Sábado 1º de agosto
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 15:4-10; Hechos 2:15-17; Hebreos 1:1, 2; 2 Tesalonicenses 2:3, 4; 1 Juan 2:18-29; 4:1-6.
PARA MEMORIZAR: “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre” (1 Juan 2:23).
DESDE LOS PRIMEROS TIEMPOS, la iglesia ha tenido que luchar con falsas enseñanzas y herejías. Pablo había advertido a los líderes de la iglesia de Éfeso contra “lobos rapaces” que atacarían “al rebaño” y contra falsos maestros de entre ellos mismos, que apartarían a los miembros de la iglesia (Hechos 20:29, 30). También Jesús había advertido contra falsos cristos y falsos profetas (Mateo 24:5, 11, 24). Hoy, la iglesia afronta lo mismo.
En Apocalipsis 13, la bestia que sube del mar es presentada como una imitación de Jesús. Por lo tanto, los comentadores han llamado a esta bestia el anticristo (anti, en griego, significa “en lugar de”). Es muy interesante que Juan, en su primera carta también hable acerca de anticristo(s). ¿Quiénes son estas personas? ¿Qué enseñan ellas?
Esta semana consideraremos lo que Juan tuvo que enfrentar y procuraremos obtener lecciones de ello para nosotros hoy en día.
UN VISTAZO A LA SEMANA: ¿Qué es el “último tiempo” (1 Juan 2:18)? ¿Contra qué amenaza advierte Juan a sus lectores? ¿Hay alguna diferencia entre el anticristo y los anticristos? ¿Qué quiere decir Juan acerca de permanecer en Cristo? ¿De qué modo los cristianos han de probar los espíritus?
“El Último Tiempo” (1 Juan 2:18).
Domingo 2
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por eso conocemos que es el último tiempo” (1 Juan 2:18).
Al final de 1 Juan 2, Juan comienza a hablar con mayor detalle acerca del grupo o grupos que habían causado problemas a sus feligreses. En las actividades de esos grupos, él reconoce que “ha llegado el último tiempo”.
Juan habla acerca del “último tiempo” alrededor del fin del primer siglo después de Cristo. ¿De qué modo nosotros, casi dos mil años más tarde, entendemos lo que quiere decir “los postreros días” en Hechos 2:15 al 17; Hebreos 1:1 y 2; 1 Pedro 1:20; y 1 Juan 2:18?
La expresión “el último tiempo” aparece solo aquí. En contraste, en el Nuevo Testamento, otros escritores han usado la frase “los postreros días” para referirse al tiempo después de la primera venida de Cristo.
Con Jesús llegó una nueva era. Todo el tiempo entre la primera y la segunda venidas de Cristo es considerado “los postreros días”. Dado el contexto de su escrito, “el último tiempo” de Juan sencillamente es su manera de decir lo mismo que “los postreros días”, es decir, el período entre la primera y la segunda venidas de Cristo.
Jesús mismo había usado la expresión hora en Juan 4:23 y 16:2 (en algunas versiones se la traduce como “tiempo” o “días”), y está señalando un período específico en el futuro, pero antes de su retorno. Juan parece usar la frase “el último tiempo” también en este mismo sentido.
Sin embargo, lo importante de notar es que Juan no fija una fecha, ni describe una cronología precisa de eventos detallados que deban ocurrir antes de que el Señor regrese. Ese no es el punto. En cambio, su tema tiene que ver muy probablemente con la necesidad de ser diligente y cuidadoso, porque los falsos maestros están allí, así como Jesús mismo les había advertido.
Si Juan estaba impresionado en su tiempo para advertir acerca de los peligros de “el último tiempo”, ¿qué podríamos decir en cuanto a nosotros? ¿Qué clases de enseñanzas nos confrontan cada día, tanto dentro como fuera de la iglesia, que si son aceptadas nos desviarían? ¿Cómo podemos protegernos de estos engaños?
La Venida de los Anticristos (1 Juan 2:18, 19, 22, 23).
Lunes 3
¿Quién es el anticristo? 1 Juan 2:18, 19, 22.
