jueves, 30 de diciembre de 2010

Las emociones / Comentarios de la lección 1, para el 1º de enero de 2011 + audios y videos

Comentarios de Doug Batchelor, Alejandro Bullón, Whalter Ruiz. y del Dr. Mario R. Pereyra.

► Comentario
del Pr. Doug Batchelor.



Pr. Doug Batchelor.
Evangelista y autor de varios libros. Director y orador de Amazing Facts, un ministerio global de radio y televisión con base en Sacramento, California. Presentador del programa semanal de televisión Amazing Facts Presents el cual es transmitido tanto por la red de televisión por cable de Estados Unidos como por distintas emisoras de televisión alrededor del mundo. También es anfitrión de un programa de radio de una hora, Bible Answers Live, que es transmitido a través de más de cien estaciones de radio de Estados Unidos y por señal satelital alrededor del mundo. También es el
Senior Pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Sacramento y sus sermones son emitidos por televisión local y satelital en programas como Central Study Hour y Everlasting Gospel.


► Comentario del Pr. Alejandro Bullón



Pr. Alejandro Bullón
Trabajó diez años en su país, Perú, como consejero de jóvenes, y luego fue invitado a continuar el desarrollo de dicho ministerio en el Brasil. Actualmente es evangelista de la
Voz de la Esperanza. Ex secretario de la Asociación Ministerial y evangelista de la División Sudamericana de los Adventistas del Séptimo Día. Ha escrito varios libros, tales como "Conocer a Jesús es todo", "La crisis existencial", "Tú eres mi vida" y "Vuelve a casa hijo".



► Comentario del Dr. Mario R. Pereyra.



Dr. Mario R. Pereyra.
Doctor en Psicología, Psicólogo clínico, terapeuta familiar,
profesor de post grado en la escuela de Psicología Clínica de la Universidad de Montemorelos, NL, México. y profesor visitante en las universidades de Argentina, Chile, Perú, Haití y España. También investigador, escritor y ha sido reconocido con el certificado de "Excellence in Psiychology" otorgado por la American Psychological Association, Washington, EE.UU.



► Comentario del Pr. Whalter Ruiz.



Pr. Whalter Ruiz.
Director de ALSAD (Adventistas Latinos Sirviendo a Dios) Ministries de la iglesia de Loma Linda University Church, California, Estados Unidos







Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escribir sus comentarios y consideraciones sobre dicho estudio al pie de esta entrada.



Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "Jesús Lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Periodo: Trimestre 1 / enero-marzo de 2011
Autor: Dr. Julián Melgosa, es decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Estado de Washington, Estados Unidos. Autor de los libros "Para Adolescentes y Padres", "¡Sin Estrés!" y "Para la Pareja"

Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial: Rolando A. Itin


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sábado, 25 de diciembre de 2010

Las emociones / Lección 1: para el 1º de enero de 2011 + recursos y descargas


Lee Para el Estudio de esta Semana: 2 Samuel 13; Gálatas 5:22; Colosenses 3:12–14; Lucas 19:41-44; Juan 16:20-24.

Para Memorizar: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mat. 11:28).

LAS EMOCIONES FORMAN PARTE de la personalidad humana. Pueden motivar para el bien o para el mal. Y, según las emociones, nos sentimos felices, tristes, temerosos o gozosos.

Las emociones “positivas” producen sentimientos de satisfacción y bienestar; las “negativas” causan dolor y angustia. Las primeras promueven la salud mental; las segundas, problemas de conducta y de relación. Las emociones son importantes para nuestro bienestar general.

Dios quiere que gocemos de las emociones positivas. Pero, por causa del pecado, afrontamos los efectos adversos de las emociones negativas. Los personajes bíblicos no fueron inmunes a los altibajos emocionales. Algunos tuvieron éxito en controlarlos; otros no pudieron, y las emociones negativas los condujeron a acciones equivocadas.

La relación entre las emociones y la conducta no es clara ni directa. A veces, las emociones dolorosas nos llevan a buscar a Dios como la fuente de ayuda y apoyo. En otras ocasiones, nos llevan a abandonar la fe. Es importante aprender de qué manera nuestras emociones impactan sobre nuestra vida.


EMOCIONES NEGATIVAS
Domingo 26 de diciembre

Lee 2 Samuel 13, un pasaje que está colmado de experiencias emocionales adversas. En medio de la agitación, las personas produjeron mucho dolor físico y emocional. Las consecuencias de su conducta afectaron a toda la familia real, e impactaron aun a generaciones futuras.

► ¿Qué estados emocionales se pueden identificar en los siguientes participantes? Amnón, Tamar, David y Absalón

El “amor” de Amnón por Tamar no pudo ser amor verdadero, sino un fuerte impulso sexual, porque tan pronto como alcanzó su meta “el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado” (vers. 15). La experiencia de Amnón ilustra los extremos de las emociones: pasión sin control (en el contexto de un incesto) y odio. Las acciones realizadas bajo estos estados emocionales casi siempre son desequilibradas y producen consecuencias serias. El “amor” de Amnón se convirtió, casi al instante, en odio. Desdeñó la súplica de su hermana y la echó a la fuerza de su habitación.

Tamar fue la víctima. Ella no accedió a ninguno de los avances de Amnón, algo que lo frustró. Ella sirvió a su hermano, obediencia al rey. Y, cuando las intenciones de Amnón fueron claras, ella hizo lo mejor que pudo para disuadirlo y le señaló las consecuencias devastadoras de ese acto malvado. Decidido a hacer lo que él quería, Amnón no buscó un consejo sabio, sino que siguió con su plan.

Como toda mujer que fue violada o abusada sexualmente, Tamar debió de haberse sentido airada, humillada y usada; seguramente su estima propia se vio afectada. Su hermano Absalón no le ofreció mucho alivio, sino que le aconsejó que se mantuviera en silencio. Sin embargo, Absalón diseñó un plan para matar a Amnón y vengar esa violación. (Además, sacarse de encima a Amnón aumentaba las probabilidades de que pudiera sentarse sobre el trono de Israel.) David, el padre de todos ellos, experimentó ira y dolor por causa de estos acontecimientos.

► ¿En qué situaciones experimentaste odio, tristeza, temor, ira o celos? ¿Cómo manejaste estas emociones? ¿Qué te gustaría haber hecho en forma diferente?


EMOCIONES POSITIVAS
Lunes 27 de diciembre

Los estados emocionales negativos, como el odio, la preocupación excesiva, el temor, la ira y los celos, producen reacciones fisiológicas inmediatas: palpitaciones, músculos tensos, sequedad de la boca, transpiración fría, “mariposas” en el estómago y otras manifestaciones físicas. Una exposición prolongada a estos síntomas se asocia con complicaciones cardíacas y digestivas.

En contraste, los estados emocionales positivos, como la compasión, la bondad, la humildad, la suavidad y la paciencia, se asocian con el bienestar, una visión positiva, y una relación óptima con otros y con Dios. La psicología positiva, una rama de la psicología recientemente desarrollada y ampliamente aceptada, procura promover las emociones positivas con el fin de obtener felicidad y prevenir enfermedades mentales. De hecho, hay evidencias de que abrigar emociones negativas afecta adversamente la salud y la longevidad; en contraste, una visión positiva las promueve. Por eso, cuanto más positivas sean tu visión y tus emociones, mejor será la salud general que gozarás.

► Lee Gálatas 5:22. ¿De qué modo el fruto del Espíritu marca una diferencia en la forma de experimentar la vida?

► Lee Colosenses 3:12 al 14. ¿Cuál es la emoción positiva más notable según Pablo? ¿Qué significa “vestíos” en este pasaje? ¿Cuáles son las consecuencias cuando se pone en práctica este pasaje?

