendan reducir el consumo de muchos alimentos basados en carne con alto contenido graso. ¡Cuánto mejor es seguir una dieta vegetariana!

“La verdadera religión y las leyes de la salud se relacionan estrechamente. Es imposible trabajar para la salvación de los hombres y las mujeres sin presentarles la necesidad de romper con las complacencias pecaminosas que destruyen la salud, degradan el alma e impiden que la verdad divina impresione la mente. A hombres y mujeres debe enseñárseles a considerar cuidadosamente todo hábito y toda práctica, y a descartar inmediatamente todas las cosas que crean una condición malsana en el cuerpo y así ensombrecen la mente. Dios desea que sus portaluces sostengan siempre un alto ideal. Por el precepto y el ejemplo, deben tener su norma perfecta muy superior a la falsa norma de Satanás, que, si se la sigue, producirá miseria, degradación, enfermedad y muerte tanto para el cuerpo como para el alma” (CSS 479, 480).

Repasa todos tus hábitos personales de salud. ¿Estás viviendo a la altura de la luz que conoces? Si no, ¿qué te impide hacer los cambios que solo te pueden hacer bien?


Para Estudiar y Meditar
Viernes 4 de junio

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos” (Ed 57).

“Hay una obra que debemos hacer: una obra dura, ferviente. Todos nuestros hábitos, nuestros gustos e inclinaciones deben ser educados de acuerdo con las leyes de la vida y la salud. Por este medio debemos obtener las mejores condiciones físicas, y tener claridad mental para discernir entre el bien y el mal” (CRA 31).

“Nuestro peligro no radica en la escasez, sino en la abundancia. Estamos siempre tentados a los excesos. Los que quieran preservar sus facultades intactas para el servicio de Dios deben observar una estricta temperancia en el uso de los productos de la generosidad divina, así como abstenerse completamente de toda complacencia perjudicial y degradante” (CRA 32).

Preguntas Para Dialogar:

1. Considera esta última cita de la señora de White. ¿Qué quiere decir ella cuando escribe que nuestro peligro está en los excesos?

2. La luz solar es importante para la buena salud. Sin embargo, aquí necesitamos equilibrio: unos pocos minutos de luz solar cada día pueden ser una gran bendición; por otro lado, la sobreexposición puede conducir a problemas de salud. ¿Cómo encontramos el equilibrio aquí, como en todo lo demás?

3. ¿Qué puede hacer tu iglesia local para ayudar a los que tienen el problema del HIV/Sida en tu comunidad local? Aunque en algunas partes del mundo el problema es mayor que en otras, todos podemos hacer aunque sea una pequeña parte.

4. ¿Qué puedes hacer para estimular a los jóvenes a abstenerse de la actividad sexual fuera del matrimonio? ¿Por qué esto es tan importante? ¿Cómo puede la iglesia ayudar, no solo en cuanto a la sexualidad sino también acerca de otras cosas con las cuales luchan los jóvenes? ¿Cómo puedes ayudar a los jóvenes (o a los mayores) a hacer las decisiones correctas acerca de las drogas, el alcohol y el tabaco? Una cosa es dar advertencias severas; otra es realmente hacer cosas que los ayuden a evitar tomar decisiones equivocadas o darles ayuda cuando cometen errores.





Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD" / Edición para Adultos.
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...

Lección 10: Integridad: totalidad y santidad / Notas de Elena G. de White


Integridad: Totalidad y santidad
Sábado 29 de mayo

En la historia de José y Daniel y sus compañeros, advertimos cómo los jóvenes pueden ligarse al trono de Dios con la cadena áurea de la verdad. Nada consiguió apartar a aquéllos de su conducta íntegra. Para ellos el favor de Dios valía más que el favor y los halagos de los príncipes, y Dios los amó, y extendió su escudo sobre ellos. Debido a su fiel integridad y a su decisión de honrar a Dios más que a cualquier poder humano, el Señor los honró señaladamente ante los hombres. Esos jóvenes fueron honrados por el Señor Dios de los ejércitos, cuya potencia es sobre todas las obras de sus manos en el cielo y en la tierra. No tuvieron vergüenza de desplegar su propia enseña. En la corte del rey confesaron su fe en el Señor Dios del cielo por medio de sus palabras, hábitos y costumbres. Se negaron a obedecer cualquier orden terrenal que menoscabara la honra de Dios. Recibieron fuerza del cielo para confesarse fíeles a Dios...

Nunca os avergoncéis de vuestra enseña; levantadla bien en alto, desplegadla ante la mirada de los hombres y los ángeles... El mundo tiene derecho de saber lo que se puede esperar de cada ser humano inteligente. El que sea la personificación viviente de principios justos, firmes y decididos, tendrá poder vital sobre quienes lo rodean, y ejercerá influencia sobre los demás por medio de su cristianismo. Muchos no disciernen ni aprecian cuán grande es la influencia de cada uno para bien o para mal (Meditaciones matinales 1952, p. 123).

La integridad, la firmeza y la perseverancia, son cualidades que todos deben procurar cultivar fervorosamente; porque invisten a su poseedor con un poder irresistible, un poder que le hará fuerte para hacer el bien, fuerte para resistir el mal y para soportar la adversidad (Consejos para los maestros, padres y alumnos, p. 216).


Jesús en el desierto
Domingo 30 de mayo

Había llegado el tiempo en que el imperio satánico en el mundo fuera enfrentado y sus derechos sobre él, discutidos. Satanás temía que su poder fuera quebrantado. Sabía, a través de las profecías, que se había prometido un Salvador que establecería un reino que no dependería de los triunfos militares ni del honor mundano. Las profecías indicaban que el Príncipe del cielo establecería su reinado en la tierra que él reclamaba como suya, con lo que su poder y su gloria cesarían. Temía que había llegado el tiempo de su retribución por los pecados y la miseria que había producido en la raza humana. Sabía que todo dependía de su éxito o fracaso en vencer a Cristo con sus tentaciones, por lo tanto intentó usar cada artificio y estratagema para tratar de quebrar la integridad de Cristo (Signs of the Times, 4 de agosto, 1887).

Satanás se había esforzado una vez por hacer transigir a Cristo. Vino adonde estaba el Hijo de Dios en el desierto para tentarle, y mostrándole todos los reinos del mundo y su gloria, ofreció entregárselo todo con tal que reconociera la supremacía del príncipe de las tinieblas. Cristo reprendió al presuntuoso tentador y le obligó a marcharse. Pero al presentar las mismas tentaciones a los hombres, Satanás obtiene más éxito (El conflicto de los siglos, p. 54).

Esta última tentación fue la más seductora de las tres. Satanás sabía que la vida de Cristo debía ser de dolor, penalidades y conflictos. Y pensó que podría aprovecharse de este hecho para sobornar a Cristo para que claudicara en su integridad. Satanás actuó con todo su poder para dominar en esta última tentación, pues este último esfuerzo había de decidir su destino en cuanto a quién sería vencedor. Pretendía dominar el mundo, y era el príncipe de la potestad del aire. Llevó a Cristo a la cumbre de una muy alta montaña, y allí, en visión panorámica, presentó delante de él todos los reinos del mundo que habían estado por tanto tiempo bajo su dominio y se los ofreció a Cristo en un gran regalo. Le dijo a Cristo que poseería los reinos de este mundo sin sufrimiento ni peligro de su parte. Satanás promete rendir su cetro y dominio, y Cristo será el legítimo gobernante a cambio de un solo homenaje. Todo lo que requiere a cambio de entregarle los reinos del mundo que ese día presentó delante de Cristo, es que Cristo le rinda homenaje como a un superior.

Los ojos de Jesús se posaron por un momento sobre la gloria presentada delante de él, pero se apartó y rehusó contemplar el fascinador espectáculo. No estaba dispuesto a poner en peligro su f m e integridad entreteniéndose con el tentador. Cuando Satanás le requirió un homenaje, fue despertada la indignación divina de Cristo, y no pudo tolerar más la blasfema pretensión de Satanás, ni aun permitir que permaneciera en su presencia. Aquí Cristo usó de su autoridad divina y le ordenó a Satanás que desistiera. "Vete Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mateo 4:10). En su orgullo y arrogancia, Satanás había declarado que era el legítimo y permanente gobernante del mundo y el poseedor de todas sus riquezas y gloria, pretendiendo el homenaje de todos los que vivían en él, como si hubiera creado el mundo y todas las cosas que hay en él. Dijo a Cristo: "A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy" (Lucas 4:6). Se esforzó por hacer un pacto especial con Cristo, entregándole inmediatamente todo lo que pretendía como suyo, si él lo adoraba (Mensajes selectos, tomo 1, pp. 336, 337).

