sábado, 3 de octubre de 2009

Lección 2: El pueblo se prepara / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...

Texto Clave: 3 Juan 2.

Enseña a tu clase a:

Saber que, de diversas formas, Dios enseñó a su pueblo una manera santa de vivir.
Sentir la importancia de atender a los detalles, al vivir como Dios quiere.
Hacer una entrega de todos los aspectos de la vida a Dios, pues desea salvarnos.

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Cómo vivir en un campamento santo

A. Dios detalló los métodos para tratar las enfermedades infecciosas, los problemas de conducta, los problemas maritales y a los que sentían un llamado a ser religiosos. ¿Por qué fueron necesarios estos preceptos?
B. ¿Qué beneficios daba el tener procedimientos para tratar con la infidelidad matrimonial y los celos?
C. El Libro de Números registra actividades específicas de los que se consagraban a Dios, que regulaban lo que hacían en ese estado, y cómo concluían sus votos. ¿Por qué sería Dios tan cuidadoso al indicar estas actividades?

2. Sentir: Desear vivir una vida santa

La bendición aarónica de Números 6:22 al 27 pasa de una lista de conductas a la descripción de una relación. ¿Qué anhelos despierta en tu corazón esta bendición?

3. Hacer: Procurar vivir en armonía con los caminos de Dios

A. ¿Cómo tratamos ahora las enfermedades y los conflictos interpersonales en comparación con las indicaciones de Números?
B. ¿Cuál es, ahora, el plan de Dios para tratar los problemas matrimoniales?
C. ¿Qué cosas hacemos ahora para consagrar nuestras vidas a Dios y a su servicio? ¿Qué precauciones deberíamos tomar al separar lo santo de lo común?

Resumen. A fin de bendecirnos, Dios procura llevarnos a estar en armonía con el plan que tiene para nuestras vidas.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave: El Creador, que ajustó cuidadosamente las leyes naturales que permiten que exista la vida, no nos abandonó a nuestros propios manejos, sino que nos dio leyes que maximizan la experiencia de la vida.

En un artículo titulado “Dios y la naturaleza: Un enfoque bíblico de los orígenes”, L. James Gibson, director del Instituto de Investigaciones en Geociencia de la Iglesia Adventista, examina el grado de probabilidad de que la vida y el universo fueran el producto del azar. Escribe: “Dos líneas de evidencia apuntan con firmeza a la insuficiencia del azar para producir el origen de la naturaleza. Primero, el universo tiene propiedades específicas sin las cuales la vida sería imposible. Las fuerzas fundamentales, tales como la gravedad y las del núcleo atómico, junto con las constantes físicas, tales como la velocidad de la luz, están delicadamente sintonizadas de modo que hacen posible la vida. Leves cambios en estos factores podrían hacer que sea imposible que existan los átomos y las moléculas. [...] La probabilidad de que estos factores pudieran estar tan delicadamente ajustados por el azar es asombrosamente pequeña”. Añade: “La probabilidad de que los aminoácidos se dispongan por sí solos por el azar en una secuencia que sea apropiada para la vida es tan remota que se hace impensable”. Así que, ¿de qué manera explica él el misterio de la vida? Él concluye: “El diseño parece ser una explicación inevitable para el origen del universo y la vida. [...] La evidencia en favor del diseño implica que Dios actuó con el propósito de crear ambos”.–Ministry (noviembre de 2007), pp. 16, 17.

Considera: Analiza la posibilidad de que Dios, quien creó el universo bajo condiciones tan precisas, pudiera permitir que las leyes humanas ocurriera por el azar. ¿Qué dice Dios acerca de cómo lo que nos ha dado es lo mejor para nosotros? ¿Qué diseño tiene Dios para el matrimonio, la adoración, las relaciones sociales y aun la dieta?

