sábado, 18 de julio de 2009

Lección 4: Andar en la luz: Guardar sus mandamientos / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto clave: 1 Juan 2:1-6

Enseña a tu clase a:
Saber que el verdadero conocimiento de Dios resulta en la obediencia.
Sentir el deseo de seguir el ejemplo de Jesús.
Hacer la decisión de responder guardando los mandamientos de Dios.

Bosquejo de la lección:

I. Saber: Verdadero conocimiento

A. ¿Por qué Juan llama un mandamiento "nuevo" a uno que era "viejo"? ¿Cuál es la diferencia entre el amor al prójimo en el Antiguo Testamento y su revelación continua en la vida de Jesús y de sus seguidores?
B. Los adventistas del séptimo día a veces son llamados legalistas: Reflexiona sobre la verdad o el error de esta afirmación a la luz de la declaración de Juan de que debemos obedecer los mandamientos de Dios.
C. ¿De qué modo algunos tratan de convertir el conocimiento en su propio medio de salvación? ¿Por qué no es suficiente el conocimiento para producir la redención?

II. Sentir: Seguir el ejemplo de Jesús

1. El amor y la obediencia son inseparables. Analiza cómo podemos alimentar ambos y mantener un equilibro correcto.
2. El gnosticismo, en la iglesia primitiva, enfatizaba una experiencia mística en vez de una relación con Dios. El posmodernismo enfatiza la experiencia en vez del conocimiento. ¿Por qué los sentimientos y la experiencia no son suficientes?

III. Hacer: El conocimiento en acción

1. Juan llama mentirosos a quienes profesan conocer a Dios pero no guardan sus mandamientos. "Mentiroso" tiene connotaciones negativas fuertes. Determina qué pasos concretos es necesario dar para evitar recibir esta etiqueta.
2. Anima a tus alumnos a presentar razones por las que no siempre seguimos el ejemplo de Jesús. Compartan formas en las que podemos evitar estas trampas.

Resumen: Un verdadero conocimiento de Dios resulta en una relación viviente con Dios y una relación de amor, dentro del marco de los mandamientos de Dios.

Ciclo de aprendizaje

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El amor y la obediencia a Dios nos impulsan a extendernos hacia quienes tienen dificultades.

SOLO PARA MAESTROS: ¿DE QUÉ MODO DEFINIMOS QUIÉN ES UN CRISTIANO? ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE UN CRISTIANO GENUINO? CONDUCE A TU CLASE A ENCONTRAR RESPUESTAS BÍBLICAS A ESTAS PREGUNTAS VITALES.

El mundo contiene muchos tipos de cristianos. Entre ellos, están los cristianos de "los panes y los peces", los que ven una ventaja económica en ser cristianos. Además, hay cristianos sociales, aquellos para quienes la iglesia es un club prestigioso al que vale la pena pertenecer. Y, finalmente, hay cristianos ceremoniales, para quienes las formas de la liturgia de la iglesia son necesarias cuando los miembros naces, se casan o fallecen.

Analiza: Tal vez, al leer la "lista" de los grupos cristianos, te encontraste poniendo estas etiquetas a otros, o tal vez a ti mismo. Pero ¿cuál es el concepto de cristiano que aparece en el Nuevo Testamento? (Ver Luc. 9:23).

PASO 2: ¡Explora!

Solo para maestros: JESÚS DIJO Y JUAN LO REGISTRÓ: "ESTA ES LA VIDA ETERNA: QUE TE CONOZCAN A TI, EL ÚNICO DIOS VERDADERO, Y A JESUCRISTO, A QUIEN HAS ENVIADO" (JUAN 17:3). ¿eN QUÉ CONSISTE ESTE CONOCIMIENTO? LA RESPUESTA REVELA UNA DIFERENCIA FUNDAMENTAL ENTRE LA COMPRENSIÓN PAGANA Y LA CRISTIANA DE DIOS. LOS GNÓSTICOS SOSTENÍA QUE UN CONOCIMIENTO RACIONAL ERA SUFICIENTE PARA OBTENER LA ACEPTACIÓN DE DIOS, Y QUE LA CONDUCTA NO TENÍA CONSECUENCIAS. PERO EL APÓSTOL SEÑALA UNA NORMA MÁS ELEVADA. EL CONOCIMIENTO DE DIOS DEBE CONDUCIR A LA OBEDIENCIA A SU LEY, Y AL AMOR A ÉL Y LOS UNOS A LOS OTROS. CONDUCE A TU CLASE A DESCUBRIR LA IMPORTANCIA DE LA OBEDIENCIA Y EL AMOR, AL APRENDER QUIÉN ES DIOS.

