El sábado enseñaré...
Texto Clave: "...ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas". Hechos 17:25.
Enseña a tu clase a:
Saber comparar y contrastar la importancia del aire puro con la importancia de respirar espiritualmente la atmósfera del cielo.
Sentir el honor y la responsabilidad de respirar el aliento divino de la vida momento tras momento.
Hacer que respiremos profundamente, no solo el buen aire de Dios, sino también las frescas brisas celestiales que vienen de una comunión con él.
Bosquejo de la Lección
1. Saber: Aire celestial
A. La vitalidad impartida a la sangre, que proviene del aire fresco y puro, es equivalente a la vitalidad impartida a nuestra salud espiritual mediante la respiración de la atmósfera del cielo. ¿Qué beneficios puedes enumerar para ambas actividades? ¿Cuáles son los pasos para obtener estos beneficios?
B. ¿Qué factores en nuestro medioambiente producen aire fresco y cuáles ponen en riesgo nuestro suministro de aire?
2. Sentir: El aliento de Dios en nosotros
A. Cada respiración que inhalamos tiene como antecedente el aliento que Dios sopló en la nariz de Adán. ¿Qué reacción se despierta en nuestros corazones hacia Dios al reconocer nuestra deuda con él por cada respiración?
B. ¿Cómo continúa Dios manteniendo nuestra vida diariamente, y cómo podemos asegurarnos de que nos beneficiemos por sus dones?
3. Hacer: Respira profundamente
A. Dios proporciona la atmósfera tanto en esta tierra como en el cielo. ¿Qué debemos hacer para beneficiarnos con sus provisiones?
B. ¿Qué actividades diarias necesitamos practicar a fin de cosechar esos beneficios?
Resumen: Respirar profundamente aire fresco y participar diariamente de la atmósfera del cielo es esencial para nuestra salud física, mental y espiritual.
CICLO DE APRENDIZAJE
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Física y espiritualmente necesitamos un suministro constante de aire fresco para vivir.
PASO 1: ¡Motiva!
Solo para los maestros: Quien casi se ahogó, o le faltó el aire por una caída o un choque deportivo, o escapó del humo de un edificio incendiado puede testificar de la agonía de vivir sin oxígeno y del alivio de respirar nuevamente. La ciencia confirma que el cuerpo necesita una provisión constante de aire. Esto no debería sorprender a los estudiantes de la Biblia, porque Adán era solo una masa de polvo hasta que Dios sopló en su nariz el aire que da vida (Gén. 2:7). Lo que es cierto físicamente es aún más cierto espiritualmente.
No hay vida espiritual sin la presencia constante del Espíritu. En hebreo y en arameo, la palabra traducida como “espíritu”, “viento” y “aliento” es rûaj. La vida no puede existir sin este elemento vital. Consideraremos la necesidad, tanto espiritual como física, de una atmósfera pura.
Actividad inicial: Prueba cuál de los alumnos puede mantenerse sin respirar por más tiempo. Dales la oportunidad de compartir historias personales acerca de luchar por respirar o de vivir en áreas en las cuales el smog (niebla mezclada con humo y polvo) y la calidad del aire eran riesgos persistentes.
Analizar: ¿Qué lecciones espirituales pueden contarnos estas historias acerca de la necesidad de un suministro constante de aire fresco y de nuestra necesidad constante del Espíritu de Dios?
PASO 2: ¡Explora!
Solo para los maestros: Siendo que no requiere más de cinco minutos convencer aun al atleta más sano de que no hay vida sin aire, se podría cuestionar la necesidad de estudiar el tema durante una semana. Sería maravilloso si tomara solo cinco minutos el convencer a otros acerca de la contraparte espiritual. El estudio no solo debería guiarnos a evaluar nuestro deber de respirar el mejor aire físico y espiritual, sino también debería guiarnos a un aprecio más profundo por el Dios que hizo posible la vida.
