Sábado 14 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 1:18; Génesis 3:15; Romanos 16:20; 1 Pedro 1:19; Marcos 10:32-45; Mateo 27:46.
PARA MEMORIZAR: “El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” (Apoc. 5:12).
PENSAMIENTO CLAVE: El Dios triuno no solo es el Creador, sino también nuestro Redentor.
LIGADA CON DIOS como Creador, está su función como nuestro Redentor. El pecado es hostil a lo creado, y solo el Creador podía resolver el problema. Y lo hizo Jesucristo.
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Efe. 2:13). Los pecadores somos redimidos por el Señor no por nuestras obras, sino por su gracia manifestada en la cruz; Cristo cargó con la ira de Dios para que no tuviéramos que soportarla. Eso, en esencia, es el plan de salvación.
Pablo les dice a los corintios que “la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1 Cor. 1:18). El escándalo de la cruz es absurdo al pensamiento humano: Dios, el infinito, el santo Creador, se sacrifica en favor de sus enemigos declarados, ¡tomando sobre sí mismo la penalidad por sus pecados! La expiación es tan profunda que solo podemos captar algo de ella. Más allá, el pensamiento se detiene y solo podemos adorar.
EN LA CRUZ
Domingo 15 de enero
• “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8). ¿Qué nos dice este texto?
En la cruz, en forma humillante e inconcebible, Dios triunfa sobre el enemigo y lo avergüenza. El amor, la justicia y la compasión se funden en un acto singular. Dios perdona a los pecadores al pagar él mismo el precio del pecado y al recibir la penalidad de ese pecado. En el Calvario, Dios revela cuán costoso es el perdón.
Cristo no murió para que Dios nos amara. El amor del Padre es la fuente de la expiación, y no la consecuencia (Juan 3:16, 17). Dios no nos ama porque Cristo murió por nosotros; Cristo murió por nosotros porque Dios nos ama. Cristo no murió para que el Padre amara a los pecadores. Ese amor estuvo eternamente en el corazón de Dios. Nota cómo él insiste en esta verdad en Juan 3:16 y 17, y en Juan 16:26 y 27.
Es una tragedia que hayamos perdido mucho del conocimiento de Dios, contra quien hemos pecado. No sentimos necesidad de arrepentirnos porque no pensamos haber ofendido a Dios con nuestros pecados. Podemos llegar a ser insensibles a la realidad de cuán malo es el pecado. El sentimentalismo religioso moderno minimiza la repugnancia hacia el pecado; y, como este ya no nos molesta, es difícil darnos cuenta de que el pecado despierta la ira de un Dios santo.
• Pablo no tiene miedo de hablar de la ira de Dios. ¿Cómo la expresa en Romanos 1:18?
Esta declaración establece el tono para un largo tratamiento de la inclinación al pecado, que Pablo sigue analizando en los dos capítulos siguientes (hasta Romanos 3:20).
Un aspecto del evangelio es que Dios es tanto el triunfador sobre el pecado como la víctima de él. Y, como resultado de este doble rol, nuestro Dios puede guardar su pacto con quienes lo quebrantan. El amor de Dios no conduce a una tolerancia del pecado, sino a una victoria sobre él. Como Dios es amor, él se opone al pecado y al mal, porque estos corrompen y destruyen a sus amados hijos. La muerte de Dios en la cruz es el precio que su amor pagó por tomar el pecado con seriedad y seguir amando a los pecadores.
• ¿Cuán seriamente tomas el pecado en tu vida? ¿Qué criterios usas para justificar tu respuesta?
EL EVANGELIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Lunes 16 de enero
• ¿Cuándo se dio la primera promesa de salvación, y qué significa ella? Gén. 3:15.
El lenguaje es notable. Adán y Eva pecaron. Ahora, el gran conflicto les es anunciado mediante el fuerte lenguaje de la “enemistad” entre dos bandos. Esta es una promesa para los corazones humanos atraídos ahora por el pecado. También se nos asegura que este gran conflicto no será eterno, porque la cabeza del enemigo un día será aplastada. En estos versículos, no solo se revela por primera vez la gran controversia, sino también se nos dice cómo terminará.
• Pablo tomó ánimo de Génesis 3:15. ¿Cómo lo expresa en Romanos 16:20? ¿Qué punto está presentando?
• En Génesis 22:1 al 19, Moisés presenta un cuadro muy gráfico de la expiación. ¿Qué podemos aprender, en esta narración, acerca de la futura expiación de Cristo?
Nota las muchas menciones del “padre y del hijo” y de cómo van juntos a la montaña a sacrificar. El hijo lleva la leña; y el padre, los instrumentos del sacrificio (fuego y cuchillo). Isaac, mucho más joven que su padre, podría haberlo vencido en el sacrificio en la montaña. Pero vemos dos milagros: el padre que entrega a su hijo, y el hijo que entrega su vida.
