sábado, 11 de julio de 2009

Lección 3: Andar en la luz: Apartarse del pecado / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto clave: 1 Juan 1:8-10.

Enseña a tu clase a:
Saber y aceptar que Jesús es la única solución para el pecado.
Sentir gratitud por el perdón tan libremente concedido.
Hacer la confesión de nuestros pecados y pedir el perdón.

Bosquejo de la lección:

I. Saber: Jesús es la única solución para el pecado

A. De acuerdo con Juan, ¿cuál es el máximo engaño propio? (1 Juan 1:8).
B. En 1 Juan 2, parákletos es traducido como "abogado". Define la función de un abogado. ¿Qué impacto tiene sobre nuestra vida el saber que Jesús es nuestro abogado?
C. ¿Qué ocurre cuando confesamos nuestros pecados?

II. Sentir: la clave de la libertad

A. Imagínate que estás encerrado en una habitación oscura, cuando inesperadamente la puerta se abre, y la luz entra libremente. ¿Cómo te sentirías? Piensa en algunas otras analogías que describan tus sentimientos cuando has experimentado el perdón.
B. ¿Cómo podemos estimular un espíritu de gratitud y no tomar el perdón como algo dado por sentado?

III. Hacer: Vivir en la luz

A. ¿Cómo, cuándo y dónde debemos confesar nuestros pecados y pedir perdón?
B. ¿Qué impide que veamos la enormidad de nuestro pecado? ¿Qué pasos podemos dar para abrir nuestros ojos?
3. ¿Qué podemos hacer para cultivar una actitud apropiada hacia nuestras luchas contra el pecado?

Resumen: Hay solo una solución para el problema del pecado, y esa es Jesús. Él es capaz y está dispuesto a perdonarnos, si estamos dispuestos a confesar nuestros pecados.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave: para el crecimiento espiritual: Andar en la luz demanda que nuestra vida refleje, de alguna manera, la vida de Jesús, quien es la luz.

SOLO PARA MAESTROS: UNA PERSONA NO PUEDE ELEVARSE POR ENCIMA DIO DIOS QUE ADORA. POR EJEMPLO, CUANDO UNA PERSONA ADORA A UN DIOS QUE ES DUALISTA -BUENO Y MALO-, ¿PUEDE SER RECTA MORALMENTE, SIGUIENDO EL BIEN Y EVITANDO EL MAL? LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA TRATA ACERCA DE DIOS COMO LUZ. LOS CRISTIANOS QUE ADORAN A ESTE DIOS NO PUEDEN ANDAR EN TINIEBLAS, SINO QUE ANDAN EN LA LUZ.

Descubre: Busca los siguientes textos y ve cómo la palabra "luz" se usa en la Biblia: Gén. 1:3; Sal. 119:105, 130; Isa. 5:20; Juan 1:5, 7; Juan 3:19-2; Efe. 5:8; Apoc. 21:23.

Analiza: ¿Qué te enseñó el ejercicio anterior acerca de la luz? ¿De qué manera los diversos significados de luz, cuando se los toma en conjunto te dan un sentido más desarrollado de quién es Dios?

PASO 2: ¡Explora!

Solo para maestros: JESÚS, COMO DIOS EN LA CARNE, TRAJO UN SIGNIFICADO BÁSICO A ESTE MUNDO. ESE MENSAJE REVELA EL CARÁCTER DE DIOS Y LO QUE ÉL DEMANDA DE NOSOTROS (1 JUAN 1:5-10; 2:1, 2). AMBOS SON IMPORTANTES A FIN DE EXPERIMENTAR LO QUE DIOS HA HECHO EN NUESTRO FAVOR MEDIANTE CRISTO. DESTACA ESTE HECHO EN EL ANÁLISIS DE ESTA SECCIÓN.

Comentario de la Biblia

¿Sobre qué se base la comprensión cristiana de Dios? No sobre la razón. Ni la lógica. Ni la naturaleza. Ni la filosofía. Sino en el "mensaje que hemos oído de él" (1 Juan 1:5), de Jesucristo. El mensaje es sencillo: Dios es luz, y él espera que andemos en la luz.