Comentario de la Biblia

Panorama general: Alguien puede decir: "Yo conozco a Dios" sin sentir ninguna obligación moral o ética para poner en práctica este conocimiento. Otro puede decir: "Yo no conozco a Dios", pero puede ser una persona de una ética elevada. Los cristianos no tienes estas opciones. Debemos conocer a Dios, pero eso no termina allí. Nuestra creencia debe gobernar nuestra conducta y nuestras relaciones. En esencia, más allá de conocer a Dios intelectualmente, debemos rendirle obediencia, amarlo y amar a nuestro prójimo.

I. Conocer a Dios es rendirle obediencia (1 Juan 2:3-5)

¿Cómo podemos estar seguros de conocer a Dios? La respuesta de Juan es clara: "En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos" (1 Juan 2:3). Conocer a Dios no es un ejercicio intelectual, ni un ejercicio de lógica o un éxtasis emocional; es la sumisión de la vida, en todas sus dimensiones, a las demandas de Dios. Afirmar que conocemos a Dios pero rehusar obedecer lo hace que seamos mentirosos. "La verdad no está en" esa persona (1 Juan 2:4).

Por medio de la obediencia, se nos pide que permanezcamos en él y caminemos en el sendero por el que caminó Jesús (vers. 6). "La verdadera religión es la imitación de Cristo. Los que son seguidores de Cristo se negarán a sí mismos, tomarán la cruz de Cristo y caminarán en sus pisadas".-"Comentarios de Elena G. de White" (CBA 7:960).

Considera: ¿Cuál es la conexión entre la Ley y el amor? ¿Por qué la vida debe revelar la verdad viviente?

II. Obedecer a Dios es amarlo (1 Juan 2:5, 6)

Si la obediencia es una prueba, el amor es otra. Por el amor que es "perfeccionado" en nosotros, "sabemos que estamos en él" (1 Juan 2:5). "Dios es amor" (1 Juan 4:8); y, por lo tanto, los que dicen que conocen a Dios deben amarlo, permanecer en él y obedecerlo. Dios no está satisfecho con un amor y una obediencia selectivos. Él espera un amor "perfeccionado", es decir, un amor creciente y que madura. Para que nadie deje de comprender lo que esto significa, Juan señala al Modelo, Jesús: "Andar como él anduvo" (1 Juan 2:6).

Considera: El amor y la obediencia cristianos deben ser un reflejo de la manera de andar de Jesús, un andar por el desierto, por Getsemaní, hasta el pie de la cruz, adondequiera Dios nos dirija. ¿Por qué no hay lugar para componendas aquí?

III. Amar a Dios es amarse unos a otros (1 Juan 2:7-11)

Juan no pierde tiempo en teorías y especulaciones acerca de lo que significa amar a Dios. Él ubica el amor en el laboratorio de la vida. La prueba definitiva de amar a Dios es amar a nuestros prójimos. Cualquiera que pretende amar a Dios pero no ama a su prójimo "anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos" (1 Juan 2:11). Ese pensamiento tiene implicaciones serias: Una falta de amor hacia nuestros prójimos nos hace hijos de las tinieblas. Como tales, no tenemos dirección, ni destino, ni visión.

En contraste, los hijos de la luz permanecen en el amor a Dios y el amor a sus prójimos. El apóstol llama a este amor a otros un nuevo mandamiento (1 Juan 2:8); y, no obstante, no es solo nuevo, sino también antiguo (vers. 7). ¿Cómo puede este mandamiento ser antiguo y nuevo al mismo tiempo?

Es antiguo porque siempre ha estado allí. El mandamiento de amar estaba cuando la voz del Verbo eterno llamó a Caín a dar cuentas: "¿Dónde está Abel tu hermano?" (Gén. 4:9). Estaba allí cuando la ley demandaba: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lev. 19:18). Estaba allí cuando Miqueas tronó: "Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios" (Miq. 6:8).