Esta es una representación de la muerte sacrificial de Cristo en nuestro favor. La escena, aunque emocionante, fue solo un pálido anticipo del tiempo cuando, siglos más tarde y sobre otro monte cercano, otro Padre ofrecería a su Hijo. Pero esta vez, no habría un animal para morir en lugar del Hijo. El Hijo mismo moriría sobre el altar. El Padre lo entregaría y el Hijo daría su vida.
Allí, en el monte Moria, el mundo recibió una poderosa imagen (pero todavía es solo una imagen) del plan de salvación y de lo que cuesta la redención de la humanidad caída.
LA SALVACIÓN EN ISAÍAS
Martes 17 de enero
• En el camino a Emaús, Jesús expuso a los dos discípulos la expiación, “desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas” (Luc. 24:27). ¿Qué materiales proféticos pudo haber incluido Jesús en su estudio de la expiación?
Es muy probable que, entre los profetas, Jesús se haya referido a Isaías.
• Lee Isaías 53, que habla del “siervo sufriente”. Describe los detalles incluidos allí que nos ayudan a captar mejor la expiación de Cristo.
En este capítulo, sobresale la sustitución que realizó el Siervo Sufriente. Nota todas las veces que paga el precio por los pecados de otros. Una y otra vez aparece este tema, y nos enseña que el centro de la salvación, de la expiación, es la muerte de Jesús en nuestro favor. Hemos violado la Ley de Dios, y no podemos hacer nada para resolver el problema. Todas nuestras obras buenas no pueden cruzar el abismo entre nosotros y Dios. El único camino para salvarnos era que Jesús pagara el precio en nuestro lugar, y luego nos ofreciera su perfecta justicia, que reclamamos por fe.
Si nuestras obras hubiesen podido ponernos en armonía con Dios, Jesús no habría tenido que morir. Pero él murió, y con su muerte logró hacer la expiación. Necesitábamos esa prueba para ver que no podemos ganar nuestra salvación; la salvación, en cambio, es un don de la gracia.
• Lee 1 Pedro 1:19, y 2:21 al 25. ¿Cómo aplica Pedro partes de Isaías 53 en su explicación de la muerte expiatoria de Cristo en nuestro favor?
Isaías 53 presenta la explicación teológica más clara de la cruz, mostrando en forma inequívoca lo que la cruz representa. Muestra a Cristo muriendo por nosotros, cargando sobre sí el castigo que nosotros merecemos.
• Lee Isaías 53 y piensa en las escenas finales de la vida de Cristo. Al hacerlo, recuerda que allí se describe a nuestro Dios, el Creador. ¿Cómo podemos lograr que nuestra mente capte esta sorprendente verdad?
LOS EVANGELIOS Y LA CRUZ
Miércoles 18 de enero
A pesar de la encarnación de Cristo, su enseñanza profunda y los milagros que realizó, estos no son el centro de la vida de Cristo. En cambio, el pensamiento dominante de Jesús es el de dar su vida. Por más milagrosos que hayan sido su nacimiento y su ministerio, la gran misión de la vida de Cristo fue su muerte.
En los cuatro evangelios, Jesús procura preparar a sus discípulos para su muerte. Pero, su devoción por Jesús y la esperanza de un Mesías político les impidieron comprender lo que Jesús les decía.
• Lee Marcos 10:32 al 45. ¿Cómo describió Jesús su ejecución tan próxima? (vers. 33, 34). ¿Qué había de malo en el pedido de Santiago y de Juan? (vers. 35-37). ¿Cuál fue la aguda respuesta de Jesús? (vers. 42-45).
La noche antes de morir, Jesús celebró la Pascua con sus discípulos. Luego, los instruyó para que ese evento fuera conmemorado hasta su regreso. La ordenanza de la Comunión, instituida por el Señor mismo –y el único acto conmemorativo que él autorizó–, no es un recordativo de su encarnación, de sus milagros o de su predicación; es un recordativo de su muerte. Cristo quiso ser recordado por su muerte.
En los informes de los cuatro evangelios acerca de la vida de Jesús, los eventos que rodearon su crucifixión reciben el mayor énfasis. El asombroso milagro de la Encarnación y el nacimiento de Jesús son mencionados solo por Mateo y Lucas en dos capítulos cada uno. Marcos y Juan omiten comentarios sobre el nacimiento de Cristo, y comienzan sus evangelios con Jesús como adulto.
Los cuatro escritores de los evangelios, sin embargo, enfatizan la última semana de la vida de Cristo y su muerte. Repasa las narraciones, y notarás que la concentración está en la última semana de la vida de Jesús, que lo lleva a su muerte. Esto abarca desde un tercio hasta casi la mitad de los textos en los evangelios. Cada lector está “forzado” a prestar atención indivisa al gran acto redentor de Dios.