Muchos cristianos consideran esta experiencia en la vida de Cristo como si hubiera sido una batalla común entre dos reyes, y no consideran que tenga nada que ver con sus vidas y caracteres, por lo que esta maravillosa victoria les resulta de poco interés para ellos. Sus mentes están confundidas por los ardides del enemigo, y no se dan cuenta que ese mismo ser que afligió a Cristo en el desierto tratando de quebrantar su integridad, será su adversario hasta el fin del tiempo. Aunque no pudo vencer a Cristo, su poder no se ha debilitado con relación al ser humano y todos están expuestos personalmente a las mismas tentaciones a las que Cristo venció. Sin embargo todos pueden recibir la fortaleza necesaria para vencer si la solicitan en el nombre todopoderoso del gran Conquistador. El hecho de que Cristo ganó una extraordinaria victoria en beneficio del ser humano, no lo hace a cada individuo victorioso. Cada uno debe ganar personalmente una victoria sobre las tentaciones satánicas (Confrontation, pp. 63, 64).


Mantener la integridad
Lunes 31 de mayo

¿Cómo pudo José dar tal ejemplo de firmeza de carácter, rectitud y sabiduría? En sus primeros años había seguido el deber antes que su inclinación; y la integridad, la confianza sencilla y la disposición noble del joven fructificaron en las acciones del hombre. Una vida sencilla y pura había favorecido el desarrollo vigoroso de las facultades tanto físicas como intelectuales. La comunión con Dios mediante sus obras y la contemplación de las grandes verdades confiadas a los herederos de la fe habían elevado y ennoblecido su naturaleza espiritual al ampliar y fortalecer su mente como ningún otro estudio pudo haberlo hecho. La atención fiel al deber en toda posición, desde la más baja hasta la más elevada, había educado todas sus facultades para el más alto servicio. El que vive de acuerdo con la voluntad del Creador adquiere con ello el desarrollo más positivo y noble de su carácter (Conflicto y valor, p. 77).

...David solo tenía seiscientos hombres en su compañía, en tanto que Saúl avanzaba contra él con un ejército de tres mil. En una cueva retirada el hijo de Isaí y sus hombres esperaban la dirección de Dios acerca de lo que habían de hacer. Mientras Saúl se abría paso montaña arriba, se desvió, y entró solo en la caverna misma donde David y su grupo estaban escondidos. Cuando los hombres de David vieron esto, le instaron a que diera muerte a Saúl. Interpretaban ellos el hecho de que el rey estaba ahora en su poder, como una evidencia segura de que Dios mismo había entregado al enemigo en sus manos, para que lo mataran. David estuvo tentado a mirar así el asunto; pero la voz de la conciencia le habló, diciéndole: 'No toques al ungido de Jehová" (Patriarcas y profetas, pp. 717, 718).

La conducta de David puso de manifiesto que tenía un Soberano a quien obedecía. No podía permitir que sus pasiones naturales lo vencieran, pues sabía que el que se enseñorea de su espíritu, es más fuerte que el que toma una ciudad. Si hubiese sido guiado y controlado por sentimientos humanos, habría razonado que el Señor había colocado a su enemigo bajo su poder a fin de que pudiera matarlo y para que se apoderara del gobierno de Israel. La mente de Saúl estaba en tal condición que no se respetaba su autoridad, y el pueblo se estaba volviendo irreligioso y corrompido. Con todo, el hecho de que Saúl hubiese sido elegido divinamente como rey de Israel lo mantenía a salvo, pues David servía concienzudamente a Dios y en ninguna forma hubiera hecho daño al ungido de Jehová (Comentario bíblico adventista, tomo 2, p. 1015).

Un carácter fuerte, simétrico, bien equilibrado, es el resultado de un fiel cumplimiento del deber. José tenía un carácter íntegro; fue fiel en lo poco y finalmente le fueron confiados los intereses de una nación. Daniel es otro ejemplo de integridad; era tan fiel que ni aun sus enemigos fueron capaces de encontrar una falta en el cumplimiento de sus deberes. Dijeron: "No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios" (Daniel 6:5). El secreto de la fortaleza de Daniel puede hallarse en su consciente atención de las cosas a las que el mundo considera sin importancia. Oraba y agradecía a su Dios tres veces al día, sin dejar de atender los deberes hacia su rey terrenal. Un carácter simétrico presta atención tanto a las cosas que parecen más importantes como a las que otros desprecian por considerarlas menores (Signs of the Times, 25 de mayo, 1891).


Integridad en nuestra vida espiritual
Martes 1 de junio

En la medida en que vaciamos el templo de nuestra alma de suficiencia propia, de independencia y de exaltación, llegamos a comprender lo que Dios debe hacer en nosotros para purificar el cuerpo, la mente y el espíritu. Entonces se revelará el poder divino; la verdad iluminará la mente y santificará el espíritu, produciendo conversiones genuinas a la verdad bíblica.

¿Quién tiene el valor de señalar con su propio dedo a sus ídolos acariciados y de abrir la puerta a Jesús para que purifique su templo expulsando a los compradores y vendedores? ¿Quién está preparado para permitirle a él limpiar su alma de todo lo que la corrompe y la mancha? El blanco es: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mateo 5:48). Dios desea que hombres y mujeres vacíen sus corazones del yo a fin de que su Espíritu no tenga la entrada obstruida, sino que pueda trabajar en ellos hasta que cada uno pueda decir con las palabras del apóstol "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí" (Gálatas 2:20).

Todo el ser debe tener hambre y sed de justicia y desear acercarse a Dios para estar en perfecta armonía con su voluntad. Entonces la dureza y la frialdad del corazón serán transformadas por la gracia, el amor y el poder divinos; el yo dejará de ser un obstáculo y Dios será glorificado (Bible Training School, 1ª de octubre, 1910).

"Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios" (Efesios 3:17-19). Es el privilegio y el deber de cada hijo de Dios obtener, día tras día, una experiencia viviente en las cosas de Dios. Al estar conectados con Cristo y tener su Espíritu y su mente, cooperaremos con él en llevar al mundo el mensaje del amor de Dios hacia la raza humana; en decirle a todos que Cristo es nuestro abogado, que está sentado en el trono rodeado del arco de la promesa, y que está esperando para manifestarles su gracia. No nos detendremos en esta obra a pesar de que requiera abnegación y sacrificios, porque al contemplar al autor y consumador de nuestra fe, seguiremos su ejemplo de negación de sí mismo por amor (Signs of the Times, 16 de enero, 1907).


Integridad sexual
Miércoles 2 de junio

Sostenemos una relación sumamente solemne unos con otros. Nuestra influencia se ejerce siempre ya sea en favor o en contra de la salvación de las almas. O juntamos con Cristo, o desparramamos. Debemos caminar con humildad y andar derechos, no sea que apartemos a otros de la senda recta.

Deberíamos mantener la más estricta castidad en pensamiento, palabra y conducta. Recordemos que Dios despliega nuestros pecados secretos a la luz de su rostro. Hay pensamientos y sentimientos sugeridos y fomentados por Satanás que molestan aun a los mejores hombres; pero si no se los alberga, si se los rechaza por odiosos, el alma no se contamina con la culpa y nadie recibe la mancha de su influencia. ¡Oh, si cada uno de nosotros fuera un sabor de vida para vida para los que nos rodean! (Mente, carácter y personalidad, tomo 2, p. 447).

Los peligros morales a los cuales están expuestos todos, tanto ancianos como jóvenes, están creciendo cada día. Satanás está haciendo esfuerzos soberanos para envolver personas casadas, niños y jóvenes, en prácticas impuras. Sus tentaciones hallan aceptación en muchos corazones porque no han sido elevados, purificados, refinados y ennoblecidos por la sagrada verdad que ellos profesan creer. No pocos han sido bajos y viles en pensamiento, y triviales en la manera de hablar y de conducirse, de modo que cuando vienen las tentaciones de Satanás no tienen poder moral para resistirlas y caen como fácil presa…

Debemos alarmarnos si no recordamos constantemente el temor de Dios. Necesitamos temer si hay quienes se apartan del Dios viviente, porque él solo es nuestra fuerza y fortaleza, a la cual podemos correr y ser salvos cuando el enemigo nos asalte con sus tentaciones (En lugares celestiales, p. 199).

La sensualidad es el pecado de la época. Pero la religión de Jesucristo ejercerá los límites del control sobre toda especie de libertad ilegal; las facultades morales frenarán todo mal pensamiento, palabra y acción. El engaño no se hallará en los labios de un verdadero cristiano. No le dará cabida ni a un solo pensamiento impuro, ni proferirá una palabra que se acerque a la sensualidad, ni una acción que tenga la mínima apariencia de mal.