El término anticristo se usa solamente en 1 y 2 Juan. Un anticristo trata de tomar el lugar de Cristo y se opone a Cristo. Eruditos de diferentes confesiones religiosas han llamado “anticristo”, por ejemplo, a la bestia que surge del mar de Apocalipsis 13 y al hombre de pecado de 2 Tesalonicenses 2. Esta es una designación correcta, porque el lenguaje usado en Apocalipsis 13:2 al 4 muestra que esta bestia surgida del mar es una imitación y parodia de Cristo, el Cordero; en 2 Tesalonicenses 2:4 el anticristo, el hombre de pecado, procura tomar el lugar del Señor. Aunque no usa el mismo término, la Escritura en diversos lugares habla acerca de este concepto, y obviamente Juan está familiarizado con él. De hecho, en Apocalipsis él mismo usa este concepto, aunque no el término mismo.
En 1 Juan 2:18, Juan emplea anticristo en singular así como en plural: El anticristo ha de venir; muchos anticristos ya han aparecido. ¿Renuncia Juan a la idea de un anticristo específico, al llamar anticristos a otras personas? ¡Lo más probable es que no! En 1 Juan 4:3, encontramos ayuda. El texto habla del espíritu del anticristo: estas personas revelan el espíritu del anticristo, pero el verdadero anticristo todavía debe venir.
¿Por qué Juan llamaría anticristos a esas personas que tenían algún problema con la comprensión correcta de la naturaleza de Cristo? 1 Juan 4:3; 2 Juan 7.
Juan pudo no haber considerado “anticristos” a aquellos miembros de su iglesia que sencillamente estaban luchando con una correcta comprensión de Jesús, o que momentáneamente estaban dudando, sacudidos por falsas enseñanzas. Tenían que tomar una decisión entre las enseñanzas del cristianismo y los conceptos del anticristo con respecto a Jesús como el Mesías y/o la naturaleza de Cristo.
Sin embargo, había personas que habían abandonado la iglesia y proclamaban con éxito falsas doctrinas (1 Juan 4:5). Estos eran los anticristos.
En un sentido real, cualquier cosa que ocupa el lugar del verdadero Dios en nuestras vidas puede ser un “anticristo”. ¿Cuáles son algunos de los “anticristos” que confrontamos en nuestras vidas hoy? ¿Cómo podemos reconocerlos y, más importante aún, neutralizar su poder contra nosotros?
Probar los Espíritus (1 Juan 4:1-6).
Martes 4
En 1 Juan 4:1 al 6, Juan retoma el tema que estaba tratando en 1 Juan 2:18 al 27, sobre las enseñanzas erróneas que se propalaban entre ellos. Es interesante notar que muy pronto el enemigo se puso a trabajar en la iglesia, procurando dividir a los creyentes con la introducción de falsas enseñanzas. Aún hoy, ¿no luchamos como adventistas con lo mismo, enseñanzas falsas que procuran dividirnos?
Lee 1 Juan 2:19. ¿Qué relevancia tiene esto para nosotros hoy, como adventistas?
Aunque no sabemos todos los detalles, Juan parece estar luchando contra varios conceptos heréticos acerca de Jesús, que estaban promoviendo muchos de los ex miembros. Algunos pudieron haber enseñado que Cristo solamente pareció ser un ser humano pero que realmente no lo había sido. Otros pudieron haber enfatizado que Cristo entró en el ser humano Jesús en ocasión de su bautismo, y lo abandonó antes de la crucifixión. Todavía otros pudieron haber rechazado a Jesús como el Mesías.
Tal vez estos falsos maestros pretendían ser inspirados, que es la razón por la cual en 1 Juan 4:1 Juan advirtió acerca de los falsos profetas. Sus conceptos erróneos demostraban, sin embargo, que estaban influidos por el espíritu del anticristo.
Compara 1 Juan 2:18 al 27 con 1 Juan 4:1 al 6. Aun en medio de las advertencias acerca del anticristo y sus falsas enseñanzas, ¿qué esperanza y seguridad positiva brinda Juan a sus lectores? ¿Qué esperanza podemos obtener de estos pasajes?