PASO 2: ¡Explora! Comentario de la Biblia

I. Control de las enfermedades (Repasa, con la clase, Núm. 5:1-4; 3 Juan 2; 1 Juan 1:8, 9).

Durante la vida de Israel en el desierto, Dios quería ver prosperar espiritual y físicamente a su pueblo, y le dio leyes y restricciones diseñadas para protegerlo de las enfermedades. Al comienzo de sus jornadas, Dios había hecho una promesa condicional que vinculaba la obediencia con la salud: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxo. 15:26). Para los antiguos hebreos, la enfermedad tenía un trasfondo espiritual, no solo biológico. La declaración del Éxodo implica que los egipcios sufrieron enfermedades porque no tenían confianza en el verdadero Dios. Los hebreos podían evitar este sufrimiento si obedecían las reglas que Dios les había dado.

No debemos olvidar que el conocimiento científico con respecto a las enfermedades no estaba disponible para esos antiguos esclavos. La historia revela que muchas prácticas médicas de los antiguos estaban vinculadas con la superstición. Mientras se nos recuerda que debemos lavarnos las manos con frecuencia, y comer con bajo contenido de grasas, este conocimiento era desconocido para los antiguos. Pasaría mucho tiempo antes de que se descubrieran los gérmenes y el colesterol, y se los vinculara con enfermedades. Con la mente moderna, y el conocimiento médico más abundante, podemos ver la lógica de las instrucciones divinas relacionadas con la salud. Los antiguos, sencillamente, tenían que aceptarlas por fe.

Considera: La mente actual piensa que, debido a nuestro conocimiento avanzado, ya no necesitamos las antiguas restricciones bíblicas, que no tienen sentido para nosotros. Analiza qué probabilidad hay de que podría haber “una o dos” cosas que todavía no conocemos. ¿Qué cosas debemos todavía aceptar sencillamente porque la Palabra de Dios lo dice, y no porque sabemos la explicación de ellas?

II. Control social (Repasa, con la clase, Lev. 19:18; Núm. 5:6-8; Sal. 51:3, 4; Eze. 33:15; Mat. 25:31-46; Luc. 19:8, 9; Hech. 17:28; 1 Cor. 6:19, 20; Col. 1:20).

Si el orden social es difícil de alcanzar en condiciones estables, ¡piensa en cuánto más difícil habrá sido en una población móvil de tal vez dos millones de personas! La ley de Dios era el cerco que los protegía de la autodestrucción. Proveía la equidad, tomaba en cuenta las necesidades de hombres y mujeres, ciudadanos e inmigrantes, pobres y ricos, jóvenes y ancianos. Consideraba los derechos de propiedad, los derechos humanos y muchos otros derechos basados en un principio central: Fuimos creados a imagen de Dios, y somos propiedad de él. En última instancia, cuando destruimos a nuestros prójimos, es Dios quien resulta herido, porque a él pertenecen todos los seres humanos. David expresó esto cuando confesó su pecado contra Betsabé en el Salmo 51. Jesús mismo describe la escena del Juicio en términos de una relación directa con el Padre. Aunque a primera vista dañamos a otros seres humanos con nuestros pecados, en última instancia herimos a Jesús. No alimentamos, no vestimos ni visitamos a Jesús. Por eso, al dar leyes a los israelitas, que protegían sus relaciones mutuas, Dios también estaba protegiendo las relaciones humanas con él.

La norma mínima de conducta esperada en la comunidad israelita era el mandato de “amar a los demás como te amas a ti mismo”. Esto implica el perdón. Jesús enseña que si no perdonamos Dios no nos perdonará a nosotros. Aunque los cristianos procurarán arreglar las cosas que están mal, algunas son irreversibles. Pero, el perdón cubre todos los pecados. Todos hemos pecado, y necesitamos perdón. ¿De quiénes necesitas el perdón? ¿Quién necesita tu perdón?

Considera: ¿Cómo se cultiva la armonía con Dios y con los demás seres humanos mediante la obediencia a la voluntad de Dios? ¿De qué modo se cultiva mediante el acto de perdonar?

