sábado, 18 de abril de 2009

Lección 4: La vida. Para el 25 de abril de 2009

Sábado 18 de abril.

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis 2:7; Salmo 139:13, 14; Juan 1:1-3; Juan 3; Juan 10:10; 2 Corintios 5:17; Filipenses 2:1-5.

Para Memorizar: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

LA GENTE ACTUALMENTE vive mucho más que en generaciones anteriores, especialmente las personas del así llamado mundo desarrollado. Y, por supuesto, eso es bueno. No obstante, una cosa es vivir mucho tiempo, pero ¿qué diremos de la calidad de la vida misma? Algunas veces los médicos realizan toda clase de actos heroicos para mantener artificialmente viva a una persona aun cuando a ella le queda muy poca calidad de vida.

Pero, la calidad de vida no se restringe a un nivel aceptable de bienestar físico; tiene una aplicación más amplia. ¿Qué hacemos con los años que se nos han dado? ¿Vivimos con un propósito y en armonía con otros? ¿Vivimos con relaciones satisfactorias con los demás seres humanos y, más que todo, con nuestro Creador? Estas son preguntas importantes para todos los que hemos recibido el don de la vida.

Un Vistazo a la Semana: La vida es un don que proviene solo de Dios. Ahora que tenemos esta vida, ¿qué significa ella para nosotros? ¿Cómo hemos de vivir? Por cuanto es un regalo, estamos bajo una obligación divina de cuidar de nuestras vidas, tanto física como espiritualmente. Al mismo tiempo, nuestra creencia en Jesús nos pone en una comunidad con otros creyentes, y llegamos a ser parte de una familia nueva, tanto en el cielo como en la tierra, todo lo cual debe producir un impacto sobre la calidad de vida que tenemos ahora.

El Don de la Vida Física.
Domingo 19 de abril

¿Cómo se originó la vida? Algunas personas señalan un desarrollo evolutivo sin Dios para la existencia humana. Otros alegan que hubo una participación divina en el lento proceso de millones de años, durante los cuales las formas “sencillas” de la vida aparecieron de alguna manera y, posteriormente, se desarrollaron para producir organismos más complejos, incluyendo a los humanos. Sin embargo, esta teoría crea más preguntas que las que responde (y, además, nada en la Biblia siquiera sugiere que Dios usó la evolución para creara la humanidad). Entretanto, varios eruditos renombrados han alegado, en los últimos años, en forma convincente, que esta teoría está en una profunda crisis. Aun los defensores más firmes del pensamiento evolucionista deben admitir que la vida sigue siendo un misterio tan grande como siempre.

Al mismo tiempo, los que creemos en Dios como el Creador de este mundo y de todo el universo no tenemos tampoco todas las respuestas. Pero, el enfoque creacionista es mucho más lógico y coherente que la improbable teoría de que la vida humana ocurrió por azar.

¿Qué nos enseña la revelación divina acerca del origen de la vida? Gén. 2:7; Juan 1:1-3.

Lo que es cierto para el misterio de la vida en general, también es cierto para cada vida humana. Aunque poseamos mucho conocimiento científico acerca de los procesos involucrados en la concepción y el crecimiento de la vida humana, cada nuevo padre que sostiene a un niño recién nacido en sus brazos sabe, intuitivamente, que esta vida nueva no es nada menos que un milagro. Es una convicción cristiana fundamental que la vida –y la vida humana en un sentido muy especial– es sagrada.

¿Con qué palabras describe David el milagro de la vida humana y el magnífico diseño del cuerpo humano? Sal. 139:13, 14.

¿Quién no conoce las palabras de un canto bien conocido que dice que Dios “tiene al mundo entero en sus manos”? Esto se aplica al universo y a nuestro planeta mismo. Pero, también a cada uno de nosotros individualmente; quienesquiera que seamos y dondequiera que estemos, Dios nos tiene en sus manos. Le debemos nuestra vida física; toda ella: desde el principio hasta el fin.

¿Qué diferencia produce que Dios sea el Creador de toda vida, incluyendo la nuestra? ¿Cómo debería nuestra actitud hacia el origen de la vida impactar nuestros conceptos acerca de cosas tales como la pena de muerte, el aborto y la eutanasia?