• Considera tu vida, tu pasado, tus errores, tus pecados. . . ¿Crees honestamente que has hecho algo, o podrías hacer algo, para expiar ese pasado? ¿Por qué, entonces, la muerte de Jesús en tu favor debería ser el centro de toda tu vida? ¿Qué esperanza tendrías sin ella?
EL CLAMOR EN LA CRUZ
Jueves 19 de enero
El sentimentalismo que a veces pasa por cristianismo en nuestros días (en un intento de que el evangelio se conforme al pensamiento moderno) impide captar la expiación de Cristo. Pero debemos reconocer que aquello que digamos de Dios no puede hacer justicia a Dios, especialmente en el tema de la expiación. Debemos evitar la tentación de reducir la muerte de Jesús a solo “un ejemplo de amor abnegado”. Claro que lo fue pero, como pecadores, se necesitaba más que eso para redimirnos. Dios tenía que cargar sobre sí mismo el peso total de su ira contra el pecado.
• En la cruz, Jesús clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat. 27:46). ¿Cómo debemos entender esto? ¿Qué decía Jesús, por qué, y cómo este grito nos ayuda a comprender lo que costó salvarnos del pecado?
“El Señor de gloria estaba muriendo en rescate por la familia humana. [...] Sobre Cristo, como sustituto y garante nuestro, fue puesta la iniquidad de todos nosotros. Fue contado por transgresor, a fin de que pudiese redimirnos de la condenación de la ley. [...] El Salvador no podía ver a través de los portales de la tumba. [...] Temía que el pecado fuese tan ofensivo para Dios que su separación resultase eterna. [...] El sentido del pecado, que atraía la ira del Padre sobre él como sustituto del hombre, fue lo que hizo tan amarga la copa que bebía el Hijo de Dios y quebró su corazón” (DTG 700, 701).
Jesús dirigió esta oración a “Dios” en lugar de al “Padre”. Los clamores de Cristo desde la cruz no eran para hacer ver por lo que atravesaba y demostrar que él nos amaba. Este es Dios mismo muriendo la muerte que el pecado traería sobre nosotros de no ser así.
Tres de los evangelios registran que Jesús clamó en alta voz desde la cruz mientras moría. Estos fuertes gritos se mencionan en Hebreos: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte” (Heb. 5:7). No hay afirmación, en todos los evangelios, que rivalice con este grito de desamparo de Jesús en la cruz; y, en ese clamor, obtenemos una vislumbre de lo que Dios mismo estuvo dispuesto a pasar a fin de darnos la salvación.
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Viernes 20 de enero
“¡Oh, cuán deficiente, cuán incapaz soy de expresar las cosas que arden en mi alma con referencia a la misión de Cristo! [...] No sé cómo hablar ni cómo describir con la pluma el gran tema del sacrificio expiatorio. No sé cómo presentar los temas con el poder vivo con el cual los recibí. Tiemblo por temor a empequeñecer el gran plan de salvación al usar palabras ordinarias” (MS 3:130).
“La infinita misericordia y el amor de Jesús, el sacrificio hecho en favor de nosotros, nos demanda la más seria y solemne reflexión. Deberíamos espaciarnos en el carácter de nuestro querido Redentor e Intercesor. [...] Cuando así contemplamos los asuntos celestiales, nuestra fe y amor serán más fuertes, y nuestras oraciones cada vez más aceptables a Dios, porque se mezclarán más y más con fe y amor. Serán inteligentes y fervientes. Habrá una confianza más constante en Jesús, y una experiencia viva y diaria en su poder para salvar completamente a todos los que van a Dios por medio de él” (CC 88).
• PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En la Biblia, Dios se describe como amante de los pecadores y también como extremadamente airado contra el pecado. Algunos cristianos tratan de tomar una expresión o la otra como una representación de la naturaleza de Dios. ¿Por qué esto no es necesario? ¿Por qué el amor de Dios por los pecadores es una de las razones por las que él está airado contra el pecado?
2. El amor de Dios no es como el afecto que nos tenemos unos a otros. ¿Qué nos enseña acerca del amor divino el acto de Cristo como Salvador?
3. ¿Cómo tu comprensión de la santidad de Dios, en contraste con nuestra pecaminosidad, te ayuda a comprender por qué costó tanto nuestra salvación?
4. Medita en la historia de Abraham e Isaac en Génesis 22. ¿De qué otras maneras nos ayuda a comprender la naturaleza del sacrificio de Cristo? ¿De qué maneras apenas hace justicia a lo que debía simbolizar?