Los sentidos deben custodiarse. El alma en la cual Jesús habita desarrollará una verdadera grandeza. El alma inteligente que tiene respeto hacia todos los mandamientos de Dios dirá a las pasiones del corazón, por medio de la gracia de Cristo, mientras señala a la gran norma moral de justicia de Dios: "Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante: y aquí parará el orgullo de tus olas". La gracia de Cristo será como una muralla de fuego alrededor del alma (El ministerio médico, pp. 186, 187).


Practiquemos lo que creemos
Jueves 3 de junio

El médico debe enseñar a sus pacientes que han de cooperar con Dios en la obra de restauración. El médico se da cuenta, cada vez más, que la enfermedad resulta del pecado. Sabe que las leyes de la naturaleza son tan ciertamente divinas como los preceptos del Decálogo, y que solo por la obediencia a ellas puede recuperarse o conservarse la salud. El ve que muchos sufren los resultados de sus hábitos perjudiciales cuando podrían recobrar la salud si hiciesen lo que está a su alcance para su restablecimiento. Es necesario enseñarles que todo hábito que destruye las energías físicas, mentales o espirituales, es pecado, y que la salud se consigue por la obediencia a las leyes que Dios estableció para bien del género humano (El ministerio de curación, pp. 76, 77).

La luz que Dios ha dado acerca de la reforma pro salud es para nuestra salvación y la salvación del mundo. Hombres y mujeres debieran ser informados respecto de la habitación humana, preparada por nuestro Creador como su lugar de morada, y de la cual quiere que seamos fieles mayordomos... Nuestros cuerpos están hechos maravillosamente, y el Señor requiere que los mantengamos en orden. Todos estamos bajo la obligación de mantener la estructura humana en una condición saludable e íntegra, para que cada músculo y cada órgano pueda utilizarse para el servicio de Dios... Dios, quien formó la maravillosa estructura del cuerpo, tomará especial cuidado para mantenerla en orden, si los hombres colaboran, en lugar de trabajar contra él (Nuestra elevada vocación, p. 269).

Al enseñar los principios que rigen la salud, téngase presente el gran objeto de la reforma, que es obtener el mayor desenvolvimiento del cuerpo, la mente y el espíritu. Demuéstrese que las leyes de la naturaleza, por ser leyes de Dios, fueron establecidas para nuestro bien; que la obediencia a ellas favorece la felicidad en esta vida, y contribuye a preparar para la vida futura.

Indúzcase a la gente a que estudie la manifestación del amor de Dios y de su sabiduría en las obras de la naturaleza. Indúzcasela a que estudie el maravilloso organismo del cuerpo humano y las leyes que lo rigen. Los que disciernen las pruebas del amor de Dios, que entienden algo de la sabiduría y el buen propósito de sus leyes, así como de los resultados de la obediencia, llegarán a considerar sus deberes y obligaciones desde un punto de vista muy diferente. En vez de ver en la observancia de las leyes de la salud un sacrificio y un renunciamiento, la tendrán por lo que es en realidad: un inapreciable beneficio (El ministerio de curación, p. 105).





Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD" / Notas de Elena G. de White.
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...

Lección 10: Integridad: totalidad y santidad / Edición para Maestros


El sábado enseñaré...

Texto Clave: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros,A)"> el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios". 1 Corintios 6:19, 20.


Enseña a tu clase a:

Saber cuáles son los límites que proporciona la Escritura para nuestra conciencia al sostener una integridad piadosa y la pureza sexual.
Sentir nuestra necesidad de confiar en la gracia y el poder de Dios a fin de escapar de transigir con el mal y degradarnos.
Hacer que honremos a Dios en nuestros cuerpos.


Bosquejo de la Lección

1. Saber: Como la brújula al polo

A. ¿Cómo podemos tener una conciencia que se aferra firmemente a la integridad? ¿Cómo afrontaron las tentaciones y escaparon del mal Jesús y otros personajes bíblicos?
B. “Escrito está” es el fundamento de nuestras creencias. ¿De qué modo tener una experiencia fresca y permanente con la Palabra de Dios es una salvaguardia para nuestra conciencia?

2. Sentir: Gracia para huir de la tentación

A. Uno puede llegar a comprometerse en etapas tan sencillas que pueden ser difíciles de detectar a menos que mantengamos nuestros ojos llenos con la visión de Dios para nosotros. ¿Cómo podemos estar llenos de la plenitud de Dios?
B. ¿Cómo podemos ofrecer a Dios nuestras voluntades, de modo que su voluntad pueda operar en nuestras vidas?

3. Hacer: Nuestro cuerpo, un templo

A. Siendo que nuestros cuerpos no nos pertenecen porque fueron comprados por un elevado precio, ¿cómo honramos a Dios en nuestros cuerpos?
B. ¿Cómo honramos a Dios con nuestra sexualidad?
C. ¿Cómo honramos a Dios con otras elecciones en nuestro estilo de vida?

Resumen: Las leyes de Dios que regulan las prácticas saludables de un estilo de vida están diseñadas para proteger nuestra pureza sexual y mental. Seguir estas leyes ayuda a condicionar nuestros cuerpos y mentes para el pensamiento claro y la comunión con Dios.


CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Una vida de integridad fomenta una salud total.


PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Enfatiza en la clase que la meta del estudio de esta semana es comprender el impacto de la integridad sobre la salud.

Cuando Dios creó a los seres humanos, unió el espíritu y el polvo de la tierra para formar la vida. Por naturaleza fuimos creados como seres físicos, espirituales, emocionales y mentales. Todo lo que afecta un aspecto afecta también los otros. Los que aspiran a tener buena salud física no pueden lograr el beneficio máximo de sus esfuerzos si ignoran lo mental y lo espiritual. Igual de cierto es que aquellos que valoran la integridad espiritual deben prestar cuidadosa atención a lo físico. La integridad moral, el sentido de vivir una vida correcta, tiene un tremendo impacto sobre todo aspecto de la salud.

Actividad: Use titulares de noticias recientes para comenzar la discusión acerca de la integridad. Este análisis puede involucrar la integridad moral, la estructural o ambas. Lo siguiente son ejemplos de la clase de cosas que podemos buscar en los titulares actuales: 1) El colapso de un puente carretero; 2) las fatalidades producidas en un terremoto por construcciones defectuosas hechas por contratistas fraudulentos.


PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Pequeñas grietas pueden conducir a grandes desastres en las construcciones. Grandes puertas se abren con bisagras pequeñas; pero hay un problema grande si ellas fallan. Planes complejos de defensa nacional pueden verse comprometidos por un espía. Cuidar las cosas pequeñas es importante para mantener la integridad.

Comentario de la Biblia

I. Jesús y la integridad (Repasa, con tu clase, Mat. 4:1-11).

Satanás le ofreció a Jesús buenas razones para hacer cosas malas: 1) demuestra que tú eres el Hijo de Dios; 2) dale a Dios la oportunidad de demostrar su poder salvándote; y 3) evita los problemas y el dolor de salvar al mundo aceptando este camino más fácil. Sin embargo, cada oferta requería que Jesús comprometiera su integridad. Aun cuando Satanás cubrió de azúcar la oferta citando las Escrituras, Jesús no mordió el anzuelo. Jesús pudo haber cedido excusando su fracaso por el hambre o alguna otra cosa. A menudo tendemos a excusar nuestras limitaciones.

También tendemos a excusar nuestras fallas morales, echando la culpa a otros o a circunstancias específicas: “si papá no me hubiese tratado de ese modo”, o “crecí en un gueto, e hice lo que todos estaban haciendo”, o “nunca habría hecho eso si hubiera estado sobrio”, o “yo no lo hice. Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado”. Si hubo alguna vez una persona que podría haber dado excusas por su falla moral en circunstancias deprimentes, fue José. En lugar de ello vemos en Génesis 39:6 al 12 el registro de un joven que se sobrepuso al rechazo de la familia, al secuestro y a la esclavitud, para dejar a la posteridad un ejemplo brillante de integridad sexual.

Aunque la tentación para hacer lo malo pueda ser fuerte, la tentación más fuerte a menudo es omitir algo bueno. Pablo no confrontó a Pedro porque él hubiera hecho afirmaciones despectivas acerca de los griegos; en cambio, Pedro sencillamente encontró que no era conveniente comer con ellos. Él podría haber excusado su paso en falso por su llamado a predicar a los judíos y decir que Pablo debía trabajar para los griegos. Racionaliza sus actos como quieras, pero al fin del día Pedro había comprometido su integridad al omitir lo bueno. Contrasta este incidente con la historia de Daniel (Dan. 6:1-10). Daniel pudo haber cambiado su vida de oración: orar privadamente durante un mes, o estar muy ocupado durante ese breve período, o salir de viaje para dificultar que lo observaran. Habría sido una breve omisión, no un arreglo permanente. Sin embargo, Daniel rehusó comprometer su testimonio siquiera por un día y estuvo dispuesto a morir por sus convicciones. También él dejó un legado de integridad.