Cuidar la Vida Física.
Lunes 20 de abril

Si debemos nuestra existencia a nuestro Creador, es razonable que también debamos ser cuidadosos con lo que él nos ha confiado. Hay abundantes evidencias en la Biblia de que Dios está interesado en nuestro bienestar físico. Él manifestó su cuidado por el pueblo de Israel una y otra vez. Le dio numerosas instrucciones acerca de una comida saludable e higiene pública. Le dio maná en el desierto. Cuidó a Elías cuando había hambre en la tierra. Estos son solo unos pocos de los muchos ejemplos del cuidado de Dios hacia nuestro bienestar físico.

Esta verdad llega a ser aún más clara en el ministerio de nuestro Señor. Aun una lectura superficial de los evangelios no deja ninguna duda de que Jesús comprendía la religión en una forma muy práctica.

¿De qué maneras mostró Jesús interés en su propio bienestar físico y en el de la gente que estaba a su alrededor? Considera los siguientes pasajes y analiza las implicaciones que tienen para nosotros actualmente.

- sanó (Mar. 5)
- descansó (Mar. 6:30-32)
- alimentó (Mar. 6:33-43, especialmente el vers. 34)
- el sábado (Luc. 4:16)

¿En qué otras áreas mostró Jesús su preocupación por el bienestar físico de la gente?

La forma en que tratamos nuestro cuerpo tiene mucho que ver con la mayordomía. Sean nuestras posesiones materiales, nuestro tiempo, nuestros talentos o nuestro cuerpo: todo es propiedad de Dios y, por lo tanto, se nos demanda que seamos fieles mayordomos en el cuidado de estos dones. Pero, el cuidar nuestro cuerpo también está íntimamente relacionado con el concepto bíblico de la persona humana. Muchos cristianos creen que consistimos en un alma inmortal que habita una cáscara mortal de carne y sangre. Sin embargo, la Biblia describe la humanidad como una unidad de cuerpo, alma y espíritu, que no pueden separarse. Nuestra religión, por lo tanto, no se preocupa solo por un “algo” inmortal sino por nuestro ser entero. Impacta todos los aspectos de nuestra existencia.

Mientras la Biblia indica que ciertos alimentos no son apropiados para el consumo humano (ver, p. ej., Lev. 11), el Reino de Dios no ha de reducirse a un asunto de lo que comemos o bebemos (ver Rom. 14:17). ¿De qué modo alcanzamos un equilibrio correcto, no solo en este aspecto sino también en todas las áreas de la vida?

La Vida Espiritual.
Martes 21 de abril

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Cor. 5:17).

¿Qué significado tiene para ti el texto de arriba? ¿De qué modo somos “nuevas criaturas” en Jesús?

Todos los habitantes de esta tierra, sea que se den cuenta o no, son de Dios por nacimiento. No obstante, la vida que todos compartimos en este mundo es, como bien sabemos, muy temporaria. El pecado ha traído consigo la decadencia y la muerte no solo a cada ser humano sino también a todo lo viviente en el planeta. Nada es inmune a la aplastante devastación causada por el pecado.

Sin embargo, las buenas nuevas son que tenemos la posibilidad de elegir si esta vida es todo lo que tendremos o si aceptaremos el maravilloso don de la vida eterna.

No obstante, esta vida eterna demanda un cambio total, una conversión. La Biblia utiliza varias metáforas para describir esta experiencia vital. La más gráfica es la del nuevo nacimiento, la imagen usada para describir el momento crucial en el que una persona acepta el don de la vida eterna en Cristo. Cuando eso sucede, la “persona antigua” muere, y nace una “persona nueva”.

En ningún lugar de la Biblia se describe con más claridad este nuevo nacimiento que en Juan 3. Lee esta sección (vers. 1-21) que relata el encuentro de Jesús con Nicodemo. ¿Qué nos indica acerca de la naturaleza de este nuevo nacimiento? ¿Cómo entiendes tú mismo el nuevo nacimiento?

