Lección 7: La obra de los profetas / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto Clave: Oseas 12:13.

Enseña a tu clase a:

Saber cuál es el rol y el propósito del oficio profético.

Sentir la convicción de cambiar nuestras vidas como respuesta a la corrección que Dios nos da por medio de su Palabra.

Hacer la decisión de compartir la seguridad que Dios nos da acerca del futuro.

Bosquejo de la Lección

1. Descripción de la tarea del profeta (Isaías 53)

   1. ¿Por qué la predicación del evangelio es importante para cumplir el propósito de Dios en tiempos antiguos, así como en los modernos?

   2. ¿Cuáles son algunos ejemplos de la manera en la que Dios usó a los profetas para guiar a su pueblo?

2. Reprobar el pecado (Isa. 1:15-17)

   1. ¿De qué otro modo usó Dios a los profetas para corregir y reprobar el pecado?

   2. ¿Cómo te sentirías si te confrontara un mensaje de Dios de que algo que tú haces está mal?

   3. ¿Cómo puedes responder mejor a la corrección provista por la Palabra de Dios?

3. Predecir el futuro (Dan. 9:24-27)

   1. ¿De qué modo te hace sentir el saber que Dios ha revelado verdades importantes acerca del futuro por medio de sus profetas?

   2. ¿Cómo puede usarse la profecía en forma apropiada para conducir a la gente a creer en Dios y a aceptar a Jesús como su Salvador? ¿Cuáles son los beneficios de usar la profecía en la evangelización? ¿Cuáles son los riesgos?

   3. ¿Cómo puedes permitir que otros conozcan que Dios tiene las respuestas a tu futuro y al de ellos?

Resumen

Los profetas cumplieron diversas funciones, incluyendo la proclamación del evangelio, dar conducción divina, corregir el pecado y predecir el futuro, de modo que el pueblo de Dios pueda comprender y aceptar el plan divino de redención para la raza humana.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave para el crecimiento espiritual: La obra de un profeta es entregar a la gente los mensajes de Dios con respecto al evangelio, la iglesia y el futuro.

Si te pidieran que des una definición de un profeta, ¿qué dirías? Un profeta es:

1. Alguien llamado por Dios.

2. Alguien designado o elegido por la iglesia.

3. Alguien que escoge ganarse la vida profetizando.

¿Cuál dirías que es la obra de un profeta?

1. Predecir el futuro.

2. Dar mensajes de Dios a la gente.

3. Interpretar la voluntad de Dios a la gente.

4. Dar instrucción religiosa a la gente.

5. Todo lo de arriba.

“El profeta era principalmente un maestro de justicia, de espiritualidad y de conducta ética, un reformador moral con mensajes de instrucción, consejo, amonestación y advertencia, y su obra a menudo incluía la predicción de eventos futuros” (DBA 947).

La obra de un profeta nunca fue fácil o sencilla. Muchos profetas fueron martirizados, porque profetizaron lo que la gente no quería escuchar. Algunas veces los profetas sufrieron por falta de alimento, de casa, de amigos, y aun perdieron a seres queridos.

Considera: Si un profeta es alguien llamado por Dios, que hace lo que Dios le pide que haga, ¿por qué crees que debía experimentar dificultades, molestias, incredulidad y rechazo?

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. El profeta y la predicación del evangelio

Isaías y Juan el Bautista tuvieron varias cosas en común. Isaías es un profeta importante de los tiempos del Antiguo Testamento. Juan es uno de los mayores profetas del Nuevo Testamento. Ambos proclamaron la venida de Jesús. Juan fue llamado el nuevo Elías y, en un sentido similar, se podría decir que Isaías fue la versión de Juan en el Antiguo Testamento, siendo que ambos tuvieron una obra especial y predicaron un mensaje específico de Dios.

Considera: Pide que alguien lea Isaías 53:1 al 5 y Juan 1:29. ¿Qué mensaje dieron ambos? ¿A quiénes lo dieron? ¿En qué se diferencia el mensaje de Isaías del de Juan? ¿Por qué fue diferente?

El mensaje del evangelio ha sido predicado desde el Génesis. Sigue siendo predicado por medio del libro del Apocalipsis. Predicar el evangelio siempre ha sido la obra principal de los profetas de Dios.

Considera:

1. ¿Cuál es el mensaje del evangelio?

2. ¿Por qué necesitamos seguir predicándolo actualmente?

3. ¿Cuán importante es predicar el evangelio de la salvación antes de predicar cualquier otro mensaje de Dios?

II. El profeta y la iglesia

Al principio, Dios eligió a varias personas para ser sus profetas. Cada uno tuvo que hacer una obra diferente, pero cada uno predicó el arrepentimiento y la salvación.
Mientras Jesús estuvo sobre la tierra, vivió y murió ese mismo mensaje. Su resurrección concluyó la obra de la redención.

Cuando Jesús retornó al cielo, la iglesia cristiana primitiva estaba en su etapa de formación. Necesitaba mucha conducción especial, consejo y estímulo. Dios vio lo que su pueblo necesitaba. Otra vez, Dios envió un mensajero especial para llevar su palabra a la iglesia naciente.

Considera:

1. ¿Por qué los primeros cristianos necesitaron esa ayuda extra? ¿Por qué su pueblo necesitó corrección y dirección?

2. ¿A quiénes usó Dios para ayudarlos? Pide que alguien lea Hechos 6:1 al 4 para encontrar la respuesta.