El amor es más que una emoción: es la emoción suprema. Dios es amor, y su plan es que sus hijos experimenten el amor mutuo; él quiere que conozcamos lo que significa el amor de Dios y el ser amados por él. El amor trae consigo un conjunto de otros sentimientos y emociones positivos que pueden ser traducidos en conductas muy deseables.

► ¿De qué manera tu estado emocional impacta en tus acciones? ¿Por qué es valioso no tomar decisiones importantes en medio de emociones, sean estas positivas o negativas?


MANIFESTACIONES EMOCIONALES DE JESÚS: Parte I
Martes 28 de diciembre

En Marcos 8:1 al 3, la “compasión” fue el motivador que condujo a Jesús a hacer un plan para alimentar a la multitud. Ninguno había pensado en las necesidades de esta gente, que había comido poco o nada durante tres días. Jesús observó que algunos habían viajado desde lejos; y él sabía que podían desvanecerse si los enviaba a casa sin comer nada.

► Además de cuidar de la alimentación de las multitudes, ¿qué otros actos realizó Jesús por compasión? Mar. 1:40, 41; 6:34.

En general, se trataba a los leprosos con desdén. No había otra enfermedad o condición que produjera más terror y lástima que la lepra. Las personas afectadas por esta enfermedad visible no podían realizar ningún acto social y a menudo eran forzadas a vivir en un lugar apartado. Siempre que otras personas se acercaban, estaban obligados a gritar: “¡Inmundo! ¡Inmundo!” con el fin de advertir a las personas que se alejaran y evitaran la infección. Jesús sintió compasión por este hombre, y lo curó instantáneamente. Lo envió con instrucciones de no decirlo a nadie. Pero el hombre sanado no podía guardar para sí este maravilloso acto de amor, y comenzó a compartirlo con todos.

Jesús sintió compasión no solo cuando las personas tenían necesidades físicas básicas, sino también cuando no tenían liderazgo, dirección o metas. De este modo, antes de proveer alimentos para ellos, notó sus necesidades espirituales profundas y les enseñó acerca del Reino de Dios.

La compasión de Cristo puede verse también en Marcos 9:36, donde Jesús enfatizó el toque físico personal. Él sostuvo a los niños, y les mostró amor y afecto. También tocó a personas enfermas, para comunicarles el divino poder sanador.

En el encuentro con el joven rico (Mar. 10:21, 22), Jesús lo amó, aunque el joven no siguió las instrucciones del Maestro. En un instante, ambos hombres experimentaron emociones profundas: amor (Jesús) y tristeza (el joven rico).

► ¿Cuáles son las formas en que expresas compasión? Es decir, una cosa es sentir compasión (la mayor parte de las personas la sienten), pero otra es expresarla con hechos concretos. ¿Cómo podrías, mediante palabras y hechos, revelar mejor la compasión que sientes por los que sufren?


MANIFESTACIONES EMOCIONALES DE JESÚS: Parte 2
Miércoles 29 de diciembre

Lee Lucas 19:41 al 44. ¿Por qué Jesús derramó lágrimas sobre Jerusalén? Sin duda, fue por la tristeza que sentía al mirar el futuro y ver la suerte de Jerusalén. También sentía tristeza por los habitantes de la ciudad que lo habían rechazado. “Las lágrimas de Jesús sobre el monte, cuando contemplaba la ciudad de su amor y cuidado, rodeado de la alegría y los hosannas de millares, fueron las últimas súplicas del amor rechazado y de la compasión” (3 SP 20).

En los evangelios se registran dos ocasiones en los que Jesús lloró. La gente generalmente llora por sí mismas; pero, en estas ocasiones, la tristeza de Jesús procedía de un profundo sentimiento por otros.

► ¿Cuáles son algunas emociones dolorosas que experimentó Jesús? Ver Mat. 26:37, 38; Mar. 3:5; 8:12; Juan 11:32-38; Mar. 11:15, 16. ¿Cuál fue la causa de las emociones que experimentó?

El comienzo de Isaías 53 confirma que Jesús fue un hombre de dolores. Aunque experimentó momentos de gozo, también sintió dolores emocionales intensos. Muchos de los sufrimientos del Señor fueron por sentimientos de impotencia cuando sus seguidores no captaban su mensaje. A pesar del gran amor de Jesús y de sus milagros, muchos no comprendieron que Jesús era el Mesías. Jesús también sufría cuando observaba los resultados del pecado en la humanidad.

Los eventos que rodearon la muerte de Lázaro le causaron también gran tristeza. Juan dice que Jesús se estremeció en espíritu (Juan 11:33). Esta es una traducción de la palabra griega que indica una muy fuerte exhibición de angustia emocional, acompañada por un sonido audible de la garganta y la nariz. El dramaturgo griego Esquilo (525-456 a.C.) usa esa palabra para describir el resoplido de los caballos. La palabra se usa cinco veces en el Nuevo Testamento; cuatro de ellas describen la emoción de Jesús.

► Contemplar las experiencias emocionales de Jesús nos ayuda a comprender cuánto se identifica con nuestra angustia emocional. Considera este texto: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades” (Heb. 4:15). ¿De qué modo este texto nos lleva a un vínculo más estrecho con Jesús, especialmente en tiempos de sufrimiento?


EL PLAN DE DIOS PARA LAS EMOCIONES DOLOROSAS
Jueves 30 de diciembre

► Lee Juan 16:20 al 24. ¿Cuál es la promesa de Jesús con respecto al dolor y la pena?

Este pasaje ofrece gran esperanza a todo el que experimente dolor físico o psicológico. Aquí hay algunas cosas que podemos aprender de este texto:

*El mundo parece estar lleno de gozo. A menudo, el creyente mira a su alrededor y se le recuerda que la vida no es justa. La gente malvada parece disfrutar, mientras que muchos dedicados a Dios están sufriendo. Pero Jesús nos asegura que esto no continuará para siempre. Además, las apariencias a menudo engañan. En la actualidad, tendemos a considerar que los demás son más felices y de mayor éxito que nosotros.

*El dolor, la pena y la angustia se volverán en gozo. Este es el centro de la promesa de Jesús. Los creyentes deben atesorar la idea de que la tristeza no solo pasará, sino también dará lugar al gozo.

*Los dolores pasados serán olvidados. Los recuerdos del pasado desagradable a menudo producen mucha tensión. Muchos psicoterapeutas se esfuerzan por quitar los efectos del pasado en la vida actual de sus pacientes. Jesús nos asegura que, así como una mujer da a luz y se olvida del dolor al ver al recién nacido, sus seguidores un día olvidarán los dolores del pasado.

*Ninguno nos quitará nuestro gozo. El tipo de gozo que ofrece Jesús no es el mismo que conocemos ahora. Jesús nos ofrece felicidad total, una condición eterna que ningún enemigo puede quitarles a los salvados.

*No habrá más necesidades. Jesús afirma que los justos ya no pedirán nada. No necesitarán hacer pedidos ni súplicas a Jesús, porque todas sus necesidades habrán sido satisfechas.

► ¿Cómo puedes aferrarte a la promesa de que tu tristeza se volverá en gozo? ¿De qué modo esta seguridad te ayuda a pasar por las adversidades de la vida? ¿Cómo podrías usar las promesas de Jesús para animar a alguien que tiene una gran pena?


PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Viernes 31 de diciembre

“Mientras los ojos penetrantes de Jesús recorrían el atrio profanado del Templo, todas las miradas estaban instintivamente dirigidas hacia él. Las voces de la gente y el ruido del ganado se silenciaron. Sacerdotes, dirigentes, fariseos y gentiles, todos miraban con mudo asombro y pavor indefinible al Hijo de Dios, que estaba ante ellos con la majestad del Rey del Cielo, cuya divinidad fulguraba a través de su humanidad, y lo investía de una dignidad y de una gloria que nunca antes había exhibido. Un extraño temor cayó sobre la gente. Los que estaban más cerca de Jesús, instintivamente, se alejaron de él todo lo que la multitud les permitía. Con la excepción de unos pocos de sus discípulos, el Salvador estaba solo. Todos los sonidos se acallaron; el profundo silencio parecía intolerable y, cuando los labios firmes y comprimidos de Jesús se abrieron, y su voz salió con tonos de clarín, hubo un suspiro involuntario de alivio de todos los presentes.