RESUMEN: Desde las primeras páginas del Génesis, la Biblia nos señala hacia la muerte de Cristo en la cruz, donde él moriría la muerte del pecador a fin de redimirnos de la destrucción eterna que producirá el pecado. Aunque la Biblia usa diferentes símbolos y metáforas para explicar la muerte de Cristo, en el centro de todo ello está su sustitución, gráficamente expresada en Isaías 53. Para probar que las obras no pueden salvarnos, tenemos la muerte de Dios mismo en la cruz. Después de todo, ¿qué más podríamos los seres caídos agregar a esto?
• RECURSOS COMPLEMENTARIOS / DESCARGAS
• Lección de Adultos (pdf), haciendo clic aquí
• Weekly Bible Study Guide (html), haciendo clic aquí
• Notas de Elena G. de White (pdf), haciendo clic aquí
• Edición auxiliar para Maestros ES (pdf), haciendo clic aquí
• Edición auxiliar para Directores ES / División Sudamericana (pdf), haciendo clic aquí
• Libro Complementario: "Gálatas" de Carl Cosaert (pdf), haciendo clic aquí
• Comentario del Dr. Jonathan Gallagher, para el ministerio Sabbath School-On-The-Move (traducción Shelly Barrios de Ávila), haciendo clic aquí
• Lección de Cuna, 0 a 2 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Infantes, 3 a 5 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Primarios, 6 a 9 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Intermediarios, 10 a 12 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Adolescentes, 13 a 14 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección Juvenil, 15 a 18 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección El Universitario (pdf), haciendo clic aquí
• Misionero para Adulto (pdf), haciendo clic aquí
• Misionero para Niños (pdf), haciendo clic aquí
Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "Vislumbres de nuestro Dios" Periodo: 1° Trimestre /enero-marzo de 2012
Las Guías de Estudio de la Biblia son preparadas por la oficina de las Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. La preparación de estas guías ocurre bajo la dirección general de una comisión mundial de evaluación de manuscritos para la Escuela Sabática, cuyos miembros actúan como consultores. Las lecciones publicadas reflejan las sugerencias de la comisión, de modo que no representan exclusivamente la intención del autor de ellas.
Autor: JO ANN DAVISON es profesora de Teología en el Seminario de la Andrews University (siendo la primera mujer admitida como profesora). Obtuvo su doctorado en Teología Sistemática en la Trinity Evangelical Divinity School en el año 2000. Hija de padres misioneros y cuarta generación de Adventistas del Séptimo Día. Ha escrito numerosos artículos en la Adventist Review, Signs of the Times y la Journal of The Adventist Theological Society. También ha escrito los libros: Jonah: The Inside Story (Jonás: La historia interna) y Toward a Theology of Beauty: A Biblical Perspective (Hacia una teología de la belleza: una perspectiva bíblica).
Dirección general: Clifford Goldstein / Dirección editorial (en español): Marcos G. Blanco / Traducción y redacción editorial (en español): Rolando A. Itin
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LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 1:18; Génesis 3:15; Romanos 16:20; 1 Pedro 1:19; Marcos 10:32-45; Mateo 27:46.
PARA MEMORIZAR: “El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” (Apoc. 5:12).
PENSAMIENTO CLAVE: El Dios triuno no solo es el Creador, sino también nuestro Redentor.
LIGADA CON DIOS como Creador, está su función como nuestro Redentor. El pecado es hostil a lo creado, y solo el Creador podía resolver el problema. Y lo hizo Jesucristo.
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Efe. 2:13). Los pecadores somos redimidos por el Señor no por nuestras obras, sino por su gracia manifestada en la cruz; Cristo cargó con la ira de Dios para que no tuviéramos que soportarla. Eso, en esencia, es el plan de salvación.
Pablo les dice a los corintios que “la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1 Cor. 1:18). El escándalo de la cruz es absurdo al pensamiento humano: Dios, el infinito, el santo Creador, se sacrifica en favor de sus enemigos declarados, ¡tomando sobre sí mismo la penalidad por sus pecados! La expiación es tan profunda que solo podemos captar algo de ella. Más allá, el pensamiento se detiene y solo podemos adorar.
EN LA CRUZ
Domingo 15 de enero
• “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8). ¿Qué nos dice este texto?
En la cruz, en forma humillante e inconcebible, Dios triunfa sobre el enemigo y lo avergüenza. El amor, la justicia y la compasión se funden en un acto singular. Dios perdona a los pecadores al pagar él mismo el precio del pecado y al recibir la penalidad de ese pecado. En el Calvario, Dios revela cuán costoso es el perdón.
Cristo no murió para que Dios nos amara. El amor del Padre es la fuente de la expiación, y no la consecuencia (Juan 3:16, 17). Dios no nos ama porque Cristo murió por nosotros; Cristo murió por nosotros porque Dios nos ama. Cristo no murió para que el Padre amara a los pecadores. Ese amor estuvo eternamente en el corazón de Dios. Nota cómo él insiste en esta verdad en Juan 3:16 y 17, y en Juan 16:26 y 27.