Considera: ¿Por qué Satanás no tuvo éxito en hacer que Jesús cediera? Siendo que nosotros a menudo somos tentados a crear buenas razones para hacer cosas incorrectas, ¿de qué modo el ejemplo de Jesús nos ayuda a discernir los engaños de Satanás? ¿Qué herramientas empleó Jesús para fortalecer su integridad contra el ataque de Satanás? Los colapsos morales y estructurales casi siempre son precedidos por la erosión. Lo que originalmente era sólido gradualmente se debilita por el desgaste diario. ¿De qué modo Jesús se protegió contra esa erosión?


II. Practiquemos lo que creemos (Repasa, con tu clase, Rom. 12:1 y 2).

La integridad del culto cristiano está incrustada en este pasaje. Los cristianos han de presentar sus cuerpos (físicos) a Dios como un sacrificio vivo (espiritual), que es un culto racional (mental). La palabra griega logikén, de la cual en castellano se derivan palabras como lógica, parece bien traducida como “racional”. El pasaje dice apropiadamente: “Por lo tanto, los animo hermanos, por las misericordias de Dios, que ofrezcan sus cuerpos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, lo cual es el culto racional que ustedes le brindan”. La base de Pablo para esta renovación de cuerpo, espíritu y mente es el Cristo viviente cuyo poder es el único que transforma.

Considera: ¿Cómo podría debilitarse nuestro testimonio, si nuestra profesión verbal no está en armonía con las elecciones que hacemos en nuestra vida? ¿Por qué crees que Santiago afirmó que era más importante “hacer” que meramente “oír” la Palabra de Dios? (Ver Sant. 1:22.) ¿Qué puede suceder si nuestro asentimiento mental a la verdad no es complementado por la sumisión física y espiritual a la voluntad de Dios?


PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Usa la siguiente cita del libro Growing Into Wholeness [Crecer en la integridad], de R. Rease y F. Minirth, para estimular una conversación acerca del impacto de la integridad sobre la salud. Concéntrate en cómo el entender la situación difícil del hombre puede guiar nuestro testimonio evangelizador.

Cita: “Bartolo entró a nuestra clínica con varios problemas serios, todos relacionados entre sí, aunque nadie lo sabía al comienzo. Vino por un desorden físico, una úlcera. [...]

“¿Qué había causado la úlcera de Bartolo? Parece que él se estaba preocupando mucho. [...] Y la preocupación, que es una angustia mental o un temor de que algo malo sucederá, a menudo estimula la secreción de un exceso de ácido en el estómago. [...]

“La raíz de toda ésta aflicción era un problema espiritual. Bartolo estaba involucrado en una aventura extramatrimonial, y él era cristiano. [...] No sorprende que estuviera realmente preocupado. Despreciar la voluntad de Dios claramente expresada es un asunto serio. En una persona que tenga algo de conciencia, esta rebelión crea un enorme dolor de culpa espiritual. Y cuando una persona, como Bartolo, rehúsa aceptar el remedio espiritual que Dios ofrece, el resultado será también un dolor emocional, manifestado como ansiedad: ¿Qué me hará Dios? ¿Qué sucederá con mi matrimonio si mi esposa descubre esto? ¿Qué pensarán mis amigos y los miembros de mi iglesia? ¿Cuánto tiempo más puedo mantener en secreto esta aventura? ¿Qué efecto tendrá sobre mis niños el descubrimiento de esto?” (pp. 21,22).

Preguntas de aplicación:

¿De qué manera el problema de Bartolo demuestra que hay un vínculo entre la salud y la integridad? ¿Qué aspectos del ser de Bartolo están afectados? ¿Cómo deberíamos acercarnos a Bartolo para llevarle sanidad completa? ¿En qué áreas necesita ocurrir una curación?


PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Los seres humanos tienen la propensión a seguir sus inclinaciones y tendencias favoritas. Hay personas que oran mucho, pero tienen sobrepeso y nunca hacen ejercicio; personas que tienen excelencia académica, pero que no duermen lo suficiente y siempre están desarreglados; atletas sobresalientes en diversos deportes que no pueden leer dos oraciones consecutivas. Nuestra afirmación de que una vida de integridad fomenta la salud comienza con la premisa de que las facultades físicas, mentales y emocionales/espirituales deben estar integradas. La integridad moral, el sentido de una vida correcta, debe aplicarse a cada área. Aun una lectura superficial de Proverbios sugiere que la glotonería, la pereza, la necedad, el adulterio, la ebriedad y el ateísmo son pecados; y el pecado destruye la buena salud.

Actividad: Dale a cada miembro tres trocitos de plastilina (o plasticina) de diversos colores, que representan las principales áreas de la vida. Pídeles que amasen los trozos para formar una bola. Explica a los miembros que ellos están, metafóricamente, integrando la vida. Pregúntales si alguna área puede ser ignorada si han de gozar de la salud renovada que Dios ofrece. Mientras amasan, anímalos a considerar los cambios de estilo de vida que tienen planes de hacer a fin de alcanzar una salud total e integral.




Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD" / Edición para Maestros.
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010.

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...

miércoles, 26 de mayo de 2010

Lección 9: Temperancia / Comentario de Doug Batchelor



Comentario del Pr. Doug Batchelor.

Director y principal orador del ministerio "Amazing Facts". Desde la Iglesia Central Adventista del Séptimo Día de Sacramento, California, de la cual es su senior pastor.




Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD".
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...

martes, 25 de mayo de 2010

Lección 9: Temperancia / Comentario de Alejandro Bullón



Comentario del Pr. Alejandro Bullón
Nació en Perú, estudió y se graduó de Teología en el Seminario de la Unión Peruana. Trabajó diez años en su país como consejero de jóvenes, y luego fue invitado a continuar el desarrollo de dicho ministerio en el Brasil. Actualmente es evangelista de la
Voz de la Esperanza. Ex secretario de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana de los Adventistas del Séptimo Día, y evangelista para toda América del Sur. Ha escrito varios libros, tales como "Conocer a Jesús es todo", "La crisis existencial", "Tú eres mi vida" y "Vuelve a casa hijo".


Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD".
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...

sábado, 22 de mayo de 2010

Lección 9: Temperancia / Para el 29 de mayo de 2010


Sábado 22 de mayo

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis 9:20-27; Proverbios 20:1; 23:31-35; 1 Corintios 6:19; 10:31; 2 Pedro 1:5-9.

Para Memorizar: “No durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios” (1 Tes. 5:6).

HABÍA SIDO UN JUEZ RESPETADO, pero ahora vivía en la pobreza, víctima del abuso de alcohol. Esta adicción le robó no solo su dignidad sino también a su familia y sus ingresos. Ahora era un vagabundo.

¡Qué trágico fin para lo que había sido una vida próspera y útil!

En 2007, se difundió la trágica noticia de la muerte de una joven por beber ¡demasiada agua!

¿Agua? Sí. En un concurso de radio, ella bebió agua en exceso, y murió más tarde ese día. La autopsia reveló, como única causa, la intoxicación por agua. El agua, aunque es esencial para la vida, puede matar cuando se la toma en exceso.

Esta semana estudiaremos la temperancia en un mundo que considera los excesos como un éxito. Las ilustraciones citadas muestran que las cosas no saludables deben ser evitadas; y las prácticas saludables, usarse con moderación. La moderación es el elemento clave que a menudo falta.

Veamos qué es la verdadera temperancia y por qué el Señor quiere que seamos temperantes.

Un vistazo a la semana: Como seres humanos, hemos sido comprados con la sangre de Jesús. Por ello, tenemos la responsabilidad moral de cuidar de nuestros cuerpos, y la temperancia es un factor clave para cumplir esa responsabilidad.


El primer ebrio de la Biblia
Domingo 23 de mayo

¿Cuál te gustaría que fuera tu legado? Más específicamente, ¿por qué cosa quisieras que te recordaran después de tu muerte? ¿Porque eras rico, popular o políticamente poderoso? ¿Cuáles son las cosas realmente importantes?

En toda la Biblia encontramos personajes que dejaron legados. Algunos muy buenos, algunos muy malos, y algunos con mezcla de bien y de mal.

Consideremos a Noé: probablemente es recordado mejor como el primer evangelista, aunque no tuvo mucho éxito. Predicó durante 120 años, y solamente pudo conseguir como conversos a su familia inmediata.