“Habló con acento claro y con un poder que hizo que la gente oscilara como si hubiera sido movida por una poderosa tempestad: ‘Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones’. Descendió los escalones y, con mayor autoridad de la que había manifestado tres años antes, con indignación que apagó toda oposición, con tonos que sonaron como de trompeta por todo el Templo, ordenó: ‘Sacad estas cosas de aquí’ ” (SP 3: 23, 24).

► PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿De qué manera describirías las emociones de Jesús tal como se expresaron en la cita anterior? ¿Qué lección podemos aprender de esto, con relación a cuántas emociones, si se las encauza adecuadamente, pueden ser una fuente de bien?

2. ¿De qué modo las emociones negativas pueden ser compensadas con emociones positivas? Considera la experiencia de María Magdalena y de la otra María, que fueron a ver la tumba de Jesús, y salieron “con temor y gran gozo” (Mat. 28:8).

3. Las comunidades judías celebran la fiesta de Purim para recordar el tiempo en que la “tristeza se les cambió en alegría”, y el “luto en día bueno” (Est. 9:22). Analiza con tu clase maneras de asegurarnos que no olvidemos las muchas ocasiones en que nuestra tristeza se cambió en gozo. Comparte, con la clase, ocasiones en que experimentaste este cambio emocional.

4. ¿Cómo podemos aprender a aferrarnos a las promesas de Dios cuando, por el momento, parecen tan distantes e inalcanzables?




► RECURSOS COMPLEMENTARIOS y DESCARGAS:

Lección de Adultos (pdf), haciendo clic aquí.
Notas de Elena G. de White (pdf), haciendo clic aquí.
Edición auxiliar para Maestros (pdf), haciendo clic aquí.
Resumen de Estudio Alternativo / Walla Walla University (pdf), haciendo clic aquí.
Libro Complementario (pdf), haciendo clic aquí.

Lección de Cuna (pdf), haciendo clic aquí.
Lección de Infantes (pdf), haciendo clic aquí.
Lección de Primarios (pdf), haciendo clic aquí.
Lección de Intermediarios (pdf), haciendo clic aquí.
Lección Juvenil / El Universitario (pdf), haciendo clic aquí.

Misionero para Adulto (pdf), haciendo clic aquí.
Misionero para Niños (pdf), haciendo clic aquí.


Mientras estudia la Lección o Guía de Estudio de la Biblia / Escuela Sabática, en Ojo Adventista, lo invitamos -para beneficio de todos- escribir sus comentarios y consideraciones sobre dicho estudio al pie de esta entrada.



Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "Jesús Lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Periodo: Trimestre 1 / enero-marzo de 2011
Autor: Dr. Julián Melgosa, es decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Estado de Washington, Estados Unidos. Autor de los libros "Para Adolescentes y Padres", "¡Sin Estrés!" y "Para la Pareja"

Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial: Rolando A. Itin


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Jesús Lloró: La Biblia y las emociones humanas. Por Julián Melgosa

Introducción a Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática / Enero-Marzo 2011
Como seres humanos, somos los más racionales de todos los seres creados del mundo. Por maravillosos que sean, los perros, las ranas, las orugas y los asnos no tienen nuestra capacidad de razonar.

No obstante, aun con todas nuestras capacidades de lógica y racionalidad, también somos seres emocionales. Se podría alegar, justificadamente, que las emociones rigen nuestra vida más de lo que la razón lo hace, o podría hacerlo.

Las emociones son buenas; sin ellas, apenas seríamos humanos. (¿Qué clase de persona no conoce el amor, la compasión, la simpatía, el temor o la tristeza?) Los robots son capaces de actuar sin emociones; nosotros jamás podríamos hacerlo.

Por supuesto, viviendo en un mundo de pecado, nuestras emociones a menudo nos generan gran dolor. La enfermedad, la guerra, la pobreza, los desastres naturales, la inseguridad económica, los problemas de familia ¿cómo no podrían causar temor, tristeza y pena, que nos son tan familiares?

Consideren, además, ¡las reacciones emocionales que suscitó nuestro mundo en Jesús! “Jesús lloró” (Juan 11:35). “Entonces [Jesús], mirándolos alrededor con enojo” (Mar. 3:5). Jesús dijo: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (Mar. 14:34). “Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió” (Juan 11:33). “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto” (Isa. 53:3).

En Hebreos se expresa bien esta increíble verdad acerca de nuestro Señor: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Heb. 4:15). Esos son los sentimientos de nuestras debilidades y, como todos sabemos, estos pueden ser muy malos.

Tristeza, dolor, pena… no están equivocados, no son pecaminosos. No mostramos falta de fe o de confianza cuando respondemos a los trastornos de la vida con tales emociones. Después de todo, Jesús respondió con emociones.Hoy, estamos separados por miles de años del “árbol de la vida” (Gén. 2:9). Nuestro ADN se ha debilitado. Somos mercadería dañada y, en oposición a los mitos de la evolución, solo estamos empeorando.

No es extraño, entonces, que el pecado también haya cobrado su tributo sobre nuestra salud emocional. Muy a menudo, en vez de controlar nuestras emociones, ellas nos controlan a nosotros, aun hasta el punto de impulsarnos a tomar decisiones radicalmente equivocadas, que nos producen todavía más dolor y pena. Afortunadamente, no siempre debe ser así. El Señor tiene algo mejor para nosotros.

Las lecciones de este trimestre consideran las emociones humanas y nos presentan principios bíblicos acerca de la manera en que podemos comprender nuestras emociones y buscar el poder de Dios para ponerlas bajo su amante soberanía. Consideraremos personajes bíblicos, concentrándonos en sus reacciones emocionales a lo que les sucedía, cosas buenas o malas, y nos haremos esta importante pregunta: ¿Qué podemos aprender de sus experiencias que nos pueda ayudar con las nuestras?

Por supuesto, algunas personas –especialmente aquellos cuyos problemas emocionales son causados por problemas físicos, tales como un desequilibrio químico– necesitan ayuda profesional cuando está disponible, aunque en ninguna situación deberíamos limitar el potencial de Dios de traer salud a la vida de cualquier persona.

Es nuestra oración que las lecciones de este trimestre, en el contexto de comprender nuestras emociones, nos ayuden a buscar al Señor, quien nos ha otorgado la mayor emoción de todas: el amor. Finalmente, sin importar nuestros altibajos emocionales, que podamos aprender a solazarnos en ese amor, especialmente cuando estemos “abajo” y, entonces, que por la gracia de Dios reflejemos ese amor a otros. Porque, al fin, no importa cuáles sean nuestras tristezas, “el amor nunca deja de ser” (1 Cor. 13:8).




Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "Jesús Lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Periodo: Trimestre 1 / enero-marzo de 2011

Autor:
Dr. Julián Melgosa, es decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Estado de Washington, Estados Unidos.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial: Rolando A. Itin


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domingo, 19 de diciembre de 2010

Lección 13: Baruc: Creó un legado en un mundo decadente / Comentario de Doug Batchelor




Comentario del Pr. Doug Batchelor.

Director y principal orador del ministerio "Amazing Facts". Desde la Iglesia Central Adventista del Séptimo Día de Sacramento, California, de la cual es su senior pastor.



