sábado, 28 de febrero de 2009

Lección 10: El mensaje de los profetas / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto Clave: 1 Timoteo 4:16.

Enseña a tu clase a:

Saber las doctrinas clave como las revelaron los profetas bíblicos y las afirmó Elena de White.
Sentir el deseo de comprender mejor las enseñanzas bíblicas.
Hacer que otros también obtengan este conocimiento.

Bosquejo de la Lección

1. Salvación (Rom. 3:21-28)
A. ¿Cómo podemos asegurarnos que la justificación por la fe permanezca en el corazón de la misión de nuestra iglesia?
B. Lee Hebreos 9:1 al 8. ¿Qué reveló Dios acerca de su plan de salvación a Moisés? ¿Qué revela Hebreos 8:1 y 2 acerca de la obra continua de la salvación? ¿Por qué podemos tener seguridad en el Juicio?


2. Distintivamente adventista (Juan 11:11-14)
A. ¿De qué modo la comprensión de la inmortalidad condicional (el alma duerme), con un énfasis en la resurrección, te trajo consuelo y esperanza?
B. Lee Apocalipsis 14:9 al 11. ¿Cómo te sientes acerca de que Dios queme a los malvados hasta que se consuman, en vez de dejarlos quemarse por la eternidad, como creen algunos cristianos?

3. La bendita esperanza (Mat. 24:4-31)
A. ¿De qué modo nuestra expectativa del regreso de Jesús debería influir sobre la forma en que vivimos?
B. ¿De qué manera podemos mantener viva esta esperanza a medida que pasa el tiempo? ¿Qué puedes hacer para compartir este conocimiento con otros?
C. ¿En qué formas la Biblia y los escritos de Elena de White nos ayudan a vivir en este “tiempo de espera”?

Resumen

Aunque los Adventistas nos hemos caracterizado por estas doctrinas importantes, siempre hemos afirmado que la Biblia es nuestro único credo y que somos un pueblo del Libro. Aunque los profetas no canónicos pueden darnos vislumbres útiles, la Biblia debería ser el único fundamento sobre el cual descansen nuestra fe y nuestras doctrinas.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Dios nos llama para tomar una posición decidida con él en la gran controversia entre el bien y el mal.

Absalón, el enemistado hijo de David, tenía la intención de derrocar a su padre y establecerse como rey. La conspiración había avanzado, y Absalón había conseguido personas que lo apoyaban en todo el reino. Sus planes eran avanzar rápidamente, y parecía que estaba destinado a derrocar con éxito el gobierno de David. En este momento vital, un mensajero no identificado llegó a Jerusalén para avisar a David de la conspiración de Absalón. David actuó con decisión cuando oyó el mensaje de advertencia, y sus actos lo llevaron oportunamente a derrotar a Absalón y sus partidarios. (Ver 2 Sam. 14:25-18:18).

Los cristianos están involucrados en una batalla mucho mayor, una controversia cósmica entre Cristo y Satanás. Los profetas, a lo largo de los siglos, recibieron un mensaje no solo de advertencia sino también de esperanza. Este mensaje desenmascara la conspiración de Satanás y de sus rebeldes seguidores, y nos invita a tomar una acción decisiva. El mensaje profético que Dios ha puesto en nuestras manos ofrece salvación, libertad y liberación. Dios nos ofrece el privilegio de unirnos a sus filas mientras derrota al enemigo de la vida, pero nos deja a nosotros hacer la elección.

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. Justificación por la fe (1 Rey. 8:46-51; Rom. 3:21-28; 4:1-11; 5:12)

En la oración de dedicación que pronunció Salomón, ofrecida en la inauguración del Templo, se refirió a la debilidad de la humanidad y la fortaleza del pecado arraigado en la raza humana. Como él lo expresó, nuestra única esperanza reside, no en el poder de nuestro esfuerzo humano para vencer la tentación, sino en el misericordioso perdón de Dios, que gratuitamente provee al pecador. El fundamento de este llamado no reside en una supuesta bondad natural del hombre sino en el hecho de que Dios nos ha elegido como su posesión especial.

Mil años más tarde, Pablo afirma lo mismo: al confiar en Dios y en el Sacrificio que Dios ofreció por el pecado mediante Jesús, nuestro pecado ha sido perdonado. Nuestra obediencia no es nada más que trapos de inmundicia comparada con el carácter inmaculado de Cristo. Aun Abraham, el padre del pueblo judío, fue aceptado por Dios antes de que adoptara obedientemente el símbolo de la obediencia, que en su tiempo era la circuncisión. Del mismo modo, nuestra obediencia está arraigada en la aceptación de Dios, como lo demuestra su perdón.

Considera: ¿Cuál de las siguientes declaraciones es la que más te motiva para obedecer a Dios?: 1) el temor de que Dios te castigue o te excluya por hacer el mal, o 2) el aprecio por el perdón que Dios te ofrece a costa de Dios mismo.

II. El Santuario (Heb. 9:1-8)

El Santuario del Antiguo Testamento no era un fin en sí mismo (Heb. 9:9), sino una ilustración que señalaba al ministerio de Cristo. La sangre de los animales sacrificados no podía realmente dar el perdón; ni tampoco podía proveer un escape del juicio que todos los seres humanos merecen (ver Rom. 6:23). Cuando Cristo entró en el Lugar Santísimo del Santuario celestial, aseguró nuestra salvación, no con la sangre de animales sino con su propia sangre. El juicio, la penalidad, la sentencia que con derecho nos correspondía, fueron, en cambio, pronunciados contra él. ¡Él murió, y nosotros somos liberados! (Ver Heb. 9:13-28).

