Lección 3: Los dones espirituales y la profecía / Edición para Maestros

El sábado enseñaré...
Texto Clave: 1 Corintios 12:4-6.

Enseña a tu clase a:

Saber que la profecía es un don del Espíritu Santo dado a algunas personas en la iglesia.
Sentir gratitud a Dios por manifestar su poder en la iglesia.
Hacer lo necesario para identificar y usar los dones espirituales.

Bosquejo de la Lección

I. A otros, profetas (Efe. 4:11-13)
A. ¿Cómo definirías un don espiritual?
B. ¿De qué maneras la profecía contribuye a lograr los resultados mencionados en los versículos 12 y 13?

II. No todos los profetas hablan en nombre de Dios (Hech. 8:9-25; 16:16-18; 2 Tes. 2:9, 10)
A. Ciertos dones revelan más obviamente la presencia de lo sobrenatural. ¿Qué peligros existen si se enfatiza exageradamente estos dones, devaluándolos o siguiéndolos ciegamente?
B. ¿De qué manera te sientes acerca de las manifestaciones de lo sobrenatural? ¿Qué lugar tienen nuestros sentimientos en discernir las manifestaciones genuinas frente a las falsificadas?

III. Aplicar los dones espirituales (1 Cor. 12)
A. Este pasaje afirma la igualdad de los dones, mientras el capítulo 14 sugiere que algunos pueden ser más útiles que otros. ¿De qué manera debería actuar la profecía en relación con los demás dones? ¿Es posible que un don ponga a un lado a los otros? ¿Qué lugar tiene el amor (capítulo 13) entre los dones?
B. ¿Cómo podemos descubrir cuáles son nuestros dones? ¿Cómo reconocemos si hay un profeta entre nosotros, y cómo podemos afirmarlo?

Resumen

El Espíritu Santo da poder a la iglesia para la salud y el crecimiento, otorgando dones espirituales. Uno de estos dones es el de profecía. Necesitamos identificar y usar nuestros dones en el cuerpo de Cristo (su iglesia), a fin de que la Cabeza sea glorificada.

CICLO DE APRENDIZAJE

PASO 1: ¡Motiva!

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Así como Dios otorga dones espirituales a la iglesia, incluyendo el de profecía y el de lenguas, cada uno de nosotros recibe dones espirituales para ayudar a terminar la obra de Dios sobre la tierra.

La soprano surcoreana Sumi Jo nació con un corazón lleno de música. Esto no es sorprendente cuando se considera que su madre escuchaba arias de sopranos durante su embarazo, porque ella soñaba con tener una hija que un día creciera hasta ser una gran cantante.

En 1988 ese sueño se hizo realidad. El gran conductor de orquesta Herbert von Karajan escuchó el debut de Sumi Jo, y la llamó “una voz del cielo”. (www.scena.org//sm/sm9-8/sumi-jo.htm).

La última vez que el cielo dio un concierto en la tierra sucedió de noche, ante una audiencia de pastores, hace más de dos mil años. Desgraciadamente, nadie hoy, ni siquiera un experto musical como el ya fallecido Sr. von Karajan, ha oído cantar al cielo desde entonces. Pero, solo se necesita oír “Oración”, por Sumi Jo, para obtener una idea de cómo debió haber sido estar en ese campo con los pastores.

Al escuchar la pureza vocal y la facilidad con la cual llega a notas muy altas, uno se sorprende al saber que Sumi Jo comenzó a cantar como una mezzosoprano, con un rango mucho menor de notas. Tal vez habría seguido siendo una mezzosoprano si no fuera por la intervención de un maestro muy especial, que le dijo a Sumi que ella era una soprano de coloratura, capaz de cantar notas imposiblemente altas y trinos complicados. Sumi solo podía cantar un do alto en ese tiempo. Pero, después de tres años de arduo estudio, Sumi Jo pudo cantar doce notas más allá de eso, aumentando su amplitud vocal en una octava y media. (Ibíd.).

Las personas que tienen dones toman lo ordinario y lo convierten en extraordinario. La voz de Sumi Jo es una en un millón. Pero, en una iglesia de veinte millones de feligreses, cada uno de nosotros es como el único para Dios. Cada uno es especial y recibió dones. De nosotros depende usar para él lo que él nos ha dado.

