sábado, 26 de septiembre de 2009

Lección 1: Un orden nuevo / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...

Texto clave: Números 2:1, 34

Enseña a tu clase a:

Saber cómo Dios puso en orden al pueblo de Israel a fin de que pudiera representarlo.
Sentir las semejanzas entre Israel y la iglesia de Dios, e identificarnos con las lecciones que Dios está tratando de enseñarnos.
Hacer una aplicación de las lecciones de orden en nuestras vidas, familias e iglesia.

Bosquejo de la lección:

I. Saber: Cada uno a su lugar

A. Al organizar las tribus de Israel y a los levitas alrededor del Santuario, Dios estaba prescribiendo no solo un campamento bien planificado y una marcha ordenada sino también el lugar que ocuparía Dios en el centro del campamento. ¿Por qué el Santuario estaba en el centro, y no a la cabeza?
B. ¿Dónde acampaban los levitas, y cuáles eran sus funciones especiales? ¿Qué tragedia ilustró las grandes responsabilidades que acompañaron al papel de liderazgo de los levitas?
C. Las familias ancestrales y los clanes en cada tribu se organizaron bajo sus respectivas banderas, y los hombres capaces fueron contados y organizados en un ejército. ¿Por qué recibían tanto valor los linajes familiares en este plan de organización?

II. Sentir: Identificarnos con el pueblo de Israel

A. ¿Qué ejemplos actuales puedes dar que ilustran la necesidad de orden, reverencia y familias sólidas en nuestra iglesia?

III. Hacer: Hacer lo que Dios manda

A. ¿Qué podemos hacer para situar a Cristo en forma más destacada y reverente en el centro de nuestra organización y de nuestras vidas personales?
B. ¿Qué importancia tienen nuestras familias en la organización y el progreso de nuestra iglesia hoy?

Resumen: A fin de avanzar como pueblo de Dios, necesitamos reconocer y aplicar los principios divinos de orden y reverencia en nuestras vidas, nuestras familias y en la organización de la iglesia.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave para el crecimiento espiritual: DIOS HA DESIGNADO QUE SU PUEBLO VIVA JUNTO, DE UNA MANERA ORDENADA QUE LO GLORIFIQUE A ÉL.

El orden es una característica central del ser de Dios. El pecado, la antítesis del carácter amante de Dios, inevitablemente conduce al caos. Por lo tanto, no debe sorprendernos que Dios asigne un elevado valor al orden entre sus seguidores.

La historia revela que el orden trajo éxito a las naciones, aun cuando no siempre honraron al verdadero Dios. La organización y el orden fueron lo que dio una ventaja estratégica a las legiones romanas en sus batallas para conquistar al mundo. La búsqueda del orden fue una factor motivador clave en el surgimiento de gobiernos nacionales. El mundo natural mismo demuestra la importancia del orden y el diseño.

Actividad inicial: Trae a la clase un juego de mesa popular, tal como el Ludo, Dilema, Uno o Monopoly (para esta ilustración, es mejor un juego que permita participar a varios jugadores en vez de uno donde solamente pueden jugar dos). Invita a un grupo representativo para que se una contigo en el juego, diciéndoles que jugar los llevará a un punto importante de la lección. Repasa las reglas del juego; pero, cuanto tú, el maestro, tienes tu turno, haz algo que claramente viole las reglas. Ahora, pide a la clase que analice cómo se sintieron acerca de los actos del maestro. Pregúntales si algún juego es divertido si no se aplican las reglas y el orden. Aplica el principio a la vida.

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. Organización del ejército (Repasa, con la clase, Éxo. 20; 25:8, 32; 40:17; Núm. 1:1-3; Gén. 15).

¿Carisma u organización? A pesar de las manifestaciones carismáticas sobrenaturales exhibidas en la nube de día y el fuego de noche, en el atronador encuentro en el Monte Sinaí y en el maná diario. Dios sintió que era necesario organizar al pueblo hebreo con considerable detalle.