Es una tragedia que hayamos perdido mucho del conocimiento de Dios, contra quien hemos pecado. No sentimos necesidad de arrepentirnos porque no pensamos haber ofendido a Dios con nuestros pecados. Podemos llegar a ser insensibles a la realidad de cuán malo es el pecado. El sentimentalismo religioso moderno minimiza la repugnancia hacia el pecado; y, como este ya no nos molesta, es difícil darnos cuenta de que el pecado despierta la ira de un Dios santo.
• Pablo no tiene miedo de hablar de la ira de Dios. ¿Cómo la expresa en Romanos 1:18?
Esta declaración establece el tono para un largo tratamiento de la inclinación al pecado, que Pablo sigue analizando en los dos capítulos siguientes (hasta Romanos 3:20).
Un aspecto del evangelio es que Dios es tanto el triunfador sobre el pecado como la víctima de él. Y, como resultado de este doble rol, nuestro Dios puede guardar su pacto con quienes lo quebrantan. El amor de Dios no conduce a una tolerancia del pecado, sino a una victoria sobre él. Como Dios es amor, él se opone al pecado y al mal, porque estos corrompen y destruyen a sus amados hijos. La muerte de Dios en la cruz es el precio que su amor pagó por tomar el pecado con seriedad y seguir amando a los pecadores.
• ¿Cuán seriamente tomas el pecado en tu vida? ¿Qué criterios usas para justificar tu respuesta?
EL EVANGELIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Lunes 16 de enero
• ¿Cuándo se dio la primera promesa de salvación, y qué significa ella? Gén. 3:15.
El lenguaje es notable. Adán y Eva pecaron. Ahora, el gran conflicto les es anunciado mediante el fuerte lenguaje de la “enemistad” entre dos bandos. Esta es una promesa para los corazones humanos atraídos ahora por el pecado. También se nos asegura que este gran conflicto no será eterno, porque la cabeza del enemigo un día será aplastada. En estos versículos, no solo se revela por primera vez la gran controversia, sino también se nos dice cómo terminará.
• Pablo tomó ánimo de Génesis 3:15. ¿Cómo lo expresa en Romanos 16:20? ¿Qué punto está presentando?
• En Génesis 22:1 al 19, Moisés presenta un cuadro muy gráfico de la expiación. ¿Qué podemos aprender, en esta narración, acerca de la futura expiación de Cristo?
Nota las muchas menciones del “padre y del hijo” y de cómo van juntos a la montaña a sacrificar. El hijo lleva la leña; y el padre, los instrumentos del sacrificio (fuego y cuchillo). Isaac, mucho más joven que su padre, podría haberlo vencido en el sacrificio en la montaña. Pero vemos dos milagros: el padre que entrega a su hijo, y el hijo que entrega su vida.
Esta es una representación de la muerte sacrificial de Cristo en nuestro favor. La escena, aunque emocionante, fue solo un pálido anticipo del tiempo cuando, siglos más tarde y sobre otro monte cercano, otro Padre ofrecería a su Hijo. Pero esta vez, no habría un animal para morir en lugar del Hijo. El Hijo mismo moriría sobre el altar. El Padre lo entregaría y el Hijo daría su vida.
Allí, en el monte Moria, el mundo recibió una poderosa imagen (pero todavía es solo una imagen) del plan de salvación y de lo que cuesta la redención de la humanidad caída.
LA SALVACIÓN EN ISAÍAS
Martes 17 de enero
• En el camino a Emaús, Jesús expuso a los dos discípulos la expiación, “desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas” (Luc. 24:27). ¿Qué materiales proféticos pudo haber incluido Jesús en su estudio de la expiación?
Es muy probable que, entre los profetas, Jesús se haya referido a Isaías.
• Lee Isaías 53, que habla del “siervo sufriente”. Describe los detalles incluidos allí que nos ayudan a captar mejor la expiación de Cristo.
En este capítulo, sobresale la sustitución que realizó el Siervo Sufriente. Nota todas las veces que paga el precio por los pecados de otros. Una y otra vez aparece este tema, y nos enseña que el centro de la salvación, de la expiación, es la muerte de Jesús en nuestro favor. Hemos violado la Ley de Dios, y no podemos hacer nada para resolver el problema. Todas nuestras obras buenas no pueden cruzar el abismo entre nosotros y Dios. El único camino para salvarnos era que Jesús pagara el precio en nuestro lugar, y luego nos ofreciera su perfecta justicia, que reclamamos por fe.
Si nuestras obras hubiesen podido ponernos en armonía con Dios, Jesús no habría tenido que morir. Pero él murió, y con su muerte logró hacer la expiación. Necesitábamos esa prueba para ver que no podemos ganar nuestra salvación; la salvación, en cambio, es un don de la gracia.