Guía de Estudio de la Biblia: "Personajes Secundarios del Antiguo Testamento"

Periodo: Trimestre 4 / octubre-diciembre de 2010
Autor: Gerald y Chantal Klingbeil, junto con sus tres hijas, Hanna, Sarah y Jemima, vivieron en África, Sudamérica, Europa y Asia. Actualmente, Gerald Klingbeil es un editor asociado de la Adventist Review (la Revista Adventista en inglés).
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial: Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial: Rolando A. Itin


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sábado, 18 de diciembre de 2010

Lección 13: Baruc: Creó un legado en un mundo decadente / Para el 25 de diciembre de 2010

Sábado 18 de diciembre

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 53:1-5; Jeremías 7:1-11; 28; 45; Mateo 6:25-34.

Para Memorizar: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isa. 8:20

EL MUNDO EN EL QUE VIVÍA BARUC estaba llegando a su fin. Jerusalén y Judá estaban en sus momentos finales. Asiria, después de dominar el antiguo Cercano Oriente por más de dos siglos, estaba dividida internamente, vivía una guerra civil y perdía el dominio de sus Estados vasallos. Pero, un nuevo superpoder surgía en el horizonte: Babilonia. Por poco tiempo, Judá tuvo un alivio y, bajo el buen rey Josías (640-609 a.C.), la Nación expandió su territorio y renovó la adoración a Dios. Pero, con los rápidos cambios a fines del siglo VII a.C., el tiempo se acababa para Jerusalén. El rey Josías murió en una batalla contra los egipcios (2 Rey. 23:29). Sus hijos, que reinaron después de él, no tenían la misma visión que su padre, y se rebelaron contra Babilonia, un error fatal. Por fin, en 586 a.C., Jerusalén fue tomada, el Templo fue destruido y muchos judíos fueron llevados cautivos.

Baruc vivió en ese tiempo de cambios dramáticos y pérdidas. Sin embargo, aunque su mundo se desmoronaba, él dejó un legado que ningún rey ni ninguna guerra podían destruir.

¿Qué podemos aprender de Baruc, el último personaje secundario de la Biblia que estudiaremos?


EL MUNDO DE BARUC

Domingo 19 de diciembre

El mundo de Baruc fue construido alrededor de ciertas realidades políticas, económicas y religiosas que dominaron su nación en ese tiempo. Políticamente hablando, el país de Judá estaba irritado bajo el yugo de la dominación babilónica. Fuertes corrientes nacionalistas subterráneas afectaban todas las áreas de la sociedad. La gente quería estar libre de Babilonia. Económicamente, las cosas iban bastante bien, por lo menos para un sector de la población que se volvía más rica al explotar a los pobres. Y, por supuesto, estaba el sistema religioso de la antigua Judá, que formaba el fundamento para toda la sociedad.

Lee Jeremías 7:1 al 11. ¿Cuáles eran algunos de los problemas morales y espirituales que se advertía entre la gente? ¿Qué similitudes se podrían establecer con nuestro tiempo hoy? Presta atención al versículo 4. ¿De qué se le hablaba aquí a la gente, y qué lección podemos obtener de esto?

El nombre Baruc significa “uno que es bendecido”. Era un escriba, lo que significaba que era un hombre altamente educado. Parece haber procedido de una familia de escribas y haber tenido las conexiones familiares correctas.

No se dice cómo Baruc fue llevado al servicio del sacerdote y profeta Jeremías. Tal vez fue la sólida conexión de Jeremías con Dios lo que atrajo a Baruc a él. El ideal social, político y económico que predicaba Jeremías estaba firmemente arraigado en la revelación de Dios. Jeremías no tenía miedo de mantenerse firme en favor de la Palabra de Dios, aun cuando se consideraba que era políticamente incorrecto hacerlo. Por medio de sus visiones, Jeremías tuvo percepciones singulares de la debilidad de las estructuras en las que confiaba su sociedad, y fue llamado por el Señor para advertir a la gente acerca del fin que tendrían sus acciones si no cambiaban sus caminos. Tal vez fue su deseo de ser una parte de este cambio lo que condujo a Baruc a su papel especial.

Lee otra vez Jeremías 7:1 al 11. ¿De qué modo se aplican estas palabras a ti, en tu andar con el Señor? ¿Qué aspectos de tu vida necesitan corregirse? ¿En qué “palabras de mentira” podrías estar confiando? ¿Con qué otros dioses podrías estar caminando? ¿Cuán abierto y honesto eres contigo al enfrentar estas preguntas?


EL ESCRIBA DE JEREMÍAS
Lunes 20 de diciembre

El libro de Jeremías provee algunos vistazos del proceso de escritura de la Biblia. Baruc, el escriba de Jeremías, está realmente participando en la transmisión y conservación de la Palabra de Dios. En Jeremías 36:4, Jeremías llama a Baruc, y –mientras el profeta dicta un mensaje para el pueblo– Baruc lo escribe en un rollo de pergamino. Esta es una ilustración excelente de cómo actúa la inspiración. Primero, Dios no asume el control físico del profeta Jeremías y mueve su mano al escribir. Más bien, Dios le da visiones y mensajes a Jeremías. Normalmente, el profeta luego formula el mensaje y lo escribe. En este caso, Jeremías mismo no escribe nada, sino que le dictó a Baruc, quien lo escribe. Baruc también comunica el mensaje en público. Como Jeremías no goza del favor de la Corte, se le ha negado el acceso al Templo, y Baruc lee el mensaje profético en el Templo en un día santo. Baruc nunca pretende estar hablando por sí mismo, o aun por Jeremías; el mensaje viene de Dios.

Lee la historia de Hananías en Jeremías 28. ¿De qué modo este relato exhibe el principio revelado en Isaías 8:20?

El mensaje de Dios no adula a nadie ni lo modifica la opinión pública. No siempre es “políticamente correcto”. El mensaje de Dios tampoco se contradice a sí mismo; las interpretaciones humanas del mensaje pueden ser contradictorias, pero nunca el mensaje mismo.

En Jeremías 28:7 al 9, el profeta se refiere a la unidad de las Escrituras edificada sobre el firme fundamento de las profecías cumplidas. La muerte intempestiva del falso profeta, en este capítulo, refuerza este importante principio.

Dios nos ha dado no solo su Palabra, sino también muy buenas razones para confiar en esa Palabra, aun cuando lleguemos a partes que no comprendemos o secciones que ofenden nuestra sensibilidad. La Biblia no nos salva; Jesús es el que salva. Pero él se ha revelado más completamente en las Escrituras que en ninguna otra parte.

Hay muchas fuerzas en operación para debilitar nuestra confianza en la Palabra de Dios. Identifica algunas de esas fuerzas y pregúntate cómo puedes protegerte de ellas. Después de todo, si dejamos de confiar en los mensajes de la Biblia, ¿qué nos queda para que podamos confiar?


AMBICIONES FRUSTRADAS (Jeremías 36)
Martes 21 de diciembre

Parece que la gente de Judá comienza a comprender la seriedad de la situación. El pueblo se reúne en el Templo para un día de ayuno ante el Señor (Jer. 36:9). Por medio de sus conexiones profesionales con otros escribas, Baruc logra conseguir un buen lugar público, en la ventana de Gemarías, a la entrada del Templo. Allí lee el rollo que le había dictado Jeremías. Luego, oficiales de la corte le piden que se lo lean en privado. Al averiguar de dónde viene el mensaje, deciden llevárselo al Rey. Por un momento, parece que habrá un cambio en Judá.

Para Baruc, este puede ser un momento de esperanza. Si las cosas cambian, tal vez su apoyo a Jeremías valdrá la pena y lo transformará en un hombre importante, y alcanzará un elevado cargo en el Gobierno.

¿Qué significó la reacción del Rey para las esperanzas de Baruc, en un nivel profesional? Ver Jeremías 36.