El concepto que tenía Dios de Noé fue muy positivo. En medio del mal y la iniquidad del mundo antediluviano, “Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Gén. 6:8).

¿De qué modo encontró Noé el favor de Dios? ¿Por qué? Gén. 6:9, 22.

A pesar de la fidelidad y la obediencia de Noé, y de que hizo todo lo que Dios le pidió, hay otro incidente que también fue registrado para nosotros. Lee Génesis 9:20 al 27. ¿Qué lecciones podemos encontrar en esta sórdida historia?

Noé alcanzó notoriedad por ser el primer ebrio nombrado en la Biblia. Cuán triste es que un hombre que hizo tanto bien para el Señor, que llevó tanta responsabilidad, y que fue tan altamente considerado, cayera como él cayó.

La mente es el canal para gran parte de la comunicación, y debe mantenerse libre de toxinas que puedan nublar el razonamiento y el juicio. La experiencia de Noé es una advertencia y un ejemplo, ya que aun los “mejores” entre nosotros, aun los más fuertes y fieles, no son inmunes a la tentación y hasta al pecado directo. Beber habría sido suficientemente malo, pero Noé se emborrachó. Si Noé pudo caer de ese modo, debemos cuidarnos para que no nos ocurra lo mismo.

¿Conoces a algún respetado líder de la iglesia que haya caído de una manera u otra? Siempre duele cuando alguien a quien admiramos tropieza, cae y nos chasquea. ¿Cómo podemos aprender a extender las promesas de gracia aun a aquellos que realmente no la merecen?


El alcohol hoy
Lunes 24 de mayo

En la primera década del siglo XXI, el alcohol ha estado implicado en casi 1.800.000 muertes por año; es decir, un 3,2 por ciento del total de muertes en el mundo entero. La cantidad de alcohol consumido está creciendo firmemente. El beber mucho (de cuatro a cinco bebidas sucesivas en los hombres, y de tres a cuatro tragos en las mujeres) está creciendo en forma alarmante entre los adolescentes y los adultos jóvenes, y parece no disminuir. El alcohol produce borrachera, intoxicación, dependencia (adicción) y otros efectos químicos sobre el cuerpo.

¿Qué instrucción hay en la Biblia que habla en contra del alcohol? Juec. 13:2-8; Prov. 20:1; 23:31-35; Isa. 5:11; Efe. 5:18.

Es interesante el hecho de que mucho antes de que la ciencia hablara sobre los efectos negativos del alcohol sobre el feto (síndrome de alcoholismo fetal), la madre de Sansón fue advertida de no beber alcohol durante su embarazo. Salomón también amonesta contra los efectos del vino y la cerveza. Él describe cómo el alcohol cambia la conducta, y esto conduce a lamentaciones. Isaías, en forma gráfica, describe cómo se conducen inapropiadamente los sacerdotes cuando están intoxicados, advertencias ya dadas por otros escritores bíblicos. Pablo también tiene advertencias con respecto al alcohol.

Las descripciones bíblicas del consumo del alcohol revelan conductas indeseables y advierten contra ellas.

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8). El uso del alcohol es una de las mayores trampas del diablo. A lo largo de los siglos, millones de vidas han sido arruinadas por el uso de esta droga peligrosa, que es un veneno tanto para el cuerpo como para la mente. Cuánto mejor para nosotros y nuestros amados sería evitar completamente esta peligrosa trampa, sin ceder nunca.

Todos conocemos personas cuyas vidas han sido dañadas por el alcohol, ya sea por haberlo usado o porque lo usaron otros. ¿Por qué correr el riesgo uno mismo? ¿Qué pasos puedes dar para ayudarte a no comenzar este peligroso sendero, que promete únicamente tristeza y dolor?


“Pero ¿acaso el alcohol no es bueno para el corazón?”
Martes 25 de mayo

Desde 1970, se debate acerca de los beneficios del vino y el alcohol sobre la salud del corazón. La prensa científica y la popular publicaron estudios hechos en Francia sobre el tema. En años recientes, nuevos datos de esa población y estudios adicionales arrojan dudas sobre esta teoría, fomentada por los intereses creados de la industria licorera. Algunos feligreses preguntan si su salud estará sufriendo por no beber alcohol en forma regular.

No hay beneficios reales del alcohol para los jóvenes, ni tampoco para la salud cardiovascular en la población de edad mediana, según lo indican publicaciones científicas recientes.

En los estudios que mostraban beneficios aparentes, algunas personas que habían sido bebedoras de alcohol y fueron incluidas en los grupos de control (no bebedores) habían dejado de beber por problemas de salud relacionados con el alcohol. Estos grupos de control tenían una salud peor que los bebedores. Nuevos análisis de los datos no mostraron ningún beneficio en la salud de los bebedores moderados, comparados con los no bebedores. Los estudios mostraron que los bebedores moderados, que parecían mejorar su salud, diferían de otros modos del grupo de control, porque tenían mejores dietas, hacían ejercicio, tenían mejor situación económica y mejor acceso al cuidado de la salud. Este conjunto de factores está asociado con mejor salud y longevidad. Los beneficios no se debían al consumo moderado sino a otras prácticas del estilo de vida.

Qué bendición es tener un mensaje de salud que nos advirtió de los estragos producidos por estos venenos aun antes de que los epidemiólogos lo hicieran. Es engañoso buscar un beneficio de salud inexistente a cambio de graves daños que produce el alcohol, como impedimento de las habilidades motoras y el juicio, traumas, violencia, accidentes, violencia doméstica, cirrosis, cáncer, adicciones y aun demencia.

Aun un poco de alcohol afecta las funciones neurológicas y puede producir dependencia del alcohol. Lo peor es que el alcohol perjudica nuestra capacidad de hacer buenas decisiones y de responder al Espíritu Santo.

Lee 1 Corintios 10:31. ¿Cómo puede aplicarse esto al tema en estudio? ¿Cómo puedes aplicar este principio a tu vida? ¿Qué cambios necesitas hacer a fin de cumplir mejor lo que la Biblia dice?


Temperancia en todas las cosas
Miércoles 26 de mayo

“Temperancia”, a veces, parece ser una palabra anticuada, y la igualamos con movimientos u organizaciones que promueven la abstinencia de alcohol y de tabaco. Casi se evita mencionar la palabra en nuestra época sofisticada.

Algunos piensan que es más fácil no hablar acerca de la temperancia. Pero, mientras dejamos de instruir a los miembros respecto de la temperancia, algunos en nuestra iglesia están siendo vencidos por cosas que antes eran solo problemas “del mundo”.

Lee 2 Pedro 1:5 al 9. ¿Cómo deben aplicarse estas palabras a todas las áreas de nuestras vidas, y específicamente a los hábitos de salud? ¿Cómo podemos hacerlas una realidad para nosotros mismos?

La temperancia es mucho más que no fumar cigarrillos, no usar drogas ilegales, no beber alcohol, ni siquiera café, té o bebidas gaseosas. Es que aun las cosas buenas, cuando se toman en exceso, pueden causar problemas.

¿Cuáles son tus hábitos de trabajo? ¿Trabajas horas razonables? ¿Hay tiempo para Dios, la familia, la recreación, hacer ejercicio físico y el servicio a otros?

¿Cuánto tiempo pasas durmiendo, o trabajas todo el tiempo? Por otro lado, ¿duermes demasiado? Demasiado sueño o muy poco sueño pueden tener efectos negativos sobre la salud.

¿Qué pasa con tu dieta? Tal vez no comes cerdo o ni siquiera carnes limpias, pero ¿comes tanto que apenas puedes levantarte cuando terminas?

Sabemos que la luz solar es buena para nosotros, pero demasiado sol puede ser un agente causante de cáncer. El ejercicio también es importante. Muchos no hacen suficiente ejercicio, mientras que demasiado puede hacer daño al cuerpo. Aun la sexualidad, aunque es un don de Dios, puede ser llevada al exceso, con efectos secundarios negativos.

Elena de White captó la esencia de la verdadera temperancia con esta afirmación: “La verdadera temperancia nos enseña a abstenernos por completo de todo lo perjudicial y a usar cuerdamente lo que es saludable” (PP 605).

Considera todas las áreas de tu vida. ¿Cuán temperante eres? ¿En qué áreas necesitas cambiar? ¿Estás sufriendo efectos negativos por prácticas equivocadas? ¿Por qué no buscar ayuda para hacer los cambios necesarios?


Comprados por precio
Jueves 27 de mayo

La filosofía de muchos es que el cuerpo nos pertenece y, por lo tanto, podemos hacer con él lo que queramos. Algunos justifican este enfoque aún más con el argumento de que eso no daña a nadie sino a sí mismos. Pero esta clase de razonamiento es equivocada.