• Lee 1 Pedro 1:19, y 2:21 al 25. ¿Cómo aplica Pedro partes de Isaías 53 en su explicación de la muerte expiatoria de Cristo en nuestro favor?
Isaías 53 presenta la explicación teológica más clara de la cruz, mostrando en forma inequívoca lo que la cruz representa. Muestra a Cristo muriendo por nosotros, cargando sobre sí el castigo que nosotros merecemos.
• Lee Isaías 53 y piensa en las escenas finales de la vida de Cristo. Al hacerlo, recuerda que allí se describe a nuestro Dios, el Creador. ¿Cómo podemos lograr que nuestra mente capte esta sorprendente verdad?
LOS EVANGELIOS Y LA CRUZ
Miércoles 18 de enero
A pesar de la encarnación de Cristo, su enseñanza profunda y los milagros que realizó, estos no son el centro de la vida de Cristo. En cambio, el pensamiento dominante de Jesús es el de dar su vida. Por más milagrosos que hayan sido su nacimiento y su ministerio, la gran misión de la vida de Cristo fue su muerte.
En los cuatro evangelios, Jesús procura preparar a sus discípulos para su muerte. Pero, su devoción por Jesús y la esperanza de un Mesías político les impidieron comprender lo que Jesús les decía.
• Lee Marcos 10:32 al 45. ¿Cómo describió Jesús su ejecución tan próxima? (vers. 33, 34). ¿Qué había de malo en el pedido de Santiago y de Juan? (vers. 35-37). ¿Cuál fue la aguda respuesta de Jesús? (vers. 42-45).
La noche antes de morir, Jesús celebró la Pascua con sus discípulos. Luego, los instruyó para que ese evento fuera conmemorado hasta su regreso. La ordenanza de la Comunión, instituida por el Señor mismo –y el único acto conmemorativo que él autorizó–, no es un recordativo de su encarnación, de sus milagros o de su predicación; es un recordativo de su muerte. Cristo quiso ser recordado por su muerte.
En los informes de los cuatro evangelios acerca de la vida de Jesús, los eventos que rodearon su crucifixión reciben el mayor énfasis. El asombroso milagro de la Encarnación y el nacimiento de Jesús son mencionados solo por Mateo y Lucas en dos capítulos cada uno. Marcos y Juan omiten comentarios sobre el nacimiento de Cristo, y comienzan sus evangelios con Jesús como adulto.
Los cuatro escritores de los evangelios, sin embargo, enfatizan la última semana de la vida de Cristo y su muerte. Repasa las narraciones, y notarás que la concentración está en la última semana de la vida de Jesús, que lo lleva a su muerte. Esto abarca desde un tercio hasta casi la mitad de los textos en los evangelios. Cada lector está “forzado” a prestar atención indivisa al gran acto redentor de Dios.
• Considera tu vida, tu pasado, tus errores, tus pecados. . . ¿Crees honestamente que has hecho algo, o podrías hacer algo, para expiar ese pasado? ¿Por qué, entonces, la muerte de Jesús en tu favor debería ser el centro de toda tu vida? ¿Qué esperanza tendrías sin ella?
EL CLAMOR EN LA CRUZ
Jueves 19 de enero
El sentimentalismo que a veces pasa por cristianismo en nuestros días (en un intento de que el evangelio se conforme al pensamiento moderno) impide captar la expiación de Cristo. Pero debemos reconocer que aquello que digamos de Dios no puede hacer justicia a Dios, especialmente en el tema de la expiación. Debemos evitar la tentación de reducir la muerte de Jesús a solo “un ejemplo de amor abnegado”. Claro que lo fue pero, como pecadores, se necesitaba más que eso para redimirnos. Dios tenía que cargar sobre sí mismo el peso total de su ira contra el pecado.
• En la cruz, Jesús clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat. 27:46). ¿Cómo debemos entender esto? ¿Qué decía Jesús, por qué, y cómo este grito nos ayuda a comprender lo que costó salvarnos del pecado?
“El Señor de gloria estaba muriendo en rescate por la familia humana. [...] Sobre Cristo, como sustituto y garante nuestro, fue puesta la iniquidad de todos nosotros. Fue contado por transgresor, a fin de que pudiese redimirnos de la condenación de la ley. [...] El Salvador no podía ver a través de los portales de la tumba. [...] Temía que el pecado fuese tan ofensivo para Dios que su separación resultase eterna. [...] El sentido del pecado, que atraía la ira del Padre sobre él como sustituto del hombre, fue lo que hizo tan amarga la copa que bebía el Hijo de Dios y quebró su corazón” (DTG 700, 701).
Jesús dirigió esta oración a “Dios” en lugar de al “Padre”. Los clamores de Cristo desde la cruz no eran para hacer ver por lo que atravesaba y demostrar que él nos amaba. Este es Dios mismo muriendo la muerte que el pecado traería sobre nosotros de no ser así.