Los rollos eran de papiro y costosos. Eran copiados a mano, y representaban un recurso escaso y precioso. Este rollo específico era el mensaje de Dios al rey Joacim. El Rey y sus siervos insultaron deliberadamente a Dios al cortar el rollo y quemarlo, lo cual significó la pérdida de muchas horas de arduo trabajo para Baruc.

Baruc, que puede estar esperando una posición honrosa en la corte, se da cuenta de que ha respaldado al jugador “equivocado” y que ya no tiene futuro como escriba en la corte real de Jerusalén. También ha enojado al hombre más poderoso del reino. Aquí hay un caso claro en el que tomar posición a favor de Dios tuvo su costo.

Junto con Jeremías, Baruc ahora es un hombre marcado. Los agentes reales revisan la ciudad, buscando a estos derrotistas. Seguir a Dios no es un sendero para cobardes o para quienes usan a Dios a fin de lograr una buena carrera. Ser mensajeros de Dios está en oposición a una vida motivada por la ambición personal; la voluntad de Dios se desarrolla en nuestras vidas, cualquiera que sea el costo. A veces, ese costo puede ser muy grande.

¿Cuánto te ha costado seguir al Señor? ¿Cuándo fue la última vez que tuviste pérdidas o que sacrificar algo importante porque te mantuviste firme en un principio bíblico o a un mandamiento de Dios? Medita en las implicaciones de tu respuesta, cualquiera sea ella.


¡AY DE MI!
Miércoles 22 de diciembre

El Señor tiene un mensaje especial para Baruc mismo (Jer. 45). Y no es extraño, considerando las circunstancias.
Primero, la referencia al cuarto año de Joacim, en Jeremías 45:1, pone el capítulo 45 después del capítulo 36. Es probable que Jeremías esté en la cárcel, y la perspectiva de un reavivamiento entre los líderes de Judá ya no parece factible. Segundo, el futuro de Baruc, desde una perspectiva terrenal, parece sombrío. Así como afirma Jeremías 45:3, Baruc está teniendo un “día malo”.

Por supuesto, sentirse desanimado, triste o deprimido es algo natural en la vida humana sobre nuestra tierra caída. Hay muchas razones para sentirse así, y uno no debe pensar que está equivocado o que sea pecaminoso sentirse así. Dependiendo de las circunstancias, casi parecería inhumano no tener esos sentimientos. Muchos personajes bíblicos tuvieron sus momentos de desaliento (ver 1 Rey. 19:4; Job 6:2, 3; Sal. 55:4). Nos engañamos si pensamos que escaparemos de ellos.

Lee Isaías 53:1 al 5. ¿Qué clase de sentimientos se describen aquí, y quién es el que los sufre? ¿Qué debería enseñarnos esto?

Lo más importante para nosotros, en momentos de angustia emocional y de tristeza, es recordar que esto no significa que Dios nos abandonó. Significa solamente que, como toda la humanidad caída, sufriremos en esta vida. Si el sufrimiento es por culpa nuestra o no, eso no importa tanto. Lo que importa es que no permitamos que el mal use nuestro sufrimiento y dolor para alejarnos de Dios o amargarnos contra él. Debemos reclamar las promesas de Dios de perdón, de curación, de un futuro mejor y de una nueva vida, en un cielo nuevo y una tierra nueva.

Todos anhelamos que las cosas vayan bien; todos deseamos una existencia mejor, aquí y ahora. Pero, a menudo, dada la naturaleza de nuestro mundo, eso no sucede como nos gustaría que fuera. Por eso, cuán importante es que, en medio de lo que estemos pasando, no olvidemos la gran esperanza de lo que nos aguarda una vez que haya pasado para siempre la horrible experiencia del pecado, el sufrimiento y la muerte.

¿Cuáles son algunas de tus promesas bíblicas favoritas acerca del cielo nuevo y la Tierra Nueva? Léelas, ora sobre ellas y pide al Señor que te dé fe para aferrarte a ellas hasta que vivas en esa patria mejor.


¿QUE HAY EN ESTO PARA MI?
Jueves 23 de diciembre

Lee Jeremías 45. ¿Qué nos enseña este pasaje acerca de Dios? ¿Qué nos revela acerca de Baruc?

Baruc está triste, dolorido y agotado. Baruc ve que sus sueños y la obra de su vida desaparecen como neblina.

El corazón de Dios también está dolorido. Él ha plantado a Israel y velado sobre él. Como un padre que agoniza por un hijo rebelde, el Señor ha advertido y ha suplicado a su pueblo durante más de mil años. El dolor y la tristeza de Baruc son un pálido reflejo de lo que Dios siente. El corazón de Dios también se emociona con nuestras tristezas. Nunca lloramos solos. Quien conoce el “número de nuestros cabellos” se dirige al entristecido escriba, y le da esperanza y ánimo. En el juicio que pronto caería sobre Israel, le conservaría la vida a Baruc. La expresión del versículo 5 (“a ti te daré tu vida por botín”) también se encuentra en otras partes de Jeremías (Jer. 21:9; 38:2; 39:18). Evoca la figura de un soldado que escapa de una batalla con vida.

Paradójicamente, la salvación solo viene por una “derrota”. En la humillación y la aparente derrota de la Cruz, Jesús ganó la victoria. Solo cuando dejamos de pelear y entregamos nuestras vidas, planes y futuro a Dios, podemos encontrar seguridad.

¿Qué semejanzas puedes notar entre Jeremías 45:1 al 5 y Mateo 6:25 al 34?

En Jeremías 45, Dios le recuerda a Baruc lo que realmente es importante. En Mateo 6, Jesús dice que nuestras vidas importan más que las posesiones. A pesar de sus sueños de grandeza, en la crisis, lo que realmente le importaba a Baruc era la vida. Irónicamente, aunque Baruc perdió un gran futuro en el escenario político de Jerusalén por su lealtad a Jeremías, esta conexión realmente le salvó la vida y le dio un legado más grande de lo que pudo soñar.

Hemos buscado este legado en los personajes que aparecen en el Antiguo Testamento entre sombras, que hemos estudiado este trimestre. La mayoría de las personas que conocimos no tenían lugares destacados en su momento, pero fueron registrados en las Escrituras para aprender de ellos, de sus éxitos y de sus fracasos.


PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Viernes 24 de diciembre

“Tomando otro rollo, Jeremías lo dio a Baruc, ‘y escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim rey de Judá; y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes’ (vers. 28, 32). La ira del hombre había procurado suprimir las labores del profeta de Dios; pero, el mismo recurso por medio del cual Joaquim había intentado limitar la influencia del siervo de Jehová, le dio mayor oportunidad de presentar claramente los requerimientos divinos.

“El espíritu de oposición a la reprensión, que condujo a la persecución y el encarcelamiento de Jeremías, existe hoy. Muchos se niegan a escuchar las repetidas amonestaciones, y prefieren escuchar a los falsos maestros que halagan su vanidad y pasan por alto su mal proceder. En el día de aflicción, los tales no tendrán refugio seguro ni ayuda del Cielo. Los siervos escogidos de Dios deben hacer frente, con valor y paciencia, a las pruebas y los sufrimientos que les imponen el oprobio, la negligencia y la calumnia. Deben continuar fielmente la obra que Dios les dio y recordar que, en la antigüedad, los profetas, el Salvador de la humanidad y sus apóstoles sufrieron también insultos y persecución por causa de su Palabra” (PR 322).

Preguntas Para Dialogar:

1. ¿Cómo entiendes la actuación de la inspiración? ¿De qué modo la vida y el ministerio de Elena de White te ayuda a comprender este tema importante?

2. ¿Qué personajes bíblicos vieron distorsionadas sus ambiciones personales porque permanecieron fieles a Dios?