¿En qué formas la intemperancia de otros te ha dañado a ti o a algún conocido? O ¿cómo podrían tus actos de intemperancia herir a otros?

La Biblia habla del cuerpo como una morada. Esta no es solo para nuestro propio beneficio, nuestros pensamientos, planes y actos, sino que nuestros cuerpos son templos de Dios. ¡Qué privilegio y responsabilidad! A veces cuidamos más las casas en que vivimos que nuestros propios cuerpos.

¿Por qué debemos cuidar nuestros cuerpos? ¿Qué indican los siguientes textos en respuesta a esta importante pregunta? ¿Por qué estos textos tienen sentido únicamente si Dios nos creó, a diferencia de ser el resultado casual de fuerzas cósmicas sin propósito? Juan 2:19-21; 1 Cor. 6:19, 20.

Jesús se refirió a su cuerpo como a un templo. Pablo enfatizó este tema y lo amplió más al indicar: “No sois vuestros [...]. Habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo” (1 Cor. 6:19, 20).

¡Qué precio se pagó por nuestra redención! Solo cuando contemplamos la Cruz, y lo que ocurrió allí, podemos comenzar a comprender nuestro valor ante Dios. Esto solo debe ayudarnos a comprender la gran responsabilidad que tenemos de cuidarnos, no solo en cuanto a lo espiritual sino también desde el punto de vista físico.

Dios permitió que la sangre de Jesús fuera derramada para redimirnos. No nos pertenecemos; hemos sido redimidos, y pertenecemos a Dios y le debemos todo lo que somos, incluyendo una mayordomía fiel en el uso de nuestros cuerpos.

Medita algo más acerca de la Cruz y de lo que Jesús hizo por nosotros. ¿Por qué debería eso motivarnos en todo lo que hacemos? Si realmente crees que Cristo murió por tus pecados para que puedas tener la vida eterna, ¿no debería eso ocupar el centro de tu vida? ¿De qué modo esta maravillosa verdad te motiva a cuidar mejor el templo de tu cuerpo?


Para Estudiar y Meditar
Viernes 28 de mayo

Lee “La obra en pro de los intemperantes”, en El ministerio de curación, páginas 127 a 137.

A pesar del creciente problema de la obesidad en muchas partes del mundo, la glotonería es estimulada y aceptada. La diabetes del Tipo 2 está llegando a ser un problema por causa de la dieta, la obesidad y la falta de ejercicio; y afecta incluso a adolescentes. La adicción a actividades de Internet y pornografía ha favorecido innumerables casos de violencia y abuso sexual. El tabaco sigue siendo la mayor causa de muertes evitables en todo el mundo: cinco millones de personas por año. Hay advertencias en las cajetillas de cigarrillos, pero muchos no les hacen caso. La información no es preventiva si no actuamos basados en ella.

Dios ha dado, por medio de diversas fuentes, orientación consistente en cuanto a cómo estar sanos, felices y santos. Benditos seremos si seguimos el consejo siguiente: “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados” (2 Crón. 20:20).

“Hay pocos que comprenden como debieran todo lo que sus hábitos de vida tienen que ver con su salud, su carácter, su utilidad en este mundo y su destino eterno. El apetito siempre debiera estar subordinado a las facultades morales e intelectuales. El cuerpo debiera ser siervo de la mente, y no la mente del cuerpo” (CN 374).

Preguntas Para Dialogar:

1. Considera la cita que figura arriba, que se refiere al apetito, el cuerpo y la mente. ¿Qué significa esto en términos prácticos?

2. ¿De qué modo la sociedad en la que vives impulsa actitudes relacionadas con la temperancia? ¿Estimula la temperancia o promueve actitudes que muestran la temperancia como algo anticuado? ¿Por qué es importante darse cuenta de estas influencias y, si es necesario, cómo puedes aprender a ayudar a otros, especialmente a los jóvenes, a persuadirse de esto?

3. Si es posible, pide que un experto en salud hable a la clase acerca del equilibrio correcto en aspectos tales como la dieta, el ejercicio físico, el sueño y la luz solar.

4. Algunas personas creen que si un poco es bueno, mucho es mejor. Por ejemplo, un poco de sal es buena para el cuerpo, entonces mucha sal debe ser aún mejor. ¿Qué está mal en esta manera de pensar?

- Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escriba sus comentarios y consideraciones sobre el estudio al pie de esta entrada.




Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD" / Edición para Adultos.
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...

Lección 9: Temperancia / Notas de Elena G. de White


Temperancia
Sábado 22 de mayo

El mundo había llegado a ser tan corrupto debido a la complacencia del apetito y las bajas pasiones en los días de Noé, que Dios destruyó a sus habitantes con las aguas del diluvio. A medida que los hombres se multiplicaron nuevamente sobre la tierra, la complacencia del vino, llevada hasta la embriaguez, pervirtió los sentidos y preparó el camino para el comer carne en exceso y el fortalecimiento de las pasiones animales. Los hombres se levantaron contra el Dios del cielo, y sus facultades y oportunidades se consagraron para glorificarse a sí mismos antes que honrar a su Creador (La temperancia, p. 85).

Daniel y sus compañeros no solamente se negaron a beber del vino del rey sino también de los manjares de su mesa. Es una lección que haremos bien en considerar; los peligros no provienen de la escasez sino de la abundancia; somos constantemente tentados a caer en los excesos. Por eso, aquellos que desean preservar sus energías para brindar un servicio aceptable a Dios deben observar estricta temperancia en lo que abunda y total abstinencia en lo que daña o degrada (Signs of the Times, 2 de marzo, 1882).


El primer ebrio de la Biblia
Domingo 23 de mayo

El mundo no es más favorable hoy para el desarrollo del carácter cristiano que en los días de Noé. Entonces se había extendido tanto la impiedad, que Dios dijo: "Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová... Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé" (Génesis 6:7-9). Sí, en medio de esa era degenerada, Noé era un placer para su Creador.

Estamos viviendo en los últimos días de la historia de esta tierra, en una era de pecado y corrupción, y como Noé hemos de vivir de tal manera que seamos un placer para Dios al manifestar las alabanzas de Aquel "que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Pedro 2:9). En la oración que Cristo elevó a su Padre antes de su crucifixión, dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17: 15) (Mensajes selectos, tomo 1, p. 105).

Noé permaneció firme como una roca en medio de la tempestad. Toda clase de impiedad y corrupción moral lo circundaba; pero en medio del desprecio y el ridículo popular, en medio de la desobediencia e impiedad universal, Noé se destacaba por su santa integridad y su fidelidad inquebrantable. Mientras el mundo que lo rodeaba ignoraba a Dios y gozaba con toda clase de perversión extravagante que lo condujo a la violencia y a crímenes de toda especie, el fiel predicador de justicia comunicó a esa generación que un diluvio de agua inundaría la tierra a causa de la tremenda maldad de sus habitantes. Los invitó a creer en Dios y a arrepentirse, y a encontrar refugio en el arca.

El mensaje que predicaba era una viva realidad para Noé. En medio de las burlas y de las chanzas del mundo, fue un testigo inflexible de Dios. Su humildad y su justicia contrastaban claramente con los crímenes repugnantes, las intrigas y la violencia que se practicaba continuamente a su alrededor. Poder acompañaba sus palabras; porque era la voz de Dios a través de su siervo. El vínculo con Dios lo fortaleció con el vigor del poder infinito mientras que por ciento veinte años su solemne voz de advertencia vibró en los oídos de aquella generación con respecto a eventos que, según el juicio de la sabiduría humana, parecían imposibles.

Algunos hombres fueron profundamente convencidos, y hubieran atendido a las palabras de advertencia; pero fueron tantos los que levantaron su voz de chanza y de ridículo, que ellos participaron del mismo espíritu, resistieron las invitaciones de la misericordia, rehusaron reformarse, y muy pronto estuvieron entre los burladores más audaces y desafiantes; pues no hay hombres más temerarios, ni que lleguen a tales extremos en el pecado, como los que alguna vez participaron de la luz pero resistieron al Espíritu de Dios... Cuán sencilla y semejante a la de un niño fue la fe de Noé, en medio de la incredulidad y de las burlas del mundo... Brindó al mundo un ejemplo de lo que es creer exactamente lo que Dios dijo (Reflejemos a Jesús, p. 314).


El alcohol hoy
Lunes 24 de mayo

Dios tenía una obra importante para el niño prometido a Manoa, y con el fin de obtener para él las cualidades necesarias para esta obra, los hábitos de la madre y del niño iban a ser muy cuidadosamente regidos. "No beberá vino ni sidra" fue la instrucción dada por el ángel a la esposa de Manoa, "y no comerá cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé" (Jueces 13:14). El niño será afectado para bien o para mal por los hábitos de la madre. Ella misma tiene que ser dominada por los buenos principios, y debe observar las leyes de la temperancia y el dominio propio, si quiere asegurar el bienestar de su hijo.