Considera: Así como Dios ha dado el don de profecía a la iglesia, nos da talentos y dones espirituales para consagrarlos a él y usarlos en la difusión de su verdad. ¿Cuáles son tus dones espirituales? ¿De qué modo se te pide que los uses para él? Como Sumi Jo, podemos no darnos cuenta del verdadero potencial de nuestros dones. Describe cómo ha usado Dios maestros o mentores para ayudarte a alcanzar el verdadero potencial de esos dones que tenemos.

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. Los dones espirituales y el don de profecía

(Lee 1 Cor. 1:10 y Efe. 4:11-13 con tu clase).

Los dones espirituales fueron dados para edificar al pueblo de Dios (1 Cor. 14:4; 12:7; Efe. 4:12), y prepararlo para enfrentar el futuro con confianza y recibir la vida eterna (Juan 12:50; Rom. 6:23). Efesios 4:12 dice que los dones se usan para “perfeccionar” a los santos (“capacitar”, NVI). Es interesante que la palabra usada para “perfeccionar”, katartízo, también su usa en Mateo 4:21 para indicar “remendar” las redes. En Gálatas 6:1 se usa la palabra para indicar la restauración de los que han sido sorprendidos en una falta. Por esto, en un sentido, los dones fueron dados con el propósito de “remendar” o “restaurar” al pueblo de Dios y anudar o unirlos juntos. El don profético fue especialmente indispensable para la fundación de la iglesia en los tiempos del Nuevo Testamento, uniendo al pueblo de Dios. Y hoy es el guía designado para la iglesia remanente.

En 1 Corintios 12:10 se define el don de profecía más plenamente. Es el acto de hablar con autoridad de parte de Dios, ya sea prediciendo eventos futuros o declarando la voluntad de Dios. Las predicciones no son esenciales para la naturaleza de un profeta; tampoco todas las afirmaciones proféticas son consideradas predicciones. Algunas expresiones pueden ser advertencias o consejos dados a los profetas, inspirados por el Espíritu Santo. Un profeta puede hablar del pasado, del presente o del futuro.

Así como el Espíritu Santo inspira a los profetas, él también equipa a la iglesia específicamente con los dones espirituales, sea el don de profecía o el don de lenguas. Todos los que se entregan a Jesús y se unen a la iglesia tienen la seguridad de que el Espíritu Santo los equipará con la capacidad de realizar sus deberes como cristianos al más alto nivel. El Espíritu Santo imparte a cada uno lo que considera apropiado. Esto tiene el propósito de ser una fuente de ánimo para la iglesia. La Biblia da la seguridad de que cada uno recibirá exactamente la capacidad de fortaleza necesaria para vivir vidas piadosas y testificar con poder. Los dones espirituales tienen el propósito de prepararnos para hacer con éxito la obra de Dios, no importa cuáles sean las circunstancias.

Considera: ¿Qué vislumbre te da el origen de la palabra “perfeccionar”, o “capacitar”, y qué significa estar equipado con dones espirituales? ¿Cuál es el propósito de los dones? ¿Por qué el don de profecía es tan importante para la iglesia? Aunque cada uno de nosotros tiene diferentes dones, ¿qué implica el hecho de que cada uno de los miembros, y todos ellos, entregados a Jesús, tienen la promesa de recibir don(es) espiritual(es)?

II. Dones falsificados

(Lee, con tu clase, Hechos 16:16).

En Hechos 16 leemos de una esclava con un espíritu de adivinación, o un “espíritu pitón”, como dice Lucas (en el griego), que seguía a Pablo. “En la mitología griega, Pitón era una serpiente que se decía que había guardado el oráculo en Delfos, pero que había sido muerta por Apolos y que, como consecuencia, pasó a denominarse Apolo pítico. En Delfos se adoraba a Pitón como símbolo de la sabiduría. Plutarco (m.c. 126 d.C.), que era sacerdote del Apolo pítico, dice que se les daba el nombre de ‘pitón’ a los expertos en ventriloquia, porque eran considerados como poseedores de facultades extraordinarias” (6 CBA 328).

Cuando uno piensa en la primera médium, la serpiente en el Edén que tentó a Eva con su tipo espurio de sabiduría, esta asociación de serpientes como voceros de la sabiduría divina no debería resultar sorprendente. Satanás fue el primer ventrílocuo y, cuatro mil años más tarde, Lucas nos dice que él estaba usando otra vez los mismos trucos hablando por medio del cuerpo de esta niña. Lucas deja entrever que los gritos desaforados y las contorsiones de ella eran similares a los de las sacerdotisas en Delfos. Sin duda, la gente local creía que las expresiones de la niña esclava eran oráculos, o mensajes divinos de los dioses.