3. En la clase, conversen sobre las cosas a las que han debido renunciar con el fin de mantenerse fieles a Dios. ¿Qué pueden aprender de las historias de unos y de otros? Pregunta si alguien cree que el costo de servir a Dios no valía lo que la persona recibió a cambio.

4. ¿De qué manera respondes cuando eres reprendido por acciones equivocadas? ¿Es más probable que te arrepientas sobre tus rodillas o, diciéndolo figuradamente, eches el reproche al fuego y procures poner en la cárcel al mensajero? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de ti mismo y de aquello que necesitas que cambie?

5. ¿Cómo puedes comprender mejor que, si estamos sufriendo (aun como resultado directo de nuestros pecados), esto no significa que Dios nos ha abandonado? ¿Cómo podemos aprender a aferrarnos a nuestra fe mientras pasamos por un tremendo dolor?



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Guía de Estudio de la Biblia: "Personajes Secundarios del Antiguo Testamento" / Edición para Adultos

Periodo: Trimestre 4 / octubre-diciembre de 2010
Autor: Gerald y Chantal Klingbeil, junto con sus tres hijas, Hanna, Sarah y Jemima, vivieron en África, Sudamérica, Europa y Asia. Actualmente, Gerald Klingbeil es un editor asociado de la Adventist Review (la Revista Adventista en inglés).
Dirección general: Clifford Goldstein
>Dirección editorial: Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial: Rolando A. Itin


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Lección 13: Baruc: Creó un legado en un mundo decadente / Notas de Elena G. de White

Sábado 18 de diciembre

"Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honro­sos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra" (2 Timoteo 2:20, 21).

El Maestro ha dado a cada uno su obra. A cada uno ha dado con­forme a su capacidad...

Que ninguno se queje porque no tiene mayores talentos para emplear en el servicio del Maestro... Id a trabajar con firme paciencia, y haced lo mejor posible, independientemente de lo que hagan otros. "Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Romanos 14:22). Que no sean vuestros pensamientos ni vuestras palabras: "¡Ojalá que tuviera una obra más importante! ¡Ojalá que estuviera en esta o aquella posi­ción!" Cumplid vuestro deber donde estéis. Invertid lo mejor posible los dones que se os ha dado en el lugar donde trabajáis, y así serviréis mejor al Señor... No envidiéis las capacidades de otros, porque eso no aumen­tará vuestra habilidad para hacer una obra mejor o más grande. Emplead vuestro don con humildad, mansedumbre y fe, y esperad hasta el día del ajuste de cuentas, y no tendréis motivo para afligiros o avergonzaros...

No aspiréis a realizar algún gran servicio, cuando no habéis hecho fielmente el deber de hoy. Atended las cosas comunes, negociad con el talento humilde teniendo un solemne sentido de responsabilidad por el empleo debido de cada facultad, cada pensamiento que Dios os ha dado. Dios no pide menos del humilde que del encumbrado; cada uno debe realizar su obra designada con contentamiento, según la medida del don de Cristo...

La iglesia de Dios está compuesta por personas de diferentes capa­cidades. Como vasos de distintas dimensiones se nos ha colocado en la casa del Señor; pero no se espera que los vasos más pequeños conten­gan todo lo que tienen los más grandes. Todo lo que se requiere es que cada vaso esté lleno según su capacidad (A fin de conocerle, p. 331).


EL MUNDO DE BARUC
Domingo 19 de diciembre

Durante los primeros años del reinado de Joacim fueron dadas muchas advertencias referentes a la condenación que se acercaba.

Estaba por cumplirse la palabra que expresara el Señor por los profetas. La potencia asiría que desde el norte había ejercido durante mucho tiempo la supremacía, no iba a gobernar ya las naciones. Por el sur, Egipto en cuyo poder el rey de Judá había puesto en vano su confianza, iba a ser puesto pronto decididamente en jaque. En forma completa­mente inesperada, una nueva potencia mundial, el imperio babilónico, se levantaba hacia el este, y con presteza iba sobrepujando todas las otras naciones.

Dentro de pocos y cortos años el rey de Babilonia iba a ser usado como instrumento de la ira de Dios sobre el impenitente Judá. Una y otra vez Jerusalén iba a quedar rodeada y en ella entrarían los ejércitos sitiadores de Nabucodonosor. Una compañía tras otra, compuestas al principio de poca gente, pero más tarde de millares y decenas de milla­res de cautivos, iban a ser llevadas a la tierra de Sinar, para morar allí en destierro forzoso. Joacim, Joaquín y Sedequías, esos tres reyes judíos iban a ser por turno vasallos del gobernante babilónico, y cada uno a su vez se iba a rebelar. Castigos cada vez más severos iban a ser infligidos a la nación rebelde, hasta que por fin toda la tierra quedase asolada, Jerusalén reducida a ruinas chamuscadas por el fuego, destruido el templo que Salomón había edificado, y el reino de Judá iba a caer para nunca volver a ocupar su puesto anterior entre las naciones de la tierra.

Aquellos tiempos de cambios, tan cargados de peligros para la nación israelita, fueron señalados por muchos mensajes enviados del cielo, por medio de Jeremías. Así fue cómo el Señor dio a los hijos de Judá amplia oportunidad de librarse de las alianzas con que se habían enredado con Egipto, y de evitar la controversia con los gobernantes de Babilonia. A medida que se acercaba el peligro amenazador, enseñó al pueblo por medio de una serie de parábolas en actos, con la esperanza de despertarlos, hacerles sentir su obligación hacia Dios y alentarlos a sostener relaciones amistosas con el gobierno babilónico (Profetas y reyes, pp. 311, 312).

Dios había suplicado a los de Judá que no le provocasen a ira, pero no le habían escuchado. Finalmente pronunció la sentencia con­tra ellos. Iban a ser llevados cautivos a Babilonia. Los caldeos serían empleados como instrumento por medio del cual Dios iba a castigar a su pueblo desobediente. Los sufrimientos de los hombres de Judá iban a ser proporcionales a la luz que habían tenido, y a las amonestaciones que habían despreciado y rechazado. Durante mucho tiempo Dios había demorado sus castigos; pero ahora su desagrado iba a caer sobre ellos, como último esfuerzo para detenerlos en su carrera impía (Profetas y reyes, p. 313).


EL ESCRIBA DE JEREMÍAS
Lunes 20 de diciembre

En vez de inducirlos a la confesión y al arrepentimiento, las pala­bras del profeta despertaron ira en los que ejercían autoridad, y en con­secuencia Jeremías fue privado de la libertad. Encarcelado y puesto en el cepo, el profeta continuó sin embargo comunicando los mensajes del cielo a los que estaban cerca de él. Su voz no podía ser acallada por la persecución. Declaró acerca de la palabra de verdad: "Fue en mi cora­zón como un fuego ardiente metido en mis huesos, trabajé por sufrirlo, y no pude" (Jeremías 20:9).

Fue más o menos en aquel tiempo cuando el Señor ordenó a Jeremías que escribiera los mensajes que deseaba dar a aquellos por cuya salvación se conmovía de continuo su corazón compasivo. El Señor ordenó a su siervo: "Tómate un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las gentes, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy. Quizá oirá la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, para volverse cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado" (Jeremías 36:2, 3). Obedeciendo a esta orden, Jeremías llamó en su auxilio a un amigo fiel, el escriba Baruc, y le dictó "todas las palabras que Jehová le había hablado". Estas palabras se escribieron cuidadosamente en un rollo de pergamino, y constituyeron una solemne reprensión del pecado, una advertencia del resultado segu­ro que- tendría la continua apostasía, y una ferviente súplica a renunciar a todo mal (Profetas y reyes, pp. 318, 319).