Las palabras dirigidas a la esposa de Manoa contienen una verdad que las madres de hoy harán bien en estudiar. Al hablar a esta madre, el Señor habló a todas las madres ansiosas y afligidas de aquel tiempo, y a todas las madres de las generaciones sucesivas. Sí, cada madre puede comprender su deber. Puede saber que el carácter de sus hijos dependerá más de sus hábitos anteriores a su nacimiento y de sus esfuerzos personales después del nacimiento, que de las ventajas o desventajas exteriores.

"Se guardará" (Jueces 13:13), dijo el ángel. Estése lista para resistir la tentación. Sus apetitos y pasiones deben ser dominados por los buenos principios. De toda madre se debe poder decir "Se guardará". Hay algo que ella debe rehuir, algo contra 10 cual tiene que obrar, si quiere cumplir el propósito que Dios tenía al darle un hijo (Consejos sobre el régimen alimenticio, pp. 256, 257).

Hay una lección para los padres en las instrucciones dadas a la esposa de Manoa y a Zacarías, el padre de Juan el Bautista. El ángel del Señor presentó las nuevas de que Manoa se convertiría en el padre de un hijo que había de liberar a Israel; y en respuesta a la ansiosa pregunta: "¿Cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?" el ángel dio instrucciones especiales para la madre: "No beberá vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé". El niño será afectado, para bien o para mal por los hábitos de la madre. Ella misma debe ser gobernada por principios, y debe practicar la temperancia, moderación y abnegación, si quiere procurar el bienestar de su hijo.

Y los padres, tanto como las madres, están incluidos en esta responsabilidad. Ambos padres transmiten a sus hijos sus características propias, mentales y físicas, sus inclinaciones y apetitos. Como resultado de la intemperancia paternal, con frecuencia les falta a los hijos vigor físico y poder mental y moral. Los que beben licores y son aficionados al tabaco, transmiten su propio apetito insaciable, su sangre enardecida y sus nervios irritados, como un legado para sus descendientes. Y los hijos tienen menos poder para resistir la tentación que el que tuvieron sus padres; cada generación se hunde más que la precedente (La temperancia, pp. 238, 239).


"Pero, ¿acaso el alcohol no es bueno para el corazón?"
Martes 25 de mayo

Los hijos de Aarón tomaron fuego común, que Dios no aceptaba, y ofrecieron un insulto al Dios infinito presentando este fuego extraño delante de él. Dios los consumió con fuego por su desprecio deliberado de sus expresas indicaciones. Todas sus obras eran como la ofrenda de Caín. No se representaba en ellas al divino Salvador. Si esos hijos de Aarón hubiesen tenido el dominio completo de sus facultades pensantes, habrían discernido la diferencia entre el fuego común y el sagrado. La complacencia del apetito rebajó sus facultades y oscureció de tal forma su intelecto que se extinguió su facultad de discernimiento. Comprendían plenamente el carácter sagrado del servicio simbólico y la terrible solemnidad y responsabilidad que pesaba sobre ellos al presentarse delante de Dios para ministrar en el servicio sagrado.

Algunos podrán preguntar: ¿Cómo podían los hijos de Aarón ser tenidos por responsables cuando sus intelectos estaban tan paralizados por la embriaguez que no podían discernir la diferencia entre el fuego sagrado y el común? En el momento de llevar la copa a sus labios se hicieron responsables por todos los actos que cometiesen bajo la influencia del vino. La complacencia del apetito les costó la vida a esos sacerdotes. Dios prohibió expresamente el uso del vino que influyera en la obnubilación del intelecto.

"Y Jehová habló a Aarón, diciendo: Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés".

Aquí tenemos las clarísimas indicaciones de Dios, y sus razones para la prohibición del uso del vino; para que su facultad de discriminación y de discernimiento fuese clara, y no confusa en manera alguna; para que su juicio fuese correcto, y pudiesen siempre discernir entre lo limpio y lo inmundo. Se da también otra razón de suma importancia por la cual debían abstenerse de todo lo que pudiese embriagar. Se requería el pleno uso de la razón despejada para presentar a los hijos de Israel todos los estatutos que Dios les había hablado (La temperancia, pp. 39, 40).

El caso de los hijos de Aarón ha sido registrado para beneficio del pueblo de Dios, y debería enseñar a los que especialmente se están preparando para la segunda venida de Cristo, que la complacencia de un apetito depravado destruye la sensibilidad del alma, y afecta tanto a los poderes de raciocinio que Dios ha dado al hombre, que las cosas espirituales y santas pierden su carácter sagrado. La desobediencia parece placentera en vez de excesivamente pecaminosa (Conflicto y valor, p. 101).

...En el alimento, en el vestido, en el trabajo, en las horas de descanso, en el ejercicio sano, debemos ser regulados por el conocimiento que es nuestro deber obtener, para que podamos, a través del esfuerzo ferviente, colocarnos en la debida relación con la vida y la salud (Nuestra elevada vocación, p. 71).


Temperancia en todas las cosas
Miércoles 26 de mayo

La vida es un regalo de Dios. Se nos han dado nuestros cuerpos para que los empleemos en el servicio del Señor, y él desea que los cuidemos y les tengamos aprecio. Poseemos facultades físicas y mentales. Nuestros impulsos y pasiones tienen su asiento en el cuerpo, y por lo tanto no debemos hacer nada que contamine esta posesión que se nos ha confiado. Debemos mantener nuestros cuerpos en la mejor condición física posible, y bajo una constante influencia espiritual para que podamos utilizar nuestros talentos de la mejor manera (Léase 1 Corintios 6: 19, 20).

El uso equivocado del cuerpo acorta el período de vida que Dios ha asignado para que lo utilicemos en su servicio. Cuando nos permitimos el cultivo de hábitos equivocados, nos acostamos a altas horas de la noche, y satisfacemos las demandas del apetito a expensas de la salud, colocamos los fundamentos de nuestra debilidad. Desequilibramos el sistema nervioso cuando descuidamos el ejercicio físico o recargamos de trabajo la mente o el cuerpo. Los que acortan sus vidas de este modo y no hacen caso de las leyes naturales, son culpables de robarle a Dios. No tenemos derecho de descuidar el cuerpo, la mente, o las fuerzas, ni de abusar de estos dones que deberían utilizarse para ofrecer a Dios un servicio consagrado.

Todos deberían poseer un conocimiento inteligente de la constitución humana, con el fin de mantener sus cuerpos en las mejores condiciones para realizar la obra del Señor. Los que se atreven a formar hábitos que debilitan las energías nerviosas y disminuyen el vigor de la mente o el cuerpo, se vuelven ineficientes para el trabajo que Dios les ha pedido que hagan. Por otra parte, una vida pura y saludable es apta para el perfeccionamiento del carácter cristiano y para el desarrollo de sus facultades mentales y físicas.

La ley de la temperancia debe controlar la vida de cada cristiano. En todos nuestros pensamientos debemos tener presente a Dios; siempre se debe mantener en alto su gloria. Necesitamos desembarazarnos de toda influencia que pudiera mantener nuestros pensamientos cautivos y alejarnos de Dios. Tenemos ante Dios la sagrada obligación de gobernar nuestros cuerpos y controlar nuestros apetitos y pasiones de tal manera que no nos aparten de la pureza y la santidad ni alejen nuestras mentes de la obra que Dios requiere de nosotros (Léase Romanos 12:1) (Consejos sobre la salud, pp. 41, 42).

¿Qué habría acontecido si Daniel y sus compañeros hubieran transigido con los funcionarios paganos y hubieran cedido a la presión de la oportunidad, comiendo y bebiendo como era usual para los babilonios? Este solo abandono de los principios habría debilitado su sentido de lo justo y su aborrecimiento de lo erróneo. La complacencia del apetito habría envuelto el sacrificio del vigor físico, la claridad del intelecto, y el poder espiritual. Un paso falso habría conducido probablemente a otros, hasta que, al cortarse su vinculación con el cielo, habrían sido arrastrados por la tentación.

Dios ha dicho: "Honraré a los que me honran" (1 Samuel 2:30). Mientras Daniel se aferró a su Dios con inconmovible confianza, el espíritu del poder profético vino sobre él. Mientras era instruido por los hombres en los deberes de la corte, Dios le enseñaba a leer los misterios de las edades futuras, y a presentar a las generaciones del porvenir por medio de símbolos y símiles, los maravillosos acontecimientos que habrían de suceder en los últimos días (La temperancia, p. 137).