La vida nueva del seguidor de Jesús, que se ha vuelto de una vida de servicio propio a una vida de compromiso con el Reino, estará caracterizada por el crecimiento. La persona que recién ha nacido espiritualmente necesita alimentarse con la clase correcta de alimento espiritual y debe madurar gradualmente. El apóstol Pedro nos anima a crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Ped. 3:18).

Si alguien te preguntara: “¿Has nacido de nuevo?”, ¿qué le responderías? ¿Qué indica tu respuesta acerca de tu caminar con Jesús?

La Vida Social.
Miércoles 22 de abril

Los seres humanos somos, por naturaleza, seres sociales. Por supuesto, hay momentos en que nos gusta estar solos. Necesitamos momentos privados para la oración y la contemplación. Algunos necesitan más espacio y tiempo privado que otros. Pero tendemos a sentir lástima por las personas que siempre están solas, y especialmente por aquellos que no tienen suficientes capacidades sociales para establecer vínculos de amistad y que constantemente dejan de iniciar relaciones significativas.

La Biblia describe a las personas como partes de diversas redes sociales. La familia, los amigos, los grupos étnicos, la comunidad y la iglesia son temas dominantes. La Biblia señala al Padre de Jesús como el Padre de toda la humanidad, lo que significa que todos somos hermanos y hermanas en un sentido muy real (Hech. 17:26). Las relaciones activas son la esencia de la vida humana. Cuando Dios creó a Adán, de inmediato le creó una compañera. La vida de familia fue un modelo diseñado por Dios para la felicidad humana. La Biblia repetidamente subraya el enorme valor de la amistad genuina y las bendiciones de pertenecer a una comunidad más amplia.

¿Cuál es la clave del manejo exitoso de nuestras relaciones sociales? ¿Cuán bien manifiestas tú mismo estos principios? Fil. 2:1-5.

Los diversos aspectos de nuestra vida cristiana se reúnen en nuestra pertenencia al cuerpo de Cristo: la iglesia. La iglesia es más que un lugar donde se reúnen y gozan de compañerismo personas con una mentalidad similar. Sin embargo, para muchos la iglesia es realmente el punto central de su vida social. Esto tiene aspectos tanto positivos como negativos. Sin amigos cristianos, tenemos muy pocos modelos de desempeño. Asociarnos con otros que también sirven a Dios y que también han adoptado un estilo de vida bíblico nos ayudará a permanecer fieles y a crecer en nuestras relaciones cristianas. Pero, si no tenemos amigos fuera del círculo de los creyentes, tendremos pocas oportunidades para testificar. En muchas partes del mundo la evangelización por la amistad es el método que tiene mayor éxito en el crecimiento de la iglesia.


Las investigaciones han mostrado que la mayoría de los adventistas nuevos virtualmente pierden a todos sus amigos no adventistas antes de que pasen siete años. Considérate a ti mismo. ¿Es esto lo que ves? ¿Cuáles son las razones? ¿Por qué vale la pena invertir tiempo y energía en edificar amistades con no adventistas, o aun con no cristianos?

Plenitud de Vida.
Jueves 23 de abril

En Juan 10:10 se registra la famosa afirmación de que Jesús había venido para dar vida en forma abundante. Otras traducciones hablan de que las personas “vivan plenamente”.

Aquí hay una lista parcial de componentes importantes de esta vida “abundante”. Trata de añadir otros componentes a esta lista, y encuentra apoyo bíblico para estos diversos aspectos:

1. Es una vida llena de posibilidades.
2. Es una vida con propósito.
3. Es una vida de paz interior.
4. Es una vida con una misión.

A medida que crecemos en nuestra vida cristiana, llegamos a convencernos más y más de que Dios realmente nos ofrece vida “abundante”. Sin embargo, a menudo tenemos dificultades para explicar esto a los que no se han comprometido con Cristo. Para ellos, la vida cristiana aparece más bien como aburrida. No les gusta el hecho de que parece traer toda clase de restricciones. Pero, los cristianos han aprendido que no todas las experiencias que uno tiene hacen que la vida sea más rica. Muchas cosas que hacemos pueden llevar un signo menos en vez de un signo más, y contribuir a un vacío interior más bien que a una vida abundante.