Frente a una oposición resuelta, Jeremías abogó firmemente por la política de sumisión. Entre los que querían contradecir el consejo del Señor, se destacaba Hananías, uno de los falsos profetas contra los cuales el pueblo había sido amonestado. Pensando obtener el favor del rey y de la corte real, alzó la voz para protestar y declarar que Dios le había dado palabras de aliento para los judíos [Se cita Jeremías 28:2-4],

En presencia de los sacerdotes y del pueblo, Jeremías les rogó que se sometiesen al rey de Babilonia por el plazo que el Señor había espe­cificado. Citó a los hombres de Judá las profecías de Oseas, Habacuc, Sofonías y otros cuyos mensajes de reprensión y amonestación habían sido similares a los propios. Les recordó acontecimientos que habían sucedido en cumplimiento de profecías relativas a la retribución por el pecado del cual no se habían arrepentido. En lo pasado, los juicios de Dios habían caído sobre los impenitentes en cumplimiento exacto de su propósito tal como había sido revelado por intermedio de sus mensajeros...

El falso profeta había fortalecido la incredulidad del pueblo con respecto a Jeremías y su mensaje. Impíamente se había declarado men­sajero del Señor y había muerto en consecuencia. En el quinto mes del año fue cuando Jeremías profetizó la muerte de Hananías, y en el mes séptimo el cumplimiento de sus palabras demostró la veracidad de ellas.

La agitación causada por las declaraciones de los falsos profetas había hecho a Sedequías sospechoso de traición, y solo una acción pres­ta y decisiva podía permitirle seguir reinando como vasallo (Profetas y reyes, pp. 327-329).

Sin embargo, los que creen en Jesús, deben avanzar constantemen­te en pos de la luz. Tienen que orar diariamente para recibir la luz que mana del Espíritu Santo, para que ella brille sobre las páginas del Libro sagrado, a fin de que puedan comprender las cosas que pertenecen al Espíritu divino. Necesitamos confiar sin reservas en la Palabra de Dios. De otra manera estaremos perdidos. Las palabras de los hombres, por importantes que parezcan, no tienen el poder de hacernos perfectos ni habilitarnos para toda buena obra (Recibiréis poder, p. 106).

La fortaleza de las naciones y los individuos no se funda en las oportunidades ni los elementos que parecen hacerlos invencibles; no se la halla tampoco en su pregonada grandeza; lo único que puede hacer­las grandes o fuertes es el poder y el propósito de Dios. Ellas mismas, mediante su actitud hacia su propósito, deciden su propio destino.

La historia humana relata los logros del hombre, sus victorias en la guerra, su éxito en su propósito de escalar las alturas de la grandeza mundanal. La historia, tal como Dios la ve, presenta al hombre desde el punto de vista del cielo. En los registros divinos todo su mérito consiste en obedecer los requerimientos de Dios. Se anota su desobediencia con toda fidelidad, como merecedora del castigo que seguramente recibirá...

Cientos de años antes que un pueblo haya aparecido sobre el esce­nario, la pluma profética, bajo la dirección del Espíritu Santo, bosqueja su historia...

La voz de Dios, escuchada en las épocas pretéritas, ha resonado siglo tras siglo, a través de generaciones que subieron al escenario y descendieron de él. ¿Hablará Dios, y no se respetará su voz? ¿Qué poder trazó toda esta historia, es a saber, que nación tras nación ocupara su lugar y existiera de acuerdo con la predicción divina, dando testimo­nio inconscientemente de la verdad acerca de la cual nada sabían?...

Dios le ha asignado un lugar a cada hombre en su gran plan. Ya sea mediante la verdad o la mentira, mediante la insensatez o la sabiduría, cada cual está cumpliendo un propósito, cada cual está produciendo ciertos resultados...

A los ojos del mundo, los que sirven a Dios pueden parecer débiles. Aparentemente se pueden estar hundiendo bajo las ondas, pero cuando viene la próxima ola se los ve aparecer de nuevo más cerca de la orilla. "Yo les doy vida eterna —dice nuestro Señor—... nadie las arrebatará de mi mano" (Juan 10:28). Aunque caigan los reyes y las naciones desaparezcan, las almas que por fe se vinculen con los propósitos divinos, vivirán para siempre. "Los entendidos resplandecerán como el resplan­dor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad" (Daniel 12:3) (Cada día con Dios, p. 352).

La conducta de David puso de manifiesto que tenía un Soberano a quien obedecía. No podía permitir que sus pasiones naturales lo ven­cieran, pues sabía que el que se enseñorea de su espíritu, es más fuerte que el que toma una ciudad. Si hubiese sido guiado y controlado por sentimientos humanos, habría razonado que el Señor había colocado a su enemigo bajo su poder a fin de que pudiera matarlo y para que se apoderara del gobierno de Israel. La mente de Saúl estaba en tal condi­ción que no se respetaba su autoridad, y el pueblo se estaba volviendo irreligioso y corrompido. Con todo, el hecho de que Saúl hubiese sido elegido divinamente como rey de Israel lo mantenía a salvo, pues David servía concienzudamente a Dios y en ninguna forma hubiera hecho daño al ungido de Jehová (Comentario bíblico adventista, tomo 2, p. 1015).


AMBICIONES FRUSTRADAS (Jeremías 36)
Martes 21 die diciembre

El profeta Jeremías, obedeciendo los mandamientos de Dios, dictó las palabras que el Señor le había dado a Baruc, su escriba, el cual las escribió en un rollo (vea Jeremías 36:4). Ese mensaje era una reprensión por todos los pecados de Israel y una advertencia de las consecuencias que se seguirían si perseveraban en sus malos caminos. Era un sincero llamamiento para que renunciaran a sus pecados. Después de haberlo escrito, Jeremías, que estaba prisionero, envió a su escriba para que leyera el rollo a todas las personas que había reunido "en la casa de Jehová, el día: del ayuno" (Jeremías 36:6). El profeta dijo: "Quizá llegue la oración de ellos a la presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha expresado Jehová contra este pueblo" (Jeremías 36:7).

El escriba obedeció al profeta y leyó el rollo ante el pueblo de Judá. Pero su tarea no acabó aquí, debía leerlo ante los príncipes, quie­nes escucharon con gran interés. Sus rostros tenían una expresión de temor mientras preguntaban a Baruc al respecto del misterioso escrito. Prometieron referir al rey todo lo que habían oído sobre él y su pueblo, pero aconsejaron al escriba que se escondiera porque temían que el rey rechazaría el testimonio que Dios había dado por medio de Jeremías y querría matar tanto al profeta como a su escriba.

Cuando los príncipes refirieron al rey lo que Baruc había leído, inmediatamente ordenó que trajeran el rollo y se lo leyeran. Pero en lugar de aceptar sus advertencias y temblar ante el peligro que se cernía sobre él y su pueblo, en un arrebato de furia, lo arrojó al fuego, a pesar de que algunos que gozaban de su confianza le habían suplicado que no lo quemara. Cuando la ira de aquel malvado monarca se alzó contra Jeremías y su escriba, ordenó que los aprehendieran inmediatamente; "pero Jehová los escondió" (Jeremías 36:26). Después que el rey hubo quemado el sagrado rollo, la palabra de Dios vino a Jeremías, diciendo: "Vuelve a tomar otro rollo, y escribe en él todas las palabras primeras que estaban en el primer rollo que quemó Joacim rey de Judá. Y dirás a Joacim rey de Judá: Así ha dicho Jehová: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra, y hará que no queden en ella ni hombres ni animales?" (Jeremías 36:28, 29).

El Dios de misericordia advertía al pueblo por su bien. "Quizá", dijo el Creador compasivo, "oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado" (Jeremías 36:3). Dios se apiada de la ceguera y la perversidad del hombre; envía luz a su entendimiento sumido en tinieblas por medio de reprobaciones y amenazas con el fin de que los poderosos se den cuenta de su ignorancia y lamenten sus errores. Hace que los que se complacen en sí mismos se sientan insatisfechos con sus logros y busquen mayores bendiciones con una unión más estrecha con el cielo (Testimonios para la iglesia, tomo 4, pp. 176, 177).