Comprados por precio
Jueves 27 de mayo

El apóstol ruega a sus hermanos que consagren sus cuerpos a Dios... Cuando llevamos una conducta que disminuye nuestro vigor mental y físico en la comida, la bebida o en cualquiera de nuestros hábitos, deshonramos a Dios porque le robamos los servicios que reclama de nosotros. Cuando complacemos el apetito a expensas de la salud, o complacemos hábitos que disminuyen nuestra vitalidad y vigor mental, no podemos tener una elevada apreciación de la expiación y una estimación correcta de las cosas eternas.

Cuando nuestras mentes están nubladas y parcialmente paralizadas por la enfermedad, somos vencidos fácilmente por las tentaciones de Satanás. La ingestión de comidas malsanas para complacer el apetito tiende directamente a desequilibrar la circulación de la sangre y a debilitar el sistema nervioso, y el resultado es, entonces, gran falta de paciencia y del afecto verdadero y elevado. La fuerza constitucional, tanto como el todo de las facultades morales y mentales, son debilitados por la complacencia del apetito pervertido...

Todos los tesoros del mundo se hunden en la insignificancia cuando se los compara con el valor de las facultades mentales y morales. Y el ejercicio pleno de esas facultades depende de la salud física. ¡Cuán importante es, pues, que sepamos cómo conservar la salud para que podamos cumplir con nuestro deber hacia Dios y los hombres según sus mandamientos! Las leyes de Dios son claras y distintas. Ninguna incertidumbre nubla una de ellas. Ninguna puede ser malentendida. Los que no pueden discernirlas están obnubilados por malos hábitos que debilitan su intelecto...

Si queremos discernir las obligaciones de la ley de Dios proclamada en el Sinaí, debemos trabajar en armonía con las leyes naturales (En lugares celestiales, p. 193).

...El mundo está entregado a la sensualidad. Abundan los errores y las fábulas. Se han multiplicado las trampas de Satanás para destruir a las almas. Todos los que quieran alcanzar la santidad en el temor de Dios deben aprender las lecciones de temperancia y dominio propio. Las pasiones y los apetitos deben ser mantenidos sujetos a las facultades superiores de la mente. Esta disciplina propia es esencial para la fuerza mental y la percepción espiritual que nos han de habilitar para comprender y practicar las sagradas verdades de la Palabra de Dios. Por esta razón, la temperancia ocupa un lugar en la obra de prepararnos para la segunda venida de Cristo (El Deseado de todas las gentes, p. 76).


Para estudiar y meditar
Viernes 28 de mayo

La Obra en Pro de los Intemperantes / El ministerio de curación, pp. 127-137.


Toda verdadera reforma tiene su lugar en la obra del Evangelio y tiende a elevar al alma a una vida nueva y más noble. La obra de temperancia requiere especialmente la ayuda de los obreros cristianos, quienes deberían atender a esta reforma y hacer de ella una cuestión vital. En todas partes deberían enseñar al pueblo los principios de la verdadera templanza, e invitar a los oyentes a firmar el voto de temperancia. Debe hacerse todo lo posible en beneficio de quienes son esclavos de malos hábitos.

En todas partes hay algo que hacer por las víctimas de la intemperancia. En el seno de las iglesias, de las instituciones religiosas y de los hogares en que se hace profesión cristiana, muchos jóvenes van camino de su ruina. Sus hábitos intemperantes les acarrean enfermedades, y por el afán de obtener dinero para satisfacer sus apetitos pecaminosos caen en prácticas deshonestas. Arruinan su salud y su carácter. Lejos de Dios, desechos de la sociedad, estas pobres almas se sienten sin esperanza para esta vida ni para la venidera. A los padres se les parte el corazón.

Muchos consideran a estos extraviados como casos desesperados; pero Dios no los considera así, pues comprende todas las circunstancias que han hecho de ellos lo que son, y se apiada de ellos. Esta clase de gente requiere ayuda. Jamás, debe dársele lugar a que diga: "Nadie se preocupa de mi alma."

Entre las víctimas de la intemperancia hay representantes de toda clase social y de todas las 128 profesiones. Hombres encumbrados, de gran talento y altas realizaciones, han cedido a sus apetitos hasta que han quedado incapaces de resistir a la tentación. Algunos que en otro tiempo poseían riquezas, han quedado sin familia ni amigos, presos de padecimientos, miseria, enfermedad y degradación. Perdieron el dominio de sí mismos. Si nadie les tiende una mano de auxilio, se hundirán cada vez más. En ellos el exceso no es tan sólo pecado moral, sino enfermedad física.

Muchas veces, al ayudar a los intemperantes, deberíamos primero, conforme a lo que Cristo hizo tantas veces, atender a su condición física. Necesitan alimentos y brebajes sanos y no excitantes, ropa limpia y facilidades para asegurar la limpieza del cuerpo. Necesitan que se les rodee de influencias sanas, cristianas y enaltecedoras. En cada ciudad debería haber un lugar donde los esclavos del vicio hallaran ayuda para romper las cadenas que los aprisionan. Para muchos las bebidas alcohólicas son el único solaz en la aflicción; pero tal no sucedería si, en vez de desempeñar el papel del sacerdote y del levita, los cristianos de profesión siguieran el ejemplo del buen samaritano.

Al tratar con las víctimas de la intemperancia debemos recordar que no son hombres cuerdos, sino que de momento están bajo el poder de un demonio. Hay que ser pacientes y tolerantes con ellos. No os fijéis en su exterior repulsivo; antes acordaos de la preciosa vida por cuya redención Cristo murió. Al despertar el borracho a la conciencia de su degradación, haced cuanto os sea posible por demostrarle que sois amigos suyos. No pronunciéis una sola palabra de censura. No le manifestéis reproche ni aversión por vuestros actos o miradas. Muy probable es que esa pobre alma se maldice ya a sí misma. Ayudadle a levantarse. Decidle palabras que le alienten a tener fe. Procurad fortalecer todo buen rasgo de su carácter. Enseñadle a tender las manos al cielo. Mostradle que le es posible llevar una vida que le gane el respeto de sus semejantes. 129 Ayudadle a ver el valor de los talentos que Dios le ha dado, pero que él descuidó de acrecentar.

Aunque la voluntad esté depravada y débil, hay para ese hombre esperanza en Cristo, quien despertará en su corazón impulsos superiores y deseos más santos. Alentadle a que mantenga firme la esperanza que le ofrece el Evangelio. Abrid la Biblia ante el tentado que lucha, y leedle una y otra vez las promesas de Dios, que serán para él como hojas del árbol de la vida. Seguid esforzándoos con paciencia, hasta que con gozo agradecido la temblorosa mano se aferre a la esperanza de redención por Cristo.

Debéis seguir interesándoos por aquellos a quienes queráis ayudar. De lo contrario, nunca alcanzaréis la victoria. Siempre los tentará el mal. Una y otra vez se sentirán casi vencidos por la sed de bebidas embriagantes; puede que caigan y vuelvan a caer; pero no cejéis por ello en vuestros esfuerzos.

Resolvieron hacer el esfuerzo de vivir para Cristo; pero debilitóse su fuerza de voluntad, y, por tanto, deben guardarlos cuidadosamente los que velan por las almas como quienes han de dar cuenta. Perdieron su dignidad humana, y la han de recuperar. Muchos han de luchar con potentes tendencias hereditarias al mal. Al nacer heredaron deseos contrarios a la naturaleza e impulsos sensuales, y hay que prevenirlos cuidadosamente contra ellos. Por dentro y por fuera, el bien y el mal porfían por la supremacía. Quienes no han pasado jamás por semejantes experiencias no pueden conocer la fuerza casi invencible de los apetitos ni lo recio del conflicto entre los hábitos de satisfacerlos y la resolución de ser templados en todo. Hay que volver a batallar repetidamente.

Muchos de los atraídos a Cristo carecerán de valor moral para proseguir la lucha contra los apetitos y pasiones. Pero el obrero no debe desalentarse por ello. ¿Recaen tan sólo los sacados de los profundos abismos? 130

Recordad que no trabajáis solos. Los ángeles comparten el servicio de los sinceros hijos de Dios. Y Cristo es el restaurador. El gran Médico se pone al lado de sus fieles obreros, diciendo al alma arrepentida: "Hijo, tus pecados te son perdonados." (S. Marcos 2:5.)

- Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escriba sus comentarios y consideraciones sobre el estudio al pie de esta entrada.





Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD" / Notas de Elena G. de White.
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010

Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin

+ Leer más...




Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escribir sus comentarios y consideraciones sobre dicho estudio al pie de cada entrada.