I. Dios es luz (1 Juan 1:5, 6)

Decir que "Dios es luz" (vers. 5) es decir que Dios es esencialmente puro, absolutamente santo, justo y sin compromisos, totalmente transparente, y que se revela a sí mismo. Nuestro conocimiento de él no descansa sobre nuestra capacidad innata sino sobre su revelación por medio de Jesucristo (Juan 14:9-12).

Como luz, Dios nos proporciona un camino de salida del caos y las tinieblas, no solo en el cosmos (Gén. 1:1-4), sino también en la vida humana: él "resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Cor. 4:6). De aquí la seguridad del creyente: "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?" (Sal. 27:1).

Hay algo absoluto acerca de que Dios es la Luz: "No hay ningunas tinieblas en él" (1 Juan 1:5). Algunos filósofos enseñan que el bien y el mal necesariamente coexisten, y que ambos surgen de la misma fuente. El apóstol denuncia esa falsa enseñanza. Dios es Luz, y la naturaleza innata de la luz es dispersar las tinieblas. Es la absoluta santidad y la pureza moral de Dios lo que hace de él la única fuente de verdad y salvación.

Piensa en esto: Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12). ¿De qué modo Dios, como Luz, no solo nos salva de las tinieblas sino también nos da poder para andar en la luz? (Compara con Efe. 5:8-14).

II. Andar en la luz (1 Juan 1:7-2:2)

Dios es luz. Nosotros, como pecadores, estamos en tinieblas morales y espirituales (Rom. 3:23; Isa. 1:5, 6). Pero, el "mensaje" que hemos recibido de Jesús es que por medio de él podemos pasar de las tinieblas a la luz y tener comunión con Dios. Ese compañerismo hace que nuestro gozo sea completo (1 Juan 1:3, 4) y nos permite andar en la luz. Andar en la luz demanda que seamos conscientes de tres peligros y tres seguridades. El apóstol introduce cada uno de estos peligros y seguridades con la frase "Si...", y pinta un cuadro de contraste entre el error y la verdad.

Primero, el peligro de la conducta inconsecuente. "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos" (vers. 6). El evangelio demanda coherencia entre hablar y andar, profesión y conducta, adoración y comunión. No podemos decir que tenemos comunión con Dios y, a la vez, vivir una vida que sea contraria a la voluntad de Dios (ver también 2 Cor. 6:14). Tal vida inconsistente nos hace mentirosos, y somos juzgados como hijos de las tinieblas. Por otro lado, "si andamos en la luz", y mantenemos nuestra comunión "unos con otros", damos testimonio de que nuestros pecados han sido limpiados por la sangre de Jesucristo (vers. 7), y permanecemos en la luz.

Segundo, el peligro de negar la realidad del pecado. "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros" (vers. 8). Algunos, en el mundo, refutan la existencia del pecado. Ven las caídas morales, los defectos de relaciones, o quebrantamientos de la ley civil, pero, según ellos dicen, todas esas son imperfecciones de conducta contra un código diseñado por la sociedad. Aunque tal conducta puede tener consecuencias (una multa o una sentencia de prisión), no tiene nada que ver con el pecado como una rebelión contra Dios. La negación de la existencia del pecado conduce a una negación de la necesidad del Salvador, y la "verdad no está" en quienes hacen esas afirmaciones. Por otro lado, la actitud del cristiano hacia el pecado no es negarlo, sino admitirlo y confesarlo. Porque "si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (vers. 9). La negación del pecado perpetúa las tinieblas morales y espirituales. Pero la confesión del pecado conduce a una vida de luz y perdón.

Tercero, el peligro de afirmar que no tenemos pecado. "Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros" (vers. 10). Decir que no hemos pecado o decir que hemos alcanzado la perfección de modo que no podemos pecar es hacer de Dios un mentiroso, porque su Palabra declara claramente que todos somos pecadores (Rom. 3:23; Sal. 51:5). La perfección de este lado del cielo haría que el ministerio intercesor de Jesús no fuera necesario. Por supuesto, Juan desea que todos los que son salvados "no pequen". Pero el apóstol es práctica y ofrece la seguridad: "Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo" (1 Juan 2:1).