Un pueblo bien ordenado no se forma automáticamente como resultado de un encuentro con Dios. Requirió considerable esfuerzo. En la era del Nuevo Testamento, la gente demandaba señales carismáticas de Jesús (ver Mar. 8:11, 12; Luc. 16:27-31; Juan 6:28-33). Sin embargo, Jesús desaprobó el clamor por señales y manifestaciones sobrenaturales. Es digno de notar que él no desaprobó el proceso de organizar la iglesia primitiva.

Considera: Un pastor de cierta confesión religiosa, en una ocasión, le dijo a un pastor adventista que él no necesitaba estudiar y preparar sus sermones porque él le permitía a Dios que le dijera qué decir cuando se levantaba para predicar. El pastor adventista le contestó que él creía que un mensaje bien organizado y preparado hacía más para honrar a Dios. ¿Una manifestación carismática, o la operación directa del Espíritu Santo en nuestro mundo, ¿se oponen al orden y la organización? ¿De qué modo el carisma del Espíritu protege de una organización fría y formal? ¿Cómo puede una iglesia bien ordenada protegerse contra los excesos carismáticos? ¿Cómo puede un creyente llegar a un equilibrio adecuado entre los dos?

II. La presencia de Dios (Repasa, con la clase, Núm. 1:50-54; 2:2; Sal. 189:1-10; Isa. 57:15; Jer. 23:23, 24; Juan 14:15-18, 23).

La organización del campamento hebreo enseñaba dos conceptos que son clave para comprender el plan de salvación. Primero, Dios es santo y distante del pecado. Aunque él parece estar al alcance, hay una barrera que nos impide un encuentro directo. Segundo, Dios ha hecho todo lo posible para estar con nosotros. Aunque existía una barrera, Dios había establecido un medio por el cual podía estar cerca de su pueblo. Los sacerdotes desempeñaban un papel clave, como conductores por los cuales Dios se extendía a través de la barrera del pecado hacia el pueblo pecador. Su lugar en la mediación señalaba hacia adelante, al verdadero Mediador, que es Jesús (ver Heb. 10:18-23; Rom. 8:27-39; 2 Cor. 5:17-21).

Considera: A la luz del hecho de que Dios es santo, ¿cómo deberíamos considerar caracterizaciones triviales de Dios tales como llamarlo "el hombre que está arriba"?

En la era del Nuevo Testamento, todos los creyentes compartían la función sacerdotal de ser conductos por medio de los cuales Dios se extiende hacia el mundo pecaminoso.

III. Bajo las banderas (Repasa, con la clase, Núm. 2:34).

Considera: A pesar de tener una estructura organizativa precisa, Dios permitió los rasgos distintivos y peculiares de las diversas tribus. Analiza por qué la unidad organizativa requiere uniformidad, o no la requiere. Si la masa de las galletitas (lo esencial) es la misma, ¿debe toda la masa ser cortada en galletitas iguales (la forma) a fin de ser sabrosas?

IV. Llamado al ministerio y a la protección de lo sagrado (Repasa, con tu clase, Éxo. 13:2; Lev. 10:1-11; Núm. 3:12-15, 46-51; 14:10, 11; 1 Crón. 23:27-32; 2 Crón. 17:7-9; 19:8-11).

Inicialmente, los hijos primogénitos y más tarde la tribu de Leví asumieron el lugar del "mediador", que se sitúa entre Dios y su pueblo. Este lugar significaba la ejecución de varias funciones, incluyendo la de enseñar, juzgar, cuidar el Santuario y la realización de los ritos sagrados. Para enfatizar la naturaleza sagrada de su obra, los levitas fueron puestos aparte, en una ceremonia especial de "ordenación". En la era del Nuevo Testamento, somos una nación de sacerdotes, que debemos tomar con seriedad nuestra vocación sagrada y realizar fielmente las tareas que Dios nos ha dado. ¿Cuáles de las funciones del Antiguo Testamento son aplicables todavía, y cómo deberían ser realizadas?

Considera: Analiza cómo podemos estar en peligro de volver trivial nuestra vocación sagrada, del mismo modo que lo hicieron los hijos de Aarón. ¿Por qué crees que los hijos de Elí más tarde, repitieron el mismo error? ¿Cómo podemos evitar esta trampa?

