sábado, 12 de diciembre de 2009

Lección 12: La segunda generación: Amonestaciones / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...

Texto Clave: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Deuteronomio 6:4, 5.

Enseña a tu clase a:

Saber cuáles fueron las lecciones grabadas en la segunda generación que recibió la Tierra Prometida.
Sentir aprecio por el estilo de liderazgo manifestado en la Biblia.
Hacer nuestra parte fielmente, como miembros de un solo cuerpo.

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Aprender de generaciones pasadas

A. Aun cuando Moisés no entraría en Canaán, él ayudó a preparar al pueblo para este paso largamente esperado. ¿Cómo había de dividirse la tierra?
B. ¿Cómo fue elegido el nuevo líder para Israel? ¿Cuál fue la actitud de Moisés en este proceso?

2. Sentir: Cualidades de los líderes

A. ¿Qué peso tuvieron las necesidades de las familias en la distribución de la tierra? ¿Qué te dice esto con respecto al valor de las familias a los ojos de Dios?
B. ¿De qué modo respondieron Dios y Moisés al pedido de Rubén y Gad, y el de las hijas de Zelofehad? A la luz de estas experiencias, ¿qué función tienen la flexibilidad y las concesiones mutuas en el liderazgo? ¿Qué otros rasgos del liderazgo se ilustran?
C. ¿Qué actitudes hacia el liderazgo se fomentan con un estilo democrático de liderazgo frente a uno autoritario? ¿Cuándo el estilo autoritario es apropiado?

3. Hacer: Actuar como uno solo, el cuerpo de Cristo

A. ¿Por qué estaba Moisés preocupado acerca del pedido de los rubenitas y los gaditas que querían establecerse antes de cruzar el Jordán? ¿Hemos sido culpables de cuidarnos a nosotros mismos y las necesidades de nuestra familia, sin considerar las responsabilidades que tenemos con la iglesia y la comunidad?
B. ¿Qué responsabilidades tenemos hacia nuestra iglesia y nuestra comunidad que son tan críticas como las que Moisés enfatizó a los hijos de Rubén y de Gad?

Resumen: Aunque Moisés no conduciría al pueblo a entrar en Canaán, fielmente administró los preparativos finales para su entrada.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave: Dios nos llama a aprender, de nuestros antecesores, a pasar la antorcha de la sabiduría piadosa a quienes vienen después de nosotros.

Solo para los maestros: Aunque la mayoría de los eventos atléticos en las pistas son individuales, las carreras de relevos son el ejemplo más esencial de la cooperación de un equipo. Pasar el testimonio (posta o elemento que se pasa de un corredor al que le sigue) requiere precisión. La posta debe ser intercambiada en la zona de intercambio.

El sentido de oportunidad en el tiempo es crítico. Si los testimonios son pasados demasiado temprano o demasiado tarde, el equipo queda automáticamente descalificado. Si tanto el corredor que llega como el que sale de su carril interfieren con otro corredor, su equipo será castigado. El instante del intercambio requiere horas de práctica. Si el corredor que sale debe frenarse para recibir el testimonio, se pierde tiempo. Si los corredores que entran corren pasando a los que salen, es inevitable un traspaso pobre. Si un testimonio se cae, casi seguramente asegura una carrera perdida. No obstante, una posta bien ejecutada es el espectáculo más excitante en las carreras.

¿Cómo estamos pasando el testimonio de la fe a las generaciones futuras? ¿Cuán bien hemos recibido el testimonio de las generaciones pasadas? ¿Hemos aprendido de sus errores o los repetimos? ¿Hemos aprendido de su sabiduría o, en forma arrogante, ignoramos sus valores? ¿Hemos pasado el testimonio en forma apropiada o hemos sido descuidados al hacerlo? ¿De qué maneras podemos mejorar?

Actividad: Reparte hojas de papel y lápices. Pide a los miembros de la clase que enumeren cinco valores que son importantes para ellos. Permite tiempo para compartir sus listas. Pregunta a los miembros de la clase por qué esos valores son importantes para ellos. Ahora, pregúntales qué están haciendo para transmitir esos valores a otros. Pregúntales por qué es importante compartir nuestros valores con otros.

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. La repartición de la tierra (Repasa, con la clase, Núm. 26; 27:1-11; 34:1-36:13).

Siendo que la sociedad hebrea era patriarcal (no matriarcal), uno puede fácilmente suponer que los derechos de las mujeres eran pasados por alto. Cuán importante es, entonces, que los textos que tenemos aquí para estudiar ilustren los siguientes puntos: 1) que Dios estaba también interesado en la posición de las mujeres; 2) que las leyes civiles fueron creadas para servir al principio de la equidad y podían ser modificadas cuando llegaba a ser claro que contravenían el principio que tenían la intención de proteger; y 3) que debían ser considerados los derechos de todas las personas afectadas, de modo que alcanzara un compromiso que atendiera las necesidades de todos.

El plan de Dios para la repartición de la tierra otorgaba la tierra basado en las necesidades de la tribu y garantizaba una justa distribución a perpetuidad. Este plan era sumamente importante en una sociedad agraria, porque la tierra significaba la capacidad de sustentar la vida y la cultura. El derecho de las mujeres a una herencia justa debía ser equilibrado frente a la garantía tribal de un medio perpetuo de sostén. Cuando las mujeres llegaban a ser dueñas, era posible que la tierra pasara a otra tribu porque, en una sociedad patriarcal, la tierra propia de las mujeres se transfería a la tribu de su esposo. Esto reduciría la tierra, el medio de sostén de una tribu comparada con otra. La resolución de este asunto muestra la debida consideración para ambas preocupaciones.

