sábado, 25 de junio de 2011

La adoración / Por Rosalie Hafner de Zinke

Introducción general a la Guía de Estudio de la Biblia de Escuela Sabática, para el 3° Trimestre / julio-septiembre de 2011

Algunos de los versículos más familiares entre los adventistas del séptimo día son: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apoc. 14:6, 7 ( CB ) ). Y, aunque los consideramos en el contexto de los eventos de los últimos días, también nos ayudan a formar el fundamento de nuestro tema para este trimestre, que es la adoración. No solo se nos llama a adorar; en estos versículos también podemos encontrar temas clave para ayudarnos a comprender lo que debe ser la verdadera adoración.

Primero, Juan ve a un ángel que tiene el “evangelio eterno”, el evangelio del Pacto eterno, las buenas nuevas de que Jesús vendría, tomaría sobre sí mismo la humanidad y, en esa humanidad, moriría como el Sustituto por los pecados del mundo. Es fundamental, entonces, la muerte de Jesús en nuestro favor, para cubrir todas nuestras necesidades. La adoración debería centrarse en nuestra respuesta a la obra sustitutiva de Cristo, que incluye no solo la cruz sino también su ministerio continuo por nosotros en el Santuario celestial (Heb. 8:1).

Luego, Juan nos dice: “Temed a Dios”. Temer a Dios y amar a Dios son dos lados de la misma moneda: temer a Dios es estar ante él con reverencia, con respeto reverente por el Creador y Redentor, en contraste con quiénes somos, creados y redimidos.

Cuando nos acercamos a Dios en adoración como a un camarada, lo degradamos y nos ponemos en un lugar que no nos corresponde. La adoración debería estar saturada de un sentido de reverencia y respeto por nuestro Dios, una actitud que nos dará la humildad y la entrega tan necesarias para nuestra adoración.

También se nos dice: “dadle gloria”. Aquí, lo vital es que la adoración sea acerca de Dios y no acerca de nosotros mismos. Tenemos que asegurarnos de que la adoración no esté centrada en las personas, en la cultura o en las necesidades personales, sino en Dios. Adoramos a Dios, no a nosotros mismos; de aquí que nuestra adoración debe ser acerca de Dios, acerca de darle gloria a él, y no acerca de la música, de la cultura o de los estilos de adoración.

Se nos dice que debemos temer a Dios y darle gloria. ¿Por qué? Porque “la hora de su juicio ha llegado”. Cristo no es solo nuestro Redentor; también es nuestro Juez, un Juez que conoce todos nuestros secretos más profundos y oscuros, un Juez que conoce los rincones más internos de nuestros corazones. Al adorar, necesitamos hacerlo con el sentido de una responsabilidad ante Dios por lo que hacemos, y una percepción de que no podemos ocultarle nada a él, un hecho que debería llevarnos a la cruz, nuestra única esperanza en este Juicio.

Finalmente, se nos dice que adoremos al Creador. La creación es fundamental para toda adoración, porque todo cuanto creemos, sin excepción, está basado en el hecho de que Dios es el Creador.

Lo adoramos porque es el Creador, porque él es el Redentor y porque es nuestro Juez. La creación, la redención y el Juicio están estrechamente vinculados, y toda verdadera adoración necesita estar firmemente arraigada en estas verdades teológicas objetivas.

También es fascinante ver que en Apocalipsis 14:7 encontramos un lenguaje que refleja el mandamiento del sábado (Éxo. 20:11), un día inseparablemente ligado a la verdadera adoración a Dios.

Este trimestre, al estudiar la adoración, estos motivos aparecerán una y otra vez, porque son centrales para lo que esta experiencia debería ser. Y, siendo que la adoración es un componente central de la “verdad presente”, haremos bien en aprender lo que significa adorar verdaderamente al Único que es digno de adoración en toda la creación, por lo que él es.






Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "La Adoración"

Periodo: 3° Trimestre / julio-septiembre de 2011
Autor: Rosalie Hafner de Zinke sirvió por muchos años como asistente pastora (instructora bíblica) en iglesias como Collegeview, Central de Sacramento, el Tabernáculo de Battle Creek y la Iglesia de Hinsdale, en los Estados Unidos. También trabajó en el ministerio con su esposo, que era pastor, durante quince años, y más tarde como capellana en hospitales, antes de su jubilación.
Dirección general: Clifford Goldstein
Dirección editorial (en español): Marcos G. Blanco
Traducción y redacción editorial (en español): Rolando A. Itin

• Las Guías de Estudio de la Biblia son preparadas por la oficina de las Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. La preparación de estas guías ocurre bajo la dirección general de una comisión mundial de evaluación de manuscritos para la Escuela Sabática, cuyos miembros actúan como consultores. Las lecciones publicadas reflejan las sugerencias de la comisión, de modo que no representan exclusivamente la intención del autor de ellas.




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