PASO 3: ¡Practica!

¿Cómo puedo cumplir mi función como miembro del orden de sacerdotes? Como cristianos, somos una parte del "nuevo orden sacerdotal" y, corporativamente, bajo el liderazgo de Cristo, hemos de cumplir las "funciones sacerdotales" en favor del ministerio de Dios en el mundo. En nuestro estudio aprendemos que estas funciones incluyen el enseñar, el juzgar, el cuidar, y ser intermediarios espirituales. Abajo hay descripciones de situaciones de la vida real. Primero, conversen sobre cuál de las cuatro funciones sacerdotales enumeradas arriba se aplica mejor a una situación específica. Luego, analicen de qué manera esa función puede llevarse a cabo. Usa las siguientes definiciones para guiar las selecciones.

Maestro: Una persona que instruye a otros acerca de cómo vivir la fe cristiana.

Juez: Una persona que fomenta los ideales de paz, equidad y justicia dentro de la comunidad cristiana.

Cuidador: Una persona que cuida los aspectos materiales (p. ej.: la propiedad de la iglesia) de la comunidad cristiana.

Intermediario espiritual: Una persona que ministra los aspectos espirituales de la fe, tales como el perdón, la paz, la esperanza, el amor y la compasión.

Situación 1: Un evangelista ha formado una iglesia de ciento veinte miembros nuevos en una sección económicamente necesitada del pueblo, donde los embarazos de adolescentes son un gran problema. Casi todos los miembros son cristianos nuevos, y no tienen ningún trasfondo de ética cristiana. ¿Cómo debería la iglesia atender el problema de los embarazos adolescentes?

Situación 2: Una fábrica grande se está cerrando, y hace planes para transferir las operaciones a otro país, donde la mano de obra es más barata. El ochenta por ciento de la congregación está afectada por el cierre.

Situación 3: Un gran desastre natural ha afectado a la ciudad, dañando las casas de la mayoría de los miembros, y provocando grandes daños a los edificios de la iglesia y la escuela.

Situación 4: Las tensiones raciales han llegado al punto de ebullición, y el edificio de la iglesia ha sufrido un ataque con bombas, por cuanto la iglesia apoyaba los derechos civiles.

PASO 3: ¡Aplica!

El pueblo de Dios, en el antiguo Israel, estaba organizado con precisión. esto le daba un sentido de pertenencia y de propósito. Durante el tiempo de los jueces, el sentido de pertenencia y de propósito comenzó a deteriorarse mientras el sentido de orden se desintegraba. Inicialmente organizado en lo religioso, lo social y lo militar, el pueblo hebreo más tarde llegó a parecerse a una turba desorganizada, que se encontraba a merced de los pueblos mejor organizados. Es posible que hoy los cristianos que tienen la verdad puedan encontrarse a merced de grupos antiteístas porque les falta organización. Elige individualmente, pero preferiblemente como un grupo, algún aspecto de la vida de tu iglesia que puedas poner en orden. Luego, desarrolla un plan y ponlo en práctica. Aquí hay algunas sugerencias:

1. ¿De qué modo la apariencia física de tu iglesia refleja los ideales de orden? Si no lo hace, desarrolla un plan para mejorar su apariencia.

2. ¿Sabe tu iglesia dónde encontrar a sus miembros? Recuerda que Dios había organizado a los hebreos de tal modo que era fácil encontrarlos. Trabaja en el desarrollo de un directorio exacto de los miembros de la iglesia.

3. El propósito principal de la iglesia está basado en adorar a Dios y alcanzar a los perdidos. ¿Refleja el orden del culto de adoración el orden, así como la influencia directa del Espíritu? ¿Tiene tu iglesia un plan organizado para alcanzar a otros? ¿Tiene tu iglesia un registro de aquellos que expresaron un interés en la fe cristiana?


Guía de Estudio de la Biblia: Un pueblo en marcha: El libro de Números / Edición Maestros.
Periodo: Trimestre Octubre-Diciembre de 2009
Autor:
Editor: Clifford Goldstein

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