Tres de los evangelios registran que Jesús clamó en alta voz desde la cruz mientras moría. Estos fuertes gritos se mencionan en Hebreos: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte” (Heb. 5:7). No hay afirmación, en todos los evangelios, que rivalice con este grito de desamparo de Jesús en la cruz; y, en ese clamor, obtenemos una vislumbre de lo que Dios mismo estuvo dispuesto a pasar a fin de darnos la salvación.
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Viernes 20 de enero
“¡Oh, cuán deficiente, cuán incapaz soy de expresar las cosas que arden en mi alma con referencia a la misión de Cristo! [...] No sé cómo hablar ni cómo describir con la pluma el gran tema del sacrificio expiatorio. No sé cómo presentar los temas con el poder vivo con el cual los recibí. Tiemblo por temor a empequeñecer el gran plan de salvación al usar palabras ordinarias” (MS 3:130).
“La infinita misericordia y el amor de Jesús, el sacrificio hecho en favor de nosotros, nos demanda la más seria y solemne reflexión. Deberíamos espaciarnos en el carácter de nuestro querido Redentor e Intercesor. [...] Cuando así contemplamos los asuntos celestiales, nuestra fe y amor serán más fuertes, y nuestras oraciones cada vez más aceptables a Dios, porque se mezclarán más y más con fe y amor. Serán inteligentes y fervientes. Habrá una confianza más constante en Jesús, y una experiencia viva y diaria en su poder para salvar completamente a todos los que van a Dios por medio de él” (CC 88).
• PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En la Biblia, Dios se describe como amante de los pecadores y también como extremadamente airado contra el pecado. Algunos cristianos tratan de tomar una expresión o la otra como una representación de la naturaleza de Dios. ¿Por qué esto no es necesario? ¿Por qué el amor de Dios por los pecadores es una de las razones por las que él está airado contra el pecado?
2. El amor de Dios no es como el afecto que nos tenemos unos a otros. ¿Qué nos enseña acerca del amor divino el acto de Cristo como Salvador?
3. ¿Cómo tu comprensión de la santidad de Dios, en contraste con nuestra pecaminosidad, te ayuda a comprender por qué costó tanto nuestra salvación?
4. Medita en la historia de Abraham e Isaac en Génesis 22. ¿De qué otras maneras nos ayuda a comprender la naturaleza del sacrificio de Cristo? ¿De qué maneras apenas hace justicia a lo que debía simbolizar?
RESUMEN: Desde las primeras páginas del Génesis, la Biblia nos señala hacia la muerte de Cristo en la cruz, donde él moriría la muerte del pecador a fin de redimirnos de la destrucción eterna que producirá el pecado. Aunque la Biblia usa diferentes símbolos y metáforas para explicar la muerte de Cristo, en el centro de todo ello está su sustitución, gráficamente expresada en Isaías 53. Para probar que las obras no pueden salvarnos, tenemos la muerte de Dios mismo en la cruz. Después de todo, ¿qué más podríamos los seres caídos agregar a esto?
• RECURSOS COMPLEMENTARIOS / DESCARGAS
• Lección de Adultos (pdf), haciendo clic aquí
• Weekly Bible Study Guide (html), haciendo clic aquí
• Notas de Elena G. de White (pdf), haciendo clic aquí
• Edición auxiliar para Maestros ES (pdf), haciendo clic aquí
• Edición auxiliar para Directores ES / División Sudamericana (pdf), haciendo clic aquí
• Libro Complementario: "Gálatas" de Carl Cosaert (pdf), haciendo clic aquí
• Comentario del Dr. Jonathan Gallagher, para el ministerio Sabbath School-On-The-Move (traducción Shelly Barrios de Ávila), haciendo clic aquí
• Lección de Cuna, 0 a 2 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Infantes, 3 a 5 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Primarios, 6 a 9 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Intermediarios, 10 a 12 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección de Adolescentes, 13 a 14 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección Juvenil, 15 a 18 años (pdf), haciendo clic aquí
• Lección El Universitario (pdf), haciendo clic aquí
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Guía de Estudio de la Biblia para la Escuela Sabática: "Vislumbres de nuestro Dios" Periodo: 1° Trimestre /enero-marzo de 2012
Las Guías de Estudio de la Biblia son preparadas por la oficina de las Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. La preparación de estas guías ocurre bajo la dirección general de una comisión mundial de evaluación de manuscritos para la Escuela Sabática, cuyos miembros actúan como consultores. Las lecciones publicadas reflejan las sugerencias de la comisión, de modo que no representan exclusivamente la intención del autor de ellas.