Nota el paralelismo entre 1 Juan 2:21 y 1 Juan 4:6. En ambos casos, una gran defensa contra estos errores es un conocimiento de Dios, un conocimiento de la verdad. Juan está enfatizando la importancia de tener una comprensión correcta de la enseñanza, especialmente acerca de Jesús. Aquí hay evidencia muy clara de la importancia de la doctrina correcta.
La Unción (1 Juan 2:20, 21, 27).
Miércoles 5
Muchos han comprendido la “unción” de 1 Juan 2:20 como el Espíritu Santo. ¿De qué modo los siguientes textos ayudan a dar validez a esta conclusión? 1 Samuel 16:13; Juan 14:17; 15:26; 16:7; 1 Juan 2:20, 21, 27.
Los verdaderos creyentes han recibido la unción, que permanece en ellos, les enseña y no tiene falsedad. Lo que se dice acerca de la unción y sus funciones puede recordar a los lectores las afirmaciones de Jesús acerca del Espíritu Santo en sus discursos de despedida (Juan 13-16). Ya Isaías 61:1 vincula el ser ungido con el Espíritu Santo. Por lo tanto, es muy probable que la unción simbolice al Espíritu Santo.
Sin embargo, hay todavía otra dimensión. Hasta cierto punto, 1 Juan 2:24 es paralelo al versículo 27:
“En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros” (1 Juan 2:24, BJ; el énfasis fue añadido).
“En cuanto a vosotros, la unción que de Él habéis recibido permanece en vosotros” (1 Juan 2:27, BJ; el énfasis fue añadido).
Lo que los verdaderos creyentes han oído desde el principio es el evangelio de Jesús. Además, la Palabra de Dios (1 Juan 2:14) y la verdad (2 Juan 2) permanecen en el cristiano. En 2 Corintios 1:21 y 22, la divina unción está vinculada con el sellamiento del Espíritu Santo, mientras en Efesios 1:13 escuchar la palabra de verdad y creerla conducen al sellamiento por el Espíritu Santo. Por lo tanto, la unción también puede apuntar hacia las Escrituras.
El antídoto contra los mensajes de los anticristos es la Palabra de Dios como fue comunicada por el Espíritu Santo. Es la norma objetiva por la cual se pueden evaluar las doctrinas. Los verdaderos creyentes dependen del Espíritu Santo, que se manifiesta en las Escrituras. La Biblia tiene que ser la autoridad final de todas nuestras enseñanzas. En el momento en que los creyentes comienzan a dudar de la autoridad de la Biblia, la confiabilidad de ella y su inspiración, comienzan a abrirse a toda suerte de engaños y errores. El mundo está lleno de personas que una vez fueron cristianos firmes, pero que han abandonado su fe porque -al encontrar cosas que no comprendían o que no les gustaban- comenzaron a cuestionar la validez y la inspiración de la Biblia. Una cosa es admitir que hay asuntos en la Biblia que no comprendemos, o aun que nos parecen cuestionables; otra cosa es dudar de la autoridad de las Escrituras debido a esas cosas.
¿Cuál es tu actitud hacia los aspectos de la Palabra que no comprendes o que no te gustan necesariamente? Al transcurrir el tiempo, ¿te has encontrado dudando más y más de la Palabra? ¿Estás en ese sendero? Si es así, ¿cómo puedes salir de él?
Permanecer en Él.
Jueves 6
¿Cuál es el tema que tienen en común los siguientes versículos? ¿Por qué este mensaje es tan importante para nosotros? Juan 5:38; 6:56; 8:31; 15:4-10; 1 Juan 2:14, 28; 2 Juan 9.
La palabra traducida como permanecer también ha sido vertida como “quedar”, “vivir en”, “morar en”. Es un concepto importante en el Evangelio de Juan y en sus cartas. Aparece 25 veces en 1 Juan y 2 veces en 2 Juan.
El concepto enfatiza que es importante permanecer en el Hijo, en el Padre y en el Espíritu Santo. Una relación correcta con la Deidad es vital. También es importante tener una doctrina correcta basada en la Palabra, porque eso afectará nuestra relación con Dios. De hecho, eso parece ser un aspecto muy importante de la carta de Juan, porque él teme lo que estos falsos maestros y sus falsos conceptos pueden hacer a la fe del creyente.
Una de las promesas hechas a los que permanecen en Cristo es la promesa de la vida eterna. ¿Por qué esta promesa de la vida eterna es tan importante para nosotros? ¿Qué nos ofrecería nuestra fe si no tuviéramos esa promesa? ¿Por qué te preocuparías por ser un cristiano, después de todo? Ver 1 Corintios 15:1-19.
No hay dudas de que, para Juan, el aspecto más importante de la fe cristiana es permanecer en el Señor. Esto es sencillamente otra forma de afirmar que necesitamos “andar en la luz”, que necesitamos vivir en una estrecha relación con Jesús, lo que significa una entrega diaria de nuestra voluntad a la suya revelada en la Palabra y la operación del Espíritu Santo en nuestras vidas. Tan pronto como comenzamos a desobedecer al Señor, tan pronto como comenzamos a pensar que podemos resolver las cosas independientemente de Dios, tan pronto como comenzamos a emitir juicios negativos sobre cualquier parte de la Biblia que no nos gusta, estamos avanzando en una dirección que, si no nos detenemos, nos separará de una relación salvadora con Jesús.
¿De qué modo “permaneces” en Cristo? ¿Qué cosas hiciste en las últimas 24 horas que te permitieron “permanecer” en él? Haz una lista de las cosas que podemos hacer que son parte de lo que significa “permanecer” en Cristo, y comparte tu lista con los demás miembros de tu clase, el sábado.
Para Estudiar y Meditar.
Viernes 7
Lee 2 Pedro 2, y Testimonios para la iglesia, tomo 2, pp. 177-179 (Testimonies for the Church, tomo 2, pp. 196, 197).
Se podría plantear la pregunta de por qué 1 Juan 2:29 es importante en este estudio acerca de los falsos maestros. Obviamente, junto con las falsas enseñanzas acerca de Jesús venía un estilo de vida falso. Esto a menudo ocurre aún hoy. Atacar una doctrina del cristianismo conduce a poner en duda otras, y tarde o temprano no solo afecta una construcción teórica sino también se manifiesta en términos prácticos. Las personas ya no viven vidas justas. Comienza un círculo vicioso desastroso, una espiral descendente que solo puede detenerse volviendo al Señor, a sus enseñanzas y a su vida ejemplar.
“El Espíritu no fue dado -ni puede jamás ser otorgado- para invalidar la Biblia; pues las Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la cual toda enseñanza y toda manifestación religiosa deben ser probadas. El apóstol Juan dice: ‘No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo’ (1 Juan 4:5, VM)” (El conflicto de los siglos, pp. 9, 10).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿De qué modo nosotros, como adventistas, que por mucho tiempo hemos esperado el regreso de Jesús, entendemos la pregunta de lo que significa vivir en “el último tiempo”? Si “el último tiempo” ha durado casi dos mil años, ¿qué se supone que significa para nosotros y la manera en que vivimos hoy nuestra vida?
2. ¿Cuál es la lista que hiciste en la sección del jueves mostrando formas prácticas en las que puedes permanecer en Cristo? ¿Qué pueden aprender los unos de los otros?
3. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos manifestar el espíritu del anticristo hacia otros?
4. ¿Cuáles son algunos de los asuntos difíciles en la Biblia con los que a veces luchan los miembros de la iglesia? ¿Cómo podemos aprender a confiar en la Biblia a pesar de estas dificultades? ¿Cómo podemos ayudar a los que están luchando con su fe por causa de aspectos de la Biblia que no comprenden o no les gustan?
5. ¿De qué modo nosotros, como iglesia, debemos relacionarnos con los ex miembros que ahora nos atacan abiertamente? ¿Cuál debiera ser nuestra actitud hacia ellos?
Guía de Estudio de la Biblia: Amadas y llenas de amor: Las Epístolas de Juan / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Julio-Septiembre de 2009
Autor: Ekkehardt Mueller, nacido en Alemania, doctor en Teología y Ministerio. Es uno de los directores asociados del Instituto de Investigaciones Bíblica (Biblical Research Institute) de la Asociación General. Sus especialidades son Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis, hermenéutica y teología aplicada. Es casado y tiene dos hijos adultos.
Editor: Clifford Goldstein
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 15:4-10; Hechos 2:15-17; Hebreos 1:1, 2; 2 Tesalonicenses 2:3, 4; 1 Juan 2:18-29; 4:1-6.
PARA MEMORIZAR: “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre” (1 Juan 2:23).
DESDE LOS PRIMEROS TIEMPOS, la iglesia ha tenido que luchar con falsas enseñanzas y herejías. Pablo había advertido a los líderes de la iglesia de Éfeso contra “lobos rapaces” que atacarían “al rebaño” y contra falsos maestros de entre ellos mismos, que apartarían a los miembros de la iglesia (Hechos 20:29, 30). También Jesús había advertido contra falsos cristos y falsos profetas (Mateo 24:5, 11, 24). Hoy, la iglesia afronta lo mismo.
En Apocalipsis 13, la bestia que sube del mar es presentada como una imitación de Jesús. Por lo tanto, los comentadores han llamado a esta bestia el anticristo (anti, en griego, significa “en lugar de”). Es muy interesante que Juan, en su primera carta también hable acerca de anticristo(s). ¿Quiénes son estas personas? ¿Qué enseñan ellas?
Esta semana consideraremos lo que Juan tuvo que enfrentar y procuraremos obtener lecciones de ello para nosotros hoy en día.
UN VISTAZO A LA SEMANA: ¿Qué es el “último tiempo” (1 Juan 2:18)? ¿Contra qué amenaza advierte Juan a sus lectores? ¿Hay alguna diferencia entre el anticristo y los anticristos? ¿Qué quiere decir Juan acerca de permanecer en Cristo? ¿De qué modo los cristianos han de probar los espíritus?
“El Último Tiempo” (1 Juan 2:18).
Domingo 2
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por eso conocemos que es el último tiempo” (1 Juan 2:18).
Al final de 1 Juan 2, Juan comienza a hablar con mayor detalle acerca del grupo o grupos que habían causado problemas a sus feligreses. En las actividades de esos grupos, él reconoce que “ha llegado el último tiempo”.
Juan habla acerca del “último tiempo” alrededor del fin del primer siglo después de Cristo. ¿De qué modo nosotros, casi dos mil años más tarde, entendemos lo que quiere decir “los postreros días” en Hechos 2:15 al 17; Hebreos 1:1 y 2; 1 Pedro 1:20; y 1 Juan 2:18?
La expresión “el último tiempo” aparece solo aquí. En contraste, en el Nuevo Testamento, otros escritores han usado la frase “los postreros días” para referirse al tiempo después de la primera venida de Cristo.
Con Jesús llegó una nueva era. Todo el tiempo entre la primera y la segunda venidas de Cristo es considerado “los postreros días”. Dado el contexto de su escrito, “el último tiempo” de Juan sencillamente es su manera de decir lo mismo que “los postreros días”, es decir, el período entre la primera y la segunda venidas de Cristo.
Jesús mismo había usado la expresión hora en Juan 4:23 y 16:2 (en algunas versiones se la traduce como “tiempo” o “días”), y está señalando un período específico en el futuro, pero antes de su retorno. Juan parece usar la frase “el último tiempo” también en este mismo sentido.
Sin embargo, lo importante de notar es que Juan no fija una fecha, ni describe una cronología precisa de eventos detallados que deban ocurrir antes de que el Señor regrese. Ese no es el punto. En cambio, su tema tiene que ver muy probablemente con la necesidad de ser diligente y cuidadoso, porque los falsos maestros están allí, así como Jesús mismo les había advertido.
Si Juan estaba impresionado en su tiempo para advertir acerca de los peligros de “el último tiempo”, ¿qué podríamos decir en cuanto a nosotros? ¿Qué clases de enseñanzas nos confrontan cada día, tanto dentro como fuera de la iglesia, que si son aceptadas nos desviarían? ¿Cómo podemos protegernos de estos engaños?
La Venida de los Anticristos (1 Juan 2:18, 19, 22, 23).
Lunes 3
¿Quién es el anticristo? 1 Juan 2:18, 19, 22.
El término anticristo se usa solamente en 1 y 2 Juan. Un anticristo trata de tomar el lugar de Cristo y se opone a Cristo. Eruditos de diferentes confesiones religiosas han llamado “anticristo”, por ejemplo, a la bestia que surge del mar de Apocalipsis 13 y al hombre de pecado de 2 Tesalonicenses 2. Esta es una designación correcta, porque el lenguaje usado en Apocalipsis 13:2 al 4 muestra que esta bestia surgida del mar es una imitación y parodia de Cristo, el Cordero; en 2 Tesalonicenses 2:4 el anticristo, el hombre de pecado, procura tomar el lugar del Señor. Aunque no usa el mismo término, la Escritura en diversos lugares habla acerca de este concepto, y obviamente Juan está familiarizado con él. De hecho, en Apocalipsis él mismo usa este concepto, aunque no el término mismo.
En 1 Juan 2:18, Juan emplea anticristo en singular así como en plural: El anticristo ha de venir; muchos anticristos ya han aparecido. ¿Renuncia Juan a la idea de un anticristo específico, al llamar anticristos a otras personas? ¡Lo más probable es que no! En 1 Juan 4:3, encontramos ayuda. El texto habla del espíritu del anticristo: estas personas revelan el espíritu del anticristo, pero el verdadero anticristo todavía debe venir.
¿Por qué Juan llamaría anticristos a esas personas que tenían algún problema con la comprensión correcta de la naturaleza de Cristo? 1 Juan 4:3; 2 Juan 7.
Juan pudo no haber considerado “anticristos” a aquellos miembros de su iglesia que sencillamente estaban luchando con una correcta comprensión de Jesús, o que momentáneamente estaban dudando, sacudidos por falsas enseñanzas. Tenían que tomar una decisión entre las enseñanzas del cristianismo y los conceptos del anticristo con respecto a Jesús como el Mesías y/o la naturaleza de Cristo.
Sin embargo, había personas que habían abandonado la iglesia y proclamaban con éxito falsas doctrinas (1 Juan 4:5). Estos eran los anticristos.
En un sentido real, cualquier cosa que ocupa el lugar del verdadero Dios en nuestras vidas puede ser un “anticristo”. ¿Cuáles son algunos de los “anticristos” que confrontamos en nuestras vidas hoy? ¿Cómo podemos reconocerlos y, más importante aún, neutralizar su poder contra nosotros?
Probar los Espíritus (1 Juan 4:1-6).
Martes 4
En 1 Juan 4:1 al 6, Juan retoma el tema que estaba tratando en 1 Juan 2:18 al 27, sobre las enseñanzas erróneas que se propalaban entre ellos. Es interesante notar que muy pronto el enemigo se puso a trabajar en la iglesia, procurando dividir a los creyentes con la introducción de falsas enseñanzas. Aún hoy, ¿no luchamos como adventistas con lo mismo, enseñanzas falsas que procuran dividirnos?
Lee 1 Juan 2:19. ¿Qué relevancia tiene esto para nosotros hoy, como adventistas?
Aunque no sabemos todos los detalles, Juan parece estar luchando contra varios conceptos heréticos acerca de Jesús, que estaban promoviendo muchos de los ex miembros. Algunos pudieron haber enseñado que Cristo solamente pareció ser un ser humano pero que realmente no lo había sido. Otros pudieron haber enfatizado que Cristo entró en el ser humano Jesús en ocasión de su bautismo, y lo abandonó antes de la crucifixión. Todavía otros pudieron haber rechazado a Jesús como el Mesías.
Tal vez estos falsos maestros pretendían ser inspirados, que es la razón por la cual en 1 Juan 4:1 Juan advirtió acerca de los falsos profetas. Sus conceptos erróneos demostraban, sin embargo, que estaban influidos por el espíritu del anticristo.
Compara 1 Juan 2:18 al 27 con 1 Juan 4:1 al 6. Aun en medio de las advertencias acerca del anticristo y sus falsas enseñanzas, ¿qué esperanza y seguridad positiva brinda Juan a sus lectores? ¿Qué esperanza podemos obtener de estos pasajes?
Nota el paralelismo entre 1 Juan 2:21 y 1 Juan 4:6. En ambos casos, una gran defensa contra estos errores es un conocimiento de Dios, un conocimiento de la verdad. Juan está enfatizando la importancia de tener una comprensión correcta de la enseñanza, especialmente acerca de Jesús. Aquí hay evidencia muy clara de la importancia de la doctrina correcta.
La Unción (1 Juan 2:20, 21, 27).
Miércoles 5
Muchos han comprendido la “unción” de 1 Juan 2:20 como el Espíritu Santo. ¿De qué modo los siguientes textos ayudan a dar validez a esta conclusión? 1 Samuel 16:13; Juan 14:17; 15:26; 16:7; 1 Juan 2:20, 21, 27.
Los verdaderos creyentes han recibido la unción, que permanece en ellos, les enseña y no tiene falsedad. Lo que se dice acerca de la unción y sus funciones puede recordar a los lectores las afirmaciones de Jesús acerca del Espíritu Santo en sus discursos de despedida (Juan 13-16). Ya Isaías 61:1 vincula el ser ungido con el Espíritu Santo. Por lo tanto, es muy probable que la unción simbolice al Espíritu Santo.
Sin embargo, hay todavía otra dimensión. Hasta cierto punto, 1 Juan 2:24 es paralelo al versículo 27:
“En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros” (1 Juan 2:24, BJ; el énfasis fue añadido).
“En cuanto a vosotros, la unción que de Él habéis recibido permanece en vosotros” (1 Juan 2:27, BJ; el énfasis fue añadido).
Lo que los verdaderos creyentes han oído desde el principio es el evangelio de Jesús. Además, la Palabra de Dios (1 Juan 2:14) y la verdad (2 Juan 2) permanecen en el cristiano. En 2 Corintios 1:21 y 22, la divina unción está vinculada con el sellamiento del Espíritu Santo, mientras en Efesios 1:13 escuchar la palabra de verdad y creerla conducen al sellamiento por el Espíritu Santo. Por lo tanto, la unción también puede apuntar hacia las Escrituras.
El antídoto contra los mensajes de los anticristos es la Palabra de Dios como fue comunicada por el Espíritu Santo. Es la norma objetiva por la cual se pueden evaluar las doctrinas. Los verdaderos creyentes dependen del Espíritu Santo, que se manifiesta en las Escrituras. La Biblia tiene que ser la autoridad final de todas nuestras enseñanzas. En el momento en que los creyentes comienzan a dudar de la autoridad de la Biblia, la confiabilidad de ella y su inspiración, comienzan a abrirse a toda suerte de engaños y errores. El mundo está lleno de personas que una vez fueron cristianos firmes, pero que han abandonado su fe porque -al encontrar cosas que no comprendían o que no les gustaban- comenzaron a cuestionar la validez y la inspiración de la Biblia. Una cosa es admitir que hay asuntos en la Biblia que no comprendemos, o aun que nos parecen cuestionables; otra cosa es dudar de la autoridad de las Escrituras debido a esas cosas.
¿Cuál es tu actitud hacia los aspectos de la Palabra que no comprendes o que no te gustan necesariamente? Al transcurrir el tiempo, ¿te has encontrado dudando más y más de la Palabra? ¿Estás en ese sendero? Si es así, ¿cómo puedes salir de él?
Permanecer en Él.
Jueves 6
¿Cuál es el tema que tienen en común los siguientes versículos? ¿Por qué este mensaje es tan importante para nosotros? Juan 5:38; 6:56; 8:31; 15:4-10; 1 Juan 2:14, 28; 2 Juan 9.
La palabra traducida como permanecer también ha sido vertida como “quedar”, “vivir en”, “morar en”. Es un concepto importante en el Evangelio de Juan y en sus cartas. Aparece 25 veces en 1 Juan y 2 veces en 2 Juan.
El concepto enfatiza que es importante permanecer en el Hijo, en el Padre y en el Espíritu Santo. Una relación correcta con la Deidad es vital. También es importante tener una doctrina correcta basada en la Palabra, porque eso afectará nuestra relación con Dios. De hecho, eso parece ser un aspecto muy importante de la carta de Juan, porque él teme lo que estos falsos maestros y sus falsos conceptos pueden hacer a la fe del creyente.
Una de las promesas hechas a los que permanecen en Cristo es la promesa de la vida eterna. ¿Por qué esta promesa de la vida eterna es tan importante para nosotros? ¿Qué nos ofrecería nuestra fe si no tuviéramos esa promesa? ¿Por qué te preocuparías por ser un cristiano, después de todo? Ver 1 Corintios 15:1-19.
No hay dudas de que, para Juan, el aspecto más importante de la fe cristiana es permanecer en el Señor. Esto es sencillamente otra forma de afirmar que necesitamos “andar en la luz”, que necesitamos vivir en una estrecha relación con Jesús, lo que significa una entrega diaria de nuestra voluntad a la suya revelada en la Palabra y la operación del Espíritu Santo en nuestras vidas. Tan pronto como comenzamos a desobedecer al Señor, tan pronto como comenzamos a pensar que podemos resolver las cosas independientemente de Dios, tan pronto como comenzamos a emitir juicios negativos sobre cualquier parte de la Biblia que no nos gusta, estamos avanzando en una dirección que, si no nos detenemos, nos separará de una relación salvadora con Jesús.
¿De qué modo “permaneces” en Cristo? ¿Qué cosas hiciste en las últimas 24 horas que te permitieron “permanecer” en él? Haz una lista de las cosas que podemos hacer que son parte de lo que significa “permanecer” en Cristo, y comparte tu lista con los demás miembros de tu clase, el sábado.
Para Estudiar y Meditar.
Viernes 7
Lee 2 Pedro 2, y Testimonios para la iglesia, tomo 2, pp. 177-179 (Testimonies for the Church, tomo 2, pp. 196, 197).
Se podría plantear la pregunta de por qué 1 Juan 2:29 es importante en este estudio acerca de los falsos maestros. Obviamente, junto con las falsas enseñanzas acerca de Jesús venía un estilo de vida falso. Esto a menudo ocurre aún hoy. Atacar una doctrina del cristianismo conduce a poner en duda otras, y tarde o temprano no solo afecta una construcción teórica sino también se manifiesta en términos prácticos. Las personas ya no viven vidas justas. Comienza un círculo vicioso desastroso, una espiral descendente que solo puede detenerse volviendo al Señor, a sus enseñanzas y a su vida ejemplar.
“El Espíritu no fue dado -ni puede jamás ser otorgado- para invalidar la Biblia; pues las Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la cual toda enseñanza y toda manifestación religiosa deben ser probadas. El apóstol Juan dice: ‘No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo’ (1 Juan 4:5, VM)” (El conflicto de los siglos, pp. 9, 10).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿De qué modo nosotros, como adventistas, que por mucho tiempo hemos esperado el regreso de Jesús, entendemos la pregunta de lo que significa vivir en “el último tiempo”? Si “el último tiempo” ha durado casi dos mil años, ¿qué se supone que significa para nosotros y la manera en que vivimos hoy nuestra vida?
2. ¿Cuál es la lista que hiciste en la sección del jueves mostrando formas prácticas en las que puedes permanecer en Cristo? ¿Qué pueden aprender los unos de los otros?
3. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos manifestar el espíritu del anticristo hacia otros?
4. ¿Cuáles son algunos de los asuntos difíciles en la Biblia con los que a veces luchan los miembros de la iglesia? ¿Cómo podemos aprender a confiar en la Biblia a pesar de estas dificultades? ¿Cómo podemos ayudar a los que están luchando con su fe por causa de aspectos de la Biblia que no comprenden o no les gustan?
5. ¿De qué modo nosotros, como iglesia, debemos relacionarnos con los ex miembros que ahora nos atacan abiertamente? ¿Cuál debiera ser nuestra actitud hacia ellos?
Guía de Estudio de la Biblia: Amadas y llenas de amor: Las Epístolas de Juan / Edición Adultos.
Periodo: Trimestre Julio-Septiembre de 2009
Autor: Ekkehardt Mueller, nacido en Alemania, doctor en Teología y Ministerio. Es uno de los directores asociados del Instituto de Investigaciones Bíblica (Biblical Research Institute) de la Asociación General. Sus especialidades son Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis, hermenéutica y teología aplicada. Es casado y tiene dos hijos adultos.
Editor: Clifford Goldstein
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