Comentario de la Biblia
I. La necesidad de aire (Repasa, con tu clase, Gén. 2:7).
Podemos enfocar este tema con el propósito de alentar hábitos de respiración saludables; pero primero recordemos que se requiere la acción de Dios, física y espiritualmente, para proveer el aire que respiramos. Este reconocimiento despierta un profundo aprecio por su amor y cuidado, y nos anima siempre que estamos tentados a dudar de él.
El astrónomo Hugh Ross bosqueja varias condiciones atmosféricas que deben ser muy bien calibradas para que la vida exista, tales como: “23. La relación de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera: si fuera mayor: las funciones avanzadas de la vida sucederían demasiado rápidamente; si fuera menor: las funciones avanzadas de la vida sucederían demasiado lentamente. 24. El nivel de anhídrido carbónico en la atmósfera: si fuera mayor, se desarrollaría un efecto de invernadero descontrolado; si fuera menor: las plantas serían incapaces de mantener una fotosíntesis eficiente. [...] 28. La cantidad de oxígeno en la atmósfera: si fuera mayor, las plantas y los hidratos de carbono se quemarían demasiado fácilmente; si fuera menor, los animales avanzados tendrían demasiado poco para respirar”.–Hugh Ross, The Creator and the Cosmos, p. 141.
Dios calibró la atmósfera de modo que pudiéramos respirar. ¿Cómo podríamos alguna vez dudar de él? ¿Cómo podríamos tomar livianamente nuestro deber de mantener el aire puro para todos y desarrollar hábitos de respiración saludable?
Considera: A la luz del cuidado generoso de Dios al proveer una atmósfera limpia para nosotros, ¿cuál es nuestra responsabilidad de mantener limpio el aire? ¿Qué hábitos podríamos establecer personalmente para asegurar que nuestros cuerpos tomen cantidades adecuadas del aire disponible? ¿Qué responsabilidad tenemos de proveer una atmósfera espiritual limpia en nuestras comunidades?
II. Aire malo, aire bueno (Repasa, con tu clase, Gén. 1:26).
¿Cuál es el deber social y ambiental del cristiano en el siglo XXI? “Calvino también nos estimula a ser buenos mayordomos de la creación de Dios. Aunque Calvino nos pueda decir, de acuerdo con su comprensión de la Biblia, que tenemos el derecho de subyugar la naturaleza y ejercitar el dominio sobre ella, también nos dice que asumamos la responsabilidad por la creación de Dios. La mayordomía de la creación significa que debemos tratar la creación con el mismo cuidado amante con que Jesús lo haría si estuviera en nuestro lugar”.–Tony Campolo, How to Rescue the Earth Without Worshipping Nature [Cómo rescatar la tierra sin adorarla], p. 23. (Compara esto con Rom. 8:19-23.) En otras palabras, los creyentes no pueden actuar como avestruces, escondiendo la cabeza en la arena. Se nos ha llamado a ofrecer mejores métodos y a protestar (si es necesario), para asegurarnos aire limpio. Permitamos que nuestros hábitos estén en armonía con nuestras preocupaciones sobre el ambiente, a diferencia del fumador empedernido que maldice la contaminación producida por las refinerías de petróleo.
Considera: ¿Qué supones que esperaba Dios de Adán y Eva cuando los puso a cargo del planeta Tierra? ¿Qué crees que espera de nosotros hoy, como sus sucesores? Otros, que parecen adorar la naturaleza misma, a veces critican a los cristianos que parecen más preocupados por hacer productos baratos que por ejercer una buena mayordomía del planeta. ¿Es posible que los cristianos unan sus manos con ellos con el propósito de purificar el ambiente, sin aceptar el fundamento espiritual de la teología natural o la adoración de la naturaleza? ¿Qué beneficios y qué peligros podrían estar involucrados?
PASO 3: ¡Aplica!