III. Fidelidad matrimonial (Repasa, con tu clase, Gén. 1:26-28; 2:21-24; Núm. 5:11-31; Mat. 19:1-12).

Aunque este antiguo “detector de mentiras” parece extraño a la mente moderna, no debemos olvidar el propósito del procedimiento: preservar la estabilidad familiar. Esta idea no es anticuada. Cuánto dolor y sufrimiento humanos, y enfermedades psicológicas, pueden vincularse con un hogar inestable causado por una traición matrimonial. ¿Te sorprende que Jesús mismo haya tomado sobre sí la causa de la fidelidad marital? No debería sorprendernos.
Considera: ¿De qué modo la infidelidad matrimonial afecta especialmente a los hijos de padres infieles? Considera las consecuencias financieras, el ejemplo moral, la autoimagen psicológica y la estabilidad.

PASO 3: ¡Aplica!

Preguntas para reflexionar:

1. Los nazareos no usaban productos procedentes de las viñas, porque estas representaban una vida “establecida”, y ellos procuraban “algo mejor”. ¿Son los cristianos “peregrinos” o “granjeros arraigados”, mientras están sobre la tierra?

2. Considera a los que colonizaron el interior de tu país. ¿Cómo vivían mientras avanzaban hacia el interior? ¿Cómo cambió su vida una vez que llegaron a su meta?

3. Reflexionando en lo que los pioneros tuvieron que abandonar a fin de alcanzar su meta última, pregúntate: ¿Qué podríamos hacer, como familia, para alivianar nuestra carga terrenal a fin de poder alcanzar nuestra meta celestial? ¿Qué podríamos invertir ahora en nuestro hogar celestial? ¿Qué está haciendo Dios en mi vida, ahora, con el fin de prepararme para una residencia mejor?

Para pensar: La vida es muy parecida a un juego de mesa del tipo del Monopoly o el Estanciero. Los jugadores pasan horas adquiriendo y perdiendo riqueza; pero al fin los ganadores y los perdedores, por igual, ponen todo de nuevo en la caja y no tienen ni más ni menos que lo que tenían al comenzar el juego. En el juego de la vida, los jugadores pasan toda una vida adquiriendo esto o aquello; pero, al fin, todos somos puestos en una caja, y ninguno tiene ni más ni menos que al comienzo. Todo lo que dejamos atrás es el legado de cómo vivimos nuestra vida.

PASO 4: ¡Crea!

Actividad grupal:

Materiales necesarios: una maceta pequeña, tierra para macetas, fertilizante, semillas, herramientas para cultivar, un recipiente con agua, y una lámpara.

Analiza qué leyes naturales están involucradas en el desarrollo de una planta a partir de una semilla. ¿Cómo contribuye cada uno de los “materiales” al crecimiento? ¿Qué leyes “sociales” son importantes para que la planta viva entre otras plantas? ¿Qué otros principios ayudan a que la planta prospere (por ejemplo: luz adecuada, protección contra la helada y/o la humedad, nutrientes adecuados, etc.)?

Ahora, considera los materiales metafóricamente. ¿Qué leyes espirituales pueden representarse con los diferentes elementos? ¿Cómo los usa Dios con el fin de preparar las semillas espirituales para el crecimiento? ¿De qué modo la “ley” protege la semilla germinada? ¿Qué leyes son necesarias para producir una planta madura? ¿Qué sucede con las “malezas espirituales”? ¿Qué precauciones especiales podrían tomarse al trasplantar las plantitas a otra “tierra social”, o ambiente? ¿Cómo podemos aplicar estas observaciones a nuestra vida real con chascos, tentaciones, éxitos, oportunidades, desafíos y elecciones durante las semanas o meses próximos?


Guía de Estudio de la Biblia: Un pueblo en marcha: El libro de Números / Edición para Maestros.
Periodo: Trimestre Octubre-Diciembre de 2009
Autor: Frank B. Holbrook. B.D., M.Th. Teólogo adventista ya desaparecido. De 1981 a 1990, fue director asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Conferencia General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Silver Spring, Maryland. También fue Profesor de Religión de la hoy Southern Adventist University.
Editor: Clifford Goldstein

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