¿Cuáles son algunos tipos de experiencias que sería mejor no tener, y por qué?

La “vida abundante” no es una combinación de buena salud, buena presencia, educación satisfactoria y buenos ingresos. Y, aunque las relaciones sólidas y amantes son una parte de ella, hay muchas cosas más que estas. La vida “abundante” es la clase de vida que tiene sentido. Es una vida llena de paz interior. Su felicidad no depende principalmente de las circunstancias externas o materiales. Es una vida que está conectada con la Fuente de la vida y que, por lo tanto, es eterna.

¿Por qué suena tan agradable todo este tema de la “vida abundante”? ¿Qué sucede con los que parecen tener una “vida abundante” pero no conocen a Jesús, y no parecen tener el menor interés en conocerlo? ¿Cómo entendemos este fenómeno, especialmente cuando todos conocemos a cristianos que ahora sufren terriblemente? Ver 2 Cor. 4:16.

Para Estudiar y Meditar.
Viernes 24 de abril

El famoso libro de Elena de White, El camino a Cristo se concentra en nuestra vida en Cristo. Si, en el contexto de esta lección, uno tuviera que elegir un capítulo específico, podría ser el capítulo 8: “El secreto del crecimiento” (pp. 66-75). “La vida en Cristo es una vida de reposo. Puede no haber éxtasis de la sensibilidad, pero debe haber una confianza continua y apacible. Tu esperanza no está en ti; está en Cristo. Tu debilidad esta unida a su fuerza. Tu ignorancia, a su sabiduría; tu fragilidad, a su eterno poder. Así que, no debes mirarte a ti mismo, ni dejar que la mente se espacie en el yo. Mira a Cristo. Piensa en su amor, en su belleza y en la perfección de su carácter” (CC 70).

Preguntas Para Dialogar:

1. Cuando las personas están severamente discapacitadas o con enfermedades terminales, con frecuencia se hacen la pregunta de si su vida todavía es de “calidad”. ¿Debería la calidad de la vida definirse principalmente en términos físicos o hay otros aspectos también importantes, o tal vez aun más esenciales? Además, ¿cómo influye sobre nuestra respuesta la forma en que comprendemos el origen de la vida?
2. Para muchas personas, la aparición del espectro de la muerte quita a la vida todo significado y propósito. Después de todo, si más temprano o más tarde todos moriremos y se olvidará todo recuerdo de nosotros, ¿qué sentido puede tener esta vida? ¿De qué modo respondió Jesús a esta pregunta y eliminó toda nuestra preocupación?
3. ¿Qué aspecto de tu cultura contemporánea le roba todo sentido a tu vida? Es decir, ¿qué clase de ideales y valores morales se promueven que reducen la vida a algo menos de lo que debería ser? ¿Cómo podemos nosotros, como cristianos adventistas, responder a estos desafíos?
4. ¿De qué manera pueden nuestro mensaje de salud y nuestros principios de una vida mejor participar en la promesa de una “vida abundante”? ¿Podríamos, sin quererlo, estar limitando el alcance de esta promesa?

Resumen: Esta semana nos concentramos en la vida “abundante”, o “plena”, que se encuentra en Jesucristo. Es una vida vivida en forma responsable, que atiende nuestra vida física de la mejor manera posible. También es una vida de relaciones, pues Dios diseñó a los seres humanos para vivir en comunidad con otros. Pero, sobre todo, es una vida totalmente renovada en Jesús, una vida que será transformada por la gracia de Dios y que crecerá en ella.


Guía de Estudio de la Biblia: Caminar la vida cristiana / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Abril-Junio de 2009
Autor: Reinder Bruinsma, nacido en Holanda, ha servido en distintas responsabilidades a lo largo de su larga carrera en la iglesia. Autor de casi veinte libros, algunos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, y era presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Holanda cuando escribió esta Guía de Estudio de La Biblia.
Editor: Clifford Goldstein

1 comentario:

  1. el centro de nuestra vida misma es el señor jesuscristo,el nos da todo y nos dio la salvacion eterna y eso es lo mas grande de los regalos.

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