Solo para los maestros: Si es importante luchar por una calidad de aire saludable en nuestro ambiente físico, y si es importante la disciplina personal para respirar bien, ¿cuán importante debe ser proveer la mejor atmósfera espiritual posible? No debemos olvidar que, de acuerdo con Pablo (Rom. 8, etc.), es el Espíritu Santo, “el aliento de Dios”, el único que nos da vitalidad espiritual. ¿Cómo relacionamos lo que aprendimos acerca del oxígeno, el nitrógeno, el monóxido de carbono y la contaminación con el materialismo, el narcicismo, la pornografía y los medios de comunicación? ¿Tenemos el deber de luchar por una atmósfera espiritual positiva en nuestro mundo así como en la iglesia? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Tenemos el deber personal de recibir el Espíritu Santo en forma constante? Analiza las razones de tus respuestas.
Actividad: De las sugerencias que siguen, elige un proyecto para la clase y analiza de qué manera los creyentes pueden, corporativa e individualmente, mejorar la atmósfera.
Proyecto 1 (atmósfera espiritual): En la oficina se oyen cada día comentarios despreciativos hacia el personal femenino y un lenguaje/humor vulgar y sexual. El jefe parece preferir ignorar el tema antes que tratarlo, aun cuando él no lo aprueba personalmente.
Proyecto 2 (atmósfera espiritual): El proveedor de televisión por cable local ha anunciado que agregará un nuevo canal en tu área. Sabes cómo es ese canal porque lo viste en otra comunidad donde tienes parientes. Se especializa en un humor grosero y dramas sexualmente explícitos.
Proyecto 3 (ambiente físico): Se acaban de anunciar los planes para establecer una nueva fábrica. La compañía tiene un registro ambiental muy pobre y ha dañado seriamente la calidad del aire en varias ciudades en las que opera. La prensa local ha suprimido esa noticia porque el proyecto proveerá puestos de trabajo muy necesarios en una economía deprimida.
Proyecto 4 (atmósfera espiritual): Tú tienes hijos que se portan bien, pero parecen no tener interés en las cosas espirituales. Ves pocas evidencias de que lean la Biblia, excepto para completar tareas escolares, y no hay, aparentemente, una vida de oración.
Proyecto 5 (ambiente físico): Tu cuñado fuma varias cajas de cigarrillos por día. Tu hermana estaba segura de que cambiaría después de casados, pero ahora tienen cuatro niños pequeños en el hogar y él fuma más que nunca. ¿Qué puede hacerse para mejorar la vida de los niños sin que el padre se enoje?
Proyecto 6 (ambiente físico): La ventilación en el cuarto de la pintura (en tu trabajo) es inadecuada. El empleador reconoce el problema, pero afirma que no hará nada por el elevado costo que implicaría solucionarlo. Él teme que no pueda mantenerse competitivo si gasta dinero para remediar esa situación. Algunos operarios denunciaron la situación en el pasado y fueron despedidos.
PASO 4: ¡Crea!
Solo para los maestros: La actividad recomendada es una manera de combinar el énfasis sobre nuestra atmósfera espiritual y física. También proporciona un tiempo social para los miembros de tu clase y sus familias.
Actividad: Mediados de la primavera o del otoño es una buena época para hacer un picnic al aire libre. El beneficio del aire puro es claro, pero la atmósfera de amigos y creyentes hace que el cuadro sea casi perfecto. Durante el picnic analiza la idea de cómo mejorar la atmósfera espiritual en la clase, en el lugar de trabajo, entre los familiares y en el vecindario. ¿Cómo puedes llegar tú a ser un “poco de aire fresco”? Finaliza el picnic con un canto que enfatice las provisiones que Dios nos da en la naturaleza.
Guía de Estudio de la Biblia: "SALUD y SANIDAD" / Edición para Maestros.
Periodo: Trimestre 2 / abril-junio de 2010.
Autor: Alian Handysides, Kathleen Kuntaraf, Peter Landless, Stoy Proctor y Thomas Zirkle (Departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General).
Colaboradores: Cheryl Des Jarlais, Dan Solís, John C. Cress, Elizabeth Lechleitner.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Carlos A. Steger
Traducción: Rolando A. Itin
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