Considera: Estamos viviendo en el tiempo del fin, la hora profética del Juicio que inmediatamente precede al glorioso regreso del Señor. Durante este tiempo, ¿en qué deberíamos concentrarnos principalmente? ¿El mejoramiento moral personal? ¿Contemplar la incomparable misericordia de Dios al tomar sobre sí mismo la condenación que merecidamente es nuestra? ¿Depender de mi herencia espiritual, de mis esfuerzos para mejorar mi vida, o de la muerte de Cristo en mi lugar? Explica la severidad de las advertencias dadas a los que no aprecian la magnitud de la misericordia de Dios. (Ver Heb. 10:26-29, 37-39).

III. El sábado (Éxo. 20:1-17; Sant. 2:10, 11; 1 Juan 5:2, 3; Apoc. 14:12)

La importancia de guardar santo el sábado está arraigada en la Creación y la Redención, los dos actos supremos de Dios en la historia humana. El sábado es una parte de la historia de la Creación (ver Gén. 2:1-3) y del cuarto Mandamiento, como se registra en el Éxodo, y nos llama a adorar en el séptimo día porque Dios creó el mundo. Sin embargo, en Deuteronomio 5:12 al 15, el cuarto Mandamiento nos llama a adorar a Dios por cuanto Dios nos liberó de la esclavitud por su poder asombroso. Adorar cada sábado nos recuerda que fuimos creados con amor y no hemos evolucionado por azar de una masa de tejidos. También nos recuerda que Dios nos liberó de la esclavitud del pecado y que podemos descansar con toda seguridad en él.

Considera: Los observadores del sábado a veces guardan el sábado de maneras diferentes, despertando controversias dentro de la iglesia. ¿De qué modo los temas del descanso y de la conmemoración de la Creación y la Redención moldean nuestra práctica de guardar el sábado? (Nota Éxo. 16; Neh. 13:15-22; Isa. 58:13, 14; Luc. 4:16; Juan 5:1-18).

IV. El estado de los muertos (Sal. 146:4; Ecl. 9:5, 6; Juan 5:28, 29; 11:11-14; Hech. 2:34; 1 Tim. 6:16).

Considera: Primero, lee 1 Corintios 15:12 al 23; luego analiza lo siguiente: De acuerdo con Pablo, no hay resurrección de los muertos, ni vida eterna, fuera de Cristo. Él dice que si Jesús no hubiera resucitado de los muertos, seríamos responsables por nuestros pecados y del castigo por el pecado, que es la muerte (Rom. 6:23). Sin embargo, si Pablo está equivocado y hay alguna otra manera de llegar a la vida eterna (por ejemplo, la teoría del alma inmortal), ¿qué nos indica eso? ¿Hay necesidad de Cristo para la liberación de la muerte?

V. La segunda venida de Cristo (Mat. 24:5, 24-31; Apoc. 1:7; 19:11-21; 1 Tes. 4:16, 17)

“Los términos usuales en el NT para la 2ª venida de Cristo son parousía ‘presencia’, ‘manifestación esplendorosa’; epifanéia, ‘aparición’; y apokálupsis ‘revelación’. La palabra parousía aparece comúnmente en los papiros para referirse a la visita de un emperador o un rey. [...] Epifanéia se encuentra a menudo en las obras clásicas griegas para describir la gloriosa aparición de los dioses paganos. [...] Apokálupsis se usa para la ‘aparición’ o ‘revelación’ de Cristo en ocasión de su 2ª venida” (DBA 1.068, 1.069).

Considera: ¿Qué preparativos harías si el presidente de tu país te prometiera visitarte en tu casa, y llevarte a un hogar nuevo y permanente en un paraíso tropical? ¿De qué modo esa promesa afectaría tu actitud acerca de tu valor propio o de tu visión de los problemas que afrontas en la vida?

PASO 3: ¡Practica!

Desempeño de roles: Asigna a alguien de tu clase el papel de ser un ateo escéptico. Alguien que es analítico y tiene conocimiento de la posición atea sería un candidato ideal. El papel de los otros miembros de la clase sería presentar las enseñanzas repasadas en esta lección, para “presentar un sólido caso en favor de la fe” basado en ella. Considera los anhelos humanos de propósito, sentido, significado, redención, amor y longevidad. ¿De qué modo las enseñanzas acerca de la justificación, del Santuario, del sábado, la muerte y la venida de Cristo responden a nuestras necesidades humanas? Concédele a tu “ateo escéptico” suficiente tiempo para responder a las afirmaciones de la clase. Desafía a la clase a proveer respuestas válidas a las objeciones.

Testificación

Invita a los miembros de tu clase a compartir experiencias de la vida real sucedidas al compartir el mensaje estudiado en esta lección. Tómate el tiempo suficiente para orar acerca de los obstáculos que pueden estar estorbando a alguien que es atraído al mensaje de la fe en Cristo.

PASO 4: ¡Aplica!

Considera: Moisés registró la historia de Balaam en los capítulos 22 al 24 de Números. Balaam no quería realmente entregar el mensaje de esperanza de Dios para Israel, porque prefería lograr la recompensa por maldecir a Israel. Sin embargo, Dios solo ofrecía un mensaje de bendición.

Más tarde, Balaam fue muerto por los israelitas, y su epitafio permanente sería que él haría cualquier cosa por dinero. Dios nos ha confiado un mensaje profético de esperanza para nuestros tiempos. ¿Estamos tan involucrados en ganar dinero y en las cosas de esta vida que descuidamos nuestro llamado a compartir ese mensaje? Analiza lo que podrías hacer este mes para entregar fielmente el mensaje.

Guía de Estudio de la Biblia: El don profético y la iglesia remanente de Dios. Edición de Maestros.
Periodo: Trimestre Enero-Marzo de 2009
Autor: Gerhard Pfandl, nacido en Austria, ha sido director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General desde 1999.
Editor: Clifford Goldstein

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