Considera: ¿De qué modo las leyes civiles y la práctica de la iglesia proporcionan una distribución equitativa del poder, la riqueza, y el respeto entre los hombres y las mujeres en nuestra sociedad? Si la ley y las prácticas pasadas ya no sirven al principio de la equidad, ¿cuál es la manera adecuada para producir cambios apropiados?

II. Mantener la palabra y acerca de los bordes (Repasa, con la clase, Núm. 30; 32; 2 Cor. 1:20; Sant. 3:3-12).

Una comunicación honesta y abierta cierra la puerta a muchos malos entendidos. Dios quería que Moisés transmitiera este valor a la nueva generación. ¿Cuántos hijos son heridos porque los padres quebrantan las promesas de pasar tiempo con ellos? ¿Cuántas familias están bajo presión porque dejan de afrontar sus obligaciones financieras? ¿Cuántos matrimonios y empresas se disuelven porque los socios no pueden mantener su palabra?

Las molestias personales o las “promesas apresuradas” no son excusas aceptables para no guardar la palabra que uno ha dado. A menudo se requiere sacrificio personal para guardar una promesa; pero esto es lo que se espera de todos los que pretenden conocer a Dios. Dios siempre cumple sus promesas, y así debieran hacerlo todos los que llevan su nombre.

Esta responsabilidad fue el problema en la frontera de Canaán, cuando los rubenitas y los gaditas pidieron permiso para establecerse al este de Canaán. Al principio, Moisés supuso que su motivo era cobardía, un intento de no cumplir su palabra en cuanto a su obligación de pelear junto con sus compañeros hebreos en la conquista de Canaán. Cuán a menudo nosotros, como Moisés, suponemos lo peor de los demás. Sin embargo, esta no era la intención de ellos. Debemos darle el crédito a Moisés por darles una oportunidad de corregir la evaluación que él había hecho al principio. ¡Cuántas disputas en la iglesia podrían evitarse si siguiéramos este principio!

Considera: ¿Qué significa para ti “dar a otros el beneficio de la duda”? ¿Cómo podemos reemplazar acusaciones innecesarias con preguntas sinceras?

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Pasar la antorcha de la fe y los valores puede ser una tarea frustrante, como lo ilustra el siguiente diálogo. Pide a dos personas que representen el siguiente incidente, y luego lo analicen en la clase.

Hijo: Papi, ¡no es nada que te interese! Es mi vida. ¿Por qué no me puedes dejar solo?

Papá: No puedo creer que estoy oyendo esto. ¡Mi propio hijo! ¿No te enseñé nada?

H: Mira, ya he tenido suficiente. Tú no puedes vivir mi vida por mí.

P: Eso no tiene nada que ver. Tú tienes una obligación moral aquí. No te puedes ir así no más, y dejar que otro haga lo que tú tendrías que haber hecho.

H: Bueno, tú eres el que habla. ¿Quién dijo que eras el “Sr. Perfecto”?

P: Tal vez no siempre he vivido a la altura de los valores que te enseñé. Lo lamento. Pero, créeme: he tratado de cumplir mis promesas. He tratado de hacer lo correcto.

H. Bueno, ¿pensaste alguna vez que tal vez estoy tratando de hacer lo mismo a mi manera?

P. Tal vez ese sea el problema. No tiene que ver con tu manera o con la mía. ¿Te has preguntado qué piensa Dios acerca de esto?

H: Lo sabía. Lo sabía. Tarde o temprano, tú...

P: Bueno, sigue... Tira a Dios afuera. Ahora, dime: ¿de dónde sacas tus valores? ¿O esto lo hace cada uno por sí mismo? Todos hacen lo que creen que es correcto, no importando a quién lastiman.

H: ¡Eso es muy injusto!

P: ¿Lo es? Mira, un día tendrás un hijo propio. ¿Qué quieres que él sea? ¿Tendrás algún valor para enseñarle a él? ¿O lo tirarás afuera como una botella en medio del océano, a la deriva, hasta que encuentre una orilla por obra del azar?

H: ¡Oh! Ya puedo oír lo que sigue: “¿Permitirás que los medios o Internet lo críen?” ¡Papá, tú eres muy predecible!

P: Tal vez sea así; pero un día tendrás que pensar por qué estás aquí, cuál es el propósito de tu vida, qué le da significado a tu vida: las grandes preguntas. Encontrarás que hay más que solo tú en el mundo. Tal vez entonces pensarás dos veces acerca de Dios.

H: Y tú ¿no crees que ya he hecho eso?

P: Bueno, si lo hiciste, no te olvides de que Dios te ama, y tiene un plan para tu vida. Aprende de mis debilidades. No las repitas. Elige lo mejor que la vida te ofrece.

H: (Pausa). Muy bien, no te hago ninguna promesa, pero pensaré en esto.

Preguntas: ¿Qué declaraciones verdaderas hicieron tanto el padre como el hijo? ¿Qué piensas que era el tema de la discusión? Lean “entre líneas”, y hablen acerca de maneras de hacer más fácil la transferencia de los valores de Dios a la generación siguiente.

PASO 4: ¡Crea!

Actividad: Basado en la discusión del incidente reciente, haz una lista de cinco cosas que personalmente intentas pasar acerca de tu fe y tus valores a la generación siguiente.



Guía de Estudio de la Biblia: Un pueblo en marcha: El libro de Números / Edición para Maestros.

Periodo: Trimestre Octubre-Diciembre de 2009
Autor: Frank B. Holbrook. B.D., M.Th. Teólogo adventista ya desaparecido. De 1981 a 1990, fue director asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Conferencia General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Silver Spring, Maryland. También fue Profesor de Religión de la hoy Southern Adventist University.
Editor: Clifford Goldstein

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