Cristo ha dado a su pueblo mensajes de advertencia para compar­tir con el mundo; al hacerlo, muchos se convencen de la verdad pero comienzan a pensar acerca del sacrificio que significará para ellos obedecerla. La verdad hace una impresión en el corazón y en la con­ciencia. Pero entonces comienzan las especulaciones: ¿Por qué son tan pocos los que creen? ¿Por qué los ministros de la gente educada no la han creído?

Muchos deciden no obedecer la verdad por temor a perder su posi­ción en el mundo y a tener que sufrir muchos inconvenientes al seguir al Salvador. No se dan cuenta que el rechazar la verdad significará su ruina eterna.

Los seres celestiales observan con intenso interés la lucha entre el tentador y los tentados. Es un asunto de vida o muerte el que está en juego. Cristo lo sabe, y por eso, a esas almas que están temblando y en la balanza, les recuerda que deben pasar la prueba de la obediencia o la desobediencia. Les dice: "El que ama su vida —esto es, su buen nom­bre, su reputación, su dinero, sus propiedades, su negocio— la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará" (Juan 12:25). El que aborrece la vida que se vive en transgresión a las leyes de Dios y en cambio ama la vida que acepta los requerimientos divinos, y deja que Dios se haga cargo de las consecuencias, ganará la vida eterna. "Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará" (Juan 12:26) (Review and Herald, 13 de noviembre, 1900).


¡AY DE MI!
Miércoles 22 de diciembre

Aquellos a quienes Dios ha escogido para una obra impor­tante siempre han sido recibidos con desconfianza y sospechas. Antiguamente, cuando Elías fue enviado con un mensaje de Dios al pueblo, no prestaron atención a la advertencia. Pensaron que él era innecesariamente severo. Hasta pensaron que debía haber perdido el juicio porque los denunciaba a ellos, el pueblo favorecido de Dios, como pecadores, y sus delitos como de un carácter tan grave que los jui­cios de Dios se levantarían contra ellos. Satanás y su hueste siempre se han unido contra aquellos que llevan el mensaje de amonestación y que reprenden los pecados. Los no consagrados también se unirán con el adversario de las almas para hacer tan difícil como sea posible el trabajo de los fieles siervos de Dios (Testimonios para la iglesia, tomo 3, p. 289).

Los siervos del Señor han de contar con tener que hacer frente a toda clase de desalientos. Serán probados, no solo por la ira, el menos­precio y la crueldad de los enemigos, sino también por la indolencia, la inconsecuencia, la tibieza y la traición de amigos y ayudantes... Aun algunos de los que parezcan desear que la obra de Dios prospere, debi­litarán las manos de sus siervos oyendo, llevando y creyendo a medias las calumnias, jactancias y amenazas de sus adversarios... En medio de grandes desalientos, Nehemías confió en Dios; y en él está también nuestra defensa. El recuerdo de lo que Dios ha hecho por nosotros resultará un apoyo en todo peligro. "El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará tam­bién con él todas las cosas?" Y "si Dios está por nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros?" Por astutos que sean los planes de Satanás y sus agentes, Dios puede descubrirlos y anular todos sus consejos (Servicio cristiano, p. 297).

... A todos los que tantean para sentir la mano guiadora de Dios, el momento de mayor desaliento es cuando más cerca está la ayuda divina. Mirarán atrás con agradecimiento, a la parte más obscura del camino. "Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos" (2 Pedro 2:9). Salen de toda tentación y prueba con una fe más firme y una experiencia más rica (El Deseado de todas las gentes, p. 487).

Algunas veces sobrevendrán al alma la oscuridad y el desaliento, y amenazarán abrumarnos; pero no deberíamos desechar nuestra con­fianza. Debemos mantener la vista fija en Jesús, haya o no sentimiento. Deberíamos tratar de cumplir fielmente cada deber conocido, y descan­sar luego tranquilamente en las promesas de Dios (Mensajes para los jóvenes, p. 109).


¿QUE HAY EN ESTO PARA MI?
Jueves 23 de diciembre

Quienes piensan que su trabajo no es apreciado y ansían un puesto de mayor responsabilidad, deben considerar que "ni de oriente, ni de occidente, ni del desierto viene el ensalzamiento. Mas Dios es el juez: a éste abate, y a aquél ensalza" (Salmo 75:6, 7). Todo hombre tiene su lugar en el eterno plan del cielo. El que lo ocupemos depende de nuestra fidelidad en colaborar con Dios, Necesitamos desconfiar de la compa­sión propia. Jamás os permitáis sentir que no se os aprecia debidamente ni se tienen en cuenta vuestros esfuerzos, o que vuestro trabajo es demasiado difícil. Toda murmuración sea acallada por el recuerdo de lo que Cristo sufrió por nosotros. Recibimos mejor trato que el que recibió nuestro Señor. "¿Y tú buscas para ti grandezas? No busques" (Jeremías 45:5). El Señor no tiene lugar en su obra para los que sienten mayor deseo de ganar la corona que de llevar la cruz. Necesita hombres que piensen más en cumplir su deber que en recibir la recompensa; hombres más solícitos por los principios que por su propio progreso.

Los que son humildes y desempeñan su trabajo como para Dios, no aparentan quizás tanto como los presuntuosos y bulliciosos; pero su obra es más valiosa. Muchas veces los jactanciosos llaman la atención sobre sí mismos, y se interponen entre el pueblo y Dios, pero su obra fracasa. "Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y ante toda tu pose­sión adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado" (Proverbios 4:7, 8) (El ministerio de curación, p. 378).

No se nos encarga la tarea de exaltarnos a nosotros mismos ni buscar el lugar más elevado en la estimación de otros. No se nos pide tener la prioridad y supremacía en las opiniones y consejos de nuestros hermanos. La tarea que Dios nos pide es ser humildes; es hacer justi­cia, amar misericordia y humillarnos ante nuestro Dios. No debemos promover el orgullo y la autoestima ni pensar que no somos apreciados suficientemente porque no se reconocen nuestras habilidades. Nuestro deber es hacer la tarea encomendada aunque sea humilde y realizarla con fidelidad y ánimo, como haciéndola para el Señor.

Somos la propiedad de Dios. ¿Acaso no estaremos felices realizan­do la tarea que él nos encomiende, confiando en su juicio y aceptando el privilegio de ser colaboradores con él en cualquier parte de su viña? El Señor sabe si somos capaces de realizar un trabajo más importante y abrirá el camino. ¡Cuán agradecidos debiéramos estar de no ser respon­sables de evaluar nuestras propias habilidades y elegir nuestra propia posición! Nuestro deber es ejercitar nuestros talentos y ver la forma de ser aprobados por Dios "como obrero que no tiene de qué avergonzar­se". La sonrisa divina descansa sobre aquel que cumple su deber con fidelidad y cuidado, y que "es fiel en lo muy poco". Si somos dedicados en nuestro servicio a Dios, él nos dará mayores responsabilidades a su debido tiempo. Pongamos todos nuestros intereses y nuestros negocios en las manos de Dios y confiemos en su sabiduría para disponer de ellos (Signs of the Times, 9 de marzo, 1888).




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Guía de Estudio de la Biblia: "Personajes Secundarios del Antiguo Testamento" / Notas de Elena G. de White

Periodo: Trimestre 4 / octubre-diciembre de 2010
Autor: Gerald y Chantal Klingbeil, junto con sus tres hijas, Hanna, Sarah y Jemima, vivieron en África, Sudamérica, Europa y Asia. Actualmente, Gerald Klingbeil es un editor asociado de la Adventist Review (la Revista Adventista en inglés).
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