No obstante, es nuevo porque Jesús lo llevó a nuevas alturas. Jesús señaló que el amor es una prueba del discipulado. Él esperaba que amáramos a nuestros prójimos así como él nos amó (Juan 13:34, 35); y, como muestra la Cruz, él nos amó hasta la muerte. Además, al demandar que amemos a nuestros "prójimos", Jesús introdujo en la historia una nueva definición de la palabra: prójimos no son solo los que están vinculados con nosotros por sangre, o credo o comunidad, sino cualquiera que tiene necesidades. Como en la parábola del buen samaritano, "nuestro prójimo es toda alma que está herida y magullada por el adversario. Nuestro prójimo es todo aquel que pertenece a Dios" (DTG 464).

Esta nueva definición implica el amor sin fronteras. Y a esta comprensión añade otra dimensión: Jesús nos da poder para amarnos unos a otros. Por medio de Jesús, el Dios encarnado, "las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra" (1 Juan 2:8). Jesús, la Luz, nos da poder para caminar en la luz. Cuando andamos en la luz, no podemos odiar a quienes nos rodean. El amor llega a ser el flujo natural del corazón, y el fruto de la obediencia rebalsa la copa del discipulado (Juan 15:8).

Analiza: El amor no reconoce fronteras. ¿Qué clase de fronteras ves a tu alrededor que reprimen el concepto cristiano del amor? (Ver Efe. 2:14).

PASO 3: ¡Practica!

Preguntas para reflexionar:

1. El evangelio introdujo una nueva vara de mediar para las relaciones, el amor: amar a los que no se pueden amar, amar sin reservas. ¿Que hace que tal amor sea posible?

2. Primera de Juan 2:9 al 11 nos acusa: si no amamos a nuestro prójimo, vivimos en las tinieblas, almacenamos odio y somos ciegos. ¿Por qué tales acusaciones son justificables?

Preguntas aplicación:

1. Imagínate a un prójimo que tiene necesidad. Pero él es un poco molesto y no es agradable. ¿Cómo mostrarías amor hacia tal persona? ¿Por qué estás llamado a hacerlo?

2. Lee la epístola de Pablo a Filemón. Repasa cómo Pablo relaciona el amor, la obediencia y el perdón con una situación de la vida real que afectaba a Onésimo, el esclavo fugitivo. Era el deseo de Pablo que Filemón anduviera como Cristo anduvo. ¿Cómo podemos asegurarnos que nosotros hagamos lo mismo?

PASO 4: ¡Aplica!

Solo para maestros: ANIMA A TUS ALUMNOS A REALIZAR LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES COMO UNA MANERA DE LOGRAR QUE EL CONOCIMIENTO DE LA CABEZA TAMBIÉN LLEGUE A SER CONOCIMIENTO DE LA MANO Y EL CORAZÓN.

1. Estudio de palabras: La lección de esta semana nos dio dos pruebas del discipulado cristiano y una orden. Las pruebas son la obediencia y el amor. El mandato es amar y obedecer como lo hizo Jesús. Examina el fuerte lenguaje que usa Juan para describir a los que se rehúsan a satisfacer estas pruebas. ¿Qué te revela tu examen de estas palabras acerca de la importancia de la obediencia y el amor en nuestro andar cristiano?

2. Estamos rodeados por necesidades. A menudo, es fácil sentirse impulsado a ayudar a otros en ciertas ocasiones del año más que en otras épocas, especialmente cerca de las fiestas- cuando dar es natural para la mente. Pero ¿qué diremos acerca del resto del año? Dirige una recolección de alimentos en tu iglesia. Anima a los miembros a donar alimentos no perecederos. Recógelos durante las próximas cuatro semanas. Lleva una caja con los elementos donados a un refugio local de tu área, para su distribución a aquellos que los necesitan.
3. Escribe un corto drama basado en el escenario descrito en el Paso 3 entre el miembro de la iglesia y un vecino que tiene necesidad, que es molesto y desagradable. ¿Qué estrategias o vislumbres acerca del enfoque y la efectividad del ministerio a las necesidades de los vecinos desafiantes podemos aprender de esta improvisación o del breve drama anterior?


Guía de Estudio de la Biblia: Amadas y llenas de amor: Las Epístolas de Juan / Edición Maestros.
Periodo: Trimestre Julio-Septiembre de 2009
Autor: Ekkehardt Mueller, nacido en Alemania, doctor en Teología y Ministerio. Es uno de los directores asociados del Instituto de Investigaciones Bíblica (Biblical Research Institute) de la Asociación General. Sus especialidades son Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis, hermenéutica y teología aplicada. Es casado y tiene dos hijos adultos.
Editor: Clifford Goldstein

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