Autor: JO ANN DAVISON es profesora de Teología en el Seminario de la Andrews University (siendo la primera mujer admitida como profesora). Obtuvo su doctorado en Teología Sistemática en la Trinity Evangelical Divinity School en el año 2000. Hija de padres misioneros y cuarta generación de Adventistas del Séptimo Día. Ha escrito numerosos artículos en la Adventist Review, Signs of the Times y la Journal of The Adventist Theological Society. También ha escrito los libros: Jonah: The Inside Story (Jonás: La historia interna) y Toward a Theology of Beauty: A Biblical Perspective (Hacia una teología de la belleza: una perspectiva bíblica).
Dirección general: Clifford Goldstein / Dirección editorial (en español): Marcos G. Blanco / Traducción y redacción editorial (en español): Rolando A. Itin
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" El asombroso milagro de la Encarnación y el nacimiento de Jesús son mencionados solo por Mateo y Lucas en dos capítulos cada uno. Marcos y Juan omiten comentarios sobre el nacimiento de Cristo, y comienzan sus evangelios con Jesús como adulto."
ResponderEliminarLeo y leo mateo y lucas y no me habla de la doctrina de la encarnacion de jesus.
Primero: La Encarnación de Dios en las Religiones Paganas Antiguas
Creer en un Dios encarnado, la segunda hipóstasis divina de Dios, encarnado para perdonar los pecados de la gente, es una creencia vieja y conocida en las religiones antiguas, como el hinduismo. En su libro "India", el historiador Allen dijo, "Krishna es el mayor de todos los dioses encarnados y mucho mejor que ellos, eran sólo en parte divinas, pero (Krishna) actuó como Dios en una figura humana.
Mencionado en el libro indio "Baha Kavat Boro", Krishna dijo, "encarnar en la casa de Yedwa y de útero Devaki, va a nacer y morir, ha llegado el momento de mostrar mi poder, y aliviar la tierra de su carga". Por lo tanto, los hindúes lo consideraban una divina encarnación que le hizo merecedor de adoración.
El historiador Dwain habló acerca de Buda en su libro "Los mitos de la Torá, el Evangelio y su similitud en otras religiones". Dijo, "Buda nació de la Virgen Maya, quien adoran los budistas en la India y otros países. Dicen de él, "Dejó el cielo y descendió a aparecer como una figura humana, como merced para la gente para salvarlos de sus pecados y guiarlos".
El historiador Dawn también mencionó que los europeos fueron sorprendidos cuando se dirigían a Comorine, al oeste de la India, de ver el culto de personas a un Dios llamado Silvahana, que nació de una Virgen.
Entre los seres humanos que dijeron haber sido encarnados, están: el Dios Fuhi en China y Wisten Nonick y Hwankty y otros. La gente solía decir del Dios Bromesus, "fue un hombre real y un verdadero Dios. [1]
Por lo tanto, podemos decir que la encarnación de Dios existía en antiguas religiones paganas antes del cristianismo.
[1]-Paganismo en el cristianismo, Mohammad Taher Attenneer, pp 47-56
Lo esencial de esta leccion es:JESUCRISTO el redentor i redentor es el q" rescata- libera,salva de toda esclavitud politica-economica i espiritual de c/u.q" estamos sumidos en todo tiempo.La razon principal de q" DIOS vino a la tierra es solucionar el problema del pecado-cumplir sus promesas-demostrar el caracter del verdadero DIOS-en especial el AMOR i compasion al projimo-este principio divino no cumplen los cristianos q" son + de 2200 millones en la tierra,no se solucionan los problemas graves de los paises empobresidos x la extrema riqueza con sus despilfarros + de 500 años de explotacion,zaqueo de las riq"zas,esclavitud espiritual x el imperialismo q" domina el mundo q" se llaman cristianos,civilizados o democratas-es evidente la corrupcion generalizada,traicion a las promezas, mercantilismo en las iglesias-NO existe el amor-compasion al hno.solo hay verborrea,sermones demagogicos,indiferencia al sufrimiento ajeno-los responsables directos son los lideres i administradores religiosos,q" no demuestran el caracter de CRISTO...x eso de una vez regrese JESUCRISTO para eliminar totalmente el pecado con su autor el diablo i sus ..aliados politicos-religiosos i economicos.-porq" estamos cansados de clamar los q" sufrimos-¿DIOS PORQUE NOS HAS DESAMPARADO???-responder a (Candelario)...
ResponderEliminarMi opinion con respecto al comentario del anonimo anterior, Jesus es el redentor, y por el se llega a la verdad y a la salvacion, y ¡¿por que los cristianos que se dicen seguidores de Jesus no viven de acuerdo a lo que el pide? Por que desde la base esta mal, no saben lo que adoran y se guian por fafulas judeo-cristianas.
ResponderEliminar2 de Pedre 1:16, 2:1-3 ;Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, 3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.
Juan4:22:Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.