* ¿Por qué crees que los pioneros adventistas del séptimo día estuvieron renuentes en organizar la iglesia, aun cuando Dios les había dicho claramente cuál era su voluntad?

* ¿Cuál es el valor de la organización de la iglesia? ¿Cuáles podrían ser algunos aspectos negativos de la organización? ¿Cómo pueden esas cosas negativas ser convertidas en positivas?

III. El profeta y la conducción del pueblo de Dios

Considera: Escribe los siguientes textos por adelantado. Divide a la clase en grupos de dos o tres miembros. Asigna a cada grupo un texto. Pide a los grupos que lean los textos y se preparen para decir de qué modo cada uno se relaciona con la vida actual.

1 Reyes 18:21; Jeremías 23:36; Mateo 7:1; Malaquías 3:8-10; Mateo 6:24.

Los profetas escribieron consejos en la Biblia con respecto a la vida diaria de la gente. Jesús habló sobre cosas de la vida diaria. Lean y analicen el texto que se les dio, y estén listos para compartir con la clase de qué modo la conducción del pasado todavía es relevante actualmente.

IV. El profeta y las predicciones del futuro

Cuando pensamos en los profetas y en lo que hacen, las predicciones acerca del futuro son generalmente la primera tarea que nos viene a la mente. Como hemos estado descubriendo, un profeta hace mucho más que predecir el futuro.

Considera:

1. ¿Acerca de qué profetas y sus profecías puedes compartir con el grupo? Menciona algunas pocas.

2. ¿Qué profecías puedes citar que fueron profecías condicionales: las que solo sucederían si la gente no se arrepentía de sus pecados?

3. ¿Qué profecías de Elena de White conoces que se han cumplido o parece que se están cumpliendo?

PASO 3: ¡Practica!

A lo largo de los años han surgido muchas preguntas, problemas y controversias dentro de la iglesia sobre el don de profecía. Además, ha habido desacuerdos entre los miembros y entre los dirigentes acerca de la interpretación bíblica, de los escritos de Elena de White y aun de problemas bíblicos tradicionales.

Considera: ¿Debería la iglesia estar abierta a analizar cualquier problema que surja? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Hay limitaciones acerca de lo que debe analizarse? ¿Por qué sí o por qué no?

* ¿Qué problemas ha tenido la iglesia en el pasado? ¿De qué manera trataron los dirigentes estos diversos problemas? ¿De qué modo algunas veces los miembros individuales han tratado estos problemas?

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Quién es responsable por la unidad de la iglesia: los feligreses o los dirigentes? ¿Por qué?

2. Si no estamos de acuerdo con alguna decisión de la iglesia, ¿cuál crees que es el mejor camino por seguir?

3. Cuando surge un problema en la iglesia, ¿cuál es nuestra reacción usual?

   1. Nos quedamos quietos y mantenemos el desacuerdo dando vuelta en la cabeza hasta que afecta nuestra relación con el Señor y con la iglesia.

   2. Abandonamos la iglesia organizada y comenzamos una por nuestra cuenta.

   3. Lo discutimos con nuestros líderes, oramos sobre el asunto, y confiamos en que el Señor dirigirá la situación.

   4. Escribimos, publicamos, y distribuimos nuestros conceptos o resentimientos personales.

4. ¿Cuál es la forma más efectiva de elevar la obra de Dios? ¿Por qué?

Testificación

Si alguien a quien conoces está descontento por algo que sucede, o que se está enseñando en tu propia iglesia o en la iglesia en general, ¿qué deberías hacer? ¿Qué puedes decir o hacer para ayudar a esa persona?

PASO 4: ¡Aplica!

Para muchas personas, hacer cambios es difícil. Algunos creen que cualquier cambio está mal. Otros pueden querer cambiar sencillamente por estar aburridos. En algunos casos, se ha aceptado la tradición como si fuera una verdad bíblica.

Los tiempos cambian. Las diferentes épocas y culturas a menudo ven las cosas de maneras diferentes. Los métodos de enseñanza y de predicación pueden cambiar cuando aprendemos maneras nuevas y mejores. El viejo dicho: “Lo que fue suficientemente bueno para mí es suficientemente bueno para mis hijos” no solo es falso sino también podría ser peligroso para el bienestar espiritual y físico de quien lo dice. Una cosa que nunca cambia es la Palabra de Dios. Es importante que no confundamos lo que es variable con lo que no lo es. Comprender el principio involucrado en esto es imperativo.

Preguntas de aplicación:

1. Imagínate que Dios te ha llamado para ser uno de sus profetas. ¿De qué modo responderías? ¿Cuál sería la parte más difícil o dura del llamamiento?

2. ¿Cómo reaccionas ante la corrección o un cambio de dirección sugerido por:

   1. una persona a quien respetas mucho?

   2. la iglesia local, o la iglesia en conjunto?

3. Cuando lees la Biblia, ¿te sientes alguna vez reprendido por la Palabra de Dios? ¿Cómo has respondido a esto?

4. ¿Cómo debieras relacionarte cuando hay cambios en la iglesia?

5. ¿Cómo reaccionas, o deberías reaccionar, ante los cambios en la iglesia en general, o en la iglesia local, en relación con el orden del culto? ¿Con los métodos de evangelización? ¿Con la música? ¿Con los métodos de enseñanza?

Guía de Estudio de la Biblia: El don profético y la iglesia remanente de Dios. Edición de Maestros.
Periodo: Trimestre Enero-Marzo de 2009
Autor:Gerhard Pfandl, nacido en Austria, ha sido director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General desde 1999.