Repasa las tres declaraciones contrastantes que se dieron arriba. Recuerda una experiencia personal durante la cual afrontaste uno de los tres peligros contra los cuales nos advierte Juan y la promesa de Dios que te ayudó a superarlo. ¿En qué forma la promesa divina ayudó a librarte?

PASO 3: ¡Practica!

Solo para maestros: ¿QUÉ ES LO PRIMERO QUE HACES CUANDO OYES UNA BUENA NOTICIA? TOMAS EL TELÉFONO Y SE LA CUENTAS A UN AMIGO, ¿VERDAD? NO OBSTANTE, ¿QUÉ HAS HECHO CON LA NOTICIA MÁS MARAVILLOSA QUE ESTE MUNDO HA CONOCIDO ALGUNA VEZ: QUE JESÚS NOS SALVA DEL PECADO Y NOS HACE HIJOS DE LA LUZ? CONSIDERA LO SIGUIENTE:

Preguntas para reflexionar:

1. Jesús dijo: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16). ¿De qué modo están vinculados el ser una luz con la obediencia y las buenas obras?

2. Primera de Juan 1:6 y 7 presenta un principio importante del evangelio: la comunión con Dios, la comunión unos con otros y andar en la luz son todas partes inseparables de la vocación cristiana. ¿Por qué, como cristianos, tenemos que practicar los tres aspectos?

Preguntas de aplicación:

1. ¿Cómo respondes a la vocación cristiana a) en tu comunidad, b) en tu iglesia y c) en tu familia? ¿Cuáles son algunas dificultades que puedes afrontar al tratar de hacer esto? ¿De qué modo afrontas el desafío?

2. Isaías declaró: "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti" (Isa. 60:1). Una cualidad de la luz es la de brillar y dispersar las tinieblas. ¿De qué modo puedes brillar en forma radiante por Cristo?

PASO 4: ¡Aplica!

Solo para maestros: ANIMA A TU CLASE A OCUPARSE, ESTA SEMANA PRÓXIMA, EN EXPRESIONES CREATIVAS Y ACTIVIDADES COMO UNA MANERA DE VIVIR Y EXPERIMENTAR LA VERDAD DE LA LECCIÓN MÁS PLENAMENTE: JESÚS COMO NUESTRA LUZ.

1. La música es una estrategia para recordar cosas. Pide a cualquiera que recite el alfabeto. Es muy posible que uno de ellos comience a cantar las letras. Eso es porque aprender algo con música hace que sea más fácil recordarlo. Trata de memorizar 1 Juan 1:9. Luego, si tienes inclinación musical, trata de ponerle música, y también a otros versículos que estudiamos esta semana. O trata de aprender versículos a los que ya se les ha puesto música, como un defensa ante las tres tentaciones contra las que Juan nos advierte en su primera carta.

2. Estudia la manera en que se usa la palabra luz en las tres epístolas de Juan, contrastándola con el uso de la oscuridad, o tinieblas. ¿Qué te enseña esta comparación acerca del poder de la luz contra la oscuridad y el peligro de las tinieblas?

3. Los faros evitan que los barcos naufraguen contra las rocas. Conviértete en un faro viviente. Busca a alguien en tu familia o en tu comunidad que tenga una necesidad específica, y satisfácela.


Guía de Estudio de la Biblia: Amadas y llenas de amor: Las Epístolas de Juan / Edición Maestros.
Periodo: Trimestre Julio-Septiembre de 2009
Autor: Ekkehardt Mueller, nacido en Alemania, doctor en Teología y Ministerio. Es uno de los directores asociados del Instituto de Investigaciones Bíblica (Biblical Research Institute) de la Asociación General. Sus especialidades son Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis, hermenéutica y teología aplicada. Es casado y tiene dos hijos adultos.
Editor: Clifford Goldstein

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