La historia resulta más trágica porque había hombres que explotaban los poderes de la niña por ganancia monetaria. Pero, lo que no veían los hombres que la explotaban era que la mente oscurecida de esta niña anhelaba salvación. El espíritu maligno dentro de ella la usaba en toda oportunidad posible para molestar y bloquear el progreso de la obra de Dios. Pero, cuando Pablo le dio la orden de que saliera de la niña, el espíritu no tuvo poder para resistir el mandato.

Considera: Muy a menudo es fácil ser como la gente de aquella ciudad, que confunde lo profano con lo sagrado. Con frecuencia, es difícil distinguir la falsificación de lo real. ¿Qué pautas nos da el texto de Hechos 16 para separar el don de profecía falsificado de las expresiones espurias del “Pitón”?

PASO 3: ¡Practica!

Preguntas para reflexionar:

1. ¿De qué modo la manifestación del espíritu de profecía en las Escrituras nos ayuda a comprender mejor la forma de actuar de Dios?
2. Repasa Éxodo 7:10 al 12, el encuentro entre Moisés y el Faraón. Imagínate que no conoces el trasfondo de Moisés y de los magos egipcios, pero solo ves que ambas varas se convierten milagrosamente en serpientes. ¿Cómo podrías determinar cuál era de Dios? ¿Por qué es tan importante para nosotros, en este período de la historia de la iglesia, ser capaces de discernir entre ambas manifestaciones?
3. Después de que Simón el mago fue bautizado en una campaña evangelizadora en Samaria, él ofreció comprar para su propia gloria el poder que tenían Pedro y Juan (Hech. 8:13-19). ¿Cómo distinguirías entre un don espiritual que es usado para la gloria de Dios y uno que se usa para gratificación personal? Ver Mat. 7:22, 23.

Preguntas de aplicación:

1. No todos tienen el mismo don espiritual, y algunos tienen varios dones. ¿Cuáles son tus dones, y cómo puedes usarlos mejor para la obra de Dios?
2. Una amiga que es miembro de otra confesión religiosa habla palabras incoherentes en sus cultos y lo llama la “lengua desconocida”. Si ella te dice que no estás salvo porque no tienes el “don del Espíritu”, ¿cómo la ayudarías a entender la enseñanza bíblica del don de lenguas?

Testificación

Era oscuro y tarde cuando la luz indicadora del nivel del combustible de su vehículo comenzó a parpadear. Para Marie y sus dos colegas, que viajaban de Rusia a Rumania con el fin de realizar seminarios bíblicos y de salud para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, era una mala señal: Tenían el tanque de combustible casi vacío, y el pueblo al que se acercaban cerraba durante la noche. Oraron y siguieron conduciendo el automóvil.

Vieron a un hombre en bicicleta que bajaba por una calle lateral. Marie lo llamó.

Necesitamos combustible. ¿Puede usted ayudarnos? Ella le habló principalmente en inglés, usando unas pocas palabras rumanas que sabía. Él contestó en una mezcla de rumano y ruso:

- Síganme a mi casa –les dijo–.
- Está a unos diez minutos de distancia, y las ayudaré a conseguir combustible.

Para su sorpresa, Marie no tuvo dificultad en comprender su respuesta. Sin embargo, sus dos compañeras no entendieron nada de lo que dijo. Marie las animó a seguirlo. Una de sus colegas puso una objeción. No era necesario ser lingüista para interpretar que el hombre había estado bebiendo. Pero Marie y sus colegas confiaron en que este hombre, aunque saturado con alcohol, pudiera ser la respuesta a su oración.

Lo siguieron hasta su casa. Una vez que llegaron, la comunicación de repente llegó a ser un problema. Marie ya no comprendía cuando él hablaba, y él ya no la entendía a ella.

A la mañana siguiente, la barrera del lenguaje que se había formado momentáneamente la noche anterior seguía firme en su lugar. Aun así, el hombre rumano tomó a una de las colegas de Marie y un recipiente para gasolina, y fue de puerta en puerta hasta que reunió suficiente combustible para que pudieran llegar a la frontera rumana.

Aunque quedaron solo esa noche con la familia del rumano, y esto fue solamente un pequeño desvío en un viaje mucho más largo, la experiencia que las llevó allí hizo una impresión muy profunda en Marie. Era muy diferente de la primera experiencia de Marie con lenguas. Había crecido como católica; luego encontró una iglesia carismática, y experimentó el falso don de lenguas, y nunca pensó que no era lo real.

Sin embargo, no mucho después de unirse a la Iglesia Adventista, Marie oyó de una experiencia que la hizo cuestionar su creencia anterior: un visitante que había ido a la iglesia católica carismática reconoció una de las lenguas que se habló durante el culto. Pero, en lugar de palabras de alabanza a Dios, la persona que hablaba en lenguas expresó blasfemias. “El falso don de lenguas es poderoso cuando lo escuchas en otros o lo oyes tú misma. Pero este visitante plantó una semilla”, recuerda Marie, haciéndola dudar del uso que hacía de él la iglesia carismática. “Más tarde, cuando estudié la Biblia con una instructora bíblica adventista, encontré la verdad y abandoné las lenguas falsas”.

Para Marie, su viaje de Rusia a Rumania para realizar seminarios fue más que ir del punto A al punto B. Aprender acerca del verdadero don de lenguas, de muchas maneras, fue el verdadero destino de su viaje.

Considera: ¿Cómo ayudarías a alguien a comprender la enseñanza bíblica del don de lenguas? ¿Cuál es la diferencia entre el verdadero don y el falso? ¿Cómo puedes descubrir esa diferencia? ¿De qué modo la experiencia de Marie ilustra uno de los verdaderos propósitos del don de lenguas?

PASO 4: ¡Aplica!

Lee a la clase: “Jóvenes y señoritas, adquieran un bagage de conocimientos. No esperen hasta que algún examen humano los pronuncie competentes para trabajar, sino salgan por los caminos y los vallados, y comiencen a trabajar para Dios. Usen sabiamente el conocimiento que tengan. Ejerciten sus capacidades con fidelidad, impartiendo generosamente la luz que Dios les da. Estudien de qué modo pueden darles mejor a otros la paz, la luz y la verdad, y las muchas otras ricas bendiciones del Cielo. Mejoren constantemente. Procuren seguir alcanzando mayores alturas. Lo que es de valor ahora es la capacidad de poner en ejercicio los poderes de la mente y del cuerpo, siempre manteniendo en vista las realidades eternas. Busquen al Señor con todo fervor, para que puedan llegar a ser más refinados, más cultivados espiritualmente. Luego tendrán el mejor diploma que cualquiera puede tener: la aprobación de Dios.

“Por grandes que sean sus talentos, o por pequeños que sean ellos, recuerden que lo que tienen es solo de ustedes como un préstamo. Dios los está probando, dándoles la oportunidad para demostrarse fieles. A él le deben todas sus capacidades. A él le pertenecen los poderes de su cuerpo, su mente y su alma, y esos poderes deben ser usados para él. Su tiempo, su influencia, sus capacidades, sus habilidades: de todo deben dar cuenta a él, quien les da todo. Él usará sus dones de la manera mejor si con esfuerzos fervientes cumplen el gran plan de Dios para la elevación de la humanidad, recordando siempre que son aprendedores así como maestros. [...]

“Dios ha otorgado a sus siervos talentos especiales, y ninguno está llamado a menospreciar su excelencia. Pero que ninguno use sus talentos para exaltarse a sí mismo. No se consideren como favorecidos por sobre las demás personas, ni se exalten por encima de sus obreros sinceros y fervientes. El Señor mira el corazón. El que es más dedicado al servicio de Dios es más altamente estimado por el universo” (7 T 281, 282).
Considera: Reflexiona sobre la cita que está arriba. ¿De qué modos sientes que el Señor te está impulsando a usar los talentos que él te dio? ¿De qué maneras puedes usarlos para servir mejor a tu iglesia y tu comunidad?

Pide a un voluntario que ore para que Dios nos ayude a usar bien nuestros dones espirituales.

Guía de Estudio de la Biblia: El don profético yla iglesia remanente de Dios. Edición de Maestros.
Periodo: Trimestre Enero-Marzo de 2009
Autor: Gerhard Pfandl, nacido en Austria, ha sido director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General desde 1999.